Capítulo 80 – El escuadrón de artillería

Una semana después de que el barco de concreto se colocó en la sala de curado, llegaba el día para lanzarlo al agua. Todos los trabajadores quedaron atónitos cuando el príncipe ordenó colocar en el agua esta bañera de gran tamaño que les había llevado tanto trabajo, haciendo que todos se preguntaran si lo habían oído mal.

Sin embargo, esa fue efectivamente la orden de Roland.

Hizo que la gente desmantelara el cobertizo temporalmente y cavaran una pendiente debajo del bote de concreto, que conducía al río. Esta parte tuvo que manejarse con gran precaución debido a la débil resistencia a la tracción de los productos de cemento. Unas cuantas grietas no causarían un problema, pero en caso de que tocara el suelo, sería suficiente para destruir todo el barco.

La nave se colocó encima de los troncos y la velocidad a la que bajaba sería controlada por cuerdas. Cuando todo estaba preparado, los trabajadores dejaron que la cuerda, tan gruesa como sus muñecas, se deslizara lentamente por sus manos, asegurándose de que siempre apuntara en línea recta. Mientras los trabajadores gritaban su lema en sincronía, el recipiente se deslizó lentamente sobre los troncos, creando un intenso sonido de fricción.

Afortunadamente, todo salió bien y Roland pudo ver cómo el bote se deslizaba lentamente hacia el río.

El barco se hundió casi medio metro en el agua, dejando más de un metro sobre la superficie. Los trabajadores estaban extremadamente sorprendidos al ver que esta construcción masiva de piedra y metal no se hundía directamente en el lecho del río con un fuerte ruido, sino que flotaba en la superficie como una hoja.

—¡Date prisa, toma las cuerdas y átalas alrededor de los bolardos! —ordenó Roland. Si el barco no estuviera atado a los bolardos, la corriente del río transportaría el bote de concreto hacia el sur.

Aunque Ruiseñor no se dejó ver, no podía evitar preguntar con voz llena de sorpresa:

—¿Por qué flota el bote?

—Bueno... es bastante simple. La densidad promedio del barco es menor que la del agua, y esa es la razón por la que puede flotar —explicó Roland y luego de un momento de reflexión, continuó—: El hecho de que el barco está hecho de hierro y concreto no importa. De hecho, deberías haberlo comprendido por el barco de vela, que es enorme y pesa mucho más que una piedra.

Como no volvió a escuchar su voz, Roland supuso que ella todavía estaba pensando en lo que había dicho. Ni siquiera Anna pudo entender de inmediato el concepto que acababa de explicar. Roland sonrió y continuó dirigiendo a los trabajadores para que siguieran adelante.

El subsiguiente endurecimiento del concreto tomó mucho tiempo, y cuando comenzó a nevar, el trabajo tuvo que detenerse. Sólo cuando la nevada era mínima, pudieron continuar su trabajo. La tarea más lenta era la construcción de la cubierta, que se construía con muchos tablones de madera y se apoyaba en muchas estacas pequeñas colocadas entre el fondo y la plataforma. Aunque el proceso podía ser considerado un desperdicio de espacio, teniendo en cuenta el propósito principal del bote de concreto, no importaba mucho.

A continuación, llegó el momento de la prueba de corrosión. Los carpinteros sabían muy bien cómo hacerlo. Primero, pasaron una capa de aceite con olor acre por la cubierta. Cuando el aceite se secó, repitieron el procedimiento con aceite rojo varias veces hasta que finalmente se recubrió con una pintura roja. Una vez que se completó la construcción de la cubierta, comenzó la fase de instalación del edificio superior.

En cuanto a la llamada parte superior, era sólo un cobertizo de madera que se colocaba entre los dos mástiles y que luego se usaba para almacenar cañones y municiones. En caso de un día lluvioso, la tripulación también podría utilizar el cobertizo como refugio. Se agregó una plataforma en la parte superior del techo, donde una persona podía estar de pie, obviamente creada para Wendy. Mientras permaneciera en ese lugar, el alcance de su habilidad mágica sería suficiente para cubrir toda la vela.

El timón de popa estaba hecho de arrabio, y su instalación era un poco problemática. El timón atravesaba un agujero reservado bajo el agua y luego aparecer nuevamente en la cubierta, donde se colocaría un anillo de hierro. La hebilla era una placa triangular en ángulo recto, con el lado largo soldado en el timón, y el lado corto que podía girar libremente en la ranura del anillo de hierro.

La soldadura fue hecha, naturalmente, por Anna, quien también estaba sorprendida y desconcertada por el hecho de que una bañera de piedra podía flotar en el agua. Entonces, ella también hizo las mismas preguntas que Ruiseñor.

