40 Capitulo 35: ¿Y si me Acompañas a Practicar "Taijutsu"?

Kurama estaba volviendo a casa luego de entregarle el cadáver de Asuma a Hiruzen para que pudiera darle un entierro digno. Por muy bastardo que haya sido, él merecía que fuera despedido por su familia.

El joven pelirrojo tenía una expresión neutral en su rostro pero por dentro tenía una culpa que podía retener. Él lamentaba que le haya quitado su único hijo vivo a Biwako, quien a diferencia de Hiruzen, si los había tratado como una familia, en especial a Kushina. Ella de vez en cuando se pasaba por la residencia Uzumaki para poder ver como está y de paso se quedaba a cenar para que pudieran seguir conversando.

Kurama estaba agradecido de que la esposa del Hokage viniera a su casa para poder hacer que Kushina hiciera algo más que hacer los quehaceres. ya que ella no salía mucho y cuando lo hacía, siempre iba donde Mikoto a tomar el té.

Lentamente el pelirrojo caminó en silencio mientras miraba el cielo azul.

"¿Kurama-kun?" - pero se sorprendió cuando escuchó una voz que no había escuchado en mucho tiempo - "¿Mikoto-chan?"

". . ." - Mikoto lo vio en silencio mientras el pelirrojo no sabía que decir. Él había llegado a Konoha hace unos cuantos días pero él no había ido a hablar con la matriarca Uchiha en todo este momento. No podían culparlo, él había estado ocupado con todos los asuntos que salieron de la nada. Primero, fue la noche de pasión con Kushina y luego el problema de Kurenai.

"Mikoto-chan, lamento no haberte ido a ver pero..." - dijo Kurama pero fue interrumpido por la pelinegra - "No continúes... Kushina me dijo todo lo que había sucedido cuando fui a verla ayer en la noche... lamento todo lo que le pasó a Kurenai-chan... ella no merecía nada de lo que sucedió..."

". . ." - Kurama solo pudo soltar un suspiro de alivio cuando escuchó que ella no estaba enojada - "Aún así lamento no haber podido verte..."

"Solo tienes que compensármelo" - sonrió Mikoto mientras se acercaba al chico de forma normal ya que estaban en medio de una calle transitada - "Kushina me dijo lo que hicieron~"

Kurama solo tragó saliva cuando escuchó esto porque podía sentir como el aura de Mikoto cambiaba a una de color rosa con un ligero tinte rojo. Eso solo significaba una cosa, que ella estaba empezando a excitarse.

"¿Sabes, Kurama-kun? Estaba pensando que no sería mala idea que te ayudara a entrenar" - sonrió Mikoto mientras se le acercaba al rubio con prudencia - "Puede que no lo sepas, pero yo era una de las kunoichi más fuertes de Konoha junto a Kushina y dos amigas más"

Kurama solo tragó aún más duro cuando escuchó las palabras de la mujer porque era obvio el significado que quería trasmitir.

"¿Qué dices?¿Te gustaría practicar 'Taijutsu' conmigo?" - dijo Mikoto con un ligero tono coqueto.

Kurama se mordió el labio pero aún así asintió.

"¡Excelente!" - exclamó Mikoto - "Pero primero será mejor que vayamos a tu casa... estoy segura de que Kushina-chan y Kurenai-chan tienen que estar preocupadas por ti"

"Vamos" - asintió el pelirrojo mientras los dos caminaron hacia su hogar.

* * * * * *

Luego de 15 minutos, los dos llegaron a la Residencia Uzumaki y Kurama rápidamente entró - "¡He regresado!"

"¡Kuro-chan!" - gritó Kushina mientras corría en su dirección y como había dicho Mikoto, ella estaba preocupada por el joven de cabello rojo.

Anko había llegado antes y les había contado lo que había sucedido pero Kushina estaba preocupada porque Kurama había ido a entregarle el cadáver a Hiruzen. Si el viejo Sandaime dejaba que sus emociones nublaran su juicio, una batalla sería inevitable y con ello, la destrucción de gran parte de Konoha, pero eso no era lo que le preocupaba, sino que Kurama sufriera graves heridas no solo por los ataques de Hiruzen sino de toda la aldea. Kushina estaba comprendía que si Kurama peleara con todo, no solo se lastimaría por entrar en estado "Berserk", sino que también sufriría por los ataques de las cabeza de clan.

"Hola Kushina-chan~" - dijo Mikoto mientras tomaba el brazo del chico.

"¿Mikoto-chan?" - Kushina estaba sorprendida porque no pensó que vería a su mejor amiga tan pronto.

