13 Capítulo 13: el comienzo de las venganzas

Narra Anaís

Era la mañana siguiente por suerte ya se acercaba el día del baile al igual que los exámenes de todas las materias de la carrera, además me sorprendió mucho la actitud de Gab y sus amigos al golpear a este chico sólo por estar conmigo —aunque honestamente fue lo más estúpido que Gab ha hecho en toda su vida llena de pendejadas —pensé. Iba caminando por los pasillos de la escuela, cuando vi a este ***** tenia un mal aspecto. Sus ojos estaban hinchados al igual que su nariz, tenía moretones en su cara, brazos y sin olvidar varios raspones; pero ayer que me despedí de él estaba un poco mejor que ahora. —¿Qué te pasó? —dije muy preocupada. —ademas odiaba que mi mejor amigo estuviera así

—este Gab y los otros me golpearon otra vez, pero más fuerte —contestó. —esos malditos se aprovecharon de que fuera indefenso

—son unos hijo de... —maldecí —esta vez se habían pasado de la raya

—tranquila... Estoy bien, además no hagas corajes por esos imbéciles —trato de tranquilizar me. —a pesar se ser golpeado seguía sonriendo, realmente lo envidio

—¡no debieron haberte hecho esto! —conteste muy enojada. —ahora si me las van a pagar

—lo sé pero tranquila no les haré caso —dijo. —y sólo me abrazo, no sabía que decir pero creó que sí lo necesitaba.

Después de hablar con él, decidí irme a buscar a Gabriel para reclamarle lo que le había hecho a este ***** y ponerlos en su lugar a esos imbéciles. Me acerque donde estaban ellos y les dije —así quería encontrarlos —esta vez no me contendré

—¿Qué te sucede? Anaís —me pregunto Fred. —parecía que no recordaban nada esos infelices

—¡porque demonios le hicieron eso a mi amigo, acaso les importa mucho con quien me junte! —les reclamé muy molesta. —los odio por lo que le hicieron

—oye, ese tipo es un perdedor y raro —dijo Gab en su defensa. —sabía que él planeo todo por su amigo Fred

—¿y eso que? ¡Son unos malditos hijos de perra! ¡Malditos imbéciles de mierda! —grité. —finalmente pude decirles la verdad de lo que pienso de ellos

—deberías tranquilizar te, Anaís —sugirió Tim. —solo estaba sorprendido al verme gritar esa clase de barbaridades

—¡vete al demonio! Y espero que sea la última vez que lo molestan, porque sino me van a pagar —les advertí. —esta vez me hicieron enojar

—me da igual, como quiera lo haré —contesto Gab. —ese imbécil solo me miraba y parecía no importarle un bledo mi advertencia

—bien... Has lo que quieras Gab al cabo que ya estás grandecito para hacerte responsable de tus acciones y otra cosa, Fred ya no iré al baile contigo —contesté. —sin pensarlo rechace la invitación de Fred al baile, espero que eso le enseñé algo.

Yo solo me fui muy molesta, esta vez me iba a vengar de ellos por haberle hecho daño a mi amigo y espero que sea la última vez que lo hagan.

Narra Fred

Después de que Anaís nos gritará, de que no quiso ir al baile conmigo por simplemente golpear a ese chico y sin olvidar que nos odia este día no podría ir más mal para los tres. Pero Anaís dijo que nos íbamos a arrepentir por haberle hecho eso, así que ella podría a ver visto quien había dejado la carta o ella la escribió así que les comente —creen que Anaís sea quien escriba la cartas —ahora ella era el posible asesino

—no lo creó, además no tiene tiempo para hacerlo porque esta ocupada con lo del baile y aún no aparece otra carta —contestó Tim. —puede que sea cierto, pero puede aprovechar eso como su cuartada

—bueno... Creó que ya podemos pensar en que Anaís no escribió la carta —dije. —pero aún asi estaba seguro de que no fue

—sí —respondieron ambos. —por suerte la habíamos descartado de que fuera ese asesino.

Íbamos rumbo al casillero de Gab, cuando había había una carta pegada en la puerta de este. Era un sobre plateado, entonces Gab la tomó, abrió y comenzó a leer. —por lo visto les gusto tanto golpear al inofensivo chico y hacerme enojar, que tierno de su parte y lo peor del caso que lo golpearon dos veces. Son unos malditos infelices, pero bueno nadie tiene la culpa que se comporten como niños... Creen que no los vi, pues lamentablemente si los puede observar todo lo que le hacían al pobre chico, pero no se preocupen pronto acabaré contigo Gabriel y no te preocupes muy pronto sabrás que se siente que te humillen y hagan menos las demás personas.

