28 Capitulo 26: Instinto Salvaje (+18)

"¡Te estoy esperando, Kuro-chan!" - se escuchó la voz de la pelirroja desde el segundo piso mientras él caminaba sin saber hacia donde. Kurama soltó un suspiro mientras continuaba con su caminata hacia su destino.

". . ." - Kurama se quedó pensando unos segundos los posibles escenarios, siendo uno el más probable - "No es como si estuviera perdiendo algo pero siento que esto es muy apresurado..."

Él había comprendido lo que se sucedería dentro de poco.

"¡Apúrate, Kuro-chan~!" - se escuchó nuevamente a la pelirroja.

Kurama inconscientemente aumentó la velocidad de sus pasos. Cada vez estaba más cerca de su destino pero al mismo tiempo sus instintos se hacían incontrolables. La respiración de el pelirrojo se estaba volviendo irregular mientras sentía el aroma seductor de la bella mujer.

"¡Vamos, Kuro-chan~!" - La voz de Kushina nuevamente lo llamó. Su tono seductor no ayuda a su autocontrol que ya en si era bajo en estos momentos.

Kurama a duras penas podía controlar sus erráticas emociones. Las sensaciones que sentía en estos momentos no podían compararse a la vez que tuvo ese momento íntimo con Mikoto y no ayudaba que mientras más cerca estaba de Kushina, mayor era el nivel de excitación que sentía. Era como si la mujer lo estuviera llamando con su sexy aroma. Lentamente se acercó a la puerta mientras sentía como su corazón quería escapar de su pecho. Poco a poco su mano avanzó hacia el picaporte de la puerta, abriéndola.

"¡Por fin llegas, Kuro-chan~!" - dijo Kushina con una sonrisa.

Kurama no pudo contenerse más cuando vio como Kushina estaba vestida. Ella solo estaba usando un babydoll rojo como su cabello. Este era casi transparente dejando ver sus grandes pechos mientras que su intimidad aun estaba cubierta por una pequeña pieza de genero.

Kushina estaba feliz al ver que todas sus preparaciones habían sido un éxito. Ella podía sentir como la mirada de su pareja la estaba devorando poco a poco.

"¿Te gusta lo que vez, Kuro-chan~?" - dijo la pelirroja mientras se acercaba al joven Uzumaki moviendo su cadera de la forma más sensual posible.

"¿Sin palabras, Kuro-chan~?" - continuó Kushina con una sonrisa mientras caminaba seductoramente alrededor del joven.

". . ." - Kurama estaba tratando de resistir el impulso de asaltarla.

"¿Por qué te contienes, Kuro-chan~?" - preguntó Kushina mientras lo abrazaba con cuidado. Ella podía sentir como la respiración del joven era cada vez más acelerada.

"Yo..." - murmuró el joven mientras le daba una mirada a la mujer.

"Solo deja que tus instintos sean libres" - dijo la bella mujer pelirroja mientras se lamía los labios. Como antigua Jinchuriki del Kyubi no Yoko, ella también tenía ciertos instintos animales y unos mejores sentidos que una persona normal. Ella podía sentir la bestia que sería Kurama si se dejaba llevar - "Estuve pensando todo este tiempo que tú estuviste fuera de Konoha... y ya se que es lo que te quiero pedir~"

Kurama solo tragó saliva mientras miraba a la sexy pelirroja.

"Lo que yo deseo... es que demos el siguiente paso~" - sonrió Kushina - "Quiero sentir que todo este miedo y preocupación que siento en estos momentos... desaparezca. Quiero tomar mi merecido lugar como la mujer más importante de tu vida..."

"Ya lo eres" - respondió el joven Uzumaki mientras le daba una mirada seria.

