webnovel

Capitulo 2

Kushina

Mi padre volvió de uno de sus viajes, pero está muy ocupado en este tiempo, se me ocurrió que podíamos ponerles los sellos sin que se den cuenta y en la piel y no en papel, el dilema es como se los pintaré.

Ahora no solo mi padre, si también el de Kai y mi hermano mayor Liu nos animaron para dar el examen para graduarnos. El examen lo pasamos a la edad de diez años y nuestro sensei es Liu.

Nos hicieron una reunión familiar donde nuestros padres nos entregaban muestras diademas, sus palabras fueron "A partir de ahora son ninjas de Uzushiogakure en cuerpo y corazón, jamás olviden que Uzushiogakure no es un lugar, sino su gente" después de eso Kai y yo la pasamos en grande, pero algo molestaba a mi hermano se notaba que tenía que ver con nuestro padre.

Las misiones de clase D son aburridas, pero si terminamos rápido tenemos tiempo libre, ya no tenemos que ir a la academia, lo raro es que no somos un trío, sino un dúo, pero funcionamos correctamente. La siguiente semana fueron misiones que la verdad no me quejo, tengo tiempo para perfeccionar mi sellado, Kai me dio la idea de envés de usar tinta, usase chakra lo intente, pero falle así que lo deje de lado, estamos preocupados, ya que no sabemos a qué edad me mandaran a Konoha.

Mi madre en el entrenamiento de cadenas de diamantina dice que tengo la cabeza en otro lado, la verdad fue más difícil de lo que pensaba al inicio, como mover un musculo que no sabías que tenías con práctica todo se puede.

Kaito

Estaba entrenando con mi padre, en realidad estaba en otra parte, nos queda poco tiempo y prácticamente no hemos hecho nada ¿Cómo impedimos la destrucción de un país? Sin contar Madara o Setsunegro. Cuando me di cuenta tenía dos guadañas hechas por mi sangre, podía sentir el veneno que contenían.

Mi madre se acercaba preocupada, no quería lastimarla, fue cuando las guadañas volvieron a mi cuerpo, mamá me abrazo mientras me preguntaba que había sucedido. Después intenté hacerlo de nuevo con mi padre, la forma era un poco deforme, así que con consejos pude hacerlas más finas. Mi padre no savia por qué tenía esta habilidad, pero me siguió entrenando.

¡Ya encontré mi error! No tenía que usar mi shakra normal sino el de la mordida, aunque es difícil separarlos, lo logre, solo tengo mareo y sangrado nasal, pero cure un pajarito con el ala rota, es progreso.

Ya es muy tarde, pero padre seguro está en su oficina, se lo mostraré, será sorpresa.

Me dirijo silenciosamente a su oficina, Lui nos enseñó a ocultar nuestra presencia, a papa le gustan los abrazos sorpresa, pero siempre sabe dónde estoy y finge no saberlo, puedo escuchar gritos, parece que Liu está peleando con papa.

Liu

La primera vez que la vi se rio, nunca la vi llorar, le hablaba todos los días, parecía contenta de estar conmigo, tenía miedo de no gustarle, aunque tenía quince años era mi primera hermanita, aun con la longevidad tener hijos con tanta diferencia de edad no es común, en cuanto más crecía más la quería cuando apareció la marca todos nos preocupamos, pero decidimos dejarlo como observación, ya que no sabíamos ni encontramos nada al respecto.

Todo siguió como si nada, los dos entraron a la academia, hubo una tonta idea de matrimonio por parte de nuestras madres que ellos mismos destruyeron con una presentación, no deje de reír sin mencionar el pequeño acto que hacen en cada fecha importante, lo cual hace que la señora Kane y mi madre griten de alegría.

Padre se volvió líder de la aldea.

Mi padre y la señora Kane, mamá de Kaito decidieron enseñarles etiqueta los fines de semana.

Mi padre se fue a Konoha, pero cuando volvió había algo que me molestaba, padre cada vez está más preocupado, volvió a viajar.

Mi padre está acelerando la graduación de Kushina y Kaito, le pido el motivo, pero no me lo da.

Kushina pasa tiempo en la casa del árbol que hicimos, es muy lindo, fue un regalo de cumpleaños. Ella tiene un proyecto secreto, inconscientemente creo un sello donde puedes llevar órganos sin que se echen a perder y ella lo usa para raspadillas.

