1 Capitulo 1: Cafeinado

Mi nombre no tendría importancia a menos que necesitaran saber sobre él, sin embargo, una vez que comience seguro la cobrara mucho...

Naum Utka no era nada más que alguien "normal" hasta antes de estar parado justo allí en...

Más adelante sabrán...

Comenzando con un vago intento de principio, su nacimiento fue cuando su madre se involucró con un empresario ruso muy influyente, dando como resultado de la cruza de una americana ególatra e interesada con un empresario ruso frívolo y de apariencias; el propio Naum. Siempre, durante 22 años, bajo la sombra de los hijos que salían de su mano en la fotografía con una gran y brillante dentadura en las revistas y diarios internacionales...

Una vez al mes él se encontraba frente a la misma situación, citado junto a su madre que se contentaba con un cheque, bastante gordo por cierto, a cambio de mantener el silencio sobre su existencia y el simplemente le seguía el juego "sombreado" de millonarios... con una cuenta y una tarjeta de crédito dorada...

Les mentiría si diría que no le interesaba el dinero, porque en su posición lo era y lo exprimiría al máximo cuando y la vida se lo permitiera... al menos cuanto la vida de su "Padre" asi durara. Cruel y justo para Naum.

Al menos era eso lo que creyó que mantendría como pensamiento hasta que eso ocurrió...

Quisiera poner algo relevante y podría reducirlo hacia una taza de café, bueno está bien... Hasta un largo vaso de Starbucks... es un poco loco que la bifurcación de su futuro iniciara con lo que su Madre estaba convencida, tomo la noche que fue concebido.

Patrañas, ella incluso ya habia acomodado todo para ir a vivir a Rusia y ocuparse de que, viviéramos como era debido, el gran señor Utka no dejaría que yo estuviera del lado de la luz y le permitirá lo que fuera. En verdad ambos me daban asco, pero hasta cierto punto pensaba merecérmelo.

El vaso estaba medio lleno sobre la mesa de la cafetería que solía frecuentar, en una zona comercial de Moscú junto a sus amigos...

Sus tres mejores amigos y la chica, si, realmente no debería de faltar la chica en la historia de un chico... al menos de un universitario.

Vivía de la apariencia... Asi que tenía que seguir la corriente y estar interesado en pechos y vaginas.

Estudiaba medicina en la MV estatal de Moscú, con desdén para el estaría presente y siempre recordaría el dia que se celebraba "Tatiana"...

Alek: un chico flaco y alto, músculos en la medida perfecta, rubio de ojos celestes, quien además era uno de sus amigos, estaba bebiendo su tercer vaso de hidromiel en el vestíbulo del campus, tras haber engañado al desprovisto y anciano rector. Fue gracioso que consiguiera beber más de un trago, diciéndole que se habia olvidado del bueno Alek, por supuesto, refiriéndose a sí mismo...

Mientras que el resto, Garsha y Salvik: el primero grandote y de cabello negro y ojos claros, el segundo flaco y fuerte como Alek. Se estaban destornillando de la risa junto a la seria y despampanante Nastacia. Su cabello rubio y sedoso se crispo un poco por la situación, mientras mantenía los brazos en jarra y la cara roja de ira.

Ella era mi modelo, en secreto intentaba copiar ese encanto natural que poseía.

Aunque yo tuviera el cabello ordinariamente de un castaño claro y los ojos de un claro color miel.

Algo en contra pensaba, para imitar el encanto de Nastacia. También era pequeño, flaco y sin nada de músculos.

La belleza de Nastacia fue producto de una ex modelo Rusa que se habia acomodado, cuando supo atrapar entre sus garras a un influyente político italiano, no era secreto y sin embargo Nastacia era dulce y seria, Naum todavía mantendría que Alek no la merecía como novia.

Tal vez deseaba profundamente estar en el lugar de Nastacia, pero juro que ni por un segundo hubiera dejado que...

Poco después todos siguieron el tren hacia la plaza roja en el centro de Moscú. Pero los estudiantes más allá de admirar a San Basilio de fondo, en una rápida visita al lugar, no demoraron en reunirse bajo el cielo ligeramente rojo-como anunciando que sucedería-disfrutando y haciendo una extraña y primeramente sana previa en una pista de patinaje cerca de GUM.

Naum solo siguió a sus amigos, no pensaba distraerse patinando, esperando al final acabar en algún club nocturno en una fiesta privada y loca. Ni bien los cinco llegaron a la pista, se acomodó en una banca y sencillamente se quedó dormido, con el trasfondo de murmullos y gritos felices.

