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Capítulo 2 – La bruja llamada Anna (Parte I)

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

Por un periodo de tiempo, Roland se encerró en su habitación mientras revisaba a fondo sus memorias sobre este nuevo mundo, pidiendo a sus sirvientes que le envíen la cena directamente.

Debido a su fuerte deseo de vivir, Roland suprimió completamente el miedo y la incomodidad del ambiente poco familiar en el que se encontró. Estaba completamente al tanto de que, si quería mezclarse y evitar sospechas de la gente que lo rodeaba, necesitaba adquirir cierta información lo más rápido posible.

Hay que decir que, aparte de información sobre él mismo tonteando con otros niños nobles, su nueva memoria no consistía en mucho más. Era incapaz de recuperar información de valor, como conocimientos de la aristocracia, la situación política en su propio país, o las ataduras diplomáticas con países vecinos… Aunque tenía algunos conocimientos generales como nombres de ciudades y los años de eventos significativos, eran totalmente diferentes a la historia de Europa que conocía previamente.

Por lo tanto, le pareció evidente que no tenía chance alguna de ocupar el trono. Quizás el mismo Rey de Castillogris estaba al tanto de esto, y es por eso que había enviado a Roland a este infernal lugar. Aún si terminaba haciendo un desastre, no causaría mucho daño.

Los siguientes recuerdos que Roland recuperó eran sobre sus hermanos y hermanas, y lo que encontró le dejó sin saber si reír o llorar.

El hermano mayor de Roland, el Primer Príncipe, era un gran guerrero. Su segundo hermano era siniestro y maquinador. Su tercera hermana era salvaje y agresiva, y su quinta hermana era extremadamente inteligente. ¿Qué podría decir? Después de vivir con ellos por más de una década, la impresión que tenía de ellos podía ser resumida en unas pocas palabras. Él sabía nada sobre la extensión de sus poderes, sus oficiales subordinados, o sus habilidades y talentos.

Solo tres meses de Ciudad Fronteriza bajo su liderazgo, y los nobles ya dejaron de ocultar el desprecio y desdén que sentían por él. Era evidente que el Cuarto Príncipe no tenía lo necesario para ser un líder. Afortunadamente, cuando dejó Ciudad del Rey, lo hizo acompañado de dos asistentes, uno para asuntos civiles y otro para asuntos militares, que le fueron proveídos por el rey, o de otra forma el desastre sería aún mayor.

Cuando Roland despertó a la mañana siguiente, fue recordado repetidamente por su criada, Tyre, que el Ministro Asistente Barov deseaba verlo. Dándose cuenta de que ya no podía seguir posponiéndolo, manoseó el trasero de la criada dos veces, como recordó que era la costumbre del Roland original, y le dijo que informe a Barov que espere en la sala de estar.

Pudo ver la cara de Tyre ruborizada en un rojo brillante mientras cruzaba la puerta.

Dado que Ciudad Fronteriza está involucrada primariamente en agricultura, ¿hay algún sistema de algún tipo funcionando? Pensó Roland, de pronto.

Bostezó y se repitió mentalmente la palabra 'sistema', pero no pudo pensar en nada.

En efecto, las novelas eran ficción.

Barov esperaba inquieto en la sala de estar. En el momento en el que Roland apareció, inmediatamente corrió hacia él y preguntó: —Su Alteza, ¿por qué no ordenó la ejecución ayer?

 —Un día antes, un día después, ¿qué diferencia hace? —dijo Roland mientras aplaudía para que los sirvientes le traigan el desayuno— Toma asiento y hablemos.

De acuerdo a sus recuerdos, el Jefe Caballero prefería hacer preguntas en frente a otras personas, mientras el Ministro Asistente usualmente elegía hablar en privado. En cualquier caso, podía confiar en que ambos le serían fieles, aún a pesar de que probablemente lo hacían como parte de sus obligaciones para con el rey.

—¡Tan solo un día es suficiente para que otras brujas aparezcan, su Alteza! Esto no es como cualquier otro asunto trivial, ¡no puede actuar tan imprudentemente como antes! — advirtió Barov.

—¿Por qué también tú dices esto? —preguntó Roland mientras fruncía el ceño— Pensé que sabías diferenciar entre rumores y hechos.

Barov lo miró desconcertado.

—¿Qué rumores?

—Que las brujas son malvadas y son emisarias del Diablo —replicó agraciadamente Roland—¿No es parte de la propaganda de la Iglesia? Si no queremos que interfieran en nuestros asuntos, deberíamos hacer lo opuesto de lo que dicen. No cazaremos deliberadamente brujas, y en cambio divulgaremos a nuestros ciudadanos que esos son solo desvergonzados rumores esparcidos por la Iglesia.

Barov estaba en shock.

 —Pero… las brujas son….

 —¿Malvadas? —preguntó Roland—¿Cómo es eso?

El Ministro Asistente se mantuvo en silencio por un momento, como si estuviera adivinando si el príncipe se estaba o no burlando de él.

—Su Alteza, este problema puede ser discutido más tarde. Entiendo que no le guste la Iglesia, pero esta manera de causar problemas es contraproducente.

Roland curvó sus labios. Parecía que revertir todo este tema sobre las brujas podría no lograrse de la noche a la mañana, y decidió no discutirlo más por ahora.

El desayuno finalmente llegó a la mesa, y consistía en pan frito, huevos fritos y una jarra de leche. Primero, llenó una copa de leche y se la ofreció a Barov.

—No has desayunado, ¿verdad? Comamos mientras hablamos.

