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Capítulo 1: Que Comience el Juego

Ubicación: Reino del Norte, Ciudad invernal, Bosque de los Dioses.

Año: 295 d. C.

Jonothor Stark I

El principe heredero camino languidamente por el bosque de los dioses. Un lugar tétrico, sombrío e inospito perfecto para una reunión secreta. Los árboles crugian con el viento, las hojas se levantaban por voluntad propia y las ramitas se quebraban sobre su imponente figura.

Tras unos minutos de andar por el bosque llegó a la zona más profunda del lugar donde sus hermanos ya lo esperaban. Miró a cada uno de ellos con suma atención: Robb era fornido como buen norteño, cabello negro cuervo, ojos castaños y piel aceituna ligeramente, su rostro era tosco pero inusualmente agradable y delicado. Sansa era una belleza en toda regla, razgos aristocráticos angulosos, cabello negro azabache con hondas platinadas, ojos indigo y pese a sus trece años ya se perfilaba como una belleza con un cuerpo esculpido por los propios dioses. Arya, la más salvaje de todos era una belleza sin igual aunque ella misma no era consciente de ello el noventa y nueve por ciento de las veces, con ojos grises del color del acero, figura delgada, cabellos castaños sedosos, rostro angelical y huesos elegantes hechos para bailar. Finalmente Brandon era un picaro, sus ojos brillaban tanto con poder como con complicidad en un intenso indigo oscuro, pese a sus ocho años ya era más sabio que la mayoria de los mas ancianos, razgos fuertes que prometían una apariencoa regia en el futuro pero de igual forma suavizados por la etérea belleza valirya.

— Hermanos — Jonothor saludó a sus hermanos. Robb estaba sentado en las raíces de un anciano, Sansa frente a él de espaldas a Jon, Arya se posicionada tres pasos detrás de Robb funcionando de escudo jurado y Bran retosaba en las armas de uno de los arcianos. Todos vestían ropa de sirviente para poder escabullirse sin problemas.

— Y hasta que apareces — Robb se burló con un resoplico, sus rasgos se enduraron y realizó una mueca.

— El heredero siempre debe estar bajo mayor escrutinio — Sansa recordó amablemente.

— Y con la muerte del tío Brandon ya se está viendo a mi futura prometida — Jonothor explico con calma.

— ¿Quien es la afortunada? — Arya resopló molesta. Jon formó una pequeña sonrisa en dirección a su hermana menor.

— Se han planteado tres propuestas, la primera es Alys Karkstark, la otra es Val Wolf y la última es Margaery Tyrell — los cinco hermanos hicieron muecas ante el último nombre, era bien sabido de las ambiciones sureñas del abuelo Rickard y estaba desesperado por alianzas matrimoniales al sur del cuello.

— ¿Y el tío Brandon? — Arya pregunto, sus rostros era controlado y sin emociones.

— Los sanadores creen que no pasará de la noche — Jon explico con calma — y tal parece que el abuelo tampoco lo lograra.

— Bueno, sus muertes eran de esperarse. Creyeron que podían derrotar a los sureños sin los magos, dragones, gigantes y niños del bosque, y si bien eran grandes peleadores ellos no estuvieron exentos de heridas — Sansa hablo con tono práctico.

Jon pensó en su abuelo y su tío, el primero recibió algunas heridas durante la batalla de las campanas y por catorce años ha estado agonizando en una lenta muerte, su tío es lo mismo pero mas serio pues el recibió tres flechas en sus pulmones y si bien pudo sanarse se le prohibió realizar actividades extenuantes.

Ahora el abuelo ya estaba en la curva final de su vida y el tío agonizaba por su imprudente intento de volver a realizar los ejercicios de entrenamiento estándar del ejército.

— Al menos fuiste nombrado heredero del tío, no quisiera otra refriega Stark en nuestra historia — Jon estubo de acuerdo, una segunda refriega no sería bonito para nadie. Jon recuerda las historias, durante el reinado de Ragnar primero hace dos mil años todos sus hijos fruto de las relaciones del rey con diversas mujeres intentaron reclamar el trono cuando no hubo un heredero claro (su único hijo lejitimo era un niño de ocho años) como resultado el norte tuvo su propia guerra de sucesión que concluyó con todos los pretendientes matándose en una gran refriega donde 17 de los 18 participantes murieron y el último en pie falleció una semana después por las heridas. Para Jon esa historia no es tan dramática como la Danza de los Dragones pero en todo caso es más Sangrienta que la caída de los Hightower.