Lo que le habia despertado a solo dos horas de media noche, no fueron las campanadas de la Torre Spasskaya, anunciando la nueva rutina de patinaje, sino su mano, la mano de uñas pintadas de rojo-¿Coincidencia?-que picaba su brazo con insistencia.

-Naum, Naum...-abrió sus ojos lentamente, cegado un momento al mirar una lámpara por encima de la pista y cuando froto sus ojos, tenía a Nastacia a su lado, observándole-Naum...-susurro, y al segundo siguiente le clavo las uñas en el antebrazo.

- ¡Nastacia! -exclamo, pegando un leve y patético salto del asiento, buscando instintivamente al resto, pero no parecían estar cerca- ¿Qué sucede? -pregunto con cierto reproche y frotándose el brazo. Realmente se preguntaba cuanto tiempo habia pasado desde que, se quedó dormido, sentado aparte del resto de sus compañeros.

-Por fin despiertas Naum, Alek se fue con Garsha y Salvik a un club privado y yo me negué porque les dije que solo irían a coquetear con niñas ricas y como supusieron que tu solo querrías ir a seguir estudiando para tu examen de... dentro de un año...-sonrió divertida guiñándole un ojo, Naum se limitó a fruncir el ceño y seguir firme en imitarla, quizás Alek estaría allí con ellos si él tuviera el mismo encanto que su novia, deseaba profundamente que asi fuera.

Pero a quien engañaba, seguro me odiaría con toda su alma, era preferible que pensara que cada mirada indiscreta hacia Nastacia, era porque me gustaba, en vez de revelarle que... Quería ser como ella para ser suyo.

Oh si, era muy Gay, me encantaba Alek, era mi tipo totalmente...

Aunque quizás eso pudiera cambiar...

-Bueno... yo solo quiero ser precavido, de nada me serviría estudiar con prisa un dia antes ¿Cierto? -pregunto, como si fuera lo más natural del mundo y es que, a veces solía ser obsesivo. Y, de todas formas, no entendía todavía que hacia ella allí con él.

Lo sospechaba hace un tiempo, no era tan tonto, creo que Nastacia quería dejar a Alek y solo le faltaba un empujón, que yo también me insinuase a ella, pero creo que ella... Sospechaba que en secreto miraba el bulto de los pantalones de Alek.

- ¿Por qué estás aquí?

-A eso iba, Alek dijo que te despertara, y mira que ni el Spasskaya lo ha conseguido, para decirte que te asegures de llevarme a los dormitorios-volvió a sonreírle y, esta vez coqueteo con el de manera indiscreta.

-Dime... ¿Qué clase de fiesta es a la que fueron?

- ¿Piensas ir?-pregunto fingiéndose triste.

-No, ellos me contaran mañana lo bueno que lo han pasado y siempre tienden a decírmelo y exagerarlo todo para... impresionarme y asi distraerme de mis estudios.

-Oh bueno, me han dicho con mucha convicción los tres, que irían a una fiesta donde habría que ir disfrazado exclusivamente de Zombi y luego saldrían para asustar niños, sin embargo solo sé que saldrán a impresionar chicas con sus músculos.

Al menos más de veinte alumnos varones se fueron infiltrando en grupo pequeños y en horarios separados durante la madrugada, para ingresar al dormitorio sin que se pudiera saber que venían todos de la misma y clandestina fiesta de disfraces... por supuesto que el que todos aparecieran como zombis era ya demasiado sospecha asi sin embargo, hasta el último grupo pudo volver a su cama a salvo por ese último dia...

Ese dia habia sido el peor para Naum por sobre lo que vendría después, he de decirles que se los digo desde la catástrofe absoluta, todo ya paso y seguirá su curso...

Las dos últimas horas antes del amanecer habia escuchado al principio quejas y luego sonrisas traviesas, consiguió auscultar que algo que se arrastró-era el biombo que separaba su cama de la del compañero- se escuchaba el frote de sabanas, la hebilla de un cinturón que aterrizo en el suelo... la voz de Nastacia, sus jadeos y los de Alek...

Quería estar bajo suyo y que él estuviera entre mis piernas, que sus jadeos fueran soltados en mi oído, todo esto era una tortura para mí...

Intento conciliar el sueño, pero al despertar... vio todo negro, ya no eran jadeos de placer, de sexo...

Como una cachetada despertó en la realidad, consiguió enfocar una mano que lo arrastraba en medio de llantos e insultos que absorbían su mente.... No era precisamente sujetado con delicadeza sino con todo el odio que se le pudiera escupir a uno en la cara y luego simplemente fue soltado en medio de la calle...

