1.

Estaba sentada en mi cuarto, nerviosa por el día de mañana. Iba a ser mi primer día en la universidad y no conocía a nadie.

Mientras pensaba en todo eso, plasmaba mis sentimientos en un cuaderno. Me gustaba dibujar lo que sentía.

- ¡Mizuki, ya está la comida!

- ¡Voy mamá!

Bajé corriendo y sin querer me tropecé con mis propios pies. Me caí al suelo y me hice una herida en la pierna, nada grave.

- Hija, ¿estas bien?

- Si mamá, pero necesito una tirita, me está sangrando un poco

- Voy a por ella, pero con todas las heridas que te haces se habrán acabado ya. Eres muy torpe Mizuki, deberías tener más cuidado.

- Si mama... -suspiré-

Al acabar de comer me fui directa a mi cuarto, me cambié de ropa y salí corriendo hacia la puerta.

- Mizuki, ¿a dónde vas?, ¿y para que quieres esa mochila?

- Voy a dar un paseo y a hacer unos dibujos, volveré sobre las siete

- Está bien, ten cuidado y no te des más golpes

Seguido de eso, me fui corriendo hacia afuera. En realidad le había mentido a mi madre, no iba a dar un paseo, iba al bosque a ver a un "amigo" que tenía allí. Pero si que iba a dibujar, así que no era del todo mentira. Cuando llegué al bosque, saqué los bollos de pan que tenía en mi mochila y esperé pacientemente. De repente, un zorro apareció de entre los arbustos.

- Hola Haku, me alegro de verte otra vez, toma, son para ti -le dejé los bollos de pan en el suelo- espero que te gusten

Haku se comió rápidamente los bollos de pan, pero conservó uno para comérselo más tarde, un animal realmente inteligente.

La historia de como conocí a Haku es muy simple. Un día vine al bosque a hacer dibujos y bocetos de lo que aparecía en mi mente, y mientras estaba concentrada en eso, vino un zorro y me robó el bocadillo de la mochila. Desde ese día, vengo todos los días que puedo a darle comida. Así, Haku y yo nos fuimos haciendo amigos, y ya llevamos 1 mes y dos semanas de amistad, si así se le puede llamar.

- Bueno Haku, ahora voy a dibujar - le acaricié la cabeza y me senté en el mismo tronco de siempre, donde dibujo cada vez que vengo-

bueno, vamos a empez-

Algo interrumpió mi frase, oí un ruido proveniente de los arbustos, y luego la voz de un chico.