1 El Pirata Que Nunca Busco Oro

un bosque ardiendo en fuego, flechas volando en el cielo y el susurro de la luna, los elfos en el suelo siendo masacrados y quemados vivos.

los gritos desgarradores adornaban la noche, incluso el llanto de los niños no detuvo a las bestias que arrasaron todo a su paso.

"¡El ejercito del Reino Florar esta muy lejos de aquí, tendremos que hacerlo con lo que tenemos a mano!" un elfo alto y de cabellera anaranjada da las ordenes, mientras alza su bastón al cielo.

"¡entendido!"

"¡Nosotros cubrimos!"

rápidamente un pequeño grupo de doce elfos alzaron sus arcos y comenzaron a repeler a los esqueletos y quimeras que estaban cerca de ellos, mientras por otro lado los restantes ocho elfos que podían pelear resguardaban a los pocos niños que salvaron dentro de una cueva.

en el centro de la formación de los arqueros el elfo de cabello anaranjado se postro de rodillas en el suelo "te doy mi alma, si me das una mano" cuando sus palabras se escucharon las bestias comenzaron a atacar ferozmente con locura, pero un pilar blanco se ilumino en los cielos.

"te doy mi muerte, si me das tu vida, se mi aliado y se mi destrucción pero salva a aquellos que necesitan ayuda, abre el altar de los Dioses y escucha mi llamada desesperada, que el alatar de los héroes encienda una vela en tu nombre por nosotros, te suplico atiende el llamado de esta alma desesperada" sus palabras cambiaron el pilar en un color carmesí total, como si fueran insectos a la luz, las bestias atacaron con fervor a los pobres elfos.

el elfos de cabellera anaranjada corto su mano y las gotas de sangre flotaron alrededor del pilar, desapareciendo en su totalidad.

"¡nos superan en numero y casi no tenemos flechas!"

ante el aumento de soldados enemigos, los elfos solo se pudieron retirar o eso creían cuando una sombre gigante desde el cielo les mostro que no tenían salvación.

un dragón negro abrió su gran boca listo para escupir fuego a sus enemigos, es sorprendido ya que rápidamente un sonido estridente resalto cinco veces en el aire dejando en conmoción a todos y el dragón golpeo el suelo.

"estos dioses y su maldito papeleo"

quejándose con ferocidad un hombre volvía a colar en sus pistoleras repartidas por su pecho y sus costillas dejando un total de siete pistolas repartidas por su cuerpo, vistiendo un gran manto sobre el, cabello largo plateado y una bandana negro en su cabeza.

el silencio invadió el lugar y ni las bestias se movían, pero el hombre miro directamente a los elfos, en su rostro se podía ver una gran cicatriz que recorría su frente hasta su garganta, aclarándose la garganta con una tos les hablo a los elfos "Alfred Brown espíritu blanco de categoria monumento presente a la batalla"

solo con esas palabras, desenfundo dos espadas curvas que colgaban de su cintura, con gran velocidad y precisión corto entre los esqueletos, solo en ese momento las bestias volvieron a retomar el ataque, pero esta ves solo se centraban en el pirata entre ellos, los elfos no perdieron el tiempo y también volvieron al ataque.

"¡no desperdicien el trabajo del espíritu también ataque!"

avanzando sin temor y con una sonrisa en su rostro, eliminando esqueletos en su alrededor, Alfred fue atacado por una quimera desde su espalda, pero recibió los colmillos de la cabeza de león en su brazo derecho, para con el izquierdo sacar una de las pistolas de chispa que aun no había disparado y la ejecuto directamente en la cabeza, sin inmutarse por la herida siguió avanzando.

"vamos pequeño nigromante, aun tengo una bala para ti, ja ja ja" una risa tétrica, pero era algo claro, los esqueletos son invocaciones, repeliendo el ataque de los esqueletos, Alfred se centro en buscar al nigromante, solo cuando logro dar con su ubicación con gran precisión ejecuto el disparo que atravesó la cabeza del invocador duende.

sorprendidos los elfos no pudieron mas que observar al espíritu acabar con todos sus enemigos sin piedad y cuando logro matar al nigromante, todo el ejercito se desmorono rápidamente.

"¿s-señor espíritu?"

algo atemorizado una elfa con túnicas blancas se le acerco, pero el hombre solo volio la mirada a ella.

"necesita curarse, puedo usar magia sanadora"

pero solo recibió de respuesta una negación con la cabeza.

"soy un espíritu ya estoy muerto después de todo, céntrate en tu gente ellos te necesitan"

cuando la elfa estaba apunto de marcharse, un grupo de caballos llegaron a la zona con soldados vistiendo armadura plateada con azul, sin demorar un minuto la sonrisa volvió en el rostro de Alfred y desenvaino sus dos espadas listo para el combate, pero la decepción fue grande cuando vio que eran aliados.

"¿Greta?"

una mujer bajo rápidamente del caballo para abrazar a la joven elfo, fue solo en es momento que Alfred vio a un hombre envuelto en una manta blanca acercarse lentamente a ellos, detrás de su espalda un arma de gran calibre.

"realmente pude perder esta en segundo ¿no es así?"

Alfred con alegría le dio una palmada en la espalda al hombre.

"me alegra saber que también fuiste llamado aquí Alfred, nuestra combinación no estará mal después de todo"

pero Alfred confundido lo miro con calma.

"Simo ¿tienes alguna idea de a quienes llamaron?"

pero Simo negó con la cabeza, fue solo en ese momento que notaron como las dos mujeres y el hombre de cabellera anaranjada los miraban como esperando una presentación, pero el primero fue Simo.

"me presento soy el espíritu blanco Simo Häyhä de clase héroe, mi apodo es muerte blanca y me centro en el combate a larga distancia"

dando un salido de mano a las tres personas, estas sorprendidas.

"es genial Amelia, convocaron un héroe que será de mucha ayuda"

"un gusto conocerlo señor Simo"

"es un honor estar en su presencia"

pero después de eso sus miradas se dirigieron a Alfred quien sonrió

"soy el pirata Alfred Brown un espíritu blanco de clase monumento, mi apodo es Senda Oscura y me centro en el combate masivo"

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