57 Redes

Lo primero que vio Asier al despertar fue la gran espalda de Hoshino, estaba de pie recto y poderoso como una enorme montaña, Asier seguía asombrándose con lo alto que era esta persona, era bastante lamentable para él, ni siquiera parándose de puntillas podría robarle un beso en el futuro, solo podía esperar que los años que le quedaban de crecimiento le regalaran unos cuantos centímetros de altura, solo quería lo suficiente para poder enroscarse cómodamente alrededor de la otra persona, ¿era tan difícil de conseguir?

En ese momento Hoshino se encontraba de espaldas a Asier mirando por la ventana mientras hablaba por teléfono, no hablaba en ninguno de los dos idiomas que Asier conocía, por lo que solo podía esperar pacientemente a que la otra persona terminara su llamada y se diera cuenta de que estaba despierto.

Asier miró a su alrededor, se encontraba en una habitación del hospital, la sala era bastante espaciosa, limpia y muy ordenada, solo había una cama, ocupada por el mismo en el centro de la habitación, un gran ventanal adornaba la pared a su derecha permitiéndole ver la gran ciudad bellamente iluminada, debía ser bastante tarde, solo mirar la espesa oscuridad exterior le decía que ya debían ser pasadas las diez de la noche, pero estaba seguro que antes de desmayarse eran pasadas las doce, ¿había pasado de largo por un día completo? Miró las sondas venosas conectadas a su brazo izquierdo, junto con el monitor que marcaba sus signos vitales y no pudo evitar suspirar de cansancio, últimamente le habían pasado un montón de cosas desagradables, claramente quería vivir una vida adinerada sin mover un solo músculo de su cuerpo, había intentado aprender a cantar solo por un gusto y tenía toda la intención de tomarlo como un pasatiempo, además de ello no tenía ningún otro plan de vida, su deseo de terminar la escuela rápidamente solo se derivaba de su flojera para estudiar por otros tres años, incluso su ida a la mansión Moreau y su deseo de separarse de la familia del propietario original se derivaba del mismo deseo de tener una vida tranquila y relajada sin hacer nada, pero ¡¿Cómo es que cada vez que se relajaba pasaba algo?! ¡Era como si el mundo no quisiera que tomara vacaciones!

Al escuchar su suspiro Hoshino se dio la vuelta rápidamente y lo miró fijamente sin pestañar, su mirada que había estado oscura por la preocupación finalmente se aligero, cortó la llamada y caminó a paso firme hacia la salida con toda la intención de llamar al médico, Asier que había estado esperando alguna muestra de afecta por el guapo hombre que hacía temblar su cuerpo cada vez que lo miraba se sintió totalmente frustrado, menos de cinco minutos más tarde, cuando el médico llegó a la sala junto con tres enfermeros su mal humor llegaba a los cielos, no sabía porque se sentía tan necesitado de afecto y pegajoso como un pastel, pero ni siquiera le importaba, era bastante simple con los deseos de su cuerpo y no tenía ningún problema en perder la cara intentado complacer sus propios deseos, en este momento quería ser mimado y malcriado como un niño de cinco años y no pensaba ocultarlo en lo más mínimo.

Durante la casi una hora que duró los cuestionamientos del personal de salud y los exámenes médicos contestó bruscamente a todas las preguntas, su mirada oscura y molesta por ser tocada por tantas personas y ninguna de ellas ser la que él quería, había lanzado un montón de miradas agraviadas a Hoshino, sin embargo, este se había hecho el ciego y no se había acercado a más de dos metros de él, permitiendo que el personal médico actuara en su máxima capacidad para verificar su estado de salud.

Asier tenía claro que lo hacía por su propio bien, pero esto no cambiaba el hecho de que se sentía molesto, desde que había despertado cada segundo lejos de la otra persona se le hacía una eternidad y con cada minuto la inexplicable ansiedad en su corazón se hacía cada vez más grande.