Las palabras de padre al entregarles las diademas me ponen nervioso, cuando todos se durmieron le exigí a padre respuestas.

—Kushina es la única que posee el chakra especial, por ende será la siguiente Jinjuriki del kiubi—. Al escuchar me fui derrotado.

Decidí entrenar a mis estudiantes, les enseñé técnicas de infiltración, no paso mucho cuando volví a la oficina de mi padre para saber qué hará.

—No podemos enviar a Kushina a Konoha, como podemos enviarla en plena guerra—. Grite, su respuesta me enojo, el cómo lo estaba tomando como si fuera otro asunto político más.

—Aquí tampoco está segura, la carta que envié a Konoha fue interceptada, sabes el valor de un buen contenedor, eres consiente de los susurros, sabes lo que se avecina—. Me contesto, eso me heló la sangre.

—Somos el objetivo—. Murmure, hay indicios de alianzas contra nosotros los Uzumaki, pero no hay pruebas sólidas, lo que lo hace un mero rumor.

—Nosotros jamás participamos en una guerra, ni buscamos conflictos y aun así somos temidos y considerados una amenaza—. Comento mi padre mientras caminaba hacia la ventana de su oficina. Supe que buscaba una respuesta de parte mía.

—Ganamos fama porque ninjas de Konoha que si participaron en esos conflictos sobresalían usando técnicas de sellado que fueron trasmitidas de nuestro clan, no es complicado deducir que si ellos eran fuertes al usarlos, nosotros no tendríamos comparación—. Comente con seriedad y el ceño fruncido.

—Kushina ira a Konoha—. Dijo con su vos de mando, lo que deja claro que la decisión ya fue tomada, esas pocas palabras me secaron la garganta.

—¡Ella aún es una niña, fue por esto que aceleraste su graduación! ¡¿Cómo se lo dirás?! ¡¿Cómo crees que tomara abandonar todo lo que conoce?! —. Grite con la minúscula esperanza que mi padre reconsiderara su decisión.

—Ella no irá sola, Kaito la acompañará—. Respondió con el mismo tono.

—Y el señor Takeo está de acuerdo o él también se enterará a último momento—. Dije con incredulidad para respirar hondo.

—Él lo ofreció, al fin al cabo es mi consejero, mi mano derecha—. Contesto mi padre como si estuviera dando un dato innecesario.

—Genial, si no lo has olvidado ellos aún son niños—. Respondí con el mismo tono con incredulidad mezclada.

—Liu, tienes veinticinco años, sabrás que la vida shinobi no es fácil, cuando acepte este manto acepte la responsabilidad de tomar todas las decisiones con los ojos de un líder, no de un padre—. Dijo con un tono cansado, mientras caminaba hacia mí.

—Pero enviarlos de ese modo ¿Qué opina mi madre? ¿La Srta. Kane? ¿Cuándo planeas enviarlos? Por lo que he visto no ibas a informarnos—. Sé que mientras menos sepan más seguro será para ellos, aun así, grito, es mucha información, mucho estrés, al parecer toque un nervio.

—¡Prefiero que estén en Konoha, que en medio de este conflicto! —. Fue la primera vez en toda nuestra charla que alzó la voz, lamentablemente hasta en este momento fue que nos dimos cuenta de la presencia de Kushina. Intento hablar con ella, pero mi padre la desmalla con un sello.

—Dormirá durante más de la mitad del viaje—. Fue lo único que dijo mientras la sostenía con delicadeza y escribía en un pergamino.

—Takeo nos esperará en el muelle—. Agrego mientras acaba un bolso que tenía preparado para dirigirse a la salida.

—Pero mi madre y la Srta. Kane—. No pude evitar comentar ya viendo a donde se dirigía esto.

—¿Crees que podrán dejarlos ir? —. Dijo con un suspiro lo cual no respondí, no paso casi nada cuando llegamos al puerto, el Sr. Takeo tiene a su hijo en brazos y mi padre no soltó a Kushina, solo se alejaron cuando los pusieron en su trasporte.