Así que Roland repitió su respuesta y vio que Anna se hacía a un lado y se sentaba a pensar en ello.

Bueno... La tarea de la educación universal aún tenía un largo camino por recorrer.

***

Por otro lado, Van'er todavía estaba tratando de decidir si unirse al Escuadrón de Artillería o quedarse con el Escuadrón de Fusileros.

Todo comenzó con esa orden, hace tres días. Su Alteza decidió trasladar a algunos miembros del primer y segundo equipo de la milicia que se desempeñaron excepcionalmente, para construir una nueva fuerza de élite. Cuando llamaron a Van'er, se sintió muy satisfecho. Pero cuando Hacha de Hierro le preguntó si quería unirse al Escuadrón de Fusileros o al nuevo Escuadrón de Artillería, se sintió confundido.

Estaba al tanto del nuevo fusil de chispa, que era efectivo en la lucha contra las bestias demoníacas, con su poder de penetración mucho más fuerte que el de una ballesta de mano. En la actualidad, sólo a Hacha de Hierro, el Caballero Jefe y varios cazadores veteranos se les permitió usar esa arma mortal. Se suponía que Van'er se uniría al Escuadrón de Fusileros sin ninguna vacilación, pero en cambio, no podía evitar preguntarse: ¿Qué es un cañón?

Cuando descubrió que un cañón era diez veces más grande que un fusil y que su poder era cien veces más fuerte que la fuerza de un fusil, cayó en un dilema.

Aparentemente, la capacidad de usar un arma más poderosa podría probar su propio valor para su alteza. Así que unirse a la artillería parecía ser la mejor opción de las dos, sin embargo, la ventaja de llevar un fusil de chispa era que era posible tenerlo mientras caminaba por la ciudad, atrayendo los ojos de la gente. Ese siempre fue el sueño de Van'er...

A pesar de que el poder del cañón era diez veces mayor que el de un fusil, seguramente no sería posible llevar un arma tan poderosa mientras caminaba por las calles, ¿verdad?

Para el último día de la fecha límite, finalmente tomó la decisión de unirse al Escuadrón de Artillería. El último punto que afectó su decisión fue que el salario de un soldado de artillería era cinco reales de plata más alto.

Posteriormente, comenzó el riguroso entrenamiento.

La operación de un cañón requería cinco personas, y Jop, Garra de Gato, Nelson y Rodney fueron asignados al equipo de Van'er. Dado que Van'er era anteriormente un vice capitán de Escuadrón de Lanza, ahora fue nombrado capitán de artillería.

Comparado con los fusiles, ¡el cañón era diez veces más problemático! Durante casi un mes, Van'er había observado en secreto cómo Hacha de Hierro operaba su fusil a chispa, estaba seguro de que podía memorizar la operación de un fusil sin errores. En cuanto al cañón, se requerían una serie de operaciones complicadas para cambiarlo del modo de transporte al modo de disparo.

Detener al caballo, sacar el pasador, tirar del gancho, mover el carro del cañón, empujarlo hacia el punto de tiro, bajar la muleta... Todos esos procesos requerían que cinco personas cooperaran en conjunto. Por ejemplo, al tirar del gancho, los otros tendrían que empujar el carro de soporte desde el cañón, convirtiéndolo de un vehículo de cuatro ruedas en un vehículo de dos ruedas, para que la muleta del cañón cayera al suelo. Durante el proceso, la cooperación debería ser perfecta o, de lo contrario, sería difícil separar el cañón pesado del carro.

Después de establecer la posición, llegaba la carga de municiones, y todo estaba listo para disparar. El proceso de disparo era bastante similar al del fusil, pero la limpieza del cañón después de su uso requería dos trapeadores diferentes. Las municiones también se empaquetaban correctamente y podrían insertarse directamente en el cañón. El método de disparo se realizaba a través de la línea de pólvora de ignición.

Sería difícil mostrar su poder cuando llovía, pensó Van'er.

Afortunadamente, como capitán de artillería, la mayoría de las veces simplemente se hizo a un lado y ordenó a los demás que hicieran el trabajo, lo que le ahorró mucha energía.

Durante los primeros tres días, los cuatro equipos de artillería recién seleccionados, sólo contaban con un cañón para entrenar. Así que bajo el mando de Hacha de Hierro, todos los grupos tenían que pasar por el proceso de: detener el montaje, descargar el cañón, prepararlo para disparar, cargar el cañón en el carro y luego reiniciar todo el proceso.

Esos pasos siempre se repetían, y Van'er incluso sospechaba que con la continua limpieza del cañón, terminaría estando incluso más limpio que su propia cara.