15 Capítulo 15

Capítulo 15: Que empiece el terror.

Nota: En Cuba, guagua es una forma de llamarle al autobús. Si en algún momento ven la expresión "coger la guagua", lo único de lo que estoy hablando es de utilizar n medio de transporte.

8:11:05 PM:

Jaime: E-espera un momento, ¿qué quieres decir conque José y Claudia están en peligro?

Frank: Recuerda Jaime, ya te lo dije.

Y Jaime recordó…

8:10:50 PM:

Frank: …Ello también me sirve para ver los eventos desde un punto de vista más similar al de los otros usuarios que conociste.

Jaime: No estoy muy seguro.

Frank: Si te preocupa que revise tus recuerdos más íntimos te aseguro que no hay problema. Al fin y al cabo no soy fisgón gay ni pedófilo y solo veré lo relacionado con los últimos días.

Jaime: Bueno, en ese caso creo que puedo permitirlo.

Frank: Bien, aquí voy.-Dijo, y justo cuando iba a introducir las manos de su stand en la cabeza de Jaime para retirarlas al segundo siguiente, otras manos agarraron las primeras.

???: Disculpa, pero ahora mismo estoy un poco apurado, ¿te importa si te tomo el relevo?

Jaime: ¡¿Q-qué demonios está pasando aquí?!

Marlon: ¡Santos macarrones con queso crema! ¡Hay dos Franks!

En ese momento, delante de Jaime y Marlon se estaba desarrollando una escena bastante peculiar, y es que el que estaba agarrando a The Script era un segundo The Script controlado por un segundo Frank.

Frank 1: Ya veo, ¿así que ahora mismo soy un recuerdo, eh?-Dijo el recuerdo adaptándose a la situación, como si no fuera la primera vez que había tenido que intervenir consigo mismo en el mismo lugar.- Ha de ser importante para que haya decidido intervenir conmigo mismo en medio, aunque ahora siento pena por Jaime, el pobre va a terminar con los recuerdos hechos un revoltillo.

Frank: Que se las arregle.- Dijo e introdujo las manos de su stand en la cabeza de Jaime para retirarlas al segundo siguiente.

8:11:06 PM:

Jaime: ¡¡Woah!! ¡¿QUÉ CARAJOS?!

De algún modo, Jaime había pasado de estar sentado en un sofá a estar levitando en medio de las nubes.

Frank: Nos vemos de nuevo.-Dijo desde detrás de Jaime.

Jaime: ¡Ah, no me asustes así! No, espera, más importante, ¡¡QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!!-Dijo alterado y sorprendido por la situación.

Frank: Permíteme que te lo muestre.

Al instante de decir esto, el paisaje cambió y se reprodujo en cámara súperrápida a los ojos de Jaime, el cual, de algún modo, fue capaz de entender todo lo que vio y escuchó.

Frank: Y, ¿qué aprendiste?

Jaime: A-a ver,-Dijo reponiéndose del flujo de información que acababa de inundar sus sentidos- básicamente, eso era información de tu habilidad y de la manera en que funciona. Si mal no estoy, te metiste en el mundo de mis recuerdos, y para poder explicarme algo lo más pronto posible, me metiste dentro de tu propio mundo de los recuerdos el cual, a diferencia del de otras personas, puedes controlar al 100%. (Empiezo a entender porque Marlon no se molestó en explicarme su habilidad, comprender esto es una puta tarea hercúlea.) Pero entonces, ¿qué es lo que tienes que decirme que es tan urgente?

Frank: Simple, Claudia y José están en peligro.

Jaime: …E-espera, ¿qué quieres decir con que José y Claudia están en peligro?-Dijo al cabo de unos segundos, después de que su cerebro hubiese superado el estado de shock y hubiese asimilado lo que implicaba esa afirmación.

Frank: Exactamente eso, que están en peligro.

Jaime: N-no puede ser.-Dijo con duda y temor- La última vez que los vi fue hacia varias horas, habían ido a reunirse con Jotaro.