— Al menos podemos decir que las acciones del abuelo y el tío nos han servido muy bien — Bran susurro desde su rama, todos se giraron a verlo y el niño se encogio de hombros — terner a Rhaenys y Daenerys como rehenes de por si mantendría a Dorne a raya, las tierras de los ríos no haran nada en nuestra contra por miedo a represalias como las sufridas durante la rebelión de Robert, las tierras del oeste se estan ahogando en deudas que contrageron en un intento de mitigar el daño causado por el norte durante en baile y el Dominio tiene un fuerte resentimiento con nosotros por saquear sus graneros y quemar la Ciudadela cuando el linaje Hightower fue borrado por completo.

— ¿Y aún sabiendo eso el abuelo quiere comprometer a Jon con una Tyrell? — Arya gruñó molesta.

— ¿Qué sabes Bran? — Sansa pregunto a su hermano.

— Beilish se está preparando para matar al príncipe Tommen, esa acción hará que acusen al norte de hacerlo... La guerra es inevitable contra el sur — el respondió con un susurro pensativo, apenas era audible su voz.

— ¿Cuánto tenemos? — Robb preguntó.

— Dos años y medio, Beilish quiere fomentar la violencia del príncipe Joffrey y que el pueblo se encariñé con el príncipe Tommen...

— Haciendo que estén más dispuestos a ir a la guerra — Sansa termino por él. Bran asintió.

Jon pensó por unos segundos, por más furiosos que estén los reinos del sur ninguno de ellos se atrevería a ir en contra de las defensas del norte. Puedes que los crean meros salvajes pero sabían que en una guerra de defensa el norte es invencible, por tanto, Beilish requiere que el norte descienda al sur una vez más. Cómo si leyera su mente Bran respondió de inmediato.

— Meñique quiere causar una guerra contra Las Ciudades Libres, Meeren, Yunkai y Astapor — Bran suspiro molesto — cree que si nuestros ejercitos estan fuera del norte una invasion anfivia es posible de llevar a cabo.

— Eso si sería molesto y no está del todo mal — Arya gruñó, solo para sonreír repentinamente — es una lastima que no tengamos dragones, gigantes, niños del bosque y hechiceros valirios y de invierno para proteger nuestras costas.

Todos rieron, de cualquier forma el norte ganaría una guerra en dos frentes. Sansa hizo girar sus engranajes y encontró una solución a sus problemas.

— Podemos Hacer que una guerra en dos frentes se convierta en una de un solo frente — los hermanos de la chica se estremecieron, nada bueno auguraba la mirada aguda de Sansa — si Lady Margaery contrae matrimonio con el rey Jonothor Stark, los reinos del sur se verán forzados a invadir al Alcance debido a que es el reino de origen de la reina del norte.

— Y un reino fácil de atacar por sus carentes defensas naturales — Arya tenía un brillo maníaco en sus ojos.

— La posibilidad de apoderarse de la riqueza de la segunda familia más rica de Poniente es demaciado buena para que Tywin la deje pasar — Robb siguió su línea de pensamiento.

— Y así el norte se ve obligado a descender al sur arrasando las tierras de los ríos y el oeste que sin duda intentarán parar nuestro avance — Jon termino esa línea de pensamientos, si bien era un esquema preliminar de la guerra los hermanos sabían que llegó el momento de subyugar a los reinos del sur que por mucho tiempo han actuado como perros sin correa.

— Por más de ocho mil años hemos hecho prosperar el norte, nos hemos preparado para este momento — Sansa also cinco copas con sangre de arcianos en ellas, se las entrego a sus hermanos para brindar — hoy uniremos a Poniente... Mañana acabaremos con Los Otros.

Los hermanos brindaron pensado en sus cien vidas al servicio del norte y las cien vidas más que vivirían.

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Ubicación: Reino del Alcance, Highgarden.

Año: 295 d. C.

