18 Capitulo 16: Pandilla Delincuente A

Han pasado cuatro dos días desde que Kurama había hablado con las chicas sobre la opción de entrar en el CRA y ellas habían estado todo el tiempo con él. El joven pelirrojo ya estaba completamente recuperado y solo estaba esperando que le dieran de alta.

La vida de Kurama en el hospial había sido aburrida por decir poco. Él solo quería mover su cuerpo pero las enfermeras siempre lo detenían.

Durante este tiempo, Iruka vino y le informó sobre los resultados final de los exámenes y en que equipo estaría. Según el hombre con cicatriz en la nariz, los equipos ya conocieron a sus instructores Jonin y para sorpresa de nadie, los '9 Novatos' habían sido divididos entre ellos.

El equipo 7: Sasuke estaba con su novia Sakura y el idiota de Kiba. Este último estaba un poco incomodo ya que a veces estaba en medio de la pareja y su sensei era Kakashi Hatake. Ellos ya habían empezado a hacer misiones porque Kakashi ya tenía cocimiento total de sus habilidades y pensó que no era necesario enseñarles nada por el momento.

El equipo 10: Shikamaru estaba con Choji y Shino, aquí había armonía total. Shino no hablaba casi nada y Choji con Shikamaru estaban cada uno en su mundo, su Sensei era Asuma Sarutobi. En este equipo, el más feliz era Choji porque cada vez que terminaban una misión, Asuma los invitaba a comer algo.

Según Iruka, él estaba en el Equipo 8 junto a Hinata-chan e Ino-chan, su Sensei era Kurenai Yuhi.

Kurama comprendió de inmediato que las dos chicas estaban junto a él por arreglos del Hokage. Él sabía muy bien que en la aldea había una famosa combinación de clanes que siempre estaban juntos para ir a misiones. Entre ellos estaba el equipo Ino-Shika-Cho, un equipo formado por un Yamanaka, un Nara y un Akimichi, así que era una sorpresa ver que a él lo habían puesto con la heredera Yamanaka.

Pero lo que más lo sorprendió fue que su Sensei no era otra que Kurenjai Yuhi y no Yamato, quien supuestamente debería ser la mejor opción sabiendo que él puede usar el Elemento Mokuton.

Lo que él no sabía era que Yamato si iba a ser su Sensei pero Kurenai le pidió a Sarutobi que dejara que ella se encargara del pelirrojo. Hiruzen luego de pensarlo decidió aceptar la petición de la kunoichi de ojos rojos, después de todo, ella había entrenado con Kushina como lo habían hecho los tres Genin, así que habría una compresión desde el inicio.

"Espero que no vuelvas en mucho tiempo, Kurama-san" - dijo una enfermera que estaba viendo como el pelirrojo guardaba sus cosas porque hoy era el día donde por fin saldría del hospital - "No lo digo de mala manera, si no porque no creo que los demás pacientes puedan soportar otro... devate entre esas tres"

"Lamento eso" - suspiró el pelirrojo - "Solo digamos que ellas son... muy animadas..."

"Solo diles que se controlen" - negó la enfermera.

"Se los diré" - sonrió el pelirrojo - "Muchas gracias por cuidarme"

"Ni lo menciones" - sonrió la enfermera - "Ahora si me disculpa, tengo que seguir con mi trabajo"

Kurama lentamente salió de la habitación y caminó hacia la entrada, solo para ver como Hinata e Ino estaban esperándolo junto a Kushina y las demás.

"¡Kuro-kun/Kurama-kun!" - exclamaron las dos Genin mientras corrían a abrazarlo.

"Lamento haberlas preocupado" - sonrió el joven Uzumaki.

Las chicas solo vieron como los tres Genin del equipo 8 se abrazaban.

"¿Deberíamos informarles?" - preguntó Anko en voz baja.

"No creo que sea necesario" - negó Kushina - "Al menos no por el momento"

Mikoto solo asintió a las palabras de su amiga.

"Creo que ya fue suficiente" - dijo Mikoto mientras miraba a los jóvenes - "¡Kurama-kun!¡Ya reservamos el local de Teuchi-san para poder celebrar tu recuperación!"

Con este accidente, Kurama había comprendido que su insana regeneración tenía una pequeña debilidad y esa era que necesitaba una insana cantidad de comida - "¡Me estoy muriendo de hambre Dattebayo~!"

Kurama se sonrojó cuando escuchó lo que había dicho mientras las chicas solo soltaron una carcajada, en especial Kushina porque ella había pasado por algo similar en su juventud, aunque había veces donde todavía lo hacía.

"¿Ara~? Eso me trae recuerdos" - dijo Mikoto mientras le daba una mirada a su mejor amiga - "Cuando eramos jóvenes, cada vez que Kushina estaba muy emocionada, ella siempre soltaba un Dattebane~"

"¡¡¡U-Urusai!!!" - gritó Kushina mientras su rostro de ponía rojo.

* * * * * * * * * * *

Después de un tiempo, el grupo llego a Ichiraku y para su sorpresa, Ayame estaba esperándolos fuera de la puerta.