Estaba en medio de un horrible presente que hasta entonces quiso mantener como un sueño, era un sueño que se repetía constantemente... sus amigos jamás le dejarían caer en medio de bestias que solo querrían arrancar parte por parte y saciarse con su carne, no dejar más que restos que luego se pudrirían...

Probo cerrando sus ojos, quería tanto despertarse...

Uno... Alek ya no le defendía, no le importaba en lo absoluto y quizá nunca le importo más que el plástico dorado de su bolsillo...

Porque aún me sigues gustando tanto... Quisiera que eso cambie y quizás...

Dos, Garsha quien siempre le pedía sus apuntes, quería en ese momento gritarle cuanto odiaba que le nunca le diera las gracias, pero era su amigo y lo perdonaba aun asi...

Tres... era tan difícil... Salvik quien siempre fue el más sensato, las dos últimas semanas creyó que podría ser un súper héroe... calmado, sereno e incapaz de lastimar a alguien aunque regodeara de todos los mastodontes que habia derribado con sus puños en secundaria, el culparía antes que abandonar...

Nastacia... Nastacia... ella...

Despertó en el pasado de nuevo con la humedad de sus labios... Alek roncaba en su cama, el intentaba fingirse dormido tratando de olvidar los sonidos íntimos de la madrugada y Nastacia, Nastacia se fue con el primer canto de los pájaros y lo beso en la mejilla antes de alejarse hacia la salida y escuchar a la distancia el sonido de sus tacos...

Alek estaba profundamente dormido como para percatarse de que aquello habia sucedido, Naum lo mantuvo presente por unas horas e incluso intento evitar a su amigo...

Finalmente todo se calmó en su interior con la monotonía del dia, eran cerca de las tres de las tarde y cruzo las puertas del Starbucks, sus amigos ya habían apartado una mesa y aun no habían pedido nada...

Siempre se reunían allí, siempre eran ellos cincos y entre charlas, los largos vasos de café quedaban fríos y por la mitad. Ese último dia de paz habia ocurrido lo de siempre, excepto por la ultima sintonía.

En ese dia "normal" las nubes traviesas amenazaban con lluvia y a través de la ventana las veía volverse más copiosas y grises. Hacia frio y estaba seguro que no podría ya disfrutar el sol que era acaparado por aquellas nubes.

Alek y Nastacia coqueteaban frente a él, evitando a toda costa parecer sospechoso, olvidarse del beso y de que, Alek no habia tenido sexo con él y si con ella: la que muy discretamente le coqueteaba, le prestaba atención solo y siempre para aprender, pero en ese momento pensaba que sería todo muy obvio y se saltó sus "clases de seducción femenina".

Por otro lado Alek igual se veía ocupado con Garsha y Salvik: aquel Starbucks era muy diferente del resto y era porque lo atendía una señora muy adusta y adulta, ellos siempre intentaban convencerla de cambiar de canal, para ver como en el noticiero de otro canal la señorita "Yulia" presentaba el clima en bikini.

Estaba claro que ellos no estaban interesados en si llovería o el cielo solo les jugaba una broma, deseaban que ocurriera un desafortunado accidente y era que aunque sea uno de sus senos se escapara de la diminuta tela.

La dependiente del Starbucks debió darse cuenta de sus intenciones porque volvieron abatidos y además, el conservador programa de noticias que ella veía, acababa de empezar para hablar de la aburrida economía del país. Eso los haría lamentarse un buen rato.

Aquí venían...

-Naum, ya sabes.

-No, mejor suerte la próxima.

Ella no ha cambiado ese canal desde que comenzamos la universidad y no cambiara su postura ¿Coincidencia? -Naum sonrió porque no lo era. -Les tiene echado el ojo y no pienso ir para poner cara de cachorrito mojado.

-Mi buen Naum-Naum le presto toda la atención a Alek, no podía evitarlo-vamos, hazlos felices.

Como todo un perrito faldero, suspire y me levante, listo para la humillación. Nastacia alcanzo a mirarme enojada de haber sido tan persuasivo.

Podía escuchar sus risas que intentaban ocultar al cubrirse la boca con la mano, pero yo mismo tenía ganas de reír y era mucho mejor que llorar de vergüenza.

- ¿Y bien? -preguntaron algunos minutos más tarde, Garsha y Salvik al unisonó.

Alek se reía todavía y Nastacia se habia echado un poco lejos de su compañía, cuando se sentó, ella se posiciono con la silla muy, muy cerca suyo. Como queriendo consolarlo.