Frank: Lo sé, yo también lo vi, y ahora tú también lo verás.

Y lo vio.

8:00:47 PM:

José: (Sé que no soy quien para juzgar dada mi habilidad, pero vaya que a las mujeres les gusta hablar, nunca entenderé como tanta labia puede habitar un mismo cuerpo.)-Pensó con frustración y cansancio.

Claudia y José estaban caminando dirigiéndose a la parada del autobús. Dado que cuando conversaron por teléfono en la escuela Jotaro estaba ocupado con algo en el municipio Plaza de la Revolución y la escuela no terminaba hasta las cuatro de la tarde, acordaron reunirse allí a las 5:30, no porque el recorrido hasta allí fuera especialmente largo, sino porque entre la longitud de la cola y la frecuencia de las guaguas podrían tardarse más o aún más. Una vez allí, Jotaro y Claudia le explicación toda la situación a José hasta el mínimo detalle, incluyendo el grupo de usuarios de stand que había venido desde Italia, la manera en la que funcionaba la flecha y todos los acontecimientos que los llevaron hasta ese punto. Luego de esto, Claudia le pidió a Jotaro que le hablase sobre las flechas encontradas hasta el momento y le hizo decenas de preguntas relacionadas con la Speedwagon Foundation, pues la admiraba por sus avances en la medicina. Para cuando se dieron cuenta, Jotaro había sido obligado a responder las preguntas de una adolescente fanática de la medicina por más de dos horas, y José, quien se había quedado creyendo que en algún momento volverían a hablar de algo importante, se arrepintió de todas las decisiones que había tomado en su vida empezando por esa. Ahora, tan tarde en la noche, pues el cambio de horario que había empezado dos días antes había hecho que el sol no se fuera sino hasta hace poco, se dirigían hacia la parada a través de una calle iluminada por nada más que la luna y los postes de luz. Todo estaba bastante tranquilo y solitario. Quizás,… demasiado.

José: ¿El último?-José preguntó en voz alta al llegar a la parada para saber detrás de quien irían en la cola, pues esta estaba un poco desorganizada.

Sin embargo, nadie le respondió.

José: ¿El último?-Repitió, en caso de que no se le hubiese oído bien la primera vez.

Sin embargo, nadie le respondió.

José: (Que raro, es cierto que  a veces alguien dio el último, el último se fue antes de dárselo a otra persona y luego no saben ubicarse, pero por lo general eso solo ocurre cuando la cola es bastante grande y se agregan personas cada dos segundos, no como ahora que solo hay 10 personas o menos contándome a mí y a Claudia. Déjame preguntarle directamente a alguien por si acaso.)-Y con este pensamiento en mente, se acercó a la persona más cercana.-Disculpe, ¿usted sabe quién es último?

Sin embargo, no le respondió. Ni siquiera se inmutó.

José: Disculpe, le estoy hablando.-Dijo tocando el hombro de la persona para resaltar su presencia.

Tanto pronto como tocó su hombre, la persona se derrumbó en el suelo bocabajo, como si cualquier fuerza que la hubiese mantenido en su lugar hasta el momento hubiese desparecido de repente.

José: ¡Dios mío, lo siento! ¿Está usted bien?-Dijo, preocupado por un momento de que él hubiese sido el responsable de que la persona cayera, aún cuando no había razón para pensarlo.

La persona no respondía ni se movía, por lo que José se acercó para levantarla, pero cuando la volteó se llevó una sorpresa. La persona tenía una mirada completamente neutral con una mirada que apuntaba hacia el vacío. Más que alguien que acababa de caerse, parecía un maniquí de una tienda. Claudia, extrañada y algo asustada por esto, se acercó para hacerle un chequeo rápido. Al terminar el chequeo dijo:

José: No te preocupes José, está viva. Su pulso y respiración son normales y no presenta daño de la caída u otra herida. Pero es raro. No está reaccionando a ningún tipo de estímulo físico, casi como si estuviera en trance, pero no detecto ningún tipo de droga o analgésico en su cuerpo que pueda provocar tal estado.

