webnovel

FOND

Desde que tengo memoria y conciencia me eh encontrado en un mundo devastado por la guerra, la muerte en cada esquina, a dónde sea que vallas ellos estarán ahí destruyendo y matando a quien sea o lo que sea.

Las grandes ciudades cayeron, y con ello todo se perdió, las más grandes ciudades devastadas, Moscú reducida a cenizas y Rusia en caos por las incontables oleadas de esos malditos monstruos que terminaban con lo que aun quedase vivo.

New York igual y todo Estados Unidos luchando aún por una victoria que ya parecía imposible, con el pasar de los días la población humana ya estaba desapareciendo ahora quedando solo el 20%.

El sol abría desaparecido dejando todo en las tinieblas y en una oscuridad perpetua en donde ni podías dormir en paz sin temer a ser devorado vivo, el mañana ya no era posible pero sucedió…el sol apareció nuevamente pero con su aparición todo comenzó a destruirse gigantescos terremotos comenzaron a producirse por todo el planeta, los sismos dejaban en ruinas lo que aún estuviera de pie, entonces solo quedó el 5%, en pocas palabras la humanidad ya era historia pero, aparecieron ellos.

Seres de una belleza inimaginable, cuerpos enrollados en túnicas blancas como la pureza misma que complementaban sus alas tan blancas, eran ángeles quienes abrieron sus brazos para salvar a la creación de su padre.

Con su llegada comenzamos a ganar la guerra, la población humana comenzaba a regresar a ser la especie más grande y tan solo llevo 69 años, en los cuales la guerra no paro el viejo mundo se abría olvidado y el nuevo no tenía perspectivas muy buenas pero aun hacía enfrentamos las adversidades y logramos retomar nuestro mundo de esos malditos pero aun así ellos eran más en teoría 100 veces mayor a la población humana que aun se recuperaba de su casi extinción y entonces hubo un segundo ataque a escala mundial pero, esta vez respondimos de una mejor manera que la primera y logramos ganar la batalla la cual se nombro "la hora de la extinción" si no hubiera sido por los ángeles ya no estaríamos aquí.

Pasaron los años y cada vez el mundo volvía a la normalidad y también cambiamos nuestra forma de pelear, modificamos nuestras armas para que hicieran un mayor daño, usando sus huesos para fundirlos con el titanio y acero creamos armaduras que resistían sus ataques y que nos permitían luchar casi a la par; entonces se fundó la  FAE, Fuerzas de Ataque y Exterminación, y comenzamos a darle vuelta a la balanza, la guerra ahora se encontraba pareja.

La civilización se comenzó a recuperar reconstruyendo ciudades, fuertemente protegidas, trabajos paganos como la agricultura, pesca y ganadería se comenzaron a necesitar y así nacieron los "pueblos deltas" lugares alejados de las ciudades con el propósito de surtir alimentos, en donde se llevaría acabo un oficio específico para cada habitante, de los cuales se enfocaba en cultivar, cosechar y exportar, en otros lugares se usaban otro tipo de trabajo, cercanos al mar la pesca era la ideal, y llanuras repletas de vida la ganadería.

El sueño de muchos se volvió ser parte de la FAE, con el único propósito de luchar por su mundo y sin olvidar lo que esto les dará a sus familias: los templos sacros se crearon para instruir a los novatos, eran inmensas instalaciones estando bajo tierra a varios kilómetros hacia abajo, en el cielo flotando o debajo del agua, su único propósito era crear soldados devotos a esta guerra.

Y así nacieron los caballeros angeli, blandiendo sus armas y mostrando sus armaduras que brillaban por el sol, su misión era proteger a las personas y ciudades, cumplir misiones de aniquilación pero, desafortunada mente no todo fue paz con la humanidad, un grupo de descarriados se hartaron de todo, ángeles y humanos, creando el aquelarre de sangre, caballeros que querían ver el mundo arder, abandonando su humanidad se asociaron a los dragones nuestros enemigos a muerte, sus cuerpos mutaron por el echo de volverse más fuertes, vinculando su ADN con el de los dragones lo cual en algunos casos está mezcla creaba masas amorfas y en pocos casos, guerreros sanguinarios que no les importaba nada.