Margaery Tyrell I

Mientras Lady Margaery bordaba una rosa dorada en su pañuelo más nuevo, tarareaba una de sus canciones favoritas. Sus damas de compañía revoloteaban por la sala hermosamente decorada buscando hilo, agujas o compartiendo los chismes más recientes.

— ¿Mi señora? — Margaery miro a su dama de compañía Rylla Oakheart, ella era una cosita dulce de quince años que tenía su cabeza en las nubes con pensamientos de honor, caballeros de brillante armadura y príncipes galantes.

— Si Rylla — Margaery le dedicó una encantadora sonrisa.

— Me temo que mi padre me a escrito está mañana — Rylla suspiro y sus ojos almendrados eran de un profundo sufrimiento — el me convoca de regreso a Roble Viejo, mi prometido espera mi llegada.

Margaery la miro con ojos ojos abiertos no esperando está bomba, en sus tres años juntas Rylla ha sido una gran amiga suya.

— Lord Mace ha consertado un matrimonio con ser Donnel Fossoway, el heredero de Nuevo Barril — Margaery vio la tristeza de la chica mayor al verse obligada a dejar Highgarden, por otro lado la única hija Tyrell entrecerró ligeramente los ojos al darse cuenta que su padre no le informo que una de sus damas de compañia se casaba, algo en su expresión debió alterar a Lady Rylla que añadio rapidamente — solo queria ser yo quien le informara personalmente mi Señora.

— No hay problema Rylla, me alegro por tí. Me aseguraré de estar en tu boda amiga mía — Margaery le dió una sonrisa llorosa y apretó sus manos tiernamente.

Lamentablemente el momento se terminó cuando todas las demás mujeres presentes chillaron de emoción y rodearon a Lady Rylla y se desmayaron a su alrededor. Es en ese estado que un sirviente los encontró, vestía el uniforme de la casa Tyrell: un jubon simple sobre una camisa blanca con mangas en forma de rosas, pantalones color caqui y zapatos de cuero rápidos ligeramente. Margaery sabía que era un sirviente de alto rango de la casa, pero su nombre el era indiferente a ella.

— Mi Señora, Lord Tyrell la llama a su solar — el hizo una reverencia ante ella para después hacer lo mismo por sus damas de compañia que le sonreían encantadas y arrullaban sus modales. Margaery debía dárselo al sirviente por mantener su profesionalismo incluso con tantas doncellas molestas revoloteando a su alrededor como mosquitos de la cosecha.

— Por supuesto — ella se levantó con una sonrisa y camino rumbo al solar de su padre, vagamente era consiente que el sirviente la seguía pero no dejo que eso la molestará el tipo posiblemente recibió órdenes de su padre de escoltarla o más probablemente de su abuela.

Por el camino admiro la decoración de Highgarden, desde pinturas que pertenecieron a lo Gardenner hasta obsequios de otras casas del Alcance o pinturas creadas por Tyrells en el pasado. Cada pintura era flanqueada por un florero finamente elaborado con las mejores rosas de los jardines del castillo.

Al llegar al solar unas puertas dobles de roble talladas, decoradas con color café claro y muchas incrustaciones de plata que formaban la rosa Tyrell. Eran resguardadas por dos guardias a cada lado, vestían la armadura tradicional y una capa verde colgando de sus espaldas. El sirviente se adelantó y los guardias le permitieron el paso a ambos.

En el interior del solar Lord Mace Tyrell se sentaba ojeando una carta con ojos brillantes y codiciosos. Margaery sintió un revoltijo en sus entrañas al verlo, cuando su padre tenia esa expresión no significaba nada bueno. El Lord gordo tenía finas prendas, un espeso bigote canoso y un sonrojo casi permanete en su rostro.

— Lady Tyrell, Lord Tyrell — el sirviente se inclinó ante Mace y una mujer a la que Margaery no había notado hasta que es sirviente se inclinó ante ella. Lady Olleana llevaba un vestido tradicional de seda de Lyss en verde y dorado, sus ojos brillaban con inteligencia ya veinte pasos por delante de otros jugadores, sus arrugas le daban un aire indulgente que hacía que la subestimaran y sus rasgos hablaban de una belleza que el tiempo a marchitado.