José: Entonces que, ¿está hipnotizada o algo?

Claudia: Puede ser, ahora que lo mencionas es lo único que se me ocurre para explicar esto, pero ha de ser un hipnotismo bastante fuerte para que no haya despertado todavía. O-oye,-Dijo después de un instante de silencio con algo de nerviosismo, como si tuviese en la garganta de la tensión.- ¿es idea mía o los demás están en las mismas condiciones?

Tan pronto lo dijo, José miró a su alrededor para comprobar la veracidad de sus palabras. Y era cierto. No solo nadie había reaccionado a la persona que había caído, sino que todos compartían la misma mirada hacia el vacío.

José: ¿Qué está pasando aquí?-Dijo sin esperar respuesta alguna.- Algo tan bizarro como esto solo puede ser

José y Claudia al unísono: la habilidad de un stand.-Dijeron compartiendo el mismo pensamiento.

Ante este pensamiento ambos se colocaron en guardia, cada uno cuidando la espalda del otro.

José: ¿Notaste que alguien nos siguiera en el camino aquí?

Claudia: No noté a nadie sospechoso, aunque siendo sincera tampoco es que me hubiese fijado mucho.

José: Mantuve mi guardia alta mientras conversamos con Jotaro y por unos minutos más después de alejarnos. Si alguien nos siguió, o es lo suficientemente hábil para ocultarse de mí y de Jotaro o no nos encontró y marcó como objetivos sino hasta recién. En cualquier caso, es peligroso separarnos, debemos mantener nuestra posición.

Claudia: Me preocupan estas personas a nuestro alrededor, a diferencia de nosotros ellos no pueden defenderse. Ya intenté despertarlos con mi stand y fracasé, ¿crees que puedas hacer algo con el tuyo?

José: Ya lo hice. La segunda vez que pregunté por el último lo hice infundiendo mi pregunta con la esencia de mi stand para que se vieran obligados a responder, algo así como el efecto de un suero de la verdad. Me acerqué para preguntarle a esa persona porque creí que a lo mejor estaban demasiados concentrados en algo como para prestarme atención. A la hora de afectar a las personas, si es físicamente mi stand no suele tener limitaciones, pero psicológicamente la persona en cuestión debe ser consciente de que le estoy hablando para que el sonido, más que simplemente llegar a su cuerpo, también sea procesado por su cerebro. En otras palabras, en ese estado de trance mi habilidad no puede ayudarles. No te preocupes, me aseguré de crear una contramedida.-Dijo, y acto seguido declaró la orden en cuestión.- ¡Guardar la siguiente orden en todas las personas en trance! ¡Reflejar daño hacia el suelo!

Al instante, la todas las personas normales en el sitio fueron alumbradas por la repentina aparición de la palabra ''guardar´´ en sus cuerpos para al instante ser sucedida por la palabra ''reflejar´´.

Claudia: Ya veo, de este modo si intentan usarlos como rehenes o se ven atrapados en esto reflejarán el daño sin recibirlo ellos. Muchas gracias.-Agradeció con una mirada de alivio en su rostro al saber que ningún inocente sufriría.

José: No me lo agradezcas. Me quedaría con mal sabor de boca si alguien indefenso se viera arrastrado a un problema mío. Más importante, creo que ya va siendo hora de hacer salir a ese tipo. ¡Todas las personas a más de un metro de mí que no tengan una orden guardada, ROMPÁNSE!

???: ¡¡AAHHGGG!!-Gritó una voz en medio de su agonía.

Claudia: ¡José, ¿estás demente?! ¡Podrías haberlo matado!

José: Eres adorablemente ingenua, preocupándote por alguien que quiere matarte.-Dijo con un tono sarcástico para nada sutil.- Pero no te preocupes, para bien o para mal, mi stand no puede alterar el flujo natural de la vida y la muerte, al menos, no con una sola orden, y en el peor de los casos tu puedes curar al afectado para evitar que muera, y conociéndote probablemente lo harías aunque intentara detenerte.

