El inicio

Aaron trato con todas sus fuerzas de abrir los ojos, pero un sentimiento de debilidad lo detuvo.

Sentía como si hubiera corrido una maratón, luego otra y otra más.

En estos momentos no quería nada más que bostezar y volver a dormir, pero sentía que si lo hacía no volvería abrir los ojos de nuevo.

En contra de las necesidades de su cuerpo, Aaron siguió tratando de abrir los ojos y pocos segundos después lo logró.

Pero no logró ver nada, todo estaba borroso en su visión.

Pero aunque no podía ver nada. Si podía utilizar sus otros sentidos.

Con solo un breve olfateo Aaron reconoció de inmediato un olor que siempre había querido deshacerse.

¡El olor a hospital!

El distintivo olor a desinfectante industrial, los diferentes aromas de ambientadores, medicinas y el aura opresora que le daban los hospitales no podían salir de su memoria aunque lo quisiera.

Cuando sus ojos lograron enfocarse y observar con atención los alrededores, confirmó su sospecha.

Estaba en un hospital.

Las paredes totalmente blancas, persianas que dividen las diversas camas de pacientes, un televisor en la pared. Además de la cama en la que se encontraba y los diversos catetes en su cuerpo lo ayudaron a validar su sospecha.

Pero no podía entender que hacía en un hospital.

Después de cansarse de los diversos tratamientos experimentales y quimioterapias, Aaron se rindió completamente y decidió vivir sus últimos días de vida con total dignidad y haciendo lo que le gustaba. No encerrado en un hospital esperando así retrasar un poco más lo inevitable.

Muchos trataron de convencerlo de lo contrario, con palabras como:

Rendirse es de débiles... Vivir es de fuertes.

O..... eres un marica por no atreverte a luchar.

Cosas parecidas.

Pero Aaron hizo oídos sordos sobre todos ellos.

Toda su vida la había vivido, no tratando de satisfacerse a si mismo, si no a los que lo rodean.

Siempre quiso simplemente conseguir una cuantas ectareas de tierras y cultivarlas con su hermosa esposa e hijos.

Vivir su vida en tranquilidad y armonía, lejos del estrés y preocupación. ¿Quien sabe? Talvez un viaje o dos por el mundo y conocer personas y su cultura.

En vez de eso y gracias a la presión de su familia realizó estudios de nivel superior y consiguió un trabajo estable en una empresa mediana.

Ya que si no hacías eso, cargabas con la etiqueta de "perdedor de la vida".

Si no logras hacer eso, entonces no eres nadie.

¿En serio?

Aaron sabía que si le contaba a alguien su sueño, solo se reirían de el como si estuviera contando un chiste y lo catalogarían como un perdedor sin ambición.

Y aunque al fin no pudo realizar su sueño. Pero hacerlo, solo que de una forma diferente.

Trabajó con todo lo que pudo y ahorró todo dinero que podía. Cuando cumplió los 50 ya tenía suficiente para jubilarse cómodamente y no tener que volver a trabajar y lo hizo.

¡Solo para enterarse poco después de su cáncer!

¡¡Cáncer de pulmón!!

En un principio se mostró incrédulo, ya que nunca había fumado, ni nada parecido.

Pero eventualmente lo acepto. bueno, más bien tuvo que hacerlo.

En fin, vivió sus últimos días con total comodidad y sin el estrés de pensar en que medicamento tomar a tal y tal hora.

Lo último que recordaba era quedarse en el jardín de su casa mirando las estrellas con ensueño.

Pensando en cómo sería su vida si en verdad hubiera hecho lo que siempre deseó.

"Solo está inconsciente, el doctor dijo que estará bien y en cualquier momento despertará."

Una grave voz lo saco de la profundidad de sus pensamientos.

Trato de concentrarse y pudo escuchar con claridad.

"¿Estás seguro wall?" Una voz de mujer respondió con preocupación.

"Si. El estará bien no te preocupes cariño." Habló con suavidad wall.

Luego de un pequeño silencio la mujer susurró suavemente: "talvez es mejor que se quede así por un rato."

"¿Q-Que?" Respondió wall con clara incredulidad ante la respuesta de su mujer.

"E-Es que.....Ya lo sabes. Aaron está a punto de graduarse y.....y" la mujer no pudo terminar sus palabras y rompió en llanto.

El hombre se quedó en silencio por un breve momento antes de responder con una risita de autoridiculo: "No te preocupes amor. Si hay algo que te puedo asegurar, es que todos en la familia cárter somos unos completos mediocres, buenos para nada."

"¿En verdad?" Respondió la mujer dudosa.

"¡¡Claro que sí!! Todos nosotros somos unos buenos para nada jajajaja."

Contrario de las expectativas, la mujer sonrió feliz con sus palabras y se abrazaron.

Aaron que había estado escuchando toda la conversación no pudo evitar abrir los ojos con incredulidad al ver por primera vez en su vida a alguien que orgullosamente declarará éso.

¡¡Amigó por favor, ten un poco de amor propio. Y si no es así, al menos por tu familia!!

"¡¡¡Oh despertó!!!" Gritó la mujer alegremente y se acercó a Aaron rápidamente.

"Es increíble que estés bien." La mujer, en sus treinta se veía muy feliz de verlo y lo abrazó. Luego tomo sus manos y las empezó apretar con fuerzas. "¡¡Pero no creas que esto te va a librar de tu castigo, pequeño demonio!!"

Aaron abrió los ojos incrédulo ante tal cambio radical de comportamiento de una manera tan repentina.

"Cielo, creo que deberías dejarlo descansar." Hablo wall un poco nervioso a ver a su esposa en tal estado.

"¡¡CÁLLATE!!" La mujer le gritó de manera entridentemente, lo que hizo que ambos, wall y Aaron saltarán asustados." No creas que me olvidado de ti, también tienes mucho que explicar."

"H-Hijo hazle caso a tu madre." Wall tartamudeo un poco, miró a Aaron con severidad y dijo con una voz no tan convencida.

"¿Hijo? Perdonen, pero ¿Quienes son ustedes?" Aaron dijo muy desconcertado. Pero solo poco después de hablar, se dió cuánta de que todos tres estaban hablando en un idioma totalmente desconocido para el y lo raro es que sabiendo que era un idioma que no conocía, lo podía hablar con mucha fluidez.

Todos tres se quedaron en completo silencio, antes de que la mujer estallará.

"¿Amnesia? ¿en serio? ¿Cres que me vas a engañar de nuevo? No importa que escusa trates de sacar, no te librarás de tu castigo."

Aaron solo pudo retroceder un poco, por alguna razón sintió un poco de miedo de esta mujer que muy bien podría ser su hija.