El Gran Salón de Hogwarts estaba lleno de estudiantes emocionados, todos esperando el comienzo del nuevo año escolar. Peter Parker, el joven mago arácnido, se sentía nervioso y expectante. Aunque había dominado los hechizos básicos y había aprendido a volar en escoba, aún no entendía completamente su sistema de evolución mágica.
El sombrero seleccionador había dudado antes de enviarlo a la casa de Gryffindor. "Eres un caso interesante, Parker", le había susurrado. "Tus habilidades son únicas y no encajan en ninguna categoría tradicional". Peter había asentido, sin saber qué esperar.
En su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, el profesor Lupin les habló sobre la magia ancestral de las arañas. "Las arañas han evolucionado durante millones de años", explicó. "Sus telas son más fuertes que el acero y más flexibles que el kevlar. ¿Qué pasaría si pudiéramos combinar esa resistencia con la magia?"
Peter se sintió intrigado. ¿Podría su sistema de evolución mágica estar relacionado con las arañas? ¿Habría heredado alguna habilidad especial?
Durante las siguientes semanas, Peter investigó en la biblioteca de Hogwarts. Encontró un antiguo libro titulado "Aracnomagia: Tejiendo Hechizos". Allí descubrió que las arañas mágicas tejían telas con propiedades asombrosas. Algunas eran invisibles, otras podían atrapar auras malignas y otras aún permitían viajar entre dimensiones.
Peter decidió experimentar. Se retiró a la Sala de los Menesteres, un lugar mágico donde los deseos se volvían realidad. Allí, rodeado de telas de araña, pronunció un hechizo ancestral:
Aranea Evolutio!
Inmediatamente, su piel se cubrió de finos hilos plateados. Las telas mágicas comenzaron a brotar de sus muñecas, extendiéndose como alas de mariposa. Peter se sintió ligero, como si pudiera flotar.
Las telas respondían a su voluntad. Podía crear escudos irrompibles, cuerdas para trepar, incluso alas para volar. Pero también sentía una conexión con las arañas. Podía comunicarse con ellas, entender sus vibraciones y anticipar sus movimientos.
En el Bosque Prohibido, Peter enfrentó a una acromántula gigante. Sus telas mágicas se entrelazaron con las de la araña, formando una red de energía. Juntos, detuvieron al monstruo y lo convirtieron en un aliado.
El profesor Lupin sonrió cuando Peter le contó su experiencia. "Eres un arácnido excepcional", dijo. "Tus telas son una combinación única de magia y evolución. Cuídalas y úsalos bien