-Les he dicho, es imposible. La endulce con halagos y créanme, si fuera un profesor estaría más que encantada de cambiarme el canal.

Los dos suspiraron, derrotados, pero todavía con muchas ganas de seguir intentando otro dia.

Quizás no habría otro dia...

-Nastacia eres tú nuestra última esperanza, aunque Alek es el único que podrá disfrutarte-Nastacia esperaba ya sus dobles sentidos, por eso, casi se sentó encima de Naum.

-Alek, ni lo creas. No me veras en bikini en mucho tiempo...

-Está bien... Eso no decías anoche-Nastacia pareció estar a punto de abofetearlo, cuando siguiendo el "oh" repentino de Naum, miraron hacia la televisión.

Naum noto inmediatamente, mientras escuchaba por lo bajo la conversación de sus amigos, como la programación fue interrumpida con un "problemas técnicos".

- ¿Que sucede? -se preguntó y justo después, la programación retorno, manteniendo en vilo a todos los presentes. Allí ya no estaban pudo notar la dependiente del Starbucks, el programa de noticias con sus conductores habituales.

Sino un hombre con el semblante pálido y asustado, que sostenía unos papeles en las manos.

>>Por orden del Gobierno se ha declarado un toque de queda, que cada uno de los ciudadanos deberá respetar. Cualquiera que sea visto tras el horario establecido, será apresado y llevado fuera de la ciudad.

Abajo se indicaba: "Alerta, toque de queda, todos en sus casas antes de la siete de la tarde, sin excepción."

>>Se suspende todo servicio, de subterráneos, autobuses, taxis y trenes.

Continuo aquel hombre, en el lugar de los periodistas.

>>Seguiremos un protocolo de evacuación mañana a la primera hora del dia, manténganse conectados a este y todos los canales informativos. Refugios inmediatos: escuelas, iglesias, evitar hospitales y cualquier centro de salud.

>>Como referencia evitar multitudes y regresar a casa, mantener puertas y ventanas cerradas, si es posible evitar contacto con animales. Esto es repentino, pero el ministerio de salud ha advertido por un posible ataque bacteriológico, por favor no entrar en pánico y seguir las reglas.

Como si eso fuera posible, sin embargo, lo fue las primeras horas. Refugiados en el campus, estábamos auto aislados por el pánico, aunque nosotros cinco seguíamos juntos y especulativos.

Habíamos esperado hasta la siguiente mañana y reunidos en el cuarto que yo y Alek compartíamos, esperamos los informes pero todo estaba con la ventanilla de "problemas técnicos" y le seguía un escueto comunicado "sigan en sus casas-refugios hasta nuevo aviso".

Alentados por la razón o lo desconocido, acatamos esas pobres ordenes, cuando todo a fuera se desmoronaba sin que lo notáramos.

Sin embargo como si estuviéramos en un barco, perdidos en alta mar, vimos al "pájaro" que anunciaba tierra, que anunciaba que era tiempo de salir del escondite.

Nadie lo noto, los profesores y rectores no estaban al acecho, ni siquiera fuerzas policiacas para detener que saliéramos afuera como una aventura.

La gran ciudad se veía de lejos que habia sido hundida en un pantano de caos, por las grandes humaredas y los vehículos a medio abandonar en las calles sucias, todo estaba saqueado y destruido, y en las sombras...

Lo que más temeríamos al descubrirlo.

Como en el ojo de un huracán, se aventuraron vacíos y en busca de personas vivas, despreocupados y sin defensa. Algo los acechaba reuniéndose, iban reuniéndose en manadas y sus gruñidos individuales se volvían juntos como una tonada lírica potente.

Alek era la cabeza del grupo y Nastacia se sujetaba de su brazo, siempre con la sensata idea de regresar y estar a salvo.

Naum era seguido por Garsha y Salvik, que parecían entretenidos con la idea de un mundo destruido con muchas chicas en busca de, probablemente los últimos hombres de la tierra.

-Alek, debemos regresar-pero nadie tomo enserio a la despampanante rubia.

-Vamos, esto es divertido, lo que fuese que sucediera trajo mucha libertad-menciono Alek.

-Pero esto es extraño, es como si fuéramos lo único vivo, hay un olor espantoso-reitero ella.

Naum también lo presentía, pero se ahorró todo comentario. Observaba todo lo que podía, era un desastre, le costaba entender lo sucedido, y le costaba reconocer el Starbucks que siempre visitaban.

