5 Anuncio

— No eres real —le doy la espalda a la alucinación de mi padre— estas muerto.

— Claro que estoy muerto —se ríe de modo ahogado— ambos sabemos que estas alucinando —con su bastón señala mi cuerpo original— no es tu faceta mas respetable.

— No finjas que te preocupas por mi ¿De que se trata esto?

— Eso es lo que vengo a preguntarte ¿Que harás ahora? ¿Compartirás el poder con los otros cuatro? ¿Piensas que ellos realmente harán eso contigo? ¿Te quedaras sentado como un perro esperando las instrucciones de su amo? No te crié para ser un vasallo.

— ¿Criarme? yo lo llamaría mas un entrenamiento —me giro para enfrentarlo— me moldeaste para ser una replica tuya —lentamente me acerco hacia él— la culminación de tus ambiciones frustradas e incluso después de la muerte lo sigues intentando —la molesta expresión de mi padre me dice que tengo la razón— pero no te daré el gusto.

— Entonces no esperes vivir demasiado.

Tras esa advertencia se desvanece, todo se torna oscuro, en medio de la densa oscuridad noto los felinos ojos de un león, se que todo esto es una alucinación así que no le tengo miedo— Entonces estaremos juntos en esto —estiro mi mano para tocar su cabeza, cuando la descanso sobre el animal, este se sienta— nos aseguraremos de poner orden en este país.

Al recobrar la conciencia levanto mi cabeza con lentitud, al sentarme me miro las manos, lucen normales pero siento que veo lineas en ellas que antes no percibía, al olfatear percibo mas olores varios de ellos son asquerosos por mas que trate no puedo dejar de aspirarlos, así que me cubro la nariz con la mano, la toco antes de lo que esperaba ¿Que es esto? mi boca es mas ancha, comienzo a palpar mi rostro tengo pelo en la cara, abrí mi boca que es mas larga mis dientes siguen siendo los mismos pero la distribución es diferente, cuando miro hacia mi pecho noto pelos blancos, no tengo ningún espejo para mirarme, pero creo saber que es lo que me ha sucedido.

Desconozco cuanto tiempo paso después de haber acabado mi transformación, pero cuando finalmente la puerta fue abierta lo primero que vi fue a tres soldados apuntándome con un arma, levanto mis brazos para indicar que no tengo malas intenciones.

— Soy Eusebio Iustitia, solo me transforme.

— Bajen las armas —ordena el representante del CNA— por lo que parece conserva sus capacidades cognitivas, pero perdió parte de sus rasgos humanos.

Me levanto aun con los brazos arriba— Ahora soy uno de ustedes.

— Uno de nosotros, en aspecto si, veamos que sucederá después —se da media vuelta, dándome la espalda— acompáñame, nos reuniremos con los otros cuatro.

— Entonces ¿Octavio no murió?

— Por fortuna no —contesta el encargado de todo el proceso— pero sin duda mezclarse geneticamente con almejas es algo que todavía debemos trabajar, todos nos están esperando en el Club de golf "Los leones", el resto ira para allá.

— Si que es un día movido —comento mientras caminamos a la salida del psiquiátrico.

— ¿Día? Han pasado dos días desde que ingresaste, me encargue de informar a tu familia de que no llegarías.

No puedo evitar pasarme la mano por la melena del cuello— ¿Como voy a explicar esto? esperaba verme mas... humano.

— Hasta que no logremos descubrir que hace perfecto a las vacunas, seguirá siendo una apuesta.

— ¿Que es lo peor que puede pasar? —nos subimos a un auto con vidrios oscuros.

— Algunos pierden la mayoría de su forma humana, si son capaces de conservar su conciencia entonces se les da el derecho a vivir, en caso contrario, deben ser ejecutados.

— Supongo que no tendremos que hablar sobre este detalle cuando ofrezcamos la oportunidad de cruzar.

— Noto cierta molestia en tu comentario.

Me rasco la frente— Es solo que gobernar con una mentira solo causara desconfianza por parte de ellos.

— Hagan lo que hagan tendrán oposición en contra del gobierno, el caso es que se preparen para responder, de preferencia que no sea por la fuerza.

Un gruñido de fastidio se me escapa— ¿Como han manejado este cambio en otros lugares? Es inevitable que se filtre información sobre lo que haremos.

— Los otros también me hicieron preguntas sobre como manejar esta noticia, se preocupan demasiado, recuerda que cuentan con todo nuestro apoyo, solo informennos de que harán antes.

En el trayecto puedo confirmar que después de dos días de ocupación la tensión entre los humanos y animanos se están incrementando, algunas personas caminan por la calle mirando con desprecio a los soldados que rondan, las paredes ya tienen rayados que exigen la retirada de las fuerzas militares, no cabe duda que las calles se han vuelto un campo de pólvora, solo falta una pequeña chispa para que todo se encienda.