"Es bueno ver que estás bien, Otouto" - dijo la castaña mientras le daba un abrazo al joven pelirrojo.

"Es bueno verte también... Ayame Nee..." - dijo el chico mientras le devolvía el abrazo.

Flashback

Un día mientras comía en Ichiraku, un joven con apariencia típica de delincuente empezó a molestar a Ayame.

Teuchi ese día no estaba porque estaba viendo propiedades para mudarse y expandir el local.

Ayame estaba haciendo todo lo posible por intentar defender pero ella solo era una civil.

Naruto no aguanto más ver como la molestaban, así que se puso en frente del delincuente y le dio un puñetazo en la cara, dejándolo inconsciente. Cuando despertó, él dijo la típica frase estándar de un MOB 'Esto no se terminará así, espera a que vuelva' y salió corriendo. Al cabo de unos minutos, él había regresado con un grupo de 10 personas. Ellos empezaron a gritar hacia adentro del local cosas como 'entreguen al bastardo', 'sera mejor que vengas con nosotros a pasar una noche, si no quieres que destruyamos tu local, perra' o cosas por el estilo.

Ayame estaba temblando de miedo en el interior del puesto, ella estaba pensando seriamente en ir con ellos para que dejaran a su local tranquilo pero en especial a que no le hicieran daño a Naruto.(1)

Cuando ella estaba a punto de salir, una mano la agarro del hombro y la detuvo, cuando se volteó, pudo ver como unos ojos de diferente color la miraban diciendo "todo estará bien".

Naruto después de calmar a Ayame, salió donde estaban los delincuentes. Sin pensarlo se lanzó sobre ellos y en cuestión de segundos los dejó inconscientes.

Al ver que todo había terminado, Ayame se lanzó a llorar en los brazos de Naruto. Ella sentía que su vida podría haber terminado si esos delincuentes cumplían con su cometido, solo pensarlo la llenaba de desesperación.

Naruto devolvió el abrazo y dejo que soltara todos sus miedos sobre él.

* * * * *

Después de unos minutos, Ayame por fin se calmó un poco.

Ahora no solo sus ojos estaban rojos, sino toda su cara. La verguenza que tenía en estos momentos, impedía que mirara a los ojos al pelirrojo y ni siquiera podía agradecer a su salvador.

Naruto tomó la mano de Ayame y corrió junto a ella dentro del local de ramen.

"Gracias Naruto-kun..." - dijo Ayame con una pequeña sonrisa.

"De nada..." - respondió un Naruto.

"No, en serio gracias" - dijo Ayame con una sonrisa - "Normalmente en momentos así, Itachi es quien me viene a ayudar"

"¿Ho~?¿Estás viendo al hermano de Teme-chan?" - dijo Naruto con una sonrisa juguetona.

"¡N-No molestes a Onee-chan!" - dijo Ayame con la cara roja - "Y no es lo que piensas..."

"Él solo me salvó cuando un grupo similar a ellos vino a molestar" - dijo Ayame - "Ese día casi dejan en el hospital a Otou-san y fue Itachi quien me ayudó"

"Supongo que voy a tener que llamar a Itachi Onii-chan" - dijo Naruto mientras le daba un guiño a la castaña - "Pero hablando en serio, si necesitas ayuda con algo como esto, puedes preguntarle a tu Otouto"

Ayame le devolvió el abrazo y susurro - "Gracias..."

Desde ese día los dos se hicieron más unidos y cada vez que Teuchi tenía que salir, Ayame le avisaba con tiempo a Naruto para que él estuviera a su lado, el trauma de esa ocasión aún la atormentaba.

Fin del Flashback

Pasó media hora y gente empezó a llegar a la fiesta.

Eran pocos pero los necesarios para que el pelirrojo sintiera la preocupación de los presentes. Entre ellos estaban sus amigos del equipo 7,8,10, sus senseis y Hiruzen con su Anbu Neko.

Sasuke se sorprendió al ver a su madre al llegar. Él estaba confundido, así que le preguntó - "¡Kaasan!¿Cómo es que estas aquí?"

"Hola, Sa-chan" - sonrió Mikoto - "Solo estoy apoyando a mi vieja amiga"

Kushina solo le giró los ojos pero no dijo nada para delatarla.

Sasuke estaba avergonzado por como su madre le dijo. Sus amigos estaban muertos de la risa, en especial su compañero de equipo Kiba, que le dio unas palmadas en el hombro - "¡Buen trabajo, Sa-chan!¡Jajaja!"

El pelinegro sin pensarlo le dio un golpe en la cara, empezando una batalla entre los dos chicos del equipo 7. Sakura no demoró en intentar separarlos.

"Ugh... no creo poder mostrar mi rostro ante mis amigos..." - murmuró Sasuke mientras sentía como alguien ponía su mano sobre su hombro. Lentamente levantó la mirada y notó que era Sakura, la cual tenía el rostro completamente rojo - "No es tan malo, Sasuke-kun... Sa-chan suena como mi nombre..."

Sasuke se sonrojó aún más mientras escuchaba como la risa de los presentes se hacía cada vez más fuerte.

* * * * * *

"Supongo que ya es tiempo de irnos" - dijo Mikoto mientras miraba la hora.

