Capítulo-2 Repaso

Después de recobrar la conciencia y tener mis ideas claras en mi cabeza sobre lo que había dicho mi padre hace un momento, tuve que actuar rápidamente, guardando mis emociones para más tarde y haciendo que mi madre recuperara la cordura. Estaba devastada; el tener que cargar con esa noticia nos hizo parecer infantes. Emy se encerró en su cuarto sin decir ni una sola palabra. Al acercarme a la puerta, la oí llorar, porque sabía que lo más probable es que no volvamos a ver a mi padre.

Pasado el mediodía, mi madre seguía sentada en la silla de madera vieja que construyó mi padre hace algún tiempo atrás. Era un regalo por su aniversario, el cual le encantaba mucho a mi madre y la hacía sentir segura. Emy no había hecho ningún movimiento desde la mañana; lo más probable es que estuviera dormida.

Dejé a mi madre y hermana tranquilas por un rato, mientras salía a recorrer las casas de los vecinos, que también estaban un poco alborotados al recibir la noticia de golpe. Hacían sus comentarios sobre lo que estaba pasando y lo que podría pasar. Mayormente, son mujeres y niños los que me he encontrado en todo el rato que he estado caminando; no he visto ningún jubilado que esté escondido del Reino Central.

Seguí sumergido en mi recorrido por el pueblo cuando de repente escuché algo interesante que estaba hablando una anciana de cabello largo y cobrizo, con unos ojos que te dominaban, parecía que te estaba encantando con algún hechizo raro. Ella daba a entender a los demás que estaban a su lado que los jubilados eran carnada para probar la fuerza del enemigo, ya que, al ser desconocido, el Reino no tenía ni la menor idea de sus habilidades. Argumentaba que los lideraba un vil y cruel hombre llamado Astaros. En ese momento, se dieron cuenta de mi presencia y rápidamente la anciana me preguntó si tenía curiosidad. Puse una cara de intriga y me llamó para que me les uniera.

Según la anciana, el líder de los enemigos, Astaros, era un mago extremadamente poderoso. Su rango mágico era algo realmente inusual y escalofriante: Adepto.

Era la primera vez que había escuchado que alguien aparte de la Realeza y personas con un alto rango poseían ese rango mágico. En ese momento, recordé un anuncio del Reino sobre los rangos mágicos existentes y por qué los humanos no podían pasar la barrera llamada Adepto.

En el anuncio estaban escritos los rangos con un poco de información sobre las habilidades de cada nivel. Recuerdo no prestarle atención a ese detalle, pero sí me interesó la parte principal, la cual era:

Rangos o Niveles Mágicos

1. Iniciados: Rango C

2. Adeptos: Rango B

3. Maestros: Rango A

4. Arcontes: Rango S

5. Conjuradores Supremos: Rango S+

6. Nombre desconocido: Rango SS+

Esos eran los rangos que, según el Reino Central, tenía un mago a lo largo de su vida, pero para nosotros, los humanos de bajo rango, no era así de fácil.

Estábamos condenados a estar en el miserable Rango C, el peor de todos, todo por culpa de una restricción que se nos hace a la hora de nacer. El Reino Central no quiere perder el control del continente y teme que nosotros tomemos lo que es de ellos.

Me perdí en mis pensamientos y no pude escuchar más detalles sobre el líder enemigo. La anciana terminó de hablar y salió de la caseta para posteriormente perderse a la vista de la tarde.

Algunas personas seguían sorprendidas al haber escuchado sobre el rango de los enemigos; otros creían que esto era una conspiración del Reino para hacernos desaparecer de una vez, pero esa opción no tenía mucho sentido porque se perdería nuestra influencia en la economía del Reino.

Respiré hondo y di un paso en dirección a la salida para seguir haciendo mi recorrido, cuando de pronto llegaron nuevas noticias sobre lo sucedido con los jubilados.