Azul Cobalto

Alguna vez en su vida pasada también llegó a enamorarse incontables veces, pero el resultado era el mismo, todo se resumía en probar algo de felicidad y terminar en dolor...

Los sueños dejaron de ser recurrentes, ahora podía dormir más tranquila, también se acercaba un día especial para los herederos de las familia real y los ducados, los candidatos elegidos para príncipe heredero, visitarían las casas de las jóvenes o los jóvenes quienes ellos pensaban como un mejor candidato para ser su consorte, realmente era un gran alboroto.

Ares tenía un presentimiento acerca de los sueños, porque tan de repente dejaban de atormentarla, eso quería decir algo, parecía un déjà vu, ese sentimiento extraño de que algo volvería a repetirse como si esos sentimientos de angustia, humillación, tristeza, dolor y ansiedad que le causaban los sueños ya los hubiera vivido antes. Esto era una especie de aviso, uno muy malo.

En este mundo, al igual que en su antigua vida habían algunas similitudes, las guerras, las hambrunas, le huelgas, pero la tecnología y el mundo victoriano tenían una mezcla interesante, emperadores, bailes, bodas reales, sangre azul, pero televisión, teléfono, hologramas, saluda médica avanzada, una sincronía que se llevaba bien.

Claro que había peligro, uno peor que en su antiguo mundo, aquí la tecnología y las cosas ocultas de la hechicería eran recursos que las personas que sabían usar las dos a su antojo podrían causar un extraordinario mal para todos...

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Su cabello estaba largo, le agradaba poco, así que pidió a su madre que lo cortara, le llegaba por debajo de su espalda, su madre penso que tanto debía cortarlo, dio un pequeño suspiro tomó las tijeras, y empezó a cortar el ondulado cabello verdoso de su hija.

Aunque michas familias cercanas a ellos, vivían en lujosas mansiones modernas, la familia de Ares prefería algo más conservador, un castillo que mezclaba las costumbres de ambos padres, era pacífico, claro que como cualquier familia y matrimonio habían ocasiones donde todo podría desmoronarse en cualquier momento.

La familia Everett tenía un gran don para el control y uso de la hechicería, Ares al igual que cada nieto de la familia recibía clases de control de magia, no era la favorita de sus abuelos, pero siempre hacía el mejor esfuerzo por su padre, en realidad su control era bueno, al igual que el combate armado.

Recibió buena educación, hasta obtener un grado para trabajar en las oficinas imperiales de administración, era inteligente, estaba orgullosa de ella misma, pero aún no podía estar allí, desconocía la razón.

Así que solo podía esperar, terminaron de cortarle el cabello, ella se miró al espejo y dijo se ve lindo de esta manera, gracias mamá.

— Duquesa Everett tiene una llamada importante —. Una chica de la servidumbre llamó apresurada a la condesa.

— Dame el teléfono, retirate y gracias —. Tomo el teléfono, recibió la llamada cortésmente, escuchó la voz del otro lado y miró a su hija.

— Hija por favor retirate de cuarto también.

— Si mamá.

Pasaron varios minutos, claro que le causaba mucha curiosidad de la llamada que recibió su madre, tenía que preguntarle acerca de quién la llamó, era joven y algo entrometido para ser sinceros.

— Ares, ven aquí.

— ¡Si mamá ya voy!

— Toma un baño, pediré a las chicas que preparen ropa para ti y te arreglen.

— ¿Pasó algo mamá? —. Su madre quería decirle que se trataba de la visita de su futuro prometido, pero por el momento no debía decirle nada.

— Cuando esto termine mi niña, te explicaremos todo con tu padre.

— Esta bien —. Claro que tenía muchas preguntas, pero la expresión de su madre realmente le preocupo así que no hizo más preguntas y obedeció.

El agua de la tina era tibia, tenía un olor refrescante, habían preparado su baño con flores de aroma exquisito, disfruto estar allí un rato, era relajante, frotó cada parte de su delgado cuerpo, limpio su cabello y el shampoo desprendía una linda fragancia de flores de árbol de naranjo.

Salió de bañarse, vio la ropa que había sido elegida, un vestido hermoso de color azul cobalto, con detalles en cuello y mangas en color hueso de un encaje sofisticado y estético, y en la parte del cuello una joya que tenía el color jade que haría resaltar su cabello, piel y ojos.

Hermosa y elegante, digna de ser una consorte imperial o tal vez... Una emperatriz.