"Pero no es suficiente..." - respondió Kushina con seriedad mientras acariciaba la mejilla del chico - "¿Sabes Kuro-chan? Soy una mujer un tanto posesiva. Cuando quiero algo, lo tomo, y si no puedo poseerlo completamente, entonces intento tomar lo que más pueda"

"Siempre ha sido así... es solo que nunca lo había demostrado porque no había necesidad" - continuó la pelirroja - "Pero ahora no tengo otra alternativa que compartirte... algo que sinceramente nunca pensé que sucedería"

Kurama estaba sintiendo como su sangre hervía al sentir los duros pezones de la mujer en su espalda.

"Mikoto me ganó al tener tu primera situación sexual pero eso va a cambiar ahora" - sonrió Kushina mientras le daba un beso en el cuello al joven - "Voy a tomar tu primera vez, así como el primer lugar en tu corazón~"

"Sabes que siempre serás la persona más importante de mi vida" - respondió Kurama con la poca cordura que le quedaba.

"Lo se..." - sonrió Kushina - "Pero voy a dejarlo claro, Kuro-chan~"

"Tú eres mío..." - continuó la pelirroja con un tono ligeramente obsesivo - "Y yo... soy tuya..."

Kurama no pudo resistir más las incitaciones de la mujer. Él sentía que Kushina era una perfecta pareja para su 'manada', así que la tomó y la besó con fiereza. Kushina se sorprendió por unos segundos pero rápidamente le devolvió en beso con más intensidad.

"Espero que no te arrepientas de esto..." - murmuró Kurama mientras le daba una mirada salvaje a la mujer - "Porque no creo poder contenerme más..."

"Nunca lo haría" - dijo Kushina mientras volvía a besarlo - "Incluso si la gente se entere de esta relación 'incestuosa' y me ataque, seguiría sin arrepentirme... no me importa si ellos se enteran de tu identidad y me llaman Zorra Demonio, Perra u otros denigrantes... yo nunca me arrepentiría de lo que estamos a punto de hacer"

"No dejaré que eso suceda" - dijo Kurama mientras sus ojos brillaban ligeramente. Él la tomó en sus brazos de forma nupcial y caminó hacia la cama.

"Lo sé..." - dijo Kushina mientras rodeaba sus brazos alrededor del cuello del pelirrojo.

Los dos no demoraron en llegar y Kurama con cuidado la recostó sobre la cama mientras tenía vista completa de la maravillosa figura de su amada pelirroja - "Eres hermosa..."

"Una mujer se vuelve mucho más bella cuando está enamorada" - dijo Kushina mientras le daba un pequeño piquito. Ella estaba sintiendo como su temperatura corporal estaba subiendo. Habían pasado años desde la última vez que había tenido relaciones sexuales y podía sentir como su intimidad estaba expectante por la invasión de su amado pelirrojo - "¡Por favor Kuro-chan!¡Te necesito!"

Kurama asintió a sus palabras.

Él empezó a observar minuciosamente cada centímetro de su amada pelirroja.

Primero, fue su cara sonrojada junto a esos hermosos ojos que en estos momentos estaban nublados por la lujuria. Luego pasó por sus pechos, eran grandes redondos y suaves, sus deliciosos pezones rozados se alzaban con orgullo mientras le decían que los atacaran. Continuó con su estomago, lo miró maravillado mientras un sudor seductor lo recorría mientras finalizar en su intimidad. La tela que la cubría ya estaba empapada, sin lugar a duda estaba preparada para ir directo al acto. Él podía sentir la mirada expectante de Kushina así que le dio una pequeña sonrisa - "Todo tu cuerpo es hermoso, Kushi-chan..."

"¡Por favor, Kuro-chan!" - dijo Kushina mientras lo miraba con pasión.

Kurama se inclinó para darle un ultimo beso antes de ponerse en posición - "Aquí voy Kushi-chan..."

Al terminar de hablar, él se quitó completamente su yukata y liberó su masculinidad, dejando emocionada a Kushina que solo pudo pensar una sola cosa - "¡Es más grande que el de Minato~!"

"¿Estas lista Kushi-chan?" - Dijo el pelirrojo mientras ponía su pene en la entrada de su feminidad de la mujer. Ella solo asintió mientras él invadía su interior.