"¿Cómo está Kurenai-chan?" - preguntó la matriarca Uchiha con preocupación. Si bien ella sabía sobre la situación, no sabía el estado actual de la estudiante de su amiga.

"Ella sigue durmiendo y no se ha despertado por culpa de las pesadillas" - respondió Kushina con una mirada preocupada - "Solo espero que se mantenga así..."

"Mejor vayamos a ver si ya despertó" - suspiró el joven pelirrojo para luego darle una mirada a Mikoto - "Luego hablaremos sobre lo que quieres"

"No tengo problema con ello" - respondió Mikoto con calma. Ella sabía cuando tenía que actuar de forma seria y cuando ser coqueta.

"¿De qué estaban hablando?" - preguntó Kushina con curiosidad.

"¿Recuerdas lo que me contaste ayer?" - preguntó Mikoto con una media sonrisa.

"¡Oh~!" - Kushina solo asintió cuando comprendió lo que trataba de decir - "Ok, no tengo problema con ello"

"Serías una hipócrita si lo tuvieras" - respondió Mikoto mientras le soltaba un bufido - "Tú ya lo hiciste con él más de una vez y ahora le toca a las demás"

"Lo sé..." - suspiró Kushina mientras recordaba que compartir no era solo por la felicidad de los involucrados, sino también porque ella no podría con todo el "poder" que tenía Kurama cuando estaban en la intimidad.

"Pero hablemos sobre como fue... ¿en verdad era así de salvaje?" - preguntó Mikoto con un ligero sonrojo.

"Salvaje es decir poco... él es un monstruo..." - respondió Kushina - "La primera vez que lo hicimos, sentí que mi cadera se descolocó..."

"Wow..." - Mikoto solo podía imaginar como sería su primera vez con el chico y ahora estaba expectante.

"Solo te advierto que no muerdas más de lo que puedes masticar" - dijo Kushina con seriedad.

"Tranquila, no planeo quedar inválida" - respondió Mikoto mientras le giraba los ojos.

* * * * *

Kurama estaba frente a la habitación que le habían asignado a Kurenai y pudo sentir como la mujer no solo estaba despierta, sino que estaba asustada por no saber donde estaba. Lentamente abrió la puerta y la miró con suavidad.

Kurenai estaba sorprendida de verlo y comprendió que estaba en la casa de los Uzumaki - "Kurama-kun..."

"Tranquila, Kurenai-san" - sonrió el pelirrojo - "Estás a salvo"

"¡Kurama-kun!" - gritó la kunoichi de ojos rojos mientras salvaba a abrazarlo con lágrimas en los ojos, pero cuando iba a hacerlo, se detuvo porque sentía miedo.

Kurama pudo sentir el pavor que la mujer estaba trasmitiendo y una sonrisa triste apareció en su rostro - "Sabía que esto pasaría..."

Era obvio que Kurenai todavía no podía con el trauma de haber sido casi violada. Puede que ella sea una kunoichi pero eso no quitaba que todavía fuera una mujer.

"Yo... lo siento..." - dijo Kurenai entre llantos. Ella quería acercarse y abrazarlo para que supiera que todo estaba bien pero el miedo que sentía en estos momentos no paraba.

"Creo que mejor dejas que nosotras nos encarguemos" - dijo Kushina mientra entraba a la habitación - "En estos momentos lo que ella necesita es calmarse"

". . ." - Kurama solo asintió mientras le daba una mirada a la mujer de ojos rojos - "Como dije, ahora estás a salvo... Asuma ya no podrá lastimarte"

"Tú..." - murmuró Kurenai al comprender que había pasado - "Lo siento..."

"No te preocupes" - negó el pelirrojo mientras salía de la habitación.

Kurenai solo podía verlo partir mientras su corazón empezaba a dolerle. Ella estaba asustada del hombre que la salvó.

"Tranquila, Kurenai-chan" - dijo Kushina mientras ponía su mano en el hombro de su estudiante - "Todo estará volverá a ser como antes cuando menos lo esperes"

"Gracias..." - murmuró Kurenai mientras abrazaba a su maestra.

"Creo que será mejor que mandemos un clon donde Hiruzen-sama para que permita que Kurenai esté en rehabilitación" - dijo Mikoto con seriedad - "Es lo único que podemos hacer ahora porque estoy segura de que ella no podrá hacer misiones con shinobis masculinos, al menos no en su situación actual"

"Lo haré de inmediato" - dijo Kushina mientras creaba un Kage Bunshin y lo mandaba donde el Hokage.

