5 Capitulo 4: ¡Academia Ninja! Bueno...Casi...

Era un hermoso día en Konohakagure no Sato, sus calles estaban llenas de transeúntes que se saludaban entre ellos.

Parejas tomadas de la mano paseaban alrededor de los locales comerciales.

A las afueras de la aldea, se veía como se acercaban 3 siluetas.

El primero era un joven que parecía tener 10 años, cabello color naranja rojizo, guapo y con músculos bien definidos. Él estaba vistiendo un kimono naranja con tema de zorros dorados, detrás de él lo seguían dos hermosas mujeres, una tenia el cabello rojo, aura madura que solo aumentaba la sensualidad que su ropa común, no podía ocultar, mientras que la otra tenía cabello morado peinado en una cola de caballo. La mujer tenía una mirada juguetona pero seductora en su rostro y estaba usando un abrigo marrón, el cual cubría un traje de mallas que pareciera no poder contener sus curvas, finalizando en una minifalda anaranjada.

Estos no eran otros que el trío que venía desde Uzu.

Naruto tenía su verdadera apariencia cubierta con un Henge no Jutsu (Jutsu de Transformación).

Los dos guardias que protegían las puertas de Konoha, no podían parar de observar a las dos bellas mujeres. Ellos solo pudieron reaccionar cuando los visitantes estaban a solo metros de su posición.

"¡Motivos para entrar a Konoha! - dijo uno de ellos mientras intentaba ocultar su mirada lujuriosa, aunque no paso desapercibida.

Las dos mujeres fruncieron el ceño cuando notaron como las devoraban con la mirada, pero resistieron porque necesitaban pasar, pero ellas no contaron con que el joven Uzumaki se enfureciera.

Naruto no pudo resistir más, así que liberó un aura asesina mientras les decía con una voz que pareciera venir desde el mismo infierno - "Será mejor controlen sus hormonas, o les juro que la próxima vez que los vea, voy a cortar lo que tienen entre las piernas y se los voy a meter por donde no llega el sol"

Los guardias lo tomaron como broma, pero cuando notaron la mirada fría del chico, sintieron un gran terror.

"¿Ara~? ¿Foxy-kun, estás celoso~?" - dijo la mujer de pelo morado, que por su tono se notaba que esta feliz.

"¡Hmph!" - Kurama solo soltó un bufido pero no le respondió.

"Tranquila Anko-chan~ Sabes que Naru-chan se preocupa por ti, es solo que él es un Tsundere~" - dijo la pelirroja con una sonrisa en la cara.

Anko saltó a abrazar a un Naruto que volteaba a otra dirección para no mostrar su rostro tan rojo como el cabello de su madre.

"¡K-Kaasan!" - Naruto solo podía darle una mirada de rencor a su madre quien reía felizmente mientras él solo podía maldecir en voz baja.

"¿M-Motivo de su v-vi-visita?" - preguntó el guardia que pudo articulas algunas palabras después que el aura de Naruto desapareciera.

"Mi nombre es Kushina Uzumaki y he vuelvo a la aldea para que mi hijo, Naruto Uzumaki pueda entrar a la Academia Ninja de Konoha" - respondió la pelirroja con calma - "Ella es Anko Mitarashi, kunoichi de Konoha y estudiante del Sannin traidor Orochimaru, ella se fue de la aldea conmigoy así poder entrenar para ser una mejor ninja para la aldea"

"Estamos muertos" - pensó el Guardia al darse cuenta que ellos habían estado mirando con lujuria a la Hananero Sangriento - "Si no es el mocoso, sera su madre la que nos mate"

"¡P-Perdón por la falta de respeto, Kushina-sama!" - dijo el segundo guardia con pavor - "Hokage-sama nos pidió que si usted volvía, le informáramos que fuera a verlo lo antes posible"

"¿El Sandaime o el Yondaime Hokage?" - pregunto la Uzumaki, aunque sabia de quien se trataba.

"Minato-sama" - le respondió el guardia con respeto.

"Muy bien" - asintió Kushina mientras cerraba los ojos - "Iré de inmediato"

"Aquí tienen sus pases, que tengan una buena estadía Kushina-sama" - le dijo el guardia.

Kushina no dijo nada más, solo caminó hacia el interior de la aldea en silencio junto a los otros dos.

"De la que nos salvamos" - pensaron todos los dos guardias.

. . .

Mientras los 3 caminaban hacia la mansión Hokage, podían sentir las miradas de la multitud.

Las mujeres veían a Naruto con un sonrojo en sus mejillas y se imaginaban como sería cuando creciera, causando una leve hemorragia nasal. En cambio los hombres devoraban con la mirada a las dos bellas mujeres, aunque más de un golpe se pudo escuchar en el lugar.

