12 Capítulo 12

Narra el asesino

Después de haberme tenido lastima por varios minutos, me seque mis lágrimas, me puse mis audífonos y regrese a la universidad para recuperar mi clase de calculo, cuando yo apenas iba caminando en el pasillo me tope con esta Anaís y la salude —hola ¿Cómo has estado? —ella solo tenía una sonrisa en su cara al verme

—muy bien, supongo que vas a tu clase de calculo ¿verdad? —supuso. —olvidaba que después de mi cita con el psicólogo venía después de la salida a tomar mi clase

—si, pero ni modo además así mis padres lo quisieron —conteste. —las cosas no estaban nada bien

—bueno... Te puedo acompañar si quieres para que no regreses sólo a tu casa —mencionó Anaís. —era tan amable conmigo y aún éramos amigos

—esta bien, además creo que me hará bien hablar con otra persona —dije algo feliz. —no podía ocultar mi felicidad al verla.

Entonces nos dirigimos al salón, honestamente no me molestaba que Anaís quisiera ir conmigo a una clase además casi no la veo sólo en arte, pero aún sigo sintiendo algo por ella tal vez no sea lo correcto ser amigos pero aún así no me importa.

Narra Fred

Apenas iba saliendo de la práctica de fútbol, cuando vi a Anaís y al chico extraño que iban juntos, al parecer se llevaban muy bien y eso no me agradaba mucho, este Gabriel me preguntó —¿Qué sucede? Amigo —estaba molesto ya que Anaís estaba con él

—es que esta Anaís va caminando con ese chico raro —conteste. —estaba a punto de perseguirlos

—y ¿eso que? No son novios además dudo mucho que ella le haga caso a ese imbécil, porque tu eres más interesante que él y eres uno de mis amigos —menciono Gab. —estaba tan despreocupado al verlos juntos

—hermano, recuerda que esta Anaís es una chica lista y le llama la atención los chicos listos como el tipo ese —contradijo este Tim. —por suerte su hermano estaba de mi lado

—es cierto en eso, pero ahora tengo que buscar al maldito que me dejo esta carta —indico Gab. —Tim lo hizo cambiar de parecer

—bie..n... Hay que enfocarnos en las cartas y encontrar al sujeto —dije. — no tenía muchas opciones, pero más tarde tendré algo preparado para ese tipo

—¿Por qué te envió la carta? Gab —pregunto este Tim. —a pesar de que estaba molesto, me agrado que cambiaran el tema antes de que mis celos cedieran, ya tenía que recordar que el asesino estaba detrás de nosotros

—no lo sé, tal vez quiere asustarme con su juegos de chico rata pero no caeré en su juego —respondió este Gab. —a pesar de que no lo quiera admitir, tiene miedo de morir

—¿Por qué se propuso poner el sobre en tu cuaderno sin que te dieras cuenta? —me pregunté. — además era algo imposible que cualquiera pueda hacer y más sin que nadie lo viera

—de seguro alguien lo vio, pero tiene miedo de hablar —pensó Tim. —aunque sea una teoría algo probable, pero debíamos comprobarlo

—hay que buscarlo, aunque lo haya amenazado a muerte y sí lo convencemos nos dirá todo —dije. —aunque esto sea muy de las películas o series de asesino, pero tal vez debemos intentarlo.

Narra el asesino

Ya en el salón el maestro me explicaba lo que había tratado la clase de este día, sin embargo sabía que no me perdía de mucho pero aún así tenía que complacer a mis padres en sus cosas tontas de no perder clases y sin olvidar la convivencia familiar. Luego la voz mencionó de forma sarcástica —vaya, vaya... Quién diría que la misma chica volvería a tus brazos y eso que no sabe que atropellaste a ex novio —no tenía ganas de enojarme, pero a la maldita voz no le importaba mucho

—¿Por qué diablos me molestas? Además ya te había dicho que no me hablarás cuando estuviera en la universidad —susurré en voz baja. —odiaba la manera de molestarme, ya que suele hacerlo de una manera muy horrible

—pues como van las cosas, tu teatrito va a caer y descubrirán que tu eres realmente —me aseguró la voz. —no le agradaba mucho que yo estuviera con Anaís

—eso crees tú y los demás, pero no sabes quien soy realmente. Sólo que te digo que lo que estas viendo no es nada, comparado a mi verdadero yo —dije. —supongo que la voz dice conocerme, pero no es cierto

—¿Por qué dices eso? —volvió a preguntarme la voz más pensativa. —ya había desatado su curiosidad.