En cambio el sector de Las Condes no parece verse afectado por lo que esta sucediendo, la vigilancia militar es mas ligera y como de costumbre la gente que deambula por las calles es poca, la mayoría utilizan autos para trasladarse, no puedo evitar preguntarme como reaccionaran ellos con el anuncio de la muralla.

En la entrada del club de golf solo encontramos a un grupo de guardias de seguridad que trabajan para el edificio, lo cual me sorprende, para ser un punto de reunión animano esperaba mas seguridad por parte de ellos, ya al interior de la instalación regresa mi duda sobre que paso con la transformación del viejo Octavio, en la recepción del edificio soy recibido por el silencio, el único presente en el lugar es el vejestorio, su cuerpo esta totalmente torcido, sus brazos recogidos hacia el estomago, sus piernas flectadas, su cabeza inclinada tocándose el pecho con la barbilla, habría que mirarlo del suelo de no ser por el carro de mano al que esta amarrado .

Octavio pestañea— Se que es inquietante, pero ahora la muerte no me preocupa, mi cuerpo es inmune a los golpes y mi esperanza de vida es como la de una almeja Ming, puedo vivir durante 500 años.

— Pero ya no te puedes mover

— Tampoco podía hacerlo mucho antes de transformarme, así que no te sientas mal por mi.

— No es fácil acostumbrarme a verte así.

— Y eso que no te has visto la cara —da una carcajada— ahora ayúdame a moverme, lo ultimo que quiero es entrar a la sala donde están los otros tres, pero tenemos una reunión que discutir.

Llevo a Octavio con el carro mano hacia la sala en que nos reuniremos.

— !Es un egoísta! —el brusco movimiento del brazo de Leticia causa que algunas plumas de las alas que están vinculadas a su extremidad salgan volando— tu propuesta es un grave daño para el país.

— ¿Daño para el país? —Samuel da un golpe a la mesa que retumba en toda la habitación, provocando que todos retrocedamos, sorprendido se percata como acaba de abollar una mesa de madera— lamento eso, mira su pálida mano— olvido que tengo la fuerza de un rinoceronte, como decía, lo que buscas es abolir los toques de queda, para que tus locales nocturnos puedan generar ingresos, pero les aseguro que si no los re instauramos, las cosas se pondrán violentas.

— Y pensar que tendría que darte la razón —Verónica se balancea en la silla— las calles son una bomba de tiempo, solo falta que alguien presione el gatillo y tengamos que lidiar con una revuelta nacional.

Leticia se percata de nuestra presencia en la habitación, hace una mueca de incomodidad al ver la condición de Octavio, pero se recompone rápido— Díganle a estos dos que gobernar con toque de queda solo generara desconfianza en la ciudadanía.

— Solo pienso en la seguridad de ellos —aclara Samuel— cuando tengamos acabada la muralla podremos disolver los toque de queda, así podremos trabajar tranquilos durante la noche y vigilar por el día.

— Los tratas como si fuesen una amenaza —advierto— deberíamos apelar a la confianza entre los dos lados.

— Eso es lo que necesitamos —la líder de la familia Metum se me acerca como si hubiese encontrado la palabra clave— lo que necesitamos es construir confianza, demostrar que creemos en ellos.

— ¿Creemos en ellos? —pregunta Verónica— Leticia ¿Dejarías que tus terrenos fueran expropiados por desconocidos? Eusebio —señala la pantalla de televisión que esta apagada— ¿Que harías si anunciaran en vivo que acaban de perder la soberanía sobre la mitad de tu país?

— Lo mismo que hice cuando los militares formaron los toques de queda y comenzaron a desaparecer personas, buscar una manera para derrocar el gobierno de turno.

— Ustedes solo hablan de hacer las cosas de mala manera —interrumpe Octavio— lo que necesitamos es una mentira que justifique nuestras medidas, hasta la peor noticia se puede tornar en algo positivo, solo debemos buscar el enfoque —con sus ojos estudia la sala— ahora debemos decidir cuantas noticias vamos a endulzar.

Escuchamos pasos de alguien que viene corriendo— ¡Prendan el televisor! —la voz pertenece al representante del CNA, nunca lo habiamos escuchado tan alterado.

Veronica prende la pantalla, la imagen que veo me congela por completo, mi hija se encuentra en un estudio de televisión.

— Mi nombre es Rosa Duarte, pero mi familia actualmente se apellida Iustitia, soy hija de uno de los cinco nuevos gobernantes del país y vengo a advertirle a toda la nación de lo que esta por suceder.

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