— Margaery, que gusto que hayas llegado hija — el padre de Margaery despidió al sirviente con un gesto y este se alejo con un rápido "mi Señor, mis Señoras". El Lord de Highgarden salió de su escritorio y abrazo a su hija mientras las puertas se cerraban

— Es bueno verte padre — ella siguio el juego.

— Oh, por el amor de los dioses, Mace gran patán dale la noticia — parecía que la abuela no estaba dispuesta a las formalidades. Margaery sonrió recatadamente y su padre se sonrojo avergonzado.

— Por supuesto, por supuesto — el hombre asintió frenéticamente y la grasa en su rostro se tambaleo — hace unos momentos llego una carta.

El le entregó a Margaery el pergamino y está le dió una rápida mirada:

A Lord Mace Tyrell, Señor de Highgarden y Guardian del Sur

Espero está carta la reciba en condiciones favorables.

Es mi privilegio acercarme a su persona con la petición de suma trascendencia para nuestras casas. Solicito humildemente la mano de su hija Lady Margaery Tyrell en matrimonio.

Sin esperar que está carta le desagrade, ansio su respuesta.

Atentamente:

Jonothor Stark, Gran Magnar de invierno y Rey en el Norte.

Margaery miro atónita la carta, sus manos temblaban de emoción y su mente deambulaba en las nubes completamente aturdida.

'Yo... Reina en el Norte' su mente apenas conectaba pensamientos coherentes.

— Si, si, muy bonito — Lady Olleana masculló molesta ante la cara de su nieta — ahora hay que discutir con toda la familia el mejor curso de acción.

— No hay mucho que discutir — Margaery murmuró consternada una vez que recupero su ingenió — si rechazamos está oferta nos humillaremos ante todos los nobles, nuestra relación con el norte ya es inestable en el mejor de los casos y el actual rey no ha hecho ningun intento de mantener una buena relación con sus homologos del norte. Hoy en día solo Dorne tiene conección con el imperio a través de las princesas Raenhys y Daenerys Targaryen... El rey Robert solo quiere una guerra y lamentablemente nosotros somos los únicos que en la actualidad somos razón de su odio por permanecer leales al los Targaryen durante su Rebelion.

— Lo aceptaré de...

— Yo redactare la carta — Olleana gruñó molesta, ella llegó a la misma conclusión que su nieta. Los Stark los pusieron entre la espada y la pared.

Rápidamente Olleana se sentó en la silla de su padre y empezó a redactar la carta en cuestion, sin decir su contenido la selló con el sello del Señor y llamó a uno de los guardias.

— Que lo envíen a Invernalia y asegúrate que se envíe — ella regreso a su nieta con cansancio — he abierto conversaciones para un acuerdo, no obtendremos mucho de eso pero debemos regatear lo más posible o nos humillaremos de todas formas.

La anciana fulminó con la mirada a su hijo y rápidamente se marcho arrastrando a su nieta con ella.

— Esto es malo, nuestros abanderados no se tomarán bien la noticia — Olleana se lamentó una vez en el jardín personal de la anciana, un hermoso lugar donde crecían hermosas flores de todos los colores y de formas tan variadas y hermosas que causaban suspiros en quienes podían verlo — no es que vayan a verbalizar sus quejas, puede que odien al norte pero le temen mucho más.

Margaery asintió dejándola hablar, según relatos de los guardias mayores, durante la Rebelion de Robert los ejércitos del Alcance cercaron Stormend, sin embargo cuando la noticia de que el ejercito del norte viajaba a romper el asedio el Alcance no pudo empacar lo suficientemente rápido.

— Y eso es el otro asunto — Olleana ahora paseaba por el jardín, eso le aterraba a Margaery, su abuela nunca paseaba — cuando aceptemos estarás detrás del ejército más poderoso del continente y posiblemente del mundo entero.

— De cualquier forma debo empezar a prepararme — Margaery sonrió alentadora — le pediré al maestro todos los libros que hablen del norte.

— Oh mi dulce niña — Olleana suspiro — ¿Una Tyrell como reina en el norte?, ciertamente puedo morir en paz.

— No diga tonterías abuela — Margaery dió una risita nerviosa.

— Crece fuerte querida, Crece fuerte — fue toda su respuesta.

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