Atte: tu asesino. —

Después de que Gab nos terminara de leer, estábamos estupefactos al saber que el asesino tuvo presente cuando lo golpeamos por segunda vez, pero eso era algo imposible porque no había nadie afuera de su casa a esa hora, pero también pudo estar escondido por ahí y en ese instante dije —creó que tenemos un enemigo y no durara en hacernos pagar —ya habíamos provocado al asesino con nuestras acciones

—tienes razón, Fred supongo que esa persona nos odia y prácticamente busca matar a Gab, pero le frustraremos el plan —mencionó Tim. —estábamos seguros de que lograríamos terminar con sus planes

—no se preocupen amigos, no me pasará nada y creo que ya tengo un sospechoso de todo esto —nos aseguro este Gabriel. —solo miraba alrededor de los pasillos

—¿crees que sea Anaís? —pregunte. —necesitaba asegurarme que la había descartado como posible sospechoso

—no lo sé, puede ser que sí o no —dijo. —algo despreocupado ante la situación

—¿Qué haremos? —preguntó Tim. —ya no teníamos muchas ideas para encontrar al asesino

—no tengo idea —dijo este Gab muy confundido. —era la primera vez que él estuviera tan confundido por algo.

Narra Anaís

Había pasado una hora después de que les gritará a Gab y a los otros chicos por todo lo que le habían hecho a *****, me sentía mucho mejor por mi misma al sacar toda esa irá dentro de mí. Entonces me fui a mi casillero, cuando había un sobre pegado en la puerta era plateado, así que lo abrí y decía —hola querida, espero que estés bien después de haberles gritado a Gabriel y sus amigos. Me agrado ver como los pusiste en su lugar fue tan fantástico, sólo te diré esto mi querida Anaís ahora Gabriel cree que eres una sospechosa de enviar las cartas y pues creo que te estarán vigilando, pero no te preocupes yo los vigilaré a ellos sólo porque te metí en esta situación. Me despido de ti y sigue haciendo lo que te pedí y cree en ti misma y no confíes en nadie.

Puede ser que...

Atentamente: tu asesino —

En ese instante me quede pensando en todas las posibles o razones de este juego pero había algo que no me quedaba en todo claro ¿Por qué el asesino sabía que yo les reclamé por golpear a este *****? Al parecer a este tipo le agrada vigilar nos y no parará hasta que logre su objetivo que es... Matar a Gabriel. Entonces me dirigí a buscarlos nuevamente para comentarles mi hipótesis sobre el asesino.

Narra el asesino

Iba caminando hacia la biblioteca, honestamente estaba muy mal en cuestiones físicas y pues no tengo mucho que decirles de mi aspecto tan horrendo pero no ayudaba nada en mi ánimo. La voz me preguntó —¿Qué demonios te paso a ti? —después de no hablarme ayer, no se había dado cuenta de lo que sucedió

—me golpearon dos veces en el mismo día —dije. —creo que si me miraba tan mal

—que mal, pero por lo que veo tu juego va muy bien ——dijo la voz. —al parecer seguía sintiendo lástima por mí, pero no es el único de hecho

—tienes razón en una parte de eso, pero no te preocupes tanto querida voz porque sólo es el principio de mi juego —le aseguré a la voz. —ya tenía todo fríamente calculado para esto

—supongo que hoy irás a ver a tu psicólogo y le mentiras como de costumbre —supuso. —prácticamente era el único que sabía que le miento a todos

—sí y por lo visto sabes un poco de mí, pero no siempre le miento sólo le digo lo que desea saber —mencioné. —sé que prácticamente mi vida es una completa mentiras y es manipulada por mi. Sin embargo hay cosas que son reales y otras no.

—sí fuera tú, iría al médico para que te revisen —me sugirió. —tenia razón, sentía que me desplomaría en cualquier momento

—bien... Sólo para que me dejes de insistir —dije. —algo fastidiado.

Me dirigí a la enfermería de la escuela, cuando apareció este Gab y le pregunté —¿Qué quieres? No te cansas de hacerme sufrir por solo molestar a Anaís —no estaba de buen humor para conversar.

Él no me respondió, al parecer su silencio decía todo. Quería acabar conmigo, pero había algo más de diferente. Entonces me comenzó a golpear tan fuerte al punto que caí al piso, trataba de defender me pero no podía, después de unos minutos vi a la chica, pero lo más extraño fue que tenia una mascara en su rostro, sin embargo resaltaban sus lindos ojos azules. —¡ayuda me, por favor! ¡Ayuda me, te lo suplico! ¡Ayuda me... Por... Favor... —le supliqué. — con todas mis fuerzas, ya no resistía los golpes que me daba

—esta bien, yo te ayudaré. Pero sólo aguanta un poco más —dijo. —me miraba con mucha lastima y estaba llorando al verme

En ese momento Gab dejo de golpearme y se quedó sacado de onda y me volvió a preguntar —¿con quién demonios hablaste? —estaba asustado porque hable con alguien y eso era muy malo para él.

Iba a responder le, pero sólo me desvanecí. Aunque no lo crea la chica me había ayudado por primera vez y me sentía algo feliz, sin embargo Gabriel la escuchó y estoy seguro de cuando despierte me exigirá que le diga con quien hablé, pero nunca lo sabrá.

avataravatar
Next chapter