Ellos solo caminaban lo mas rápido posible porque al vivir solos por 8 años, se podía notar al molestia que tenían por todas esas miradas.

Al llegar a la mansión Hokage, los 3 se dirigieron directamente a su oficina, aunque dos de ellos no pudieron ocultar su sorpresa al ver a la secretaria.

Ella era Midori, la antigua enfermera que casi mató a Naruto cuando era bebé.

"¿Ara~? ¿Pero si no es Kushina y el Engendro?" - dijo Midori al darse cuenta de la llegada de los dos Uzumaki, para luego ver a Anko con una mirada lleva de desprecio - "¿Y no esta también la puta de la serpientes?"

Los 3 estaban furiosos, pero resistieron las ganas de ir a darle una buena lección.

"Escuché que el Yondaime-sama me llamó a su oficina cuando volviera" - dijo una indiferente Kushina.

"Si, Darling~ dio esa orden" - respondió Midori.

"¿D-Darling?! Ah, ya veo..." - dijo una Kushina llena de rabia y tristeza - "Minato fue el que te dijo que mataras a mi Soshi ¿No?"

"¿Ara~? Creo que no eres tan estúpida" - dijo Midori con un tono condescendiente.

"Si, Darling después de sellar al bastardo ese, me encontró llorando la perdida de mis seres queridos. Él me dijo que perdió a su hijo y que su esposa estaba bajo el control de la bestia que ahora poseía el cuerpo de su bebé. Hablamos por un tiempo y me consoló, poco a poco nos acercamos y una cosa llevó a la otra... terminamos teniendo sexo~" - dijo Midori con un gran rubor en sus mejillas -"¡Ah~! fue la mejor noche de mi vida~"

"¡Bastardos!" - Kushina no podía creer que su propio esposo, bueno ex-esposo la había engañado antes de salir de Konoha pero su ira crecía con cada palabra que decía la ahora orgullosa Midori.

"Siguiendo con nuestra charla..." - Midori continuó hablando como si no notara la furia de la pelirroja - "¿Quien hubiera pensado que lograrías detenerme?"

"Pero pensándolo en retrospectiva... fue un buen resultado" - Midori empezó a golpear levemente su labio con su dedo índice mientras continuaba hablando - "Tú te fuiste con el bastardo dejando a Darling solo..."

"Tuve el campo solo para dejar de ser la amante y volverme la esposa..." - Midori tenía una sonrisa en su rostro - "El cielo quiso que no fuera la numero 2 porque sin darme cuenta, había quedado embarazada"

"¡YA VASTA!" - dijo una voz llena de rabia que venía desde detrás de ellos.

Al voltear, todos miraron a un hombre de edad avanzada caminar hacia ellos.

"¿Hi-Hiruzen-sama?!" - dijo una temblorosa Midori.

Ella sabia que su amorío con Minato era conocido por todos.

A los civiles no les importaba lo que hiciera su héroe, pero los clanes ninjas no podían resistir el asco que sentían, pero por respeto al Sandaime, no decían nada.

"Mira jovencita..." - dijo el Sandaime - "Lo que hagas con Minato, no me importa..."

"Pero... ¡NO VOY A PERMITIR QUE INSULTES A LOS HÉROES QUE SALVARON A NUESTRA ALDEA!" - Hiruzen estaba iracundo. Él no podía comprender como la persona que trataba como su hijo, había hecho esta atrocidad, ni como termino con una mujer tan desquiciada como ella.

Los clanes ninjas le habían pedido a Hiruzen que tomara el cargo de Hokage una vez más porque no podían aguantar la acción de Minato, pero el Daimyo de Fuego declinó el pedido.

Como noble, él tenía mas de un amante así que no le veía el problema a la situación del Yondaime.

Al escuchar la decisión, los clanes solo pudieron aceptar a regañadientes.

Hiruzen solo podía ver la mujer que trataba como su hija llorar.

Kushina sabia que en estos 8 años Minato tendría una nueva familia, pero ella nunca pudo imaginarse que lo hiciera antes que ella saliera de Konoha.

"Hi-Hiruzen-sama.... me gustaría que me siguiera a la oficina del Hokage para pedir permiso de que Naruto entre a la academia y para comprar alguna propiedad en donde vivir" - Dijo una Kushina que aún le brotaban lagrimas de los ojos.

"Por supuesto Kushina-ch..." - Hiruzen no pudo terminar de hablar cuando sintió un aura devastadora.

Era como si estuviera en el mismo infierno.

Odio, ira, desesperación, innumerables emociones negativas estaban presentes en la atmósfera.