Claudia: Aún así no estoy de acuerdo con lo que hiciste. Una vida es importante, sin importar a quien le pertenezca.-Dijo con un claro tono de enojo en su voz.

José: Lo que sirve, sirve. Y efectivamente, sirvió.-Dijo apuntando con el dedo a una figura que aparecía de las sombras.

La vista del joven que surgía de las sombras dejó atónitos a los dos, incluso a José, aunque este se repuso casi al instante, no como Claudia que permaneció aturdida por unos momentos más. La víctima del ataque, un joven que a simple vista se podía decir que tenía entre 15 y 18 años con una cara algo pálida y escuálida, ojeras y un pelo negro peinado hacia atrás complementado por unos aretes de cruz que le daban aspecto de emo, estaba medio muerto. Sangraba por todos lados (por suerte para él, tanto su chaleco sin mangas como su pantalón holgado, sus únicas prendas pues no usaba ningún calzado, eran ambos rojos), tenía múltiples heridas a simple vista y otras cuantas escondidas bajo la ropa, un ojo cerrado que chorreaba sangre y con su mano derecha sostenía su brazo izquierdo, pues este ya no estaba pegado a su cuerpo. Era prácticamente un milagro que pudiese caminar hasta ellos.

???: Debo reconocerlo,-Dijo, y tuvo que detenerse un momento para toser sangre.- imaginé que podría sufrir algo de daño luchando contra ustedes, pero no pensé que terminaría así antes de empezar siquiera.

José: Espero que esto de sirva de lección, intentar oponérteme es inútil pues puedo destrozarte antes de que te des cuenta. Por suerte para ti, yo soy piadoso y ella es una curandera. Si prometes marcharte y nunca regresar, mi compañera estaría feliz de ayudarte con tus heridas.

???: Eso ciertamente suena como un buen trato. Por suerte para mí,-Dijo y se detuvo para formar una sonrisa- no lo necesito.

Al terminar de decir esto, colocó el brazo izquierdo en el lugar en que debería ir y, de algún modo, este se re adhirió a su cuerpo. Antes las miradas  atónitas de José y Claudia, su cuerpo siguió cambiando, o más específicamente, regresando a la normalidad. Sus heridas se cerraron por si solas y la sangre que había perdido volvía dentro de su cuerpo. Finalmente abrió el ojo que tenía cerrado y al hacerlo sus pupilas, hasta ese momento negras, se tiñeron de un tono rojo sangre.

José: ¿Q-qué demonios es tu habilidad?

???: ¿Quién sabe?-Dijo con una sonrisa burlona.

José iba a contestar algo, pero las palabras no salían de su boca. Asustado por experiencias pasadas, miró hacia abajo y lo que vio lo habría dejado sin palabras sino fuera porque ya carecía de ellas. En el lugar en que debería estar su lengua no había nada, solo un vacío que continuaba hasta el suelo dando lugar a una masa rosada encima de un diminuto charco de sangre. Quería gritar del dolor, pero ni siquiera podía, y empezaba a sentir que se ahogaba.

Claudia: Heal The World.-Dijo invocando a su stand.

Con gran rapidez, su stand realizó un tratamiento de emergencia mezcla de acupuntura y de curación acelerada usando su habilidad. Por desgracia para José, este método se basaba en la capacidad curativa de uno mismo más energía adicional agregada por Claudia, ni siquiera la energía vital de dos personas podía regenerar un órgano como la lengua, al menos no sin reducir en una década o más la esperanza de vida de ambos. Por suerte, este método si fue suficiente para detener el sangrado y priorizar la respiración a través de la nariz, de modo que al menos volvía a estar estable. Sin embargo, más que en su propia curación, José estaba concentrado en algo más.