—Un grupo de ambu los interceptara para asegurar su viaje, ellos mostraron estar a la altura, si no fuera el caso los hubiera retenido. Comento mi padre, creo que aún se estaba convenciendo a sí mismo, y no puedo decir que se equivoca, Kushina es considerada por el anterior líder como una gran promesa en nuestro arte, al igual que Kaito fue reconocido por su talento y habilidades ninjas y juntos no habrá nada que los derrumbe.

Kushina

Lo único que pude pensar fue que se nos acabó el tiempo, se me salió todo el aire de mi cuerpo, no pude evitar jadear intentando recuperar el aliento, lo que causo que se dieran cuenta de mi presencia, vi sus caras ¿Arrepentimiento? ¿Dolor? ¿Desconcierto? Antes de que todo se volviera negro.

Kaito

Recuerdo vagamente a mi padre entrar a mi cuarto, por mi parte estoy muy somnoliento por lo que no pudo analizar bien la situación y no tengo urgencia, se aceleró, al fin al cabo se trata de mi padre.

—¿Te desperté? —. Dijo mientras me miraba a los ojos con un tono suave, mientras me acariciaba la cabeza. Al cual negué con la cabeza y daba un bostezo.

—Si deseas ser fuerte, busca algo que proteger, quiero que vivas sin arrepentimientos, aunque sé que en esta vida es complicado, aprovecha cada momento de alegría, tu madre y yo estamos muy orgullosos de nuestro amado hijo, nunca lo olvides—. Fue lo último que escuche luego de volver a caer dormido.

Me despierto por el movimiento, con Kushina al lado, por la posición del sol, deduzco que es medio día, por lo que decido levantar a Kushina fue más complicado de lo que pensé. Al despertarse lo hace de manera brusca mientras me cuenta todo lo que escucho.

—Sabía que el tiempo se nos acababa—. Dije en nuestro enlace mental.

—¿Qué hacemos? Somos personas en el cuerpo de niños que posee información que solo es útil dentro de décadas—. Comento con angustia mientras verificaba que seguíamos en nuestro enlace. Lo cual no era necesario, ya que lo hacemos desde que somos conscientes de ello, pero estábamos muy nerviosos.

—Primero cálmate, trabajemos con lo que tenemos—. Intente apaciguarla con un tono tranquilo.

—¿Y qué es lo que tenemos? —. Me respondió confundida en su tono.

—Tú tendrás a Kurama, ya sabes, es uno de los seres más poderosos de este mundo—. Dije mientras daba una sonrisa de ánimo.

—¿Cómo haremos que este de nuestro lado? En estos momentos él odia a la humanidad—. Comento con los mismos ánimos.

—Tú siempre encuentras la manera, sabrás que decir cuando lo veas, demostremos que podemos ir a nuestro hogar para protegerlo—. Dije determinado del mismo modo animándome a mí mismo.

—Gracias por animarme será un viaje largo, son como cuatro ambus ¿Verdad? —. Respondió Kushina con una mirada determinada en su rostro.

—Si eso parece—. Respondí, llegamos a Konoha el día siguiente en la tarde al cual nos dejaron entras como si nada, a pesar de que estemos a un pie de una futura guerra, creo que se debe a los ambus.

Apenas nos detuvimos, salimos para poder movernos, nuestros músculos se tensaron por el movimiento, ya que no habíamos podido movernos mucho en la carreta. Aunque oficialmente no se inició la guerra, muchos civiles de pequeñas aldeas se vieron la necesidad de buscar refugio en Konoha por los conflictos de menor escala que lamentablemente termina en la destrucción de dichas aldeas. El ambiente es triste, podemos ver más niños y madres de familias con ancianos, es fácil deducir que los que decidieron pelear para defender a los que llegaron aquí no los verán más.

Kushina

A pesar de la multitud destacamos, somos los únicos con cabellera rojiza, en especial el mío que es brillante, ambos sentimos la sensación de ser observados, lo cual no fue difícil mirar a su dirección, se trataba de un hombre con dos niños y una niña. Por mi parte, reconocí de inmediato al hombre.

—Es Jiraiya y si no me equivocó el de alado es tu futuro esposo—. Comento en nuestro enlace con una cara que me dio ganas de darle un buen golpe.

—Kaito, ganas no me faltan para pegarte—. Dije con un tono que decía que hablaba en serio. Le dimos a entender que sabíamos de ellos para después perdernos en la multitud, de ese modo sentirnos más cómodos al explorar Konoha.