Esta vez lo ignore y seguí poniendo atención a la clase, Anaís me preguntó —¿estás bien? Pareces algo distraído —había olvidado que ella estaba conmigo

—sí, sólo que siento que parece tonto quedarse a tomar una clase sólo —respondí. —sentía vergüenza con ella, aun tenía sentimientos hacía ella

—no estás solo, sino conmigo —dijo ella para tranquilizar me. —solo me miraba con mucha ternura

—gracias y me agrada mucho que estés conmigo —conteste de forma tierna y agradable. —después de lo que sucedió con su anterior ex novio, nos volvimos hacer amigos, aunque ya no salíamos mucho como antes, pero continuamos con nuestra amistad por mensajes de texto o chat

—¿Cómo te ha ido en estos últimos dos años? —me pregunto nuevamente. —aunque nos hemos distanciado por nuestras carreras y todo eso

—bien además soy bueno alejándome de todas las personas y estando sólo —mencioné. —por suerte no había perdido contacto con mis amigos de la preparatoria

—por lo visto sigues igual que en la preparatoria, aunque creo que tenias mas amigos en esos tiempo—comentó Anaís. —se notaba que estaba feliz de verme de nuevo

—un poco, sin embargo la mayoría de mis compañeros me hablan cuando se trata de pedirme ayuda con sus materias y a ti ¿Cómo te fue? —respondí. —mi corta vida social no ha sido tan mala

—pues bien... Después del accidente de Pedro mi ex, me concentré más en la escuela, conocí nuevas personas en la universidad y apenas en este último año me encuentro contigo en una clase después de mucho tiempo de no verte —contestó algo feliz. —se alegraba por volvernos a ver

—me alegra mucho que estés bien —dije tímidamente. —por suerte aun no tenía nadie en su vida y eso me alegra mucho

—¿Cómo va tu vida social? —comentó. —odiaba todo lo que tuviera que ver hablar con personas

—casi igual, pero hago mi mayor esfuerzo para hablar con las personas —respondí. —no era tan malo ser yo

—¡genial! Pero debes de esforzarte más para que ya encuentres a una novia, porque has estado muy sólo —me comentó esta Anaís. —había llegado el momento incomodo para mi, ya que realmente no esperaba que me dijera eso

—no creo que ninguna persona le interese estar conmigo porque soy muy aburrido —le aseguré. —desde que llegué aquí, no he sido tan popular con las mujeres ya que no me interesa ninguna que no fuera Anaís

—claro que no, tu eres muy agradable y siempre tienes una sonrisa en tu cara sin importar lo que pasé —contestó muy feliz. —sabía que trataba de animarme como yo lo hice con ella hace dos años después de que su novio rompió con ella.

Simplemente sonreí al escucharla, sabia que lo hacia para que me sintiera mejor conmigo mismo pero sólo había un problema con eso, yo amaba a Anaís y a nadie más; pero eso creó que no le interesa mucho de mi. Finalmente se había terminado la clase, Anaís venía conmigo cuando vino Gabriel y sus amigos hacia nosotros, no sabía que querían pero no era nada bueno para mí y este Fred nos preguntó —¿Qué hacen aquí después de clases? —las cosas no pudieron haber empeorado

—tuvimos clase de cálculo —contesté. —nunca ellos me habían hablado normalmente, solo me pedían ayuda para los exámenes o cosas así

—pero ustedes dos solos, es muy extraño —mencionó Gab. —solo me hacían perder la paciencia, pero no debía caer en provocaciones

—y acaso eso les importa, con quien me junto —contestó Anaís algo molesta. —ella era muy valiente al enfrentarse a ellos, parecía una hermana mayor protegiendo al hermano pequeño

—pues sí. No queremos que te juntes con esté imbécil que no me sé su nombre —le respondió Gab a Anaís. —lo único que me faltaba que no se supieran mi nombre y aún asi me están insultando

—y tu imbécil, espero que sea la última vez que te juntas con Anaís —me advirtió este Tim. —solo escuchaba la voz riéndose de mi, ya que ni siquiera sabían mi nombre.

Yo simplemente me quedé callado ante las amenazas de Gab y sus amigos, pero esta Anaís se molesto y les dijo —acaso se van a morir, sí no me junto con ustedes —ella no estaba tan dispuesta a dejarse molestar

—no, pero te le acerques es tan raro —recalco Gab. —aun no entendía muy bien porque era malo juntarse conmigo

—¿y que si lo hago? —contestó en forma retadora. —esto se nos iba a salir de sus manos

—tu amigo pagará —dijo Fred. —Anaís me miro, porque sabía que se iban a desquitar conmigo, yo realmente no permitiría que le hicieran daño.

En ese momento los chicos se acercaron a mi y uno de ellos me tiro una patada en el abdomen muy fuerte que caí al piso, después me dieron varias patadas. Mientras que Anaís quería impedirlo hasta empezó a llorar y Tim les ordenó que se detuvieran, ellos me dejaron en paz y sólo se fueron. Anaís me levanto del suelo y pregunto —¿estás bien? Lo siento, no quería que se desquitaran contigo —solo la miré y le limpie sus lágrimas

—sí, no te preocupes por mi —conteste. —al sacudirme mi ropa, trataba de tranquilizarla

—bueno, no te dirán nada por los moretones y rapones que te dejaron —mencionó Anaís algo preocupada. —realmente ella no sabía como me habían tratado antes en el pasado

—no lo harán —le aseguré. —después de todo lo sucedido en estos 5 años, esta es la primera vez que no me dejan tan golpeado.

