17 Capitulo 15: ¿Cuantas chicas se necesitan para dejarte votando espuma? Solo 3

"¿Acta de Reconstrucción de Clanes?" - preguntó el joven con sorpresa.

"Exacto" - asintió el viejo Sandaime.

"No... no se que es eso" - negó el pelirrojo. Él había leído muchos documentos sobre Actas, Leyes y Decretos de las diferentes aldeas de las Naciones Elementales pero nunca leyó algo como esa Acta que el Sandaime le estaba informando.

"Creo que tengo tu atención" - sonrió Hiruzen.

"Solo ve directo al punto" - suspiró el pelirrojo con pesar - "¿Qué es el Acta de Reconstrucción de Clanes?"

"El Acta o CRA para abreviar... porque sinceramente es un dolor en el culo decir a cada momento Acta de Reconstrucción de Clanes... es una ley creada por mi Sensei, Tobirama Senju que consiste en hacer que si un Clan está al borde de la extinción, Konoha aprobará que dicho descendiente pueda tener más de una pareja para poder traer de nuevo a la vida dicho Clan" - dijo Hiruzen con seriedad.

"Pero..." - dijo Kurama - "Siempre hay un pero cuando algo suena demasiado bien"

"Efectivamente hay un pero" - dijo Hiruzen mientras suspiraba - "La ley fue abolida en mi primera jornada como Hokage de la Aldea"

"Si la ley es tan buena... ¿por qué la aboliste?" - preguntó el joven Uzumaki, aunque él comprendía el motivo.

"Porque no todo era color de rosas" - suspiró el Hokage con pesar - "Como te habrás dado cuenta, el CRA es una abominación cuando se trata de las mujeres"

"Lo sabía" - pensó el pelirrojo con seriedad.

"Todo es glorioso cuando es un hombre, ellos pueden tener todas las mujeres que quieran siempre y cuando su Clan valga la pena" - continuó el Hokage - "Pero las mujeres son algo muy diferente..."

"Déjame adivinar... Máquinas de Crías..." - respondió Kurama con frialdad.

"Exacto" - asintió el Sandaime - "Las mujeres eran tratadas de la peor forma posible..."

"Estoy seguro que eso es suavizarlo demasiado" - dijo Kurama con el ceño fruncido.

"Ok... era un infierno para ellas" - suspiró el viejo - "Según los informes que aún se mantienen en la Torre Hokage, hubo muchos casos donde las mujeres murieron por el mal trato que les daban..."

"A ellas las obligaban a tener sexo por días enteros para poder tener una descendencia y cuando lograban tenerla, estas eran arrebatadas de sus madres y volvían a ponerlas en el Acta... malditos bastardos sin consciencia..." - maldijo el viejo Sandaime - "Perdón... me deje llevar por mis emociones..."

"No te preocupes... tengo tu misma opinión sobre el tema" - dijo Kurama con frialdad mientras maldecía lo hijos de puta que podían ser algunos hombres.

"Como decía, luego de que ellas dieran a luz, las volvían a meter en el acta, haciendo con esto que sus cuerpos se debilitaron con cada nacimiento" - dijo Hiruzen con asco - "Al punto que antes de que ellas morían en medio del embarazo"

"Espera un segundo... eso significa que Ku... Kaasan y Mikoto-san..." - dijo Kurama con furia.

"Tranquilo... el CRA está abolido así que no hay forma de que nadie pueda obligar a tú Kushina-chan y Mikoto-chan a entrar" - dijo Hiruzen con una sonrisa conocedora.

"Espera un segundo... ¿Cómo es que sabes sobre nosotros?" - preguntó el pelirrojo con frialdad - "¿Acaso nos estás vigilando?"

"Técnicamente no estás equivocado pero a mi defensa, fue información que conseguí por accidente" - dijo Hiruzen mientras levantaba las manos en rendición - "Voy a darte este dato porque estoy seguro que lo descubrirás de alguna forma... yo tengo una esfera que me entregó mi Sensei y que sirve para poder vigilar cualquier centímetro de la Barrera que cubre todo Konoha"

"En otras palabras puedes espiar los Onsen sin que nadie se de cuenta" - dijo Kurama con una mirada en blanco.

"Exacto... ¡No me refería a eso!" - gritó el viejo Sandaime mientras su rostro se prendía de un rojo intenso.

"No se podía esperar menos de Ero Jiji" - asintió el pelirrojo.

"Vas a querer mi ayuda o no..." - dijo Hiruzen con el ceño fruncido.

"Me gustaría decir que si pero estoy seguro que luego de escuchar todo esto, tu idea no será bien recibida por las chicas" - suspiró el pelirrojo.

". . ." - Hiruzen suspiró junto al chico, después de todo, él había estado recibiendo una petición detrás de otra sobre la posible aprobación para que las Matriarca tanto Uchiha como Uzumaki, entren al programa CRA.

"Si te hace sentir mejor, puedo decirte que si tú aceptas entrar en el CRA y ellas aprueban ser tus 'mujeres', entonces el Consejo Civil... que irónicamente yo cree porque seguía ciegamente los consejos de mis 'Amigos', ya no tendrá derecho para pedir que ellas sean tratadas como máquinas de cría" - dijo Hiruzen con seriedad.