"¡Hyaaan~!" - Kushina no pudo aguantar gemir cuando Kurama invadió su indefenso territorio - "¡No puede ser!¡Se que a pasado bastante tiempo pero como me pude correr tan rápido!"

Kurama empezó lento aunque estaba pensando seriamente en acelerar. La estrechez de Kushina lo estaba derrotando y si él no contraatacaba, se correría muy rápido.

Los melodiosos gemidos de Kushina empezaron a llenar la habitación y Kurama estaba aguantando las ganas de pintar el interior de la pelirroja con su color pero lo resistía porque quería darle mayor placer a su pareja.

Kushina empezó a sentir cada vez más placer - "¡Más rápido!¡ Más rápido, Kuro-chan!"

"¡Haz un desastre de mi!" - gimió la pelirroja con cada estocada que le daba - "¡Déjame sentir ser mujer una vez más y hazme olvidar todo lo anterior para que no pueda vivir sin ti!

Kurama complació a la pelirroja y la tomó de la cintura mientras aceleraba - "¡Si~!¡Justo ahí~! ¡Oooooohhhh~ Kami~!"

En estos momentos, esos hermosos gemidos de Kushina eran la paga de todo su esfuerzo. Él estaba usando toda su concentración para no dejar que el placer ganara.

Luego de 30 minutos, Kushina estaba en su límite. Ella ya no podía aguantar más las embestidas del pelirrojo - "¡Hyaaaa~!¡Kuro-chan~!"

"¡No puedo resistir más!" - gimió Kushina - "¡Estoy en mi limite~!¡Me voy a correr~!"

"¡K-Kushi-chan!" - gimió Kurama mientras aumentaba la velocidad de sus embestidas - "¡Yo también me voy a correr!"

"¡Córrete dentro de mi!" - gimió Kushina mientras soltaba un suspiro - "¡Lléname Kuro-chan!"

"¡Lléname como si quisieras dejarme embarazada!" - gritó Kushina mientras sentía como llegaba al zenit de su orgasmo - "¡Quita todo rastro de mi pasado y hazme entender que yo solo seré tuya!"

Kushina puso sus piernas alrededor de las caderas de Kurama dejando a entender que solo podía hacerlo en su interior, luego rodeo con sus manos el cuello del pelirrojo como si quisiera que su orgasmo los uniera más.

Kurama aceleró más y más mientras los gemidos de la pelirroja también aumentaban de volumen - "¡Ya no aguanto más Kushi-chan!¡Me voy a correr!"

"¡Yo también Kuro-chan!¡Corrámonos juntos! - dijo Kushina mientras lo agarraba con más fuerza.

El placer ya había pasado el limite pero lo estaban resistiendo como si no quisieran perder.

"¡Me corro!" - dijeron los dos pelirrojos mientras Kurama liberaba toda su carga en el interior de Kushina. Kushina no pudo resistir el placer de sentirse llenada por su amado así que se corrió una vez más - "¡Sigues corriéndote dentr ode mi~!"

"¡Kushi-chan!" - Kurama soltó un gemido de placer al sentir las convulsiones del interior de Kushina.

"¡Por fin somos uno, Kuro-chan!" - dijo Kushina mientras respiraba agitadamente.

"Si Kushi-chan, por fin eres mía y solo mía" - dijo Kurama mientras la abrazaba cariñosamente.

"Pero aún no terminamos, ¿no?" - dijo Kushina con una mirada pícara.

"¡Ni creas que con solo eso podrás calmar a un Uzumaki!" - dijo Kurama mientras le quitaba el babydoll a la mujer - "Pero un descanso no estaría tan mal"

"¡Hmph~! Te lo permito solo por que es tu primera vez" - dijo Kushina con enojo falso.

"Muchas Gracias, mi princesa..." - dijo mientras la abrazaba.