Según la criada, Barov había llegado a la torre al amanecer, y por lo tanto no habría tenido tiempo de comer. Mientras había decidido imitar la forma de vivir del príncipe original, había decidido también cambiar la percepción de la gente hacia él, poco a poco. A pesar de que había determinado imitar la forma de hacer las cosas del príncipe Roland, también quería cambiar las cosas gradualmente.

El Ministro Asistente era un buen primer blanco para mi plan. Hacer sentir valorado a un subordinado definitivamente hace que esté más motivado para trabajar por uno. Tomar la iniciativa es siempre la forma más eficiente de hacer las cosas, ¿no?

Barov aceptó la copa de leche de Roland, pero no la bebió.

—Su Alteza, tenemos un problema. Hace tres días, guardias reportaron que un campamento que se sospecha estaba habitado por brujas, ha sido descubierto en el bosque occidental. Se fueron con apuro, y no limpiaron sus rastros. Un guardia encontró esto en el campamento —dijo, ansiosamente.

Sacó una moneda de su bolsillo y la puso frente a Roland. No era un tipo de moneda vista comúnmente en el reino, al menos de acuerdo a las memorias de Roland, y nunca la había visto antes. De hecho, no parecía estar hecha de metal. Pellizcó la moneda en su mano y se sorprendió al sentir que se estaba calentando. El calor, definitivamente, no venía del cuerpo del Ministro Asistente, ya que era de, por lo menos, más de 40º, y le hacía pensar en mantas calentadoras.

—¿Qué es esto? —preguntó Roland.

—Pensé que era alguna baratija hecha por una bruja, pero de hecho es más serio que eso.

Barov pausó para secarse la frente antes de continuar.

—El patrón impreso es conocido como la Insignia de la Sagrada Montaña y Ojo Mágico, que es el emblema de la Asociación de Cooperación entre Brujas.

Roland frotó la desigual superficie de la moneda, y adivinó que probablemente estaba hecha de cerámica cocida. En efecto, pudo ver que en el centro de la moneda estaba tallado un patrón con forma de montaña.

Estaba formada por tres triángulos yuxtapuestos, y la imagen de un ojo estaba colocada en el espacio entre los triángulos. Las líneas del contorno del patrón eran muy rudimentarias, por lo que supuso que estaban hechas a mano.

Roland trató de rememorar los dos términos, 'Insignia de la Sagrada Montaña y Ojo Mágico', y 'Asociación de Cooperación entre Brujas', pero no descubrió información relevante. Al parecer, el príncipe Roland no sabía nada sobre ocultismo.

Tampoco Barov esperaba que Roland tenga algún conocimiento al respecto.

—Su Alteza, usted no ha visto una bruja real antes, así que es comprensible que no esté impresionado. Como nosotros, ellas pueden ser lastimadas. Sangran, no son más difíciles de matar que el resto de nosotros, pero eso es solo con respecto a brujas que no tienen fuerza. La vida útil de las brujas que reciben el poder del Diablo se acorta enormemente, pero pueden obtener una cantidad terrible de poder que la gente normal no podría igualar. Una vez que las brujas estén totalmente desarrolladas, nuestros ejércitos sufrirán enormemente. Su apetito por desastre es extremadamente difícil de contener o suprimir, y ya se han degenerado al ser súbditas del Diablo. La Iglesia, por lo tanto, formó un Ejército de Castigo, que arrestaría y ejecutaría a cualquier mujer que tenga la más mínima posibilidad de transformarse en bruja. El Rey ha aprobado este decreto y, de hecho, estas medidas han sido altamente efectivas y los incidentes con brujas causando estragos han disminuido importantemente en comparación con cien años atrás. Los rumores sobre la Montaña Sagrada, o bien, las Puertas del Infierno, fueron derivados de un libro antiguo de esa época —continuó Barov.

Roland, mientras comía su pan, miraba continuamente con desdén dentro de su corazón. A pesar de que las historias de este mundo y del mundo de donde él venía eran muy diferentes, sus trayectorias históricas eran sorprendentemente similares. La Iglesia era aún la Iglesia; entendió que la religión era el verdadero súbdito del Diablo y el verdadero origen del mal. Ejecutar a una persona porque un pequeño símbolo fue encontrado, y usar el nombre de Dios para imponer leyes, y luego arrestar, juzgar y sentenciar a una persona, era sin duda una forma de degeneración. Las memorias que tenía el príncipe Roland acerca de la Iglesia y su mal uso de autoridad corroboraban esta visión.

Ignorando los pensamientos de Roland, Barov continuó.

—Está registrado en antiguos libros que las brujas solo pueden encontrar la paz verdadera en la Montaña Sagrada. Ahí, no se auto infligirían daños por sus poderes mágicos, y no serían atormentadas por deseos pujantes. No cabe duda alguna de que la llamada Montaña Sagrada es el lugar de nacimiento del mal, y una entrada del mundo humano al Infierno. Creo que solo el Infierno no castigaría a este grupo de degeneradas.

—¿Y la Asociación de Cooperación entre Brujas? ¿Cuál es su relación con la Montaña Sagrada? —inquirió Roland.

Barov empezó a explicar con una mueca.

—En el pasado, las brujas actuaban en solitario, ya sea para fugarse o para vivir en aislamiento. Pero en años recientes, la Asociación de Cooperación entre Brujas apareció y marcó una diferencia. Querían juntar a todas las brujas y unirse para encontrar la Montaña Sagrada. Para este propósito, la Asociación de Cooperación entre Brujas incluso atraería a otras personas a convertirse en brujas. En el puerto de Aguasclaras, ha habido muchos casos de bebés desaparecidas el año pasado, y hay rumores de que fue obra de brujas.

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