Del personal médico se enteró que no había estado durmiendo un día, ¡sino una semana completa! Al parecer lo habían encontrado al día siguiente a primera hora de la mañana, una joven asistente había abierto la puerta y casi se había desmayado del susto al ver su cuerpo tendido en la entrada, la sangre saliendo de su boca solo había empeorado la situación, en ese momento había llegado el preocupado Biel que no había encontrado a su hermano por la mañana, tanto el joven como la asistente habían entrado en pánico sin saber que hacer, gritando de un lado para el otro que alguien llamara a emergencia, el único que había reaccionado prontamente había sido Ferreol que seguía como un perro guardián a su hermano y lo había arrojado al auto y luego al hospital.

Los médicos no habían encontrado ninguna anormalidad en su cuerpo, por lo que inicialmente solo lo habían tomado como cansancio, sin embargo, luego de que el segundo día había llegado y no había rastros de que fuera a despertar, la gente se comenzó a poner ansiosa, un montón de médicos habían venido a verlo y ninguno encontraba una respuesta a porque el joven maestro no despertaba, todos los indicios mostraban que solo estaba durmiendo, pero ¡¿Quién en este mundo duerme una semana completa?! Realmente siempre había admirado su capacidad para dormir profundamente, pero ¿No es esto demasiado? Incluso le parecía un poco gracioso, quería reírse, mas, al mirar el rostro guapo, pero cansando del hombre junto a él su corazón se ablandaba y sentía culpable, las ojeras de Hoshino eran tan profundas que sentía como si hubiera robado todas sus horas de sueño y las hubiera utilizado para sí mismo.

El personal de salud ya se había marchado dejando solos en la habitación al hombre y al adolescente, la mirada de Hoshino estaba enrojecida por el cansancio, pero todo su cuerpo se sentía ligero luego de sacarse todas sus preocupaciones, no pudo evitar mirar con perplejidad al joven acostado en la cama ¿Esta persona realmente estaba solo durmiendo? ¿No hay ningún otro problema? A pesar de que había escuchado a los doctores confirmarle repetidamente que estaba bien su corazón seguía sintiéndose apretado y angustiado "¿Cómo te sientes?".

Asier lo miraba con ojos penetrantes, mostrando claramente sus intenciones, quería sentir el calor de la otra persona, ¡incluso una tomada de manos estaba bien! Pero la otra persona se negaba a acercarse, un metro junto a él era su límite, ¿Acaso tenía miedo de romperlo si lo tocaba? ¡No es un jarrón de porcelana! No necesitaba en lo más mínimo esa mirada temerosa y afligida, no mires su cuerpo carente de carne, solo era un problema en la genética, su fuerza y agilidad seguían siendo sorprendentemente buenas.

"Mn" Asier asintió, sin embargo, al ver la cara de cachorro triste por Hoshino se obligó a intentar tranquilizarlo, no podía ser malo con un joven tan lindo y bueno "Bien, ya escuchaste a los doctores, no hay ningún problema" ¡Ahora tómame la mano! Quería gritar las palabras, pero sabía que no funcionaría, tomó un enfoque que nunca pensó que usaría, incluso sabía que se avergonzaría más adelante.

Asier levantó los ojos y puso una mirada triste y solitaria, sus ojos se llenaron de lágrimas sin caer y estiró una mano temblorosa hacía Hoshino, sus ojos eran tan dulces y anhelantes que el hombre se quedó petrificado en el acto, una descarga eléctrica lo golpeo de lleno y su rostro se enrojeció ligeramente, ¡Este niño es demasiado adorable! La mitad de su cordura sabía que el adolescente frente a él estaba fingiendo, ¿Cómo no podría saberlo? Habían vivido juntos durante semanas, el carácter de esta persona no era en lo más mínimo suave y gentil, incluso lo había visto pelear y matar a una persona frente a sus propios ojos, aún tenía grabada la mirada despiada y siniestra, pero nada de eso le importaba, incluso esa personalidad real lo hacía sentir mucho más cómodo, pero eso no cambiaba el hecho que la actitud tímida y pegajosa también le gustaba, aunque supiera que ese rostro solo fingía para lograr lo que quería de todas formas agarró la mano del chico y la sostuvo fuertemente.

