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¿Qué Quieres De Mi?

Las clases terminaron, todos empezaron a marcharse y al pensar en que tenía que reunirme con Cristofer opté por empacar mis cosas lo más rápido que pude, pero ya era demasiado tarde; Cristofer me esperaba en la puerta con una mirada algo seductora, rayos no tenía escapatoria y no podía llamar a alguien puesto que aún no me había hecho algo, además ¿Aquíen llamo? ¿A mis padres? ja estoy prácticamente sola, opté por dirigirme hacia la puerta mostrándome calmada, pero era mentira me moría de los nervios, intenté cruzar por su lado de manera indiferente como siempre pero de nuevo me sostuvo del brazo (realmente le gustaba molestarme) con una mirada pícara me dijo...

- ¿Que? ¿pensabas escaparte?- soltó una sonrisa bastante seductora, nunca lo había visto así además nunca habíamos hablado, solo en las ocasiones que faltaba por qué estaba enferma pero estrictamente le pedía los apuntes y el saludo por cortesía.

Lo fulmine con la mirada, e intenté soltarme mientras le decía...

- Hey ¿que te pasa? habla rápido, tengo que irme - no le quite la mirada de encima - y otra cosa no me vuelvas a tocar, no tienes derecho.

De verdad no entendía que le estaba ocurriendo, nunca le di razones para que se comportará así conmigo, actuaba muy extraño; aunque tengo que admitir que su sonrisa es bastante atrayente, ah! que estoy pensando ya estoy cayendo en su juego y aún no me ha dicho que quiere de mí, como mínimo querrá algún favor (me quedé mirándolo esperando una respuesta) hasta que por fin hablo...

- Oye Azu, no se cómo empezar no me comportó así normalmente la verdad lo que te tengo que decir te puede resultar un poco o muy extraño - Cristofer dijo esto mientras soltaba un suspiro.

Yo no entendía a qué quería llegar o que me quería decir, tenía que irme para mí casa debía continuar organizando todo para el viaje, así que opté por confrontarlo; su repentino silencio me molestaba, se notaba un poco incómodo pero me era difícil creer y entender su actitud, siempre lo noté muy calmado y caballeroso pero en mi interior sabía que no era así realmente, solo era su fachada frente a los demás pero conmigo no tenía que fingir yo conocía quien era realmente y el también lo sabía, entonces rompí con el silencio...

- Hey, si no tienes nada importante que decirme me voy, al final ni si quiera yo sé que hago aquí parada como una idiota esperando lo que según tu, necesitabas decirme - le dije en un tono frío y directo, opté por irme pero cuando empecé a caminar Cristofer me agarró de nuevo el brazo y me arrinconó contra la pared.

Podía sentir su respiración cerca de mi rostro tan cerca que si me movía podría besarlo, lo mire confundida y a la vez nerviosa, intenté soltarme pero su agarré se hacía más fuerte, entonces le dije...

- Oye! ¿Que te pasa? suéltame, me estás asustando - dije un poco o muy nerviosa. El solo me miraba fijo, con ganas de devorarme hasta que finalmente me dijo...

- Azu, !ME GUSTAS! - dicho esto y sin más me beso, al principio fue un beso tierno pero se fue tornando más profundo.

No entendía que estaba ocurriendo, mi beso, mi primer beso fue robado por este idiota, lo había atesorado tanto para aquel hombre que me amara con locura, pero se fue todo por este idiota, reaccione y lo empuje lo mas fuerte que pude pero era tan fuerte que a duras penas logré apartarlo.

- ¿Que te pasa? eres un idiota, quien te dió derecho de hacerme esto - las lágrimas brotaban de mis ojos, no las podía contener. Levanté mi mano y le dí una cachetada, en ese momento era el ser más despreciable que había conocido.

El solo se puso la mano en la cara, su expresión cambio por completo ya no se encontraba incómodo por el contrario estaba molesto.

- Contentos, cumplí con la apuesta denme mi premio - dijo Cristofer, claramente era dinero como ya he dicho el solo busca el beneficio en las personas; pero este hecho no dañaría su reputación ya que quienes están involucrados son sus amigos más íntimos unos desgraciados igual que el.

No podía creer lo que me estaba ocurriendo, nunca me metí con nadie pero aún así fui víctima de una apuesta, estaba destrozada fui utilizada solo por dinero si tanta falta le hacia yo podía dárselo; solo pude ver las caras de diversión de el y sus amigos y escuchar sus risas...

- No lo tomes personal Azu, pero era una apuesta y como todo hombre debía cumplirla - dijo Cristofer en tono burlesco, mientras yo lo miraba con odio - ¿O qué? pensaste que de verdad me gustabas - dijo con sarcasmo, sus amigos no contenían su risa.

- Lo mire con más rencor y me reí mientras me secaba mis lágrimas y al mismo tiempo le dijé - Una persona como tú no conoce que es el amor, ni podrás llegar a querer a alguien - hice una pausa y seguí diciéndole - tu estás vacío creo que ni siquiera tienes corazón, eres un ser despreciable al igual que todos ellos.

- Tú - dijo Cristofer mientras me dirigía una mirada de enojo, solo esto me faltaba soy la víctima y el se enoja ridículo - fue solo una apuesta no es para tanto... a menos que... sea tu primer beso ¿lo es? - lo mire con odio mientras levanté mi mano y le dí otra cachetada, tome mi bolso y salí corriendo de ese lugar no aguantaba más está humillación.

- Ustedes de que se rien - dijo Cristofer aún con la mano en su mejilla, sus amigos se callaron y se fueron dejandolo solo (está chica tonta, solo fue un beso por que se molestó tanto, aunque pensándolo bien sus labios no sabían nada mal) pensó esto mientras se sobaba la mejilla.

Corri lo más que pude, quería olvidar porque siempre tengo que sufrir, primero la soledad a la que siempre he sido sometida y ahora me roban uno de mis tesoros más preciados; mientras corría mis lágrimas volvieron a caer, llegue a mi casa y me encerré en mi cuarto tire todo y me tire sobre mi cama. Mis padres aún no habían llegado, me habían dicho que llegarían en la noche apenas eran las 3:30 pm, aún faltaba mucho para que llegaran.

Me puse a pensar en lo ocurrido, me dolía el corazón y no porque Cristofer me gustará, sino por que había jugado conmigo, nunca lo moleste ni siquiera le hablaba como para darle una razón.

Quizás sea buena idea el irnos a Japón, me olvidaré de todo y de todos, fue mi último pensamiento antes de sucumbir en el sueño.

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