365 Extra 17: AV (2/2) [+18]

"Te ves diferente" - dijo Kurama al notar como Koyuki estaba usando ropa normal, cosa que lo sorprendió porque durante los últimos días ella había estado usando todo tipo de ropa extraña.

"Es que luego de pensarlo unos cuantos minutos, me hizo ver que estaba actuando como alguien que no era yo" - respondió Koyuki mientras suspiraba y se sentaba al lado del hombre de cabello blanco.

Kurama levantó una ceja, pero no dijo nada para interrumpir a la mujer.

"Primero que nada, me gustaría disculparme por mis acciones" - dijo Koyuki mientras suspiraba nuevamente. Ella rápidamente tomó el acta de matrimonio y la rompió en miles de pedazos, cosa que sorprendió aún más a Kurama porque no esperaba que la mujer reaccionara de esta forma.

"Me gustaría que empezáramos nuevamente desde cero, solo que esta vez sin presiones" - dijo Koyuki mientras miraba al hombre de cabello blanco directamente a los ojos.

"No tengo problema" - asintió Kurama mientras le indicaba a la mujer que lo siguiera.

Koyuki asintió con debilidad mientras pensaba que esta sería su última oportunidad para poder cumplir con su cometido. Si las cosas no terminaban como ella deseaba, entonces ella se rendiría, después de todo, no siempre las cosas saldrán como uno desea, sin contar que su orgullo como mujer no le permitiría ser rechazada muchas más veces.

"¿Vamos?" - preguntó Kurama mientras extendía su mano hacia la mujer.

"Ok" - asintió Koyuki mientras la tomaba con preocupación, aunque rápidamente se calmó.

* * * * *

Irónicamente, los dos disfrutaron de esta última cita.

Koyuki se comportó como siempre actuaba con los demás mientras Kurama estaba sorprendido de ver a la verdadera líder de Haru no Kuni.

Los dos estuvieron hablando sobre múltiples temas, desde política hasta situaciones de la vida.

Cuando los dos terminaron la cena, los dos volvieron a la Mansión Uzumaki y se retiraron a sus aposentos sin decir nada más.

Koyuki estaba un poco nerviosa porque no sabía si había dado una buena última impresión, aunque luego de hablar un poco más con el albino, se calmó un poco.

"Si quieres, mañana podemos salir de nuevo" - respondió Kurama con una sonrisa.

"¡Por supuesto!" - exclamó Koyuki con emoción porque era primera vez que el hombre de cabello blanco le pedía una cita.

Los días continuaron pasando y la relación de los dos continuó avanzando.

Ahora los dos eran como buenos amigos, saliendo y disfrutando de su tiempo de descanso luego del trabajo.

Las demás chicas del clan Uzumaki estaba dándole todo el apoyo posible a Koyuki, aunque ella se negó cortésmente a sus consejos porque había decidido que continuaría actuando como ella era en verdad.

Kushina asintió con una sonrisa ante esto mientras continuaba hablando con Koyuki.

* * *

"Todavía no me dices tu sueño" - dijo Kurama mientras los dos estaban reunidos nuevamente en uno de los restaurantes de Uzu.

"Mi sueño ya se cumplió" - respondió Koyuki con una feliz sonrisa - "Mi sueño era ver a mi tierra natal cubierta en flores"

Haru no Kuni, antiguamente conocida como Yuki no Kuni, era como si antiguo nombre demostraba, una tierra donde todos los paisajes estaban cubiertos por nieve.

Koyuki desde niña había escuchado historias la tierra de las flores que estaba escondida en Yuki no Kuni y ella creció deseando compartir esta felicidad con los demás, y ahora, luego de más de 16 años, ella había logrado su sueño.

"Ya veo, es bueno escucharlo" - asintió Kurama mientras se sorprendía de como no había escuchado nada de esto antes a pesar de que su clon estuvo un buen tiempo al lado de la mujer que tenía delante de él - "¿Pero hay algo que desees en estos momentos?"

"Veamos" - Koyuki se puso a pensar unos segundos, solo para sentir como sus mejillas se enrojecían ligeramente - "Bueno, hay algo, aunque es un poco radical"

"¿Oh?" - Kurama miró a la mujer con curiosidad mientras esperaba que continuara.

"Puede que pienses que soy una pervertida, pero me gustaría que mi primera vez fuera gravada para poder verla en el futuro" - respondió Koyuki con el rostro rojo.

"O sea, quieres que tu primera vez sea una porno?" - preguntó Kurama mientras levantaba una ceja en sorpresa. Él no se esperó esta respuesta en lo más mínimo.

"No es una porno porque ese video sería algo que solo yo podría ver" - respondió Koyuki mientras movía sus manos erráticamente.

Kurama solo sonrió con diversión cuando vio esto, solo para negar con la cabeza.

* * *

"¡¿Estás hablando en serio?!" - exclamó Koyuki mientras abría la boca con sorpresa.

Habían pasado dos semanas desde que Kurama y Koyuki habían cenado, y ella había revelado su deseo.

"Claro, tengo que admitir que eres una mujer maravillosa" - asintió Kurama con calma mientras le daba una sonrisa. Él había disfrutado de su creciente relación con la mujer que estaba frente a él.