José: (¿De dónde vino ese ataque que me cortó la lengua? No conozco muy bien cómo funciona su habilidad más allá de la aparente regeneración e hipnotismo, pero no parece haber movido su cuerpo de forma tal que pudiera atacar a distancia, y tampoco parece que su habilidad funcione como la mía que no requiere movimiento para atacar. Ahora que lo pienso, incluso con su habilidad parece demasiado confiado considerando que se enfrenta a dos usuarios de stand. ¿Será que…)

Al instante se arrojó junto con Claudia al suelo para evitar un corte que venía desde la izquierda, logrando que cortara solo un mechón del pelo de Claudia en vez de su cabeza entera. Había descubierto el truco. Había un segundo atacante. Claudia se sorprendió por esto, pero se recompuso cuando vio el mechón de pelo que le faltaba y la dirección a la que José le apuntaba para que mirase. Ambos sabían que en esa dirección había un enemigo, y lo que apareció de entre las sombras… fue un gato.

José: (¿Qué demonios? Estaba convencido de que allí estaba el enemigo, ¿me habré equivocado?)

De repente, desde encima del gato apareció una línea roja que viajó hacia ellos a gran velocidad. Sin tiempo para esquivarlo, Claudia lo bloqueó con Heal The World, pero el resultado fue que el ataque casi cortó los brazos de su stand.

Claudia: ¡Ahg!

José: (No puede ser, ¿acaso ese gato realmente es…)

Como si hubiese adivinado sus pensamientos, el felino negro de ojos púrpuras le sonrió de manera burlona mientras que en el aire, justo encima de él, aparecían letras rojas formulando la frase:

???2: '' ¿Qué pasa, te comió la lengua el gato? ´´

???: Veo que han conocido a mi amigo.-Dijo el primer atacante.- Permítanme presentarnos. Mi nombre es Simón González Iglesias y el de mi compañero aquí es Garfunkel. Como se habrán podido dar cuenta, ahora mismo están completamente superados, así que les sugiero que se rinden y nos entreguen lo que queremos.

Claudia: ¿Qué es lo quieren?-Dijo Claudia intentando descubrir el objetivo de sus enemigos?

Simón: A ti.-Dijo con seriedad y apuntando con un dedo a Claudia.

Antes de que Claudia pudiese decir algo al respecto, José se plantó entre ella y los atacantes. Su mirada estaba llena de determinación. ÉL era un líder nato, y mientras estuviera vivo jamás permitiría que alguien subordinado a él (aunque fuera solo en el ámbito académico) resultase lastimado.

Simón: Vaya, esa es una buena mirada la que tienes ahí.-Dijo reconociendo la valía del oponente que le plantaba cara.- Sin embargo es obvio que ahora mismo no puedes hacer nada. Pareces un tipo respetable y preferiría no lastimar a alguien así de ser posible. Si te apartas de nuestro camino, no solo no te haremos nada, sino que te reimplantaré la lengua que perdiste. No es un mal trato, ¿verdad?

Como si no se hubiese molestado en escuchar lo que le dijo Simón, José simplemente sacó una libreta y un lápiz de su mochila y empezó a escribir en una hoja. Al terminar de hacerlo, le  mostró la hoja junto con lo que había escrito en esta:

José: ''Lamento decirte que he de rehusar tu oferta. No estoy precisamente en los términos con ella, pero es una estudiante del Instituto Preuniversitario José Martí y yo soy el Presidente de Colectivo, y es mi deber proteger al estudiantado si este se encuentra en peligro. Además, ¿no estás siendo demasiado confiado? ¿Quién dijo que ya no puede hacer nada más?´´

Después de darle unos segundos al oponente para que leyera su mensaje, abrió la libreta en una página del final de la cual empezó a salir suficiente luz como para dejar cegados a Simón y Garfunkel. Aprovechando esta distracción, José agarró a Claudia de la muñeca (quien al no haber sido avisada del truco también fue cegada) y salieron corriendo de allí. Les tomó unos 5 segundos reaccionar lanzando Garfunkel  un ataque que destruyó la libreta, y les tomó otros 30 segundos reajustar completamente su vista.