* * * * *

Luego de 15 minutos, Kurama estaba listo para el Round 2 - "Ya estoy listo pero esta vez quiero hacerlo de otra forma..."

"¿Cómo?" - preguntó la pelirroja que tenía en sus brazos.

"Mi instinto animal me dice que te pongas en cuatro, así que te pido que levantes ese hermoso y redondo trasero tuyo..." - Dijo el pelirrojo con mirada lujuriosa.

"¿Así?" - dijo Kushina mientras levantaba su trasero y se ponía en cuatro con las manos en la cama.

"¡Perfecto!" - dijo Kurama mientras insertaba nuevamente su miembro en las profundidades de Kushina.

"¡Hyaan~!¡Está llegando más profundo que antes~!" - dijo la extasiada pelirroja mientras él aumentaba la velocidad.

"¡Te estás poniendo más apretada que antes!" - dijo Kurama mientras movía sus manos con destino a los pechos de su pareja.

Kushina empezó a gemir nuevamente - "¡Creo que podría hacerme adicta a esta posición~!"

* * * * *

Unas horas después, Kushina ya no podía aguantar más. Ella estaba sorprendida por las habilidades innatas de su pareja para el sexo mientras que el pelirrojo estaba pensando otras cosas - "¡Gracias Adaptabilidad!" (1)

"¡K-Kuro-chan! P-Por favor...¡Córrete~!¡No quiero ser la única~!" - dijo Kushina mientras movía sus caderas para llevar a su amado pelirrojo a su punto máximo de placer.

"¡N-No te preocupes Kushi-chan!¡Ya estoy a punto de correrme!" - dijo Kurama mientras aumentaba la velocidad.

"¡Hyan~!¡¿Por qué tan de repente?!" - gimió Kushina gracias al cambio de ritmo - "¡Hyan~!¡Espera~!¡Déjame recuperarme un poco~!"

Kushina estaba teniendo una gran cantidad de orgasmos pero no podía hacer nada para detenerlo. Kurama había encontrado su punto G y lo estaba rozando cada vez que podía.

"Lo siento Kushi-chan..." - dijo Kurama con seriedad - "¡Pero quiero que recuerdes esta noche por toda tu vida!"

"Lo siento Kushi-chan..." - dijo Kurama con seriedad - "¡Pero quiero que recuerdes esta noche por el resto de tu vida!"

"¡Aquí voy de nuevo!" - dijo Kurama mientra sus embestidas fueron más profundas - "¡Me Corro!"

"¡Hyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaannnnnnnnnnnnnnnnn~!" - Kushina gimió con todas sus fuerzas mientras sentía como la esencia de su amado la llenaba nuevamente.

"E-Este...es el orgasmo más grande.... ¡Que he tenido en mi vida~!" - gimió Kushina mientras empezaba a perder la consciencia - "Lo lograste Kuro-chan.... no creo poder vivir sin ti ahora..."

"¡Ku~!¡Me sigo corriendo!" - dijo Kurama mientras terminaba su eyaculación.

Kurama sacó su pene de la vagina de Kushina. Ella había caído dormida aunque aun así soltó un leve gemido cuando retiró su masculinidad de dentro de ella.

Él solo podía verla con una sonrisa en su cara mientras le acariciaba sus mejillas - "No tienes que forzarte Kushi-chan... sabes que estoy aquí para ti..."

"Fufufu~" - Kushina soltó una pequeña risa mientras sentía las caricias de su pareja.

Lentamente, Kurama levantó la mirada y observó alrededor de la habitación - "Menos mal que puso sellos de privacidad... después de todo, no quiero que el viejo vea el estado de Kushi-chan..."

"Kuro-chan~..." dijo entre sueños Kushina - "Fufufu~"

"Supongo que tiene buenos sueños" - dijo Kurama mientras se acostaba al lado de Kushina, para luego abrazarla y cubrirse junto a ella con la manta - "Buenas noches Kushi-chan"

Rápidamente tomó la manta y se cubrió junto a su amante.

