2 Reencuentros...

-No puede ser!-grito de emoción

Escuche un grito a mis espaldas el cual se me hacía conocido así que gire mi cabeza para ver de quien se trataba esperando encontrarme con algún amigo lo cual era correcto.

-No puedo creer que seas tú Liam, genial yo te recordaba como una linda bola de grasa - dijo mientras soltaba una gran carcajada

Sigue igual de imprudente que siempre, bueno era de esperarse aunque su físico hubiese cambiado mucho

-Si también me alegro de verte Noah, pero que te paso yo te recordaba como un palo, frágil y debilucho y ahora pareces un tiran- dijo en un tono de asombro

-Lo sé!, mi madre me obligó a realizar actividad física y pues así quede querido- dijo guiñándole un ojo - pero no me mires tanto que se me va a caer la cara - dijo con una pose de mujer avergonzada

-Ja ja, tu forma de coquetear es un asco-

-Y quien dijo que quiero coquetearte?, si te estuviese coqueteando ya hubieras caído en mis brazos pero no me gustan los hombres querido así que mala suerte, no sabia que eras gay-

-En primera, la gente nos está mirando mal, muy mal, segunda, si sabes que seguimos en el aeropuerto?, tercera, no soy gay, y cuarta, tu que haces aquí? - decía mientras miraba su celular

-En primera, la gente no me importa, en segunda, obvio que se que estamos aquí, tercera, pues lo pareces amigo, cuarta, espero a mi prima que viene de Canadá-- dijo como si nada

Al terminar de decir eso solo se miraron con diversión y unos minutos después una chica de tez albina y de una edad aproximada a los 10 años, salto encima de él chico de un físico fuerte y varonil (Noah) el cual este la recibió con un gran abrazo levantando la de él suelo

-Primo tengo tanto que contarte, estoy tan feliz de volver a verte - dijo con emoción

Cuando terminaron de saludarse aquellos primos ofrecieron a Liam a llevarlo cerca de la mansión a la cual el se dirige.

Los 2 chicos y la pequeña niña bromearon durante todo el camino el cual lo hizo más corto.

Cuando llegaron a la entrada de la residencia se despidieron con un gran abrazo acordando que muy pronto se volverían a ver, al final Noah y la pequeña jesse se fueron y así Liam entró a la mansión que tanto extrañaba de ver.

El camino para llegar a la puerta principal de la "casa" por así decirlo fue muy largo, tan largo que al llegar descanso unos 5 minutos antes de entrar. Cuando recuperó el aliento, se puso de pie y tocó aquella campana con la que solía molestar a su madre de pequeño, cuando se abrió la puerta ahí estaba aquel niño tranquilo con el que siempre jugaba de pequeño su mejor amigo y ahora su mayordomo

-Es un gusto volver a verlo señor- decía haciendo una pequeña reverencia hacia Liam

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