En lo personal me gusta más mi hogar, sobre todo extrañaré nadar y ver los peses de los arrecifes, creo que Nagato ya tiene los ojos, pero no sé si ya se encontraron con los Sannín.

—Hay ambus siguiéndonos—. Comento Kaito con nuestro enlace.

—Lo he notado—. Respondí dejando salir un suspiro de fastidio.

—Te parece una apuesta—. Dijo con un tono juguetón lo que llamo mi atención.

—Hay que perder a los ambus, de paso sirve para nuestro entrenamiento—. Dijo al cual acepte sin problema con una mirada que le decía que ganaría.

De ese modo sutilmente nos separamos, para cualquiera que nos estuviera observando parecería que accidentalmente nos perdimos, por obvias razones me cubrí mi cabello con mi capucha mientras usaba a la gente para que no me pudieran seguir el rastro de ese modo termine en un campo de entrenamiento, pude sentir una la presencia de un shinobi, ya que no era ninguno de los ambu. Al poder apreciar su apariencia me di cuenta de que era muy guapo, de cabellera celeste y una linda mirada.

—¿Qué hace una pequeña aquí? —. Dice mientras sonríe, la verdad algo me dice que lo he visto antes, pero no me viene nada a la mente.

—Estoy explorando—. Respondí ante su bella expresión.

—¿Y cómo se llama la señorita? —. Continuo con la misma serenidad del principio y una linda sonrisa que a cualquiera mataría, siendo sincera en mi cabeza estoy más roja que un tomate.

—Es de mala educación pedir dl nombre de alguien sin presentarse primero—. Respondí mientras me cruzaba los brazos y controlaba mis expresiones, pero no pude evitar hacer un puchero.

—Soy Dan Khat, pero puedes llamarme Dan—. Me contesto con una sonrisa nerviosa.

Ante sus palabras mi mente hizo clic, Dan como el novio de La Sannín Tsunade, ¿Sigue vivo? Bueno, soy consciente que nuestra llegada a Konoha fue antes de lo que debía ser, así que no es muy raro.

—Es un placer conocerlo Dan-san, mi nombre es Uzumaki Kushina—. Respondí usando todo lo aprendido de mis clases de etiqueta que mama y la Srta. Kane nos dieron.

—Bueno Kushina, ¿Te gustaría que te muestre los alrededores? —. Sugirió al cual acepte. Me mostró muchos lugares y al final la academia, fue más entretenido de lo que pensé al principio.

—Si quieres puedes ser un ninja—. Dijo con una de esas brillantes y bellas sonrisas que casi me deja tonta.

—Pero sí, yo ya soy un ninja, Dattebane—. Dije por impulso.

—Si lo intentas con mucho esfuerzo lo conseguirás—. Dijo dándome ánimos, la verdad su carita me frustro aún más.

—En serio yo ya soy un ninja, ya soy una graduada y realiza misiones, Dattebane—. Dije y por impulso le mostré mi diadema.

—Ya que eres un ninja debes estar hambrienta—. Dijo mostrando sorpresa en mi diadema que disimulo muy bien. —Conozco una tienda de dangos, de seguro que te gustara—. Al final comimos fue entretenido, el dango es uno de mis postres favoritos.

Aunque gane un gusto por el ramen que no sabía que tenía, aunque en mi anterior vida tampoco lo comía, ya que nunca surgió la oportunidad, estábamos lo suficientemente ocupadas en cómo llegar a fin de mes.

Al final Dan-san termino pagando por todo, aunque intenté pagar mi parte, pero él insistió por lo que hice una reverencia y le agradecí. Fue cuando recordé mi sello, algo me decía que no lo volvería a ver en mucho tiempo, quizás ni lo vuelva a ver, por lo que tome una decisión.

—Dan-san ¿puede darme su mano? —. Dije con la cara apenada, curioso él me la dio, de ese modo tracé el sello con mi Chakra como si fuera la tinta. Pude sentir su mirada, pero con mucha curiosidad.

—Te protegerá, es un agradecimiento por invitarme a comer—. Respondí a su mirada con la cara muy caliente que no me sorprendería que rivalizara con mi cabello.