"Nyu~" - Kushina dio suspiró y como si sintiera que él estaba a su lado, lo abrazó fuertemente - "Kuro-chan..."

* * * * *

Al otro día, los dos pelirrojos despertaron al mismo tiempo aunque Kushina aun no despertaba completamente - "*Yawn~* Buenos días, Kuro-chan~"

Kurama la vio con una sonrisa mientras acariciaba su cabellos - "Buenos días, Kushi-chan"

". . ." - Kushina luego de unos segundos recordó lo que hicieron ayer en la noche - "¡K-K-K-Kuro-chan!"

"¿Qué sucede, Kushi-chan?" - preguntó el pelirrojo.

"N-Nada... es solo que pensé que todo fue un hermoso sueño..." - dijo la pelirroja con una sonrisa Uzumaki en su cara. Kurama no pudo resistir lo hermosa que se veía su ahora amante así que le dio un beso en los labios.

"¡¿Q-Qué es lo que haces?!" - gritó la sonrojada Uzumaki cuando se separaron.

Kurama al ver como se puso, no supo que hacer a parte de reír - "Lo siento, no pude contenerme"

"N-No importa...ya es tarde y hay que hacer el desayuno..." - dijo Kushina y salió corriendo desnuda como si quisiera escapar de Kurama.

"¡Pero ponte algo de ropa!" - dijo Kurama desde dentro de la habitación.

"¡Kya! ¡L-Lo se!" - se escuchó la pelirroja un tanto avergonzada por olvidar algo tan importante.

Cuando se levantó, Kurama fue a ver a su hermosa prometida pero nuevamente quedó impactado.

Hoy estaba más hermosa que ayer, si es que eso fuera posible.

Ella tenía un nuevo brillo en su mirada que la hacía ver mas sexy, sus movimientos se veían más sensuales e incitadores. Si no fuera por que tenía que entrenar, ya la hubiera encerrado en la habitación para continuar lo que hicieron la noche anterior. Él todavía no podía comprender el motivo de porque actuó de esa forma ayer pero ya no le importaba. Unirse con Kushina era algo de lo cual nunca se arrepentiría, menos al ver lo feliz que la había hecho.

* * * * *

Luego de desayunar, Kurama se levantó y le dio un abrazo por la espalda - "Lamento no poder quedarme por más tiempo pero tengo que ir a entrenar porque según Ero Jiji los Exámenes Chunin están a la vuelta de la esquina"

"Solo prométeme que no harás nada estúpido o arriesgado" - dijo Kushina mientras le daba un pequeño beso. Ella no quería que la felicidad que recién había encontrado, se viera afectada. Ella estab asiendo egoísta y no lo negaría pero eran sus verdaderos sentimientos.

"Prometo no hacer nada estúpido" - asintió Kurama mientras ponía su cabeza en el hombro de la pelirroja.

"Por cierto" - dijo Kushina mientras se agitaba. Kurama se le quedó mirando con curiosidad porque la mujer estaba sonrojándose en gran medida - "¿Qué sucede Kushi-chan?"

"C-Como decirlo..." - murmuró Kushina con un vergüenza - "Siento que voy a tener que pedirle ayuda a Miko-chan en... bueno... tú sabes..."

"¿Por qué lo dices?" - preguntó Kurama con curiosidad.

"Con toda la energía que tuviste ayer, no creo poder aguantarte sola" - dijo la Kushina con vergüenza - "Y eso es decir bastante... recuerda que yo soy una Uzumaki..."

"!" - Kurama solo se sonrojó cuando escuchó esas palabras. Él rápidamente se separó de la pelirroja y tomó sus cosas - "¡Ahem!¡M-Mejor me voy a entrenar!"

Dicho eso, él salió corriendo a toda velocidad. Kushina solo podía verlo escapar con una sonrisa - "Supongo que tener una gran familia no suena tan mal... Fufufu~"

(1) El regalo que le dio 'dios'

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