16 Capítulo 16: el baile de primavera

Narra Anaís

Hoy era el gran día que con tantas ansías lo esperaba, porque todo ese trabajo que hice lo valdrá la pena, por estos últimos días el asesino personal de todos no ha dejado ninguna carta y eso es bueno porque ya dejo de perseguirnos y ahora hay que divertir nos.

Narra Gabriel

Pues hoy es el baile, había pasado una semana desde que Keira no me habla al igual que Fred, mi asesino personal no me escribe más, trato de conocer más a Anaís y muchas más cosas. Estaba en mi habitación, cuando vi una carta en un sobre de color negro, entonces la agarré y decía —¡hola! Por lo visto te alegra saber de mí, solo te diré que nos vemos a fuera del gimnasio de la escuela y finalmente conocerás mi rostro.

Pdt: debes de estar sólo.

—tu asesino personal.

Después de leer esa carta, no sabía sí era estúpido verme en un lugar que hay mucha gente o algo extraño para mi gusto, pero iré a ver a ese imbécil y a saber como termina todo esto.

Narra el asesino

Era el día que terminaría con todo lo que había temido, estaba tan feliz y contento por eso hoy tendré que ver al psicólogo y decirle lo que quiere escuchar. Llegué al consultorio y lo saludé —¡hola! Es un gran gusto volverlo a ver —tenía que verme lo más alegre posible

—igualmente y ¿Cómo te ha ido? —dijo. —iba directo al grano y eso es lo que me gusta

—bien... Sólo trato de estar en tranquilidad y no escuchar la voz —dije. —trato de fingir un poco mi verdadera personalidad

—¿Cómo te va con tu amiga? —preguntó. —en ese instante quería decirle que para mí era más que mi amiga, era el amor de mi vida

—¡genial! Ella le importo mucho y... —en ese momento me quede en silencio y no termine lo que iba a decir.

—supongo que has descubierto algo más y no es nada bueno —mencionó sutilmente el psicólogo. —ya lo había descubierto

—¡ELLA AMA A OTRA PERSONA! Y no soy esa persona —grité muy enojado. —no pude evitar llorar al decirlo

—tranquilo, suele pasar pero no te debes de enojar sólo porque te rechazó —dijo. —al anotar algo en su libreta

—¡ELLA DEBE AMARME! Lo merezco... Por una vez en nuestra amistad... Yo siempre he estado con ella y... Ya es justo que me tomé en cuenta —dije. —mi voz se quebrada más al punto que había perdido el sentido de las cosas y después rompí en llanto

—puede que tú creas eso, pero realmente ella solo te quiere como un amigo y dudó mucho que pases más allá de esa amistad —explicó el psicólogo. —era tan directo conmigo en cuestión de mi vida amorosa

—¿ahora que? —pregunté. —lo más raro que había cambiado mi actitud rápidamente

—no tengas esperanzas de que ella te amé... Y por cierto ¿Qué te paso a ti? Estas muy golpeado —dijo. —creo que no podía esconder mi aspecto más tiempo

—un chico de la universidad me golpeó tres veces, pero no es nada —conteste, con una pequeña sonrisa. —debía revisar me la cabeza, por si me la dejo más afectada de lo que ya esta

—¿le hiciste algo? ¿Estas bien? No te hizo daño —pregunto. —se miraba muy preocupado por mi

—no le hice nada, al parecer estaban celosos de que Anaís fuera mi amiga y no se preocupe no son heridas de consideración —respondí. —trataba de ocultarle mis nuevos motivos para matar

—bueno ya que me explicaste todo ¿Qué sucedió con el chico que te golpeo? —volvió a preguntarme. —de seguro ha de pensar que lo asesiné o algo así

—pues casi lo corren de la universidad, pero intervine para que no lo hicieran y supongo que no le ha dicho nada a Anaís sobre lo que me hizo —respondí. —era raro que alguien se preocupara por mí

—sabes me es muy extraño que fueras amable con esa persona y eso es bueno porque ya estas recuperando la razón —mencionó. —estaba tan feliz de mi cambio o eso lo hacia creer

—sí... Además hoy es el baile sé que no me gusta asistir pero haré mi mejor esfuerzo e iré —dije. —prácticamente estaba fingiendo toda mi alegría

—antes de que te vayas, sólo quiero decirte que estás mejorando mucho en cada sesión que tenemos y eso es tan satisfactorio para mi que he decidido que dejes de venir un tiempo a verme —me dio las buenas noticias. —al parecer había caído en mi juego... Pero algo me inquietaba y eso impedía que bajara la guardia

—le agradezco mucho por todo lo que hizo por mi —dije. —el psicólogo estaba tan orgulloso de mí y eso me hacia sentir un poco mal, porque todo lo que le decía era una mentira.

