Los árboles lloran y gritan de dolor cuando su entorno es abrazado por el fuego y la maldad. El humano es incapaz de escuchar la agonía de los bosques frondosos, debido a que sus ojos están vendados por la codicia y sus corazones son gobernados por la sonrisa del egoísmo. Los guardianes protegen con su vida la naturaleza, ellos la aman y la atesoran. ¿Cómo protegen la vida natural? ¿Por qué no defienden los océanos de las garras de la humanidad? ¿En dónde están?