Él solo pudo voltear y ver a un joven Naruto en su verdadera forma. Orejas de Zorro salían sobre su cabeza, sus ojos de diferente color brillaban con maldad, su cabello naranja rojizo empezaba a desafiar la gravedad, las marcas de bigotes que habían desaparecido de su rostro estaban de regreso pero esta vez mas marcadas, sus colmillos crecieron, sus manos empezaron a tomar forma de garras y 3 colas salían de su parte baja.

Naruto no podía contener su ira, su aura maligna crecía con cada paso que daba hacia la temblorosa Midori.

"No me importa si me atacas a mi... - dijo Naruto mientras avanzaba - "Pero... ¡¿QUIEN TE DIO EL DERECHO DE LASTIMAR A MIS SERES QUERIDOS?!"

Al decir esas palabras su aura exploto, su ira era tan grande que todos los clanes del Konoha la sintieron.

Minato quien estaba en su oficina observando la situación, tenia una mirada seria al ver como lloraba Kushina.

Él estaba a punto de salir, pero esa aura familiar lo detuvo.

La furia invadió su mente mientras sentía como fuera de su oficina estaba el aura que tanto odiaba, pero algo se sentía diferente.

Él recordó las palabras que le dijo Kushina cuando intento matar al bebé zorro, pero sacudió su cabeza para dejar esas ideas a un lado.

Minato sintió que el aura estaba dirigida a su ahora esposa Midori.

"No voy a perder a familia en tus manos, de nuevo" - murmuró Minato mientras se levantaba de su silla y caminaba hacia la puerta. Al salir, vio a un ahora transformado Naruto caminando hacia Midori y sintió que el tenía la razón.

Naruto volteo a verlo unos segundos y luego siguió caminando hacia Midori.

Minato pudo ver el desdén en los ojos de diferente color de Naruto, lo que hizo que sintiera aún más rabia.

"RASENGAN!" - Minato sin pensar se lanzo contra Naruto.

"¡NARUTOOOOOOOO!" - gritaron Kushina, Anko y Hiruzen al ver como de un momento a otro Minato apareció frente al joven kitsune.

El Rasengan hizo contacto dejando a un orgulloso Minato lleno de satisfacción, pero duró poco porque notó como el objetivo de su ataque, ahora no era otra cosa que un tronco.

"Una replica siempre sera una replica..." - dijo una voz sin emoción detrás de Minato - "Déjame demostrarte el verdadero poder del original"

Naruto le dio una patada al Yondaime, haciendo que él saliera disparado del edificio. El Rubio dio media vuelta en el aire para poder usar un árbol como freno y llegar al suelo sin problemas, pero la voz de Naruto una vez más se escucho detrás de él.

"C-Como es que..." - Minato no pudo continuar porque escucho algo que le hielo la sangre.

"Bijuudama..." - Naruto dijo con voz monótona mientras concentraba chakra en su mano como si fuera un Rasengan, pero a diferencia del de su 'padre', este era morado, con un tono más oscuro mientras más se acercaba a su núcleo en el centro.

Minato no podía hacer nada para defenderse. Él quería usar el Hiraishin no Jutsu (Jutsu del dios del trueno volador), pero por algún motivo, algo lo estaba frenando.

"Nos vemos Yondaime-sama.... espero que no nos veamos en un buen tiempo" - dijo Naruto mientras la Bijuudama impactaba en Minato.

*BAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANG*

* * * * * * [Mientras tanto en la mansión Hokage] * * * * *

Hiruzen, Kushina y Anko solo podían observar la explosión sin saber que estaba pasando.

"Hiruzen-sama, sera mejor que llamen a los ninjas médicos para revisar a Yondaime-sama" - dijo un Naruto que aun tenia sus orejas visibles, pero ahora solo tenia una cola. Se podía ver por su complexión pálida que estaba a punto de desmayarse por el cansancio.

"¡HIRUZEN-SAMA!¡ES TIEMPO!¡APROVECHE Y MATE A ESE DEMONIO!¡ÉL ATACO AL YONDAIME-SAMA DE LA ALDEA!" - ordenó una histérica Midori, como si Hiruzen fuera uno de sus sirvientes.

Ella sabía que si el demonio se recuperaba, iría tras de ella.

Kushina no podía aguantar más, ella estaba a punto de correr hacia la perra que tenia en frente para poder torturarla lentamente y disponer de ella luego de terminar pero fue detenida por Hiruzen.

Hiruzen miró atentamente a Midori y le dijo - "¿Sabes? Había venido con malas noticias para ustedes.."

"Los clanes ninjas de Konoha ya no pueden aguantar más a Minato y sus misiones de búsqueda de Naruto para poder matarlo..." - Kushina estaba sorprendida de nuevo, al punto que ya no sabía si las cosas podían ser peor con su ex-esposo.