Salí del consultorio, tenia una sonrisa en mi cara a pesar de mi tristeza pero era la hora de llegar a la segunda fase de mi plan y mi regreso a la vida...

Narra Anaís

Era la noche, estaba arreglando me cuando alguien toco la puerta, así que fui a ver quien era pero no era nadie sólo había una carta en el piso y la recogí sin dudar lo, luego la abrí y decía —Hola... Supongo que te alegra saber de mí, ¿verdad? Han pasado tantas cosas después de mi breve desaparición y por lo visto me has extrañado. Pero no te preocupes, ya estoy de vuelta y dispuesto a terminar mi trabajo; ahora solo te digo que todo tu esfuerzo que invertiste en la preparación del baile salga bien.

—tu asesino... Personal

Después de leer la carta, había notado que el asesino actuaba muy extraño al escribir esto y eso me inquietaba mucho, pero a la vez estaba feliz porque no haría nada malo después de todo y sólo queda divertirme.

Narra Gabriel

Estaba en mi casa, esperando a mi hermano Tim para irnos al baile. Me sentía algo nervioso porque hoy conocería a ese mal nacido que me enviaba esas cartas y lo primero que haría será partirle la cara y más cosas. —¿Qué te sucede? Hermano, estas actuando muy extraño —pregunto Tim. —creó que mis nervios se notaban mucho

—es que mi asesino personal quiere que lo vea hoy en la noche y eso me inquieta, pero será afuera del gimnasio de la universidad y su única condición es que este sólo —dije. —Tim era la primera persona que le contaba sobre el encuentro que tendré con ese tipo

—¡increíble! Que tu asesino haga lo más estúpido en toda su vida, que es mostrarse a su víctima y en un lugar público —dijo. —estaba sin creer lo que le había dicho

—no sé... Sí lo que hace es una buena idea, pero siento que él o ella sabe lo que esta haciendo y sabe como jugar sus cartas —comenté algo dudoso. —al parecer sabía como terminaría este juego y no sería nada bueno para mí

—no te preocupes Gab, estarás bien ahora sólo divierte te en el baile —mencionó Tim. —él no había llegado a la misma deducción que yo y eso es bueno porque no tendrá que preocuparse por mi último día de vida.

Salimos rumbo a la escuela, por suerte Anaís ya estaba allá y al igual que mi asesino pero olvidaré a ese tipo un rato y sólo me divertiré.

Narra Anaís

Me encontraba en el baile finalmente miraba mi esfuerzo de todo un mes de preparación y estaba contenta por eso, de repente apareció este ***** —hola ¿Cómo estás? —saludó. —era la primera vez que lo veía en uno de los eventos de este tipo

—bien, por lo visto te decidiste venir al baile por primera vez —dije. —no podía evitar sonreír porque había venido y me alegra mucho por él

—sí... Pero me siento extraño al estar aquí sin embargo me acostumbraré —dijo. —se miraba algo nervioso, pero es algo nuevo para él y debo entender lo

—¿vienes con alguien? —pregunte. _estaba interesada al querer saber si trae pareja

—pues es una cita con una chica que voy a conocer y no se quien es —contestó. —estaba sonrojado al decir eso

—me alegra mucho eso y ¿Cuándo la conoceré? —dije tan emocionada. —no podía evitar estar feliz, porque finalmente tiene una cita

—más tarde, por ahora me enseñas a bailar esta música —comentó. —tenia mucha vergüenza al pedirme este favor

—¡vamos! Yo te enseño a bailara para que impresiones a la chica y haber si se queda contigo —mencioné. —como su mejor amiga no iba a dejar que hiciera el ridículo.

Entonces fuimos a la pista de baile, yo tampoco sabía bailar mucho pero era lo suficiente para no hacer el ridículo frente a todos.

Narra el asesino

Era la hora de mi venganza, pero como soy buena persona le daré unas horas de vida y que comience el juego de las venganzas...

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