(…)

Me encontraba recostado admirando el atardecer tan hermoso que abría mi cabellera verde se movia por las ondas de viento que abria, abriendo mis ojos de un color verde esmeralda que brilla en una mirada seria, mi cuerpo recostado en una rama de un gran roble, sus ramas tan largas y llenas de hojas, al ver que la noche ya llegaba, me levante y comencé a bajar poco a poco, al ya estar en el suelo comencé a caminar de manera calmada con dirección a mi hogar. Estaba cansado y me dolían las manos por el constante uso de herramientas de mi trabajo como granjero, desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde, trabaje junto a mi tío Tony el único familiar qué eh tenido y eh conocido a lo largo de mi vida, dejando aún lado mi dolor llegue a mi hogar trepando por un árbol al lado de la casa de dos pisos de madera y piedra, camine por el tejado hasta llegar a la ventana de mi cuarto, abriendo la ventana desde afuera entré y apenas y puse mis pies adentro cerré la ventana, camine un poco y al sentarme en mi cama me quite los zapatos.

Tomando mi toalla salí de mi cuarto y fui al baño para ducharme con agua caliente, el agua era tan relajante que bajaba por todo mi cuerpo limpiándolo de la tierra, al terminar mi bañó, salí con una muda de ropa nueva, de pantalones cortos negros y camisa blanca, bajando al primer piso lo vi, cabello verde opaco, con barba y una cicatriz bajo el ojo izquierdo, estaba sentado en la mesa con una camisa negra y pantalones de mezclilla azul, y de ojos verdes apagados.

Los dos contornos de verde se unieron, me acerque y senté delante de el, secando mi cabello lleve mi mirada a la mesa viendo la comida que abría preparado, acercando mi mano tome un plato, y comencé a servirme, y viendo que el ya se abría servido comenzamos a comer en silencio, apreciaba el sabor del arroz y vegetales.

"Este es el delicioso resultado de un trabajo agotador por 6 meses."

Comíamos en silencio disfrutando la comida, al terminar me levante y tome los platos como tazones para ir a la cocina para lavarlos y dejarlos, volviendo a la sala me senté nuevamente delante de mi tío y guarde silencio hasta que hable.

—Tío siempre eh querido preguntar algo, y es ¿Qué paso con mis padres? Donde están fui alguna clase de error para que ellos me abandonaran en tu porche? —pregunte. Esperaba una respuesta pero solo me gane su silencio—.

Lo veía a los ojos buscando cualquier respuesta suya la cual ya parecía imposible, me comencé a enojar demasiado, apretaba mis dientes y puños, espere y espere y no dijo nada, se mantuvo en silencio por el plazo de una maldita hora que al terminarse subió a su habitación dejándome al borde de explotar, ya no aguantando mas golpee la mesa la cual se rompió levantándome Salí de la sala yendo a la entrada donde  patee la puerta de madera quebrando la por la mitad, camine a través de ella con dirección desconocida.

(…)

Golpeaba y golpeaba una inmensa piedra sin parar por algún momento, en donde me encontraba abrían árboles partidos por  la base por mi persona buscando alguna forme de sacar esta ira y cuando vi la piedra me acerque y sin titubear comencé a golpearla con el único propósito de sacar todo

"POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ, ACASO SOLO FUI UN MALDITO ERROR!!! "

Desatando toda mi ira pulverice la piedra con mi último puñetazo, veía los escombros un poco más calmado y entonces, sentí un gran dolor en mis manos las cuales poseían los nudillos rotos sangrando a no mas poder, veía la sangre bajar, suspire y caminé para volver a casa, por el camino llegue a un pequeño estanque a donde me agache y lave la sangre de mis nudillos como manos, veía claramente como la sangre y el agua se juntaban un poco, al terminar me acerque y vi mi reflejo buscando consuelo; entonces ellas aparecieron, las luciérnagas salían iluminando un poco el ambiente, las flores comenzaron a brillar de un tono azul, me parecía bonito y decidi relajarme y me senté en el pasto viendo la luna que brillaba.

Estaba ahí admirando la vista como hace no mucho tiempo, cuando estaba en la copa de aquel roble, en mi cara abría una pequeña sonrisa, estaba disfrutando la hermosa vista y los sonidos de los insectos.

—No es hermoso el paisaje ¿no? —Declaro. Estaba aún lado de su sobrino mirándolo.