Asier estaba feliz de haber conseguido lo que quería y la ansiedad en su corazón desapareció completamente, se negó a abandonar el contacto de la otra parte por el resto de la noche, finalmente se sentía bastante mal por hacer dormir al hombre en una silla de hospital para permanecer a su lado, por lo que aprovechando el momento como una oportunidad, lo instó a acostarse junto a él en la espaciosa cama del hospital, en un principio Hoshino se había querido negar, insistiendo en dejar descansar a la otra persona cómodamente para que se recuperara, pero bajo la constante insistencia sumado a su cansancio acumulado terminó cediendo, en el momento que su cabeza tocó la almohada se quedó dormido.

Para la sorpresa del joven todas las horas de sueño que había tenido no fueron impedimento para descansar otra noche más.

A la mañana siguiente, Asier fue el primero en despertar, había un ligero dolor de cabeza, pero nada que no pudiera soportar, miró al hombre dormido junto a él, su cabello dorado se había despeinado dándole un toque muy adorable, sus largas pestañas temblaban ligeramente cada pocos segundos y su suave respiración golpeaba el brazo derecho de Asier, causándole un ligero picor, como si una pequeña garra lo estuviera rascando, una sonrisa había florecido en sus labios y sus ojos se habían vuelto mucho más suaves que antes.

Cerca de las diez de la mañana, Hoshino despertó, aún se podía ver en su rostro los estragos de no descansar correctamente, pero su mirada era mucho más brillante y vivaz que antes, su sonrisa era clara y hermosa llena de juventud, en ese momento Asier ya se había lavado y cambiado de ropa traída por su asistente, miraba atentamente su computadora, había estado investigando las cámaras puestas en la mansión Ricci, cabe decir que incluso se había colado sin problema en las habitaciones y estudios de los adultos, no había rincón que no estuviera siendo grabado y monitorizado, Asier tenía un presentimiento hace mucho tiempo, ¿Por qué había tanta diferencia entre el hijo mayor y los menores? El trato era demasiado diferente entre ambos, sus suposiciones solo aumentaron cuando le llegaron los recuerdos de la infancia de Asier ¿Los mellizos son realmente sus hijos? Se veía poco probable, aunque debía confirmarlo con una prueba de ADN, ya esperaba que no hubiera compatibilidad, pero entonces ¿Quiénes eran sus padres? Asier no era tonto, una familia rica jamás aceptaría a dos niños con los que no tenían parentesco. Había investigado a su padre, sabía que había muerto cuando ellos eran jóvenes, pero entre más se adentraba en la información más extraño le parecía, había demasiados vacíos, había visto innumerables muertes, muchas hechas por el mismo, sabía como ocultarlas, como distorsionar la información y como engañar a la policía.

En ese momento Hoshino le picoteo la mejilla sacándolo de sus pensamientos, lo miró fijamente, no había alcanzado a eliminar la mirada oscura antes de quedarse mirándolo, aunque rápidamente intentó ocultarlo Hoshino ya lo había visto, sin embargo, para su sorpresa su expresión jovial no cambio, su sonrisa seguía siendo igual de sincera que siempre e ignoró por completo su fuerte cambio de personalidad.

"Buenos días" Hoshino sonrió.

"Hola" Asier mostró una expresión similar "Puedes ir a lavarte, pediré que traigan el desayuno".

"Mn" Hoshino murmuro y se levantó.

Esa mañana Asier se había despertado bastante temprano y en el lapso de tan solo unas horas ya había creado por completo una red bajo sus pies, el inframundo de este país no estaba bien desarrollado, lo que le había dado la holgura suficiente para jugar como se le plazca, mientras fuera el segundo joven maestro podía utilizar a su asistente para todas las tareas simples que quisiera como traer el desayuno en este momento, pero para tareas más complejas, para recopilar informar, defenderse y atacar, para tener ojos en todas partes, no podía seguir dependiendo de sí mismo, ahora tenía todo un conjunto de personas que podían trabajar para él, una sonrisa bastante escalofriante llena de felicidad se elevó en su rostro.

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