1 Una Nueva Perspectiva

Carecía de perspectiva, o eso creía.

Aquella vez, caminaba entre las sombras de los edificios en ruinas, le gélida brisa erizaba mi piel, "¿y como podía enfrentarme a este clima?" Apenas, podía cubrirme con los harapos que vestía, mi pantalón estaba lleno de agujeros, menos los bolsillos, eran lo único que podía brindar protección a mis manos, una camisa 20 % algodón desgastada y unas chanclas remendadas.

Deambulaba por el camino entre los moribundos, viendo niños desnutridos y madres desesperadas, a duras penas se podía vivir en este lugar, pero yo vivía con un sueño, el sueño de entrar mas allá del limite y sobrevivir, entonces, logre salir de la zona de ruinas, así que; sin darme cuenta el hambre atacó y mi cuerpo se desplomó a menos de un kilómetro de la barrera, es el límite entre los que vivimos en los suburbios y los que andan en auto flotadores, esos derrochadores de energía, sin importarles que la tierra y los seres vivos a su alrededor viven en la oscuridad, no falta mucho para que quede un completo desierto alrededor de ellos. Mientras seguía tendido en la tierra sin esperanza alguna, alguien se acerco a mi, un rostro apareció antes de que cedieran mis ojos, pero no pude identificar quién o qué era, puesto que mi vista ya estaba borrosa.

No sé cuánto tiempo pasó, pero al despertar, yacía en una camilla, podía oír, los sonidos de válvulas, corriente, magnetismo y agua burbujeante, esto me indicaban una sola cosa, "¿un laboratorio tal vez?" Mi padre siempre me hablo del laboratorio que una vez tuvo antes del cambio, ahora, no sé si agradecer por seguir vivo, o temer por no saber que hacen conmigo, cerré los ojos para no pensar pero fue todo lo contrario, los pensamientos inundaron mi mente, así que, abrí los ojos y una esfera flotante se detuvo frente a mi, un lente color rojo salió de su centro, y los láseres empezaron a escanear mi cuerpo, mientras lo hacía intentaba mover mis dedos, para mí suerte, al parecer el efecto del tranquilizante estaba perdiendo efecto.

De pronto, una voz, un poco tétrica y burlona —veo que ya despertaste— dijo mientras se acercaba. Intenté mover mi cabeza y logré inclinarla un poco, lo suficiente para verlo, después de todo, no tenía sentido fingir que seguía dormido.

—Ya pronto podrás moverte por completo, intenta sentarte— comentó y luego empezó a toser un poco. Al intentarlo aun no podía sentarme, y cada vez que enviaba señales a mover las extremidades de mi cuerpo me sentía más vivo que nunca, ¡era electrizante!

— ¡oh! Jajaja — se atora con la risa, tose un poco y continua — ¿te gusta como se siente verdad?— preguntó el anciano, parece agradable, pelo blanco con estilo alocado, un tanto arrugado en su rostro, su ojo izquierdo es biónico, su mano derecha solo tiene cuatro perfectos dedos delgados, su cuello es transparente y de pronto da un pisotón con su pierna metálica, — ¡detesto los insectos! — expreso después de aplastar la cucaracha.

— levántate, ya es hora de que te veas— dijo mientras tendió su mano arrugada con manchas color café ayudándome a sentar.

Suspire y retiré la manguera de mi brazo derecho, que destilaba una especie de suero azul radiante, me di cuenta que la piel tenía brillo, ya no tenía la mugre que la cubría. El viejo salió de la habitación y regresó con un espejo de unos dos metros de altura, —acércate, no temas— mencionó sonriente.

Lo primero que hice al bajar de la camilla fue saltar, me sentía ligero, me acerque al espejo y estando al frente observé que mi rostro seguía siendo el mismo, pero mientras acariciaba mis mejillas me di cuenta que mis sentidos del tacto aumentaron, era extra sensorial, poco a poco fui cobrando conciencia de todos los sentidos.

—¡Si! Si me gusta como me siento— le comente en tono eufórico al viejo, —¿ Que dices? No te oí bien— dice el viejo luego de sentarse en una silla y golpear su oreja derecha, — usted me preguntó hace rato si me sentía bien, y la verdad es que jamás me había sentido así de bien— le dije estando sorprendido del cambio, —dígame ¿Qué es? ¿Es nano tecnología?- pregunté con mucha curiosidad.