"¿Por qué es que ellos tendrían el poder para exigir eso?" - preguntó el pelirrojo con el ceño fruncido.

"Porque hay una ley que permite una vez cada 10 años que los concejales civiles puedan exigir el cumplimiento de alguna Ley o Acta" - suspiró el viejo Sandaime - "Esto lo hice para poder mantener un mejor control sobre los civiles y así prevenir posibles alzamientos"

"Eso es estúpido" - negó el pelirrojo - "Tú eres el puto Hokage de la Aldea... no deberías tener que hacer este tipos de cosas"

"Lo se... pero no puedo permitir que otras fuerzas se alzen en Konoha, no cuando podría empezar una guerra en cualquier momento" - dijo Hiruzen - "Pero mejor volvamos a nuestro tema principal..."

"Ok... voy a hablarlo con las chicas y te daré la respuesta cuando salga de aquí" - Kurama solo suspiró mientras veía la sonrisa en la cara arrugada del viejo Hokage.

"Supongo que es tiempo de partir" - dijo Hiruzen mientras le daba una última mirada al chico - "Buena suerte..."

Dicho eso, él desapareció en un Shunshin de fuego, dejando a Kurama nuevamente solo.

La puerta se empezó a abrir lentamente y las tres chicas entraron a la habitación, solo que esta vez tenían miradas serias.

"¿Cómo les fue?" - preguntó el pelirrojo.

"Todavía tenemos que seguir hablando" - respondió Kushina - "Solo vinimos a despedirnos porque estamos seguras que esto tomará un muy largo tiempo"

"Lo sentimos Kurama-kun" - dijo Mikoto con un tono de disculpa.

"Así son las cosas, Foxy-kun" - Anko solo se encogió de hombros.

"Esperen un momento" - dijo Kurama - "Tengo algo que decirles"

"Lo sentimos Kuro-chan pero lo nuestro es más importante" - dicho eso, Kushina le dio un beso en los labios y salió de la habitación. Mikoto y Anko imitaron sus acciones pero no sin antes darle un pequeño guiño antes de salir de la habitación.

"Supongo que será mañana..." - suspiró el pelirrojo - "Tal vez sea lo mejor... así podrán estar calmadas"

* * * * * * * *

Era un nuevo día para los habitantes de Konoha y todo estaba tranquilo, al menos para todos menos Kurama.

"Ugh... ¿Las mujeres realmente discuten tanto?" - pensó el pelirrojo al ver como las tres chicas seguían debatiendo.

"¡Dejen sus peleas para otro tiempo y lugar porque no solo están molestando a este paciente, sino a todos en el hospital!" - gritó una enfermera con furia.

Fue ese mismo día cuando ascendieron de puesto a la enfermera por frenar a las tres Jinetes del Apocalipsis. Por otro lado, Kushina, Anko y Mikoto, ellas estaban tan rojas por la vergüenza que no quisieron salir de la habitación de Kurama durante todo el día.

"Se veía venir" - murmuró el pelirrojo mientras las mujeres se tapaban la cara con las manos.

"¡No tenías que decir eso en voz alta!" - gritaron las tres apenadas mujeres.

"Solo vayan a disculparse" - Kurama solo podía sacudir la cabeza - "Como sea, tenemos que hablar..."

"¿Sucede algo, Kurama-kun?" - preguntó Mikoto mientras le daba una mirada confundida al chico.

Kurama las miró por unos segundos en silencio.

Las chicas pensaron que algo serio pasaba porque la expresión del chico pelirrojo no podía estar más neutral.

Kurama continuó con su silencio unos segundos más para luego a mover su cuerpo y se dio cuenta que ya no le dolía tanto. Él de inmediato pensó que su cuerpo ya se había adaptado a su estado actual.

"¿De qué querías hablar, Kuro-chan?" - preguntó Kushina con seriedad.

"Cierto... lamento eso, es solo que me di cuenta que ya no me duele el cuerpo" - sonrió el pelirrojo - "En lo que quería decir..."

Pero antes de que pudiera decir algo más, su estómago empezó a rugir como si de un mar tormentoso se tratase.

"Chicas...¿Podrían pedir algo para comer?" - preguntó el chico con la cara tan roja como el cabello de su madre - "Es que tengo tanta hambre que podría comer el menú completo de Ichiraku... 3 veces..."

"Vamos chicas" - sonrió Anko mientras tomaba las manos de las dos mujeres y salían de la habitación - "Estoy segura que solo una de nosotras no podrá con toda la carga"

Kurama se sentó en su cama en silencio mientras esperaba a Kushina con la comida - "Después de comer les preguntaré..."

* * * * * * * * * *

Pasaron 30 minutos para que las 3 kunoichis volviera con la comida, Kurama sin pensarlo devoró todo lo que las chicas le trajeron para comer y luego de otros 30 minutos de batalla con la comida, el pelirrojo por fin estaba satisfecho - "Gochisōsama deshita"

"Ok... ahora si" - asintió el pelirrojo - "Tengo algo importante que hablar con ustedes"

"¿Qué sucede, Kuro-chan?" - preguntó Kushina.