Estaba en silencio y tan solo asentí sin despegar mi mirada de la luna, estaban en silencio esta que hablo nuevamente.

—en verdad quieres saber, sobre tus padres. —pregunto. Con esta pregunta su sobrino lo miró directamente a la cara—.

—Les jure que nunca te hablaría de ellos pero, bueno. Tu padre fue una gran persona que trabajaba día a día, tu madre fue una caballera de nivel alto, ambos se conocieron durante el ataque de dos shakales, cuándo ella abria acabado con ambos monstruos tu padre se acercó para ayudarla y eso simplemente fue el causante de un amor de ella por tu padre y con el paso del tiempo tu naciste pero ellos desaparecieron y me dejaron a cargo de ti.

Estando en un penumbre silencio sonrió y vio nuevamente a la luna.

(…)

Tomaba mis pocas pertenencias y las ponía en una maleta, me encontraba nervioso pero al terminar cerré la maleta y vi mi cuarto, vacío como nuevo, tomando mis cosas salí de mi cuarto y baje al primer piso donde mi tio me esperaba en la puerta destruida, camine hasta estar enfrente de él, bajando mi maleta lo vi a la cara y de un impulso lo abracé, el silencio era evidente y el afecto claro.

Al terminar el abrazo tomé mis cosas y salí de la casa para irme corriendo por un camino mientras me despedía con la mano, durante mi camino me encontré con viejos conocidos de quienes me despedí, hasta que llegue a una estación de tren, en donde abría un hombre al lado de la puerta de un tren bala, usaba el uniforme de la FAE, una chaqueta de azul marino como sus pantalones, botas y boina negra, un parche en el ojo y una mirada seria con una pequeña sonrisa, su pecho del lado izquierdo se encontraba repleto de medallas de todo tipo, me acerque y lo salude de manera educada, el hombre sonrió y me pidió mi nombre al dárselo lo anoto en un porta papeles que abría sacado de la nada junto a un bolígrafo, me hizo clara señas para que entrará las cuales respondí con un asentimiento.

Al entrar me senté de manera tranquila sin antes dejar mi maleta guardada, me encontraba en uno de los múltiples vagones que abrían era el último y estaba completamente vacío no como otros en lo que si habían chicos y chicas de mi edad o ya mayores.

Me encontraba ciertamente emocionado de saber que me deparaba la vida ahora, fue tan repentino pensar que sería un buen caballero pero me arriesgue a saber si podía llegar a ser grande como mi madre como abría dicho mi tío, aunque ya me estaba arrepintiendo pero, no podía correr.

Los minutos pasaron y cuando pensaba en huir por una de las múltiples ventanas del vagón, el tren encendió y salió disparado a toda velocidad, veía las nubes y las llanuras de la lejanía pasar y pasar pero, para mi sorpresa el hombre quien me recibió llegó al vagón en donde se fue a sentar delante de mi.

—Así que Ward Clayton hace ya bastante tiempo no escucho ese apellido, dime ¿como se encuentra tu madre? —pregunto. En sus palabras no se encontraba el sentimiento de herir si no mas de duda—.

—No lo se. —respondí. Baje mi mirada y cerré los ojos—.

—Y-ya veo, lo lamento no lo sabía. —se disculpo. Rascándose la parte de atrás de la cabeza de manera frenética—.

—Descuide no la llegué a conocer así que no me entristece y usted ¿la conoció? —pregunte.

—Je eso fue a se mucho tiempo se podría decir que tenía tu edad cuando la conocí

"Era mi primer día en la FAE, estaba ciertamente asustado de morir por culpa de un dragón o un Caballero de Carroña, entonces estaba perdido en mis pensamientos tan oscuros y pesimistas, al punto de decirlos entre susurros, entonces ella me sacó de mis pensamientos, me gane un gran susto pero me relaje un poco, nos volvimos amigos muy cercanos en cada entrenamiento estábamos unidos en cualquier misión o evento, hasta que bueno…estábamos apunto de llegar al último rango que puede llegar un caballero pero, decidí dar un suspiro, pedí mi retiro y me lo dieron para volverme instructor de las nuevas generaciones y lo hice a sus espaldas, cuándo se enteró me confrontó y peleamos pero cuando nos separaron solo vi como me veía arrepentida para irse y no volver más, ya han pasado más de 17 años desde que sucedió eso"

Next chapter