-Mira Salvik, ahora podremos ir y cambiar el maldito canal, aunque ya no podamos ver a la "Señorita Yulia"

-¿No crees que vaya a enfadarse?-pregunto Salvik en broma.-Pues intentémoslo, Naum vienes, necesitamos tu "adorable cara"-Naum rodo los ojos, pero los siguió.

-¡Espera Naum, Alek di algo!

-De acuerdo, vamos todos juntos, a lo mejor podamos tomar un poco de café.

Nastacia se vio decepcionada ante este hecho, pero tampoco quería estar sola y los cinco juntos se aventuraron dentro.

Adentro perpetraba, entre vidrios y mesas tiradas, un llano y mohoso silencio, nada tenía pinta de estar bien y lo comprobarían pronto. Garsha era el más alto, asi que fingió cambiarle el canal a la televisión, mientras Alek iba a la parte de atrás del mostrador, para accionar la máquina de café.

-Un late-se dijo asi mismo. Al accionar la máquina, la bebida comenzó a verterse sobre el enorme vaso verde con la leyenda "Starbucks".

-Creo que esto es algo ilegal, pero...

-Lo se Naum, va en contra de la moral, deberíamos estar en el campus, pero allí no parecía haber nadie tampoco.

"Crack"

Ambos voltearon, la adusta y adulta dependiente del Starbucks habia aparecido, sin embargo, fue Alek el que se percató, el que hizo a un lado a Nastacia cuando la mujer se abalanzó sobre la chica.

-¡¿Que carajos le sucede?!-no la veía bien, pero parecía muy enfada y... ¿Quería morderlo? Alek la empujo, pero ella respondió con más fuerza y al rayo del sol que entraba por los cristales quebrados, la vio ensangrentada.

Fue entonces cuando las risas de Garsha y Salvik atenuaron, y el espanto de Nastacia floreció en un grito de horror. Naum, completamente paralizado y falto de aire, ni siquiera podía moverse para buscar el inhalador.

Sufría de asma desde muy pequeño, no supe cuando empezó, pero mi madre decía que era porque todo me daba miedo. Siempre me buscaba un defecto, como si asi se vengara de "Utka padre", sin embargo, cuando se trataba de recibir dinero por mi... Era "perfecto".

Aunque ella -Nastacia- estaba asustada, fue capaz de notar que algo no andaba bien, incluso conmigo, cuando reaccioné fue porque ella habia accionado el aparatito y lo primero que hice fue ver la lucha de Alek, fuera de sí y dando patadas hacia la mujer que solo quería devorarlo.

Estaba horrible, los ojos parecían desorbitados y se notaban y enmarcaban en su podrida piel, las venas.

Cuando giro con la intención de mordernos nuevamente, vimos entre el horror y la prisa por correr ya de allí, que le faltaba un enorme pedazo a la altura de sus costillas.

Con la piel caída y pútrida, y la sangre seca en un marrón oscuro y de aroma agrio.

De cerca podíamos respirar aquella pestilencia, como si se hubiera puesto de perfume vinagre en pleno verano, la señora parecía estar podrida y en sus condiciones... Realmente no podía ser cierto.

Escapábamos hacia la calle y estábamos cerca de conseguirlo, pero como un preludio Nastacia grito con horror, todos nos volteamos a verla y la vimos enganchada por el brazo de la dependiente del Starbucks que se torcía de tal manera que era muy extraño, no le doliera.

Instalando la posición de líder Alek no lo penso ni un segundo, tomo un vidrio de la calle y lo incrusto con frialdad en su cabeza.

Y su cuerpo cayó muerto, con la sangre brotando de su cuero cabelludo y los ojos dados vuelta una vez más, hasta dejar de moverse y quedarse inyectados en sangre.

- ¡Maldición, no puedo creerlo! ¡Lo has visto, realmente era un maldito...! -el exacerbado festejo de Garsha se detuvo ante los llantos de Nastacia.

Alek estaba consolándola.

-Tranquila Nast, tranquila bebe, ella ya... No era humana, te lo prometo, debía hacerlo o acabaría con nosotros.

Mi corazón latía desbocado...

Él habia matado a aquella señora o ella realmente ya estaba muerta, no podía saberlo con exactitud.

Darnos cuenta de que algo muy malo sucedía, fue el inicio de la pesadilla, aquel dia algo más gordo nos esperaba literalmente: a la vuelta de la esquina...

Una multitud de carne muerta, que tenían piernas y pies para caminar.

Con un potente y lirico gruñido, a medida que se formaba un gran grupo para ir