20 Capítulo 20:investigación parte 3: la desaparición de Tim y la respuesta a todo

Narra Anaís

Me encontraba en un lugar más tranquilo, era tiempo de abrir la carta y decía —hola, Anaís... Sé que la policía esta hablando contigo y tus amigos porque yo se lo dije... Sabes quiero verte y decirte... ¡Demonios! ¡Ya da igual! Además creó y tengo la certeza que encontraste una respuesta a mi juego y eso es genial para ti, pero lamentablemente eso no es nada, sin embargo te daré un privilegio por haber sido la primera que es verme en persona... Es muy divertido esto y sé que te agradará conocerme.

Nos vemos en el panteón donde enterraron a tu amigo.

—tu asesino personal.

Al terminar de leer no podía creer lo que había logrado, el mismo asesino hablaría conmigo y no sabia como reaccionar a esta gran noticia...

Narra el asesino

Estaba en la biblioteca de la universidad, finalmente tenía un lugar en donde podía estar sólo y más. Pero ahora tenía que prepararme para ver a Anaís como el asesino de Gab, sé que no me vera la cara y eso pero me siento mal al saber que ella me odia con toda su vida... Pero hay algo más detrás de ese primer enfrentamiento que tendremos cara a cara. La voz me preguntó —¿todavía sigues con ese plan de verse? —sé que debía actuar como un asesino sin sentimientos, pero mi lado bueno solo quiere decirle lo que siente por ella

—sí, pero estoy consciente de que no seré su amigo, sino el asesino y espero no ser muy obvio que me gusta —dije. —mi voz se oía tan insegura de todo esto

—por lo que veo en tus actitudes, creó que vas a perder en tu juego simplemente por una chica que no te ama —me advirtió la voz antes de que pensará en verla. —por suerte sí le preocupaba mi bienestar

—tienes razón pero no debo perder la oportunidad en hacer algo y más —mencioné. —estaba muy feliz al hablar de Anaís... Mi mundo ya no era oscuridad sino felicidad al estar con ella

—bien... Sigue con tus malditos asuntos de chico tonto enamorado —dijo. —al parecer ya no le agrada mucho que le hable de amor

—pero a caso crees que mi encuentro con Anaís terminara con eso, claro que no sólo es una distracción para ella —dije. —no todo era de color de rosa para mi

—¿Por qué lo dices? —preguntó nuevamente la voz. —creó que obtuve toda su atención

—digamos que estoy en una pequeña fase de mi plan y necesito distraerla para cuando suceda lo que voy hacer, ella será la sospechosa principal del caso... Sin embargo sé que dirá que nos vimos, revelará mi única debilidad ante la detective Lorely, tratarán de utilizarla para atraparme pero no lo lograrán... Simplemente es una trampa de mi juego —le expliqué. —cada detalle de mis pasos ya estaba pensando y calculado

—y harás todo esto ¿para? —dijo. —no lograba entender mucho de mi plan en sí, pero no se lo explicaré sino lo haré

—ya lo sabrás —dije. —tenia una gran sonrisa en mi cara al saber que todo saldría a la perfección.

Narra Anaís

Después de estar un rato reflexionando le hablé a Fred para contarle lo que pasaría hoy y este vino lo más rápido posible. —hola, Anaís ¿a que se debe tu llamado? —solo espero que no se enoje

—hoy veré al asesino —dije fríamente. —al oír mi respuesta Fred se quedo impactado y quien no, además ver a su propio es prácticamente tu funeral adelantado

—no vayas, capaz que es una trampa y te matará al igual que Gab —me aseguró. —se oía muy preocupado por mi

—no lo hará, tengo lo él quiere en mi poder... Y esa es mi ventaja —dije. —trataba de persuadir a Fred de que intentará ir conmigo

—¿Qué es lo quiere? —preguntó. —sentía que cada vez que deseaba saber lo que sucedía, estaba acorralada.

Yo sólo sonreí y le respondí —no lo sé, él solo me puso eso en la carta y no se a que se refiere con eso —espero que ya no me pregunte más porque ya no se me ocurre nada para inventarle

—bien... Pero debo acompañarte por sí ese tipo trata de hacerte algo —dijo. —creó que mi plan no había funcionado

—es que si voy contigo me va a matar al igual que a ti y no quiero que el asesino gane el juego —le suplique. —necesitaba enfrentarlo por mi misma y saber de lo que es capaz

—bien no iré contigo pero después de que lo veas, me hablas y me cuentas lo que sucedió —dijo. —creó que había lograda de que no fuera conmigo

—como quieras... Me tengo que ir tengo una cita con el destino o mi funeral —dije. —trataba de estar algo animada al saber que conoceré a mi asesino y tal vez vaya a morir en el intento pero bueno.

Narra el asesino

Pasaron un par de horas, salí de la biblioteca y me dirigí a mi casa. No sabía como estaba mi mente pero no era nada bueno, sólo quería dejar de hacer todo esto pero no podía. Llegué a mi casa mi madre estaba en el jardín platicando con el novio de su hermana, preferí ignorar eso y me dirigí hacia la puerta de entrada pero antes de que me metiera mi madre preguntó —¿Cómo te fue hoy? —por suerte las cosas iban mejor en mi casa

—lo normal, además no le habló a nadie así que puedes estar tranquila de que no dañaré a alguien —respondí. —eso hará que este más tranquila y se preocupe por mí

—que bueno mi niño, esta semana tu padre no va a estar así que sí quieres salir pues adelante —mencionó. —suponía que no le preocuparía mucho lo que haga y eso es algo bueno

—¿acaso es una trampa tuya? —volví a preguntarle. —presentía que algo andaba mal

—no, además eres mi único hijo y no quiero que nada te pase —aseguró. —sólo tenia una sonrisa en mi casa para no hacerla sospechar

—y hola, Agustín ¿Cómo te va con la bruja de mi tía? —lo saludé. —tenia tiempo de no verlo

—bien creó que estaré con ella pero... Yo amo a otra persona más y con ella pasaría con gusto el resto de mi vida —mencionó. —mi madre estaba sonrojada y lo miraba con tanta nostalgia

—¡que tierno! Y más sí te refieres a mi madre como la que amas —dije. —al parecer me percate rápidamente de su amor hacia mi madre.