"Se que voy a odiar hacer esta pregunta... pero..." - suspiró Kurama - "¿Ustedes saben sobre el CRA?"

"!" - Kushina y Mikoto abrieron los ojos con terror cuando escucharon las palabras del joven pelirrojo. Anko no comprendía la situación pero notando las expresiones de las dos mujeres se notaba que la cosa era grave.

"¡¿Donde escuchaste sobre esa abominación?!" - exclamó Kushina con sorpresa.

"Ero Jiji vino a hablar conmigo mientras ustedes... conversaban..." - dijo Kurama con seriedad.

". . ." - tanto Kushina como Mikoto solo podían morderse los labios mientras maldecían la intromisión del viejo Hokage. Esa Acta no debería haber existido, menos debía ser conocida por el joven pelirrojo.

La sola mención del Acta de Restauración de Clanes, hacía que las dos Matriarcas se sintieran sucias.

"¿Qué es eso de CRA?" - preguntó Anko con curiosidad.

"Acta de Restauración de Clanes o CRA para abreviar... es una ley que permite la repoblación de un Clan que está al borde de la extinción..." - murmuró Mikoto.

"¿Solo eso? No suena tan mal" - dijo Anko con calma.

"Eso es porque no sabes el lado oscuro de esa abominación" - dijo Kushina con una mirada fría - "Esa acta solo sirve para el placer de los hombres..."

"¿A qué te refieres?" - preguntó Anko.

"Si un hombre entra en el CRA, entonces puede tener más de una esposa" - dijo Mikoto.

"¿Eso no soluciona nuestro segundo problema?" - preguntó Anko nuevamente

"Si todo solo fuera eso, no habría problema con el Acta" - dijo Kushina - "Pero el problema viene siendo las mujeres..."

". . ." - Anko se quedó pensando unos segundos pero luego de procesarlo solo pudo llegar a una conclusión - "¡No!"

"Si..." - asintió Mikoto con pesar - "Las mujeres eran tratadas como objetos... por decirlo de una forma delicada..."

"Dilo como es, Mikoto-chan..." - dijo Kushina con asco - "Las mujeres eran tratadas como Máquinas de Crías... Como unas simples y baratas prostitutas... como si fueran prisioneras de guerra que fueron capturadas en medio de una guerra"

El rostro de Anko se puso tan pálido como el de su odiado maestro con las palabras de la bella pelirroja.

"¡¿Entonces por qué dices algo como eso?!" - exclamó la kunoichi de cabello morado.

"Porque es la mejor solución que tenemos" - suspiró el pelirrojo - "Puede que no lo sepan pero hay una ley que permite al consejo civil aprobar una ley sin la necesidad del permiso del Hokage... aunque solo puede ser 'activada' una vez cada 10 años"

Kushina sabía que esto era verdad porque había escuchado a Minato quejarse de esa ley, así que asintió a su mejor amiga para que supiera que era cierto.

"Es por eso que pido que lo piensen antes de que me den una respuesta" - dicho eso, Kurama guardó silencio.

Mikoto y Kushina vieron como Kurama las miraba con seriedad, así que empezaron a discutir entre ellas dos. Luego de unos minutos de conversación, las dos mujeres se miraron entre ellas y le dijeron - "Aceptamos"

No era que les gustaba la idea de entrar en el CRA pero ellas comprendían bastante bien que todo sería mucho peor si no lo hicieran. Tanto Mikoto como Kushina estaban conscientes de las constantes miradas que les daban los concejales civiles que "coincidencialmente" las veían cuando iban a comprar.

"Supongo que eso arregla las cosas" - murmuró Anko mientras sacudía sus cabeza - "Al menos ya no tenemos que preocuparnos por la 'escusa' para que lo compartamos"

"Si... pero todavía no sabemos quien será la que estará en el Primer Puesto" - dijo Mikoto con seriedad.

"¿No es obvio?" - preguntó Kushina mientras alzaba su gran busto - "¡Él dijo que yo era la mujer más importante en su vida!"

"¡Ho~!" - Anko solo le dio una mirada al chico - "¿Enserio dijo eso?"

"¡Ara~Ara~!" - Mikoto solo le dio una mirada entrecerrada al chico - "Creo que es tiempo de que clarifiquemos aún más las cosas, Kurama-kun~"

"Yo..." - murmuró el chico pero antes de que las chicas pudieran continuar presionándolo, de su boca empezó a salir espuma.

"Considéralo un bono" - dijo Hiruzen en voz baja mientras miraba como se desarrollaba todo desde la ventana. Él había disparado una Senbon que era tan delgada que era invisible y que estaba cubierta por un potente 'sedante' - "Al menos ahora podrán calmarse un poco..."

"¡¿Kurama-kun/Foxy-kun/Kuro-chan?!" - exclamaron las mujeres al notar como el chico estaba convulsionando - "¡ENFERMERA!"

"Creo que me equivoqué de frasco..." - murmuró el Hokage mientras revisaba el contenido era en realidad veneno - "Ups... mejor me voy antes de que alguien me vea..."

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