"Creo que es tiempo de que vaya a 'entrenar' con Kurama-kun" - dijo Mikoto mientras miraba a Kushina - "Por favor cuídala"

"Ella es mi estudiante, es obvio que lo haré" - Kushina solo le giró los ojos - Mejor ve, estoy segura de que Kuro-chan te está esperando"

"Nos vemos luego" - dicho eso, la matriarca Uchiha salió de la habitación.

"Ella..." - murmuró Kurenai con sorpresa al escuchar el tono de la mujer Uchiha.

"Estoy segura que te diste cuenta y sí, ella es una de las chicas que está con Kuro-chan en el CRA junto a Anko y yo" - dijo Kushina con una sonrisa.

"¡¿Usted?!" - exclamó Kurenai con sorpresa. Ella no podía creer que su maestra, la mujer que tanto respetaba, estuviera en una relación incestuosa con su propio hijo.

"Te explicaré los detalles mientras tomamos un poco de té, estoy segura de que con eso podrás calmarte un poco más" - sonrió la pelirroja mientras le indicaba que la siguiera.

Kurenai se quedó en silencio pero asintió, tal vez con esto ella podría por fin dejar sus recuerdos fatídicos a un lado.

* * * * *

Kurama en estos momentos estaba sentado fuera de la casa.

"¿Qué estás pensando?" - preguntó Mikoto cuando lo encontró mirando hacia el cielo.

"Duele que una persona importante para mi me miré con miedo..." - respondió el pelirrojo con pesar - "Se que el miedo no va dirigido hacia mi pero eso no cambia el hecho de que ella me teme"

"Ella necesita tiempo" - dijo Mikoto mientras se sentaba a su lado.

"Lo sé" - murmuró el pelirrojo.

"¿Qué tal si vamos a caminar un poco para que despejes tu mente?" - preguntó Mikoto con una sonrisa.

"Ok" - asintió Kurama mientras se levantaba y le daba la mano a la mujer Uchiha para ayudarle a pararse

"Gracias" - sonrió Mikoto mientras daba un pequeño salto y usaba un Henge para transformarse en una versión un más joven de si misma - "Así no habrá problema con que alguien nos vea"

Kurama solo negó con la cabeza, para él no era necesario que la bella mujer se ocultara en una ilusión.

"Sé lo que piensas" - dijo Mikoto. Ella estaba feliz de que el pelirrojo quisiera anunciar su relación pero ella estaba consciente de que todavía no era el momento para hacerlo.

"Vamos" - dijo Kurama mientras nuevamente negaba con la cabeza.

* * * * *

Los dos caminaron por Konoha por dos hora mientras revisaban las diferentes tiendas. Kurama tenía que admitir que comprar era algo que todas las mujeres disfrutaban.

"¿Qué te parece este?" - preguntó Mikoto mientras tomaba un vestido de una pieza de color negro azabache - "¿Crees que me queda bien?"

El vestido que había tomado era del mismo color de su cabello y contrastaba con su delicada piel tan blanca como la seda - "Te queda perfecto"

"Gracias~" - sonrió la mujer mientras le daba un beso en la mejilla - "Este ha sido un maravilloso día"

"Etto... señorita..." - dijo una vendedora - "No creo que esa ropa le quede..."

"Tranquila" - sonrió Mikoto. Ella no estaba molesta por las palabras de la mujer ya que no le estaba diciendo gorda, sino que no le quedaría porque sus curvas eran "pequeñas" para la prenda que tenía en sus manos - "La estoy comprando porque la usaré mientras crezco"

". . ." - la vendedora solo guardó silencio, después de todo, ella ganaba por comisión.

* * * * *

La pareja continuó caminando a través de las transitadas calles de Konoha hasta que Mikoto no pudo resistir más y encaminó al pelirrojo hacia uno de los campos de entrenamientos que casi siempre estaba vacío.

"Es hora de nuestra primera clase~" - dijo Mikoto mientras desactivaba su Henge y volvía a mostrar su sexy cuerdo de mujer madura. Kurama tenía que admitir que aunque la Mikoto joven se veía tierna, él prefería el aura sexy que desprendía la Mikoto mayor.

"Creo que alguien está animado~" - ronroneó la matriarca Uchiha al sentir la mirada que le estaba dando el chico - "Pero todavía estamos en un lugar donde nos pueden ver así que será mejor que nos adentremos un poco más en el bosque"

"Tengo el lugar perfecto" - dijo Kurama con una sonrisa - "Conozco un río que está cerca de este lugar"

"¿Sabes? Siempre quise hacerlo bajo el agua" - dijo Mikoto con una sonrisa seductora mientras lo tomaba de la mano y lo encaminaba hacia dentro del bosque para que por fin pudieran iniciar su primera sesión de placer - "Creo que este día no puede mejorar si es que cumplo una de mis fantasías~"

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