Habitación de piedra decorada

Aizu no sabía qué decir, ya que no esperaba ese resultado. Si hubiera sabido que Durgan le ofrecería a su hermana a Yale, no habría abierto la boca.

Inmediatamente no le gustó Durgan porque sintió que él estaba vendiendo a su hermana y le hizo recordar cómo su propio clan la vendió. Sin embargo, tenía que admitir que ser vendida a un genio como Yale era mejor que ser vendida a un viejo lascivo, pero aún estaba en contra de los matrimonios forzados.

Al ver la cara extraña de Aizu, Durgan agregó algunas palabras más.

—La línea de sangre de mi hermana no se puede cortar. La pureza que tiene es algo inaudito en el clan, por lo que necesita tener descendientes. Eso es para el beneficio de todo el clan. Ella entiende las razones y ya las aceptó tiempo atrás cuando empezamos a buscar una pareja adecuada para ella.