Después nos dirigimos hacia mi casa, no platicamos durante el camino al parecer creo que sea paliza que me dieron puso las cosas un poco tensas entre nosotros, hasta que me dijo —creó que no te merecías la paliza que te dieron además fue por mi culpa —aun trataba de disculparse por lo sucedido

—no te culpes Anaís, no es la primera vez que me golpean de esa forma —comente. — espero que eso la hiciera sentirse mejor.

Anaís se puso en frente de mí, me miró de forma extraña y me besó. Yo estaba muy sacado de onda por el modo tan repentino, pero a la vez quería seguirla besando, así que seguí hasta que nos separamos. Ella simplemente tenía una linda sonrisa en su cara y me dijo —ya olvidaste lo que paso —solo la miraba y estaba feliz

—por supuesto que sí —dije. —yo aun no superaba ese beso... Fue increíble y era el primero que recibía en toda mi vida

—bien, creó que logre mi objetivo al hacerte olvidar ese momento. Espero que no lo tomes de forma sentimental, porque no lo fue —me aclaró. —quería asegurarse por si había malos entendidos.

En ese momento no sabia que decir ante eso, porque yo creía que finalmente me había tomado en cuenta pero no. —esta bien, no hay algún problema —dije —fingiendo una sonrisa en mi cara

—bueno, aquí nos separamos y mañana nos vemos ***** —se despidió de mí

—adiós —conteste. —en ese instante quería confesarle lo que sentía por ella, pero no tuve el valor de hacerlo además ese beso volvió a que tuviera esperanzas de nuevo aunque estas para Anaís no existieran.

Iba caminando hacia mi casa, cuando nuevamente me tope con Gab y sus amigos, no sabía que quería pero no era nada bueno. Gab me preguntó —¿a dónde vas? Imbécil —al parecer no se había cansado de usarme como su maldito tapete

—acaso te importa —respondí algo fastidiado. —ligeramente me hizo recordar a mi hermano Daniel

—un poco, pero por lo visto tienes el valor de responder a mi pregunta —dijo Gab. —era normal que un chico como yo le tuviera miedo

—¿Por qué no terminamos con este asunto? —le preguntó Fred. —estaba muy molesto y de seguro estaba celoso porque Anaís era mi amiga

—y así tenían que arruinar la sorpresa —menciono Tim. —tanto así era su maldita hipocresía que me venían a dar una golpiza sorpresa

—¡demonios! Ya sabe que lo venimos a golpear —contestó muy enfadado este Gab. —solo fingía que le prestaba atención a su teatrito.

Así que se juntaron y me empezaron a golpear más fuerte que hace rato, yo no podía hacer nada porque este Tim me sujetaba mis brazos, así que siguieron pegando me hasta que caí al piso. En ese instante recordé como el infeliz de mi hermano me golpeaba junto a sus amigos y mi instinto de querer matarlos había vuelto con más fuerza. Me seguían pateando me en el abdomen sin compasión alguna, tenia sangre en mi nariz y boca; sin olvidar los raspones y moretones. Después de unos minutos y al ver mi estado casi moribundo, se fueron y me dejaron en paz, yo apenas podía levantar me y caminar por sí sólo, pero me sentía nuevamente amenazado y indefenso porque me hacían recordar mi pasado, sin embargo puedo acabar con eso. Llegué como pude a mi casa, mi madre vio mi aspecto y me preguntó —¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Quién te hizo esto? —estaba tan preocupada por mi aspecto, al parecer me dejaron muy mal.

Yo simplemente lloré con todas mis fuerzas, no quería responder sus preguntas pero tenia que hacerlo, estaba en un momento que estaba completamente vulnerable hacia las personas que me quisieran hacer daño. —me golpearon, no estoy bien y los que me hicieron esto son compañeros de la escuela —respondí. —tratando de calmarme

—¿les hiciste algo? —me preguntó nuevamente. —esta vez no había hecho nada malo

—no, nada —conteste. —solo quería seguir llorando, realmente les había molestado que Anaís era mi amiga pero no tiene nada de malo

—bien... Ve a limpiarte y cambia te esa ropa —indicó mi madre. —por suerte mi mama había entendido que no había hecho nada, ya que ni siquiera tenía mis nudillos rotos.

Subí hacia mi cuarto, y la voz me preguntó —recordaste a tu hermano con esa paliza ¿verdad? —le agradaba recordar viejos tiempos

—Sí pero hay algo diferente —dije. — mientras me ponía una camiseta

—¿Qué cosa? —volvió a preguntarme la voz. —por suerte estaba en modo amable

—esta vez no es mi hermano —respondí. —ahora ya sabía que había escogido muy bien a mi siguiente victima

—bueno ahora que harás, porque supongo que no te agrada que te golpeen y se salgan con la suya —menciono la voz. —estaba dispuesto a ayudarme a conseguir mi objetivo

—por ahora nada, sólo esperaré al momento indicado y en ese instante sabrá que nunca debió hacerme daño —dije. —mientras tenia una sonrisa psicópata en mi cara...

Y que la venganza, comience.

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