La relación entre Kurama y Koyuki, se sentía diferente a la de las demás, aunque esto no significaba que fuera menos importante.

"¡Gracias! ¡Gracias!" - exclamó Koyuki mientras abrazaba al hombre de cabello blanco y le daba un apasionado beso. Ella no podía contener las lágrimas que corrían por sus mejillas mientras sentía como su corazón latía con fuerza.

Koyuki por fin había logrado su objetivo, aunque ahora no se sentía tan importante.

"¡Felicidades!" - exclamó Kushina mientras aparecía en el lugar.

"¿Qué haces aquí, Kushi-chan?" - preguntó Kurama mientras levantaba una ceja.

"Secreto de mujer" - respondió Kushina mientras le daba un guiño a su esposo - "Como sea, creo que es un buen momento para que den el último paso"

Kurama y Koyuki se miraron entre ellos mientras la mujer se sonrojaba como un tomate.

"¿Estás segura?" - preguntó Kurama mientras miraba a la mujer.

"He querido hacer esto contigo desde hace un buen tiempo" - respondió Koyuki mientras miraba al hombre.

Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de asentir y tomar a la mujer de la cintura, solo para desaparecer del lugar.

"Y se fueron sin despedirse" - murmuró Kushina mientras negaba con la cabeza.

* * *

Kurama y Koyuki llegaron rápidamente a la habitación del albino, solo para desnudarse sin pensarlo dos veces. Él tenía que admitir que a pesar de no tener un cuerpo tan promiscuo como el de Tsunade, este tenía las curvas precisas para acompañar su belleza.

No hubo necesidad de juegos previos, Koyuki estaba lista para poder aceptar todo de su amado de cabello blanco.

"¿Segura?" - preguntó Kurama con escepticismo, solo para notar como ella asentía - "Ok"

Koyuki soltó un agudo gemido de placer y dolor cuando sintió como su intimidad era invadida poco a poco, solo para gritar cuando su última barrera había sido destrozada. Una pequeña lágrima corrió por su mejillas mientras apretaba los dientes para resistir el agudo dolor de haber perdido su virginidad.

Kurama se quedó quieto mientras esperaba que la mujer se acostumbrara a la sensación de su miembro en su interior, solo para apretar con delicadeza sus pechos.

"¡Ah ~!" - Koyuki soltó un pequeño gemido al sentir las cálidas manos de su amante sobre sus pechos, solo para gemir con incomodidad cuando vio como él lentamente empezaba sus movimientos.

Koyuki estaba experimentando placer y dolor por partes iguales, aunque poco a poco empezó a sentir como el dolor desaparecía.

Los movimientos empezaron lentos, pero progresivamente eran cada vez más rápidos.

Los gemidos de la mujer cada vez se hicieron más frecuentes con el pasar de los minutos, hasta que ella ya no sintió más dolor.

Kurama era un experto en el tema y ella por fin lo estaba experimentando. Él rápidamente tomó a la mujer de la cintura y empezó a aumentar la velocidad de sus estocadas mientras los gemidos de Koyuki eran cada vez más agudos.

"¡Kami-sama ~!" - Koyuki no pudo contenerse más. Ella estaba prácticamente rebotando en la masculinidad de Kurama mientras sentía como el pene de su pareja llegaba cada vez más cerca de su útero - "¡Estás cada vez más cerca de mi cámara de bebés ~!"

Kurama sonrió cuando vio la expresión de éxtasis de la mujer, solo para sacar una cámara de su sello personal y empezar a gravar las expresiones de la mujer.

Koyuki se avergonzó ante esto, pero rápidamente esa vergüenza se transformó en placer. El sentir como la cámara estaba gravando cada una de sus lujuriosas expresiones, estaba haciendo que su deseo sexual aumentara drásticamente.

"¡Diosa, eres genial, Kurama-kun ~!" - gimió Koyuki mientras se lamía los labios.

Kurama sonrió cuando vio como su pareja estaba actuando tan naturalmente como una prostituta, aunque tenía que admitir que él también se estaba excitando mientras grababa a su amante. Él podía sentir como la mujer estaba apretando cada vez más su pene con sus paredes vaginales.

"¡Mierda, Koyuki, estás apretándome tan rico!" - exclamó Kurama mientras sentía la calidez de la vagina de Koyuki rodeando su masculinidad.

"¡Es bueno que los dos lo estemos disfrutando ~!" - exclamó Koyuki mientras soltaba un agudo gemido.

Kurama le dio una firme estocada que hizo que la mujer no pudiera hacer otra cosa que arquear su espalda en éxtasis mientras su gemido resonaba en la habitación.

"Me encanta esa expresión, pero creo que es tiempo de que terminemos con esto" - dijo Kurama mientras notaba como la expresión de su pareja cambiaba a una de placer absoluto.

"¡Kurama! ¡Kurama! ¡Kurama ~!" - Koyuki solo podía repetir el nombre de su amante mientras los dos estaban cada vez más cerca de su clímax.

Kurama rápidamente creó un clon y le entregó la cámara para que gravara el clímax final mientras el original le daba una última estocada a la mujer.

"¡Ah ~!" - Koyuki solo pudo gemir en respuesta mientras sentía como el cálido semen de Kurama invadía su interior, solo para hacer el signo de paz ante la cámara.

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