Agustín se sorprendió al que logrará darme cuenta de su amor hacia mi madre y solo mencionó muy avergonzado —supongo que no lo disimulé muy bien, ¿verdad? —no podía evitar esconder sus verdaderos sentimientos

—no, pero no hay ningún problema conmigo así que hagan lo que quieran —dije. —mientras me dejaran en paz, todo seria más fácil para mi.

Después de hablar con ellos, subí a mi habitación, estuve un rato leyendo, luego me preparé para mi encuentro con Anaís y me dirigí hacia el panteón de la cuidad. Llegué al lugar de nuestro encuentro, ella estaba ahí estaba muy nervioso al saber que no sería su amigo sino su enemigo. La voz dijo —quiero ver como termina este desastre tuyo —al parecer estaba disfrutando la tétrica escena entre nosotros

—¡ya cállate! Sólo me estorbas y deja me en paz —dije en voz baja. —no quería que ella supiera que estoy aquí

—ya no diré nada, eres un amargado —mencionó. —en ese momento quería matarlo al maldito.

Me acerqué a ella y la saludé de la forma más gentil posible —hola ¿Cómo estás? —es la primera vez que el asesino trata de ser amable con alguien

—¿Qué demonios te pasa a ti? Por lo que veo eres un asesino pero ahora tratas de ser gentil conmigo... Mejor ahorra te el discurso amistoso —me preguntó —estaba muy nervioso y trataba de no dejar que los sentimientos manejaran mis acciones

—nada... Trato de ser algo amistoso pero como soy un asesino no debo hacer y más bla, bla, bla. Ya me da igual lo que opines después de todo como quiera morirás —dije. —había perdido la paciencia con ella

—¿de que quieres hablar? —volvió a preguntarme. —no dejaba de ver mi máscara

—sobre la respuesta que has encontrado —respondí. —trataba de controlar mis nervios

—quieres saber que utilizas a la detective para que tu juego sea tu propia trampa y termines encerrado en la cárcel por el resto de tu vida —dijo esta Anaís. —nada mal su análisis, pero es incorrecto.

Yo sólo me reía de forma tan divertida y así estuve algunos segundos hasta que le dije —acaso crees que quiero que me atrapen... Claro que no ella sólo es otro peón de mi juego que en cualquier momento ya no utilizaré y la desecharé —al principio sí pensaba en ese plan que Anaís menciono, pero al final es mejor que termine con la detective ya que puede saber mi verdadera identidad

—supongo que también la matarás, sabes cada vez te destrozas más tu vida pero por lo que veo no te importa nada tu persona y sólo buscas divertirte matando a las personas... ¿Porqué lo haces? —dijo. —sabía que algo andaba mal y de seguro quería sacarme información pero no lo logrará.

Narra Anaís

Seguía esperando la respuesta del asesino a mi pregunta y creo que lo puse en una posición que no le agrada mucho pero necesitaba saber de porque hacia esto. Él agachaba la mirada al parecer no quería decirme o lo pensaba demasiado y respondió después de varios minutos —cuando eres tu mismo todos te odian, te dicen de cosas, inclusive te golpean de forma tan horrible que apenas puedes levantarte... Sin embargo no quieres que nadie sepa que sufres y simplemente finges una maldita sonrisa, le haces creer a todos que estas bien pero no es así. Porque dentro de ti quiere llorar, morir se, dejar de ser fuerte y quebrarte en un mar de lágrimas al punto que... Destruyes tu vida por completo y decides entre lo bueno o lo malo, ser como ellos... Ser peor que ellos, nunca sabré en que momento estoy de mi vida que impida que haga esto, pero ya pasé la linea entre lo bueno y lo malo. Soy lo peor de ambos, soy un monstruo que busca destruir todo a su paso. —al oír que él me dijera todo eso me hizo pensar en un momento en mi vida y de que todo lo que hacia

—no se que decirte, pero no eres un monstruo... Sólo eres una persona que necesita atención —dije. —mi voz se entre cortaba al decir cada palabra

—¡SOY UN MONSTRUO! Por eso todos en mi vida me odian por la culpa de ese... —gritó con todas sus fuerzas. —pero antes de terminar la oración se detuvo de la nada y golpeó su puño contra del árbol.

Yo lo miraba de forma detenida, no sabia que decirle para que se sintiera mejor y le volví a preguntar. —¿eso es todo? —ya necesitaba irme, solo quería huir de él

—sí ya es todo, creo que ya es todo lo que necesitó saber. Entonces hasta luego, querida Anaís —se despidió el asesino. —supongo que había algo que deseaba decirme, pero no fue capaz de hacerlo

—adiós —dije. —empecé a caminar hacia la salida del panteón, pero se me hacia raro que él hubiera accedido a vernos de la nada, presiento que esto no es nada bueno.

Seguí con mi camino, hasta que vi un árbol con una carta, así que la abrí y decía —¡jaque mate! Asesino: 2 Anaís: 0

Caíste en mi trampa...

—tu asesino personal

Él maldito me había hecho caer en otra de sus juegos.

Narra el asesino

Era el momento de continuar con el juego, sabía que todo saldría bien y eso es bueno por poco revelaba mi identidad pero no pasó a mayores.

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