"Pienso lo mismo" - suspiró el viejo Sandaime - "No creo que sea buena idea dejar a mis Kage Bunshin solos por mucho tiempo"

"Fue un gusto por fin conocer al hijo de Kushina Sensei" - dijo Kurenai con una sonrisa mientras miraba al joven - "Nos reuniremos mañana a las 10 AM para poder presentarnos correctamente e iniciar con nuestras misiones como equipo 8"

"Estaré ahí, Kurenai Sensei" - asintió el pelirrojo.

Asuma solo le dio una mirada al chico mientras abría la puerta pero cuando lo hizo, alguién le lanzó un golpe en el rostro. Él rápidamente esquivó el ataque pero parecía que el agresor no quería soltar a su presa.

"¡Tch! Deverías dejarte golpear" - dijo un hombre con cicatrices en su rostro.

". . ." - Asuma solo lo miró con el ceño fruncido.

"Mejor detente... no vinimos a pelear con extras... solo tenemos que tomar a la mujer para sacarle la información del bastardo que los encerró" - dijo un hombre de traje de negocios.

"No se podía esperar menos del jefe" - dijeron los maleantes.

"Ahora... ¿donde está?" - preguntó el homre mientras miraba alrededor - "Te encontré"

Ayame estaba temblando, los recuerdos de ese incidente empezaron a brotar nuevamente, todos los presentes vieron como la amable chica estaba al borde de la desesperación.

"¡Jefe!¡Mire cuantas bellezas hay aquí reunidas!" - exclamó uno de sus subordinados - "¡También está el bastardo pelirrojo que nos encerró!"

"¡Perfecto!¡Esto no podía ser mejor!" - exclamó el líder delincuente - "¡Ya saben que hacer chicos!"

"¡Hai, Jefe!" - exclamaron los maleantes.

"Tranquila Nee-san, esto terminará pronto" - sonrió el pelirrojo mientras miraba a los demás - "Por favor, permítanme sacar la basura"

Los demás solo asintieron en silencio.

"Recuerda dejarme algo para jugar~" - sonrió Anko con malicia.

"Cuanta con ello" - sonrió el pelirrojo de la misma forma.

"Jefe... creo que ella es Anko Mitarashi del IT..." - murmuró un subordinado.

". . ." - los delincuentes empezaron a temblar cuando pensaron en esa posibilidad.

"Jefe..." - murmuró otro.

"¡Ahora qué!" - gritó el líder.

"También está el Hokage..." - murmuró el maleante con el rostro completamente pálido.

". . ." - los miembos de la pandilla solo guardaron silencio mientras veían al viejo Sandaime que tenía una sonrisa en su rostro.

El Líder empezó a sudar frío, miró al Hokage y dijo - "¡H-Hokage-sama!¡Esto es un muy pequeño malentendido!"

Hiruzen no dijo nada, solo apuntó al pelirrojo que estaba tronando los dedos.

Luego de eso solo se pudieron escuchar los gritos de ayuda de la pandilla pero nadie hizo nada para ayudarlos. Cuando todo terminó, los hombres estaban semi-conscientes aunque adoloridos.

"Lamento que todo terminara así" - dijo Kurama a sus invitados - "No es la mejor forma de terminar una fiesta..."

"No te preocupes" - sonrió el Sandaime, para luego voltearse a mirar a Kushina - "Muchas gracias por la invitarme a pesar de lo que ha pasado últimamente"

"Es lo menos que podía hacer" - respondió la mujer pelirroja - "Sin contar que nos ayudaste con un pequeño problema que teníamos"

Los presentes menos Hiruzen no comprendían que era lo que trataba de decir pero al notar que era algo personal, decidieron no entrometerse.

"Nos vemos luego" - dijo Hiruzen mientras se retiraba junto a su Anbu. Los demás salieron uno detrás de otro luego de que el Hokage se retirara, dejando solo a Kushina, Anko, Kurama y los cocineros Ayame y Teuchi.

"Anko-chan ¿Te gustaría venir conmigo?" - dijo Kurama mientras miraba a la pelimorada - "Tengo unas técnicas que estoy seguro que te podrían interesar y ellos son buena fuente de practica..."

Anko solo sonrió como una niña que había recibido el regalo que quería - "¡Claro Foxy-kun~!¡Lets~Go~!"

Dicho eso, Kurama y Anko desaparecieron del lugar junto a los 10 delincuentes, solo para que luego de unos minutos, los gritos de dolor y deseos de una muerte rápida, resonaran en toda Konoha.

"Ahora ya no les tengo miedo..." - murmuró Ayame mientras soltaba un suspiro - "Ahora les tengo lástima..."

"Dilo por tí, hija" - dijo el viejo cocinero - "Ellos intentaron aprovecharse de mi princesa, así que no les tengo el más mínimo sentimiento de compación"

Los pocos presentes que quedaban continuaron hablando pero guardaron silencio cuando escucharon el sonido de los gritos de los pandilleros a lo lejos.

"¡ARGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!"

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(1) Recuerden que en ese tiempo, Kurama todavía se llamaba Naruto.

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