"El Daimyo por fin nos dio la autorización para hacer que Minato deje su puesto de Hokage" - Hiruzen no estaba contento con la situación actual, pero no podía hacer nada para impedirlo.

Midori no podía creer las noticias que le daba el viejo Hokage.

Su cómoda vida estaba desapareciendo y todo por culpa del demonio frente a ella.

"¡TODO ES TU CULPA MALDITO DEMONIO!" - Midori no pudo soportar tanta presión. Ella estaba perdiendo todo y no quería admitir que ellos tenían la culpa. Su mente estaba nublada por la desesperación, así arremetió contra el joven zorro que estaba tan débil que no podía moverse. Ella corrió a la máxima velocidad posible, pero antes que pudiera llegar al joven kitsune, ella fue noqueada por Anko.

Hiruzen solo suspiró mientras negaba con la cabeza, para luego voltear a ver a Kushina quien tenía a un cansado Naruto entre sus brazos. El Sandaime ahora estaba seguro que él no era el demonio zorro de nueve colas.

"Anbus, lleven a Minato al hospital..." - Hiruzen les dijo a los Anbus que habían llegado por el sonido de la explosión - "Díganle a los médicos que sellen sus Tenketsu porque puede que cuando reciba la noticia de que ya no es Hokage, no lo tome bien y se vuelva un Nukenin(Ninja Renegado)"

Luego miro a Midori y continuo - "Llévenla a ella también y hagan lo mismo que a Minato, cuando terminen díganle a Menma Namikaze que sus padres están heridos"

"¡Hai!" - Los Anbus respondieron y marcharon rápidamente.

"*Sigh~* Estoy muy viejo para todo esto.." - dijo Hiruzen con un tono decrépito, para luego voltear a Kushina - "¡Ahem! Bueno, con respecto a tu petición Kushina-chan, considerarla aprobada"

Al terminar de hablar se puso a caminar hacia la oficina del Hokage, para luego recordar - "Bienvenida de nuevo a casa, Kushina-chan"

"Gracias Hiru... Viejo" - respondió la pelirroja mientras le devolvía la sonrisa con lagrimas en los ojos.

El Sandaime soltó una carcajada al escuchar como lo llamaba la Uzumaki, para luego mirar a Anko con una cara de triste - "Lamento lo que esta aldea te hizo Anko..."

"Había escuchado lo que te pasaba, pero no pude hacer nada para ayudarte, es por eso" - Dijo Hiruzen mientras se inclinaba frente a Anko - "Lo siento"

"Hokage-sama, no se preocupe" - dijo Anko con una media sonrisa - "Puede que haya sufrido aquí, pero gracias a eso pude conocer a Kushina-san y Foxy-kun~"

"Estos 8 años fueron los más felices de mi vida" - continuó la mujer de cabello morado - "Nada podría ser mejor que esto"

Hiruzen al escuchar lo que dijo Anko por fin pudo sacar un peso de su corazón. Él solo pudo darle una mirada de afecto a Anko y decirle - "No sabes cuanto me alivia escucharte decir esto"

"Kushina-chan, mañana mismo puedes venir a buscar tus papeles, la academia empieza en una semana" - dijo el Viejo Hokage mientras miraba a la pelirroja y luego le dijo al joven zorro - "Tú no tienes que preocuparte de tu apariencia, estarás en la clase de los destacados y herederos de los clanes ninjas, y estos ya saben sobre tu situación"

"Y tú, Anko Mitarashi, tendrás algunas peleas con ninjas de rango Jonin para saber tu nivel y si todo sale bien, estarás haciendo misiones de rango B-A" - dicho eso, el Sandaime entró a su nueva(?) oficina.

Kushina estaba tan feliz que solo pudo preguntarle al Sandaime con un grito - "¡VIEJO!¡¿POR QUÉ NO USAS KAGE BUNSHIN NO JUTSU (Jutsu clones de sombra) PARA HACER EL TRABAJO?!"

Los segundos se hicieron minutos y el silencio se mantuvo hasta que se escucho un grito.

"¡LA RESPUESTA ESTUVO CONMIGO TODO ESTE TIEMPO $"!&/%$(/(&!"#"°@!" - los Gritos del Sandaime se escucharon en toda Konoha, al punto de que los niños le preguntaban a sus madres que era un $%&/#.

Kushina y Anko solo podían reír mientras escuchaban los gritos de Hiruzen a la distancia con un Naruto durmiente en sus brazos.

Esos fueron los eventos que marcaron el inicio de sus vidas en Konohakagure no Sato.

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