Simón: Garfunkel, ¿estás bien?-Dijo preocupado por su amigo.

Garfunkel: ''No te preocupes, estoy bien. Sin embargo, parece que se escaparon. Perdón, si tan solo estuviese estado más en guardia´´-Expresó haciendo aparecer las palabras por encima de su cabeza.

Simón: No te disculpes.-Dijo interrumpiendo a su compañero de terminar lo que escribía.- Además yo también tengo la culpa, me confié demasiado y permití que llevase a cabo su estrategia. Pero no hay de qué preocuparnos, solo debemos rastrearlos como hicimos hasta ahora.

Claudia: ¿A dónde estamos yendo?

José no le respondió, más que nada porque no podía. Sin esperar a recibir opinión de ella, la llevó hasta el escondite más cercano que creía podía ser su salvación.

Unos minutos después:

Garfunkel: '' ¡Maldición! ´´

Simón: ¿Qué pasa?

Garfunkel: ''Entraron al Cementerio de Colón. Con tantos cadáveres y olor a muerte me será difícil seguirles el rastro. Maldita sea la suerte que los llevó a esconderse en ese sitio.´´

Simón: … No creo que haya sido solo suerte.-Susurró con un toque misterioso.- (Pero este tipo es más inteligente de lo que creí. Pensar que se daría cuenta de que le estamos rastreando.)-Tras pensar en esto, sacó su celular de un bolsillo de su pantalón y vio la hora en este.- (8:09, ¿eh? Una pena, parece que hoy llegaré tarde  a ver la novela.)

8:11:06 PM:

Y así, concluyó la visión.

Jaime: Mierda esto es malo, esto es malo, esto es muy muy malo.-Dijo empezando a ser víctima del pánico y el nerviosismo.

Frank: Imagino lo que estás pensando: ''Están en peligro pero están en otro municipio. Incluso si cojo una guagua o un carro tardaré media hora o más en llegar allí, ¿qué puedo hacer?´´, ¿me equivoco?

Jaime: No, ese es exactamente el problema. Espera, puedo llamar a Jotaro, en teoría debería estar más cerca de ellos que yo.-Dijo esperanzado.

Frank: Parece que no te diste cuenta porque reproduje la conversación con Jotaro a súpervelocidad para ahorrar detalles, pero ahora mismo él se encuentra fuera de la provincia. Según lo que dijo, tiene que resolver un asunto en otro lugar y no regresa hasta dentro de unos días. Yo mismo comprobé a través de tu mundo de los recuerdos y él ya cogió el tren que lo llevará a su destino. En otras palabras, no podemos contar con él.

Jaime: Mierda, MIERDA, ¿qué vamos a hacer?-Dijo con desesperación.

Frank: No te preocupes, una vez volvamos al mundo real conozco un método para ayudarnos con esta situación. No obstante, debo advertirte esto. Debido a la manera en que he estado interactuando con tus recuerdos fruto de las circunstancias, una vez volvamos tu cerebro podría subconscientemente desestimar todo esto como un sueño pero debes recordar: ESTO NO ES UN SUEÑO. Repítelo, ayudará a que lo interiorices mejor.

Jaime: V-vale. Esto no es un sueño. Por cierto, supuestamente hiciste todo esto para ahorrar tiempo, ¿pero toda esta explicación no tardó demasiado de cualquier modo?-Dijo preocupado porque ya fuera demasiado tarde para salvar a sus compañeros.

Frank: No te preocupes. Dado mi control sobre mi propio mundo de los recuerdos, el tiempo prácticamente no ha transcurrido aquí.

Jaime: Vaya eso es útil.-Dijo un poco aliviado.

Frank: Bien, ahora sí, volvamos.

8:11:06 PM:

Y así, terminó de recordar.

Jaime: Ya veo, así que ESO NO FUE UN SUEÑO.

Frank: Efectivamente. Marlon,-Dijo volteándose hacia el nombrado.- Llévanos con tu hermano.

To Be Continued |\|

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