—¡No! Cómo crees, eso es tecnología micro celular, la nano tecnología es solo una herramienta para crear las "microcells"— su bola flotante le sirvió una copa de vino, el viejo toma un trago y continua, — es algo que solo yo tengo, pues soy el autor de esta obra, como un Leonardo Da Vinci— mencionó jactándose de su creación con tono soberbio. —¿Leonardo que?— pregunte confundido, —mejor olvídalo, tienes mucho que aprender— expreso el viejo mientras daba otro sorbo de vino.

—¿Dónde esta mi ropa? — pregunté, —creo que es hora de irme, quiero entrar a la ciudad, estoy agradecido, ¿¡Cómo puedo pagarle por lo que hizo por mi!?— la ultima pregunta la realice con mas énfasis, ya que sentí que le debía más de lo que podía pagar, ahora tengo una deuda que saldar.

—toma vístete con esto— extrajo un traje perfectamente doblado de una gaveta y lo puso sobre la camilla —úsalo, y escucha con atención joven— su rostro y su actitud cambio, parecía que quería decirme algo muy serio.

—No estás vivo porque sí, te he dado la oportunidad, te he obsequiado el poder de que puedas dar a conocer tu perspectiva. Tu propósito es salvar este mundo, tu corazón es puro— dijo el anciano de forma muy sabía, —pero solo es un cuerpo que puedo hacer— respondí de forma atrevida, pero realmente me sentía asustado, —¡oh eso crees!, tu eres la conciencia del cuerpo, y desarrollará pronto un alma, un corazón con espíritu... — se interrumpe a si mismo, llevando su mano a la boca y tose un poco intentando aclarar la voz —tu cuerpo tiene el poder de transfigurar, por lo tanto, podrá endurecerse, respiraras bajo el agua, podrás volar, en fin para salvar el mundo no vas a desafiar las leyes de la naturaleza, porque tú te convertirás en una ley que estará sobre ellas.

Un momento de silencio que genero suspenso, creando algo de tensión en el ambiente — no creo que yo sea la persona indicada— le dije con un tono de voz bajo, desesperanzador, mientras pensaba que todo esto eran puros disparates, me sentía nervioso.

Se acerco a mi, puso una mano en mi hombro y me vio fijamente — Vi como te oponías a la muerte, aun no me has preguntado ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Han pasado tres largos meses y claro que eres el indicado, nadie en 10 años, en diez intentos, solo tu fuiste compatible y ya no tengo recursos para intentar con otro más, Ahora presta atención...— llama a su esfera y está posa en el suelo proyectando una imagen holográfica, —tu misión es revertir la polaridad del núcleo de energía de la ciudad, cuando llegues, justo en el momento preciso, yo me encargare de canalizar toda la energía para que este mundo cobre vida una vez más, y la vitalidad vuelva para habitar los campos que una vez fueron verdes.— intenta aclarar su voz y continua —Deberás entrenar para dominar tu cuerpo, para sentirlo tuyo, para que sea realmente para de ti, pero el tiempo se nos queda corto— el anciano camina y empieza a trabajar en una pantalla seguido de computar en la pantalla, un brazo mecánico empieza a construir algo, el viejo extrae lo que la máquina hizo y me mostró una tarjeta de identidad.

—Ten, esto te permite entrar a la ciudad, encuentra a un hombre llamado "Trezgal" te enseñará la disciplina que necesitas para dominar el combate, cuando lo veas, dile que la hora a llegado,— el anciano suspiró una leve sonrisa — ¡ah! empieza buscándolo en la zona Naranja, en un bar llamado "Troglodita." Y si te pregunta de parte de quien, solo dile que vas de parte del "Inventor Morax" él sabrá de inmediato.

No tenia opción, tengo una deuda que saldar, tengo un verdadero propósito por el cual vivir, esto era mejor que el aburrido sueño que tenia de solo sobrevivir dentro de la ciudad. No lo podía creer, pero no tenía nada que perder, con que aquí empieza mi vida, una segunda oportunidad, la oportunidad de mostrar mi perspectiva, no existirán ruinas que me acobijen, ni hambre que me despierte. Justo antes de salir, el viejo me obsequia su esfera, me dijo que la necesitaría, me pidió que cuidara de "Globit". Entonces me abrí paso.

Paso un día desde que salí del laboratorio del inventor y estaba a unos 100 metros de la entrada, ya se podían ver los uniformados, les llaman los "Copyrighters" son cyborgs fiscalizadores, cada vez que me acercaba me sentía mas nervioso, ya estaba a punto de entrar a la gran ciudad, la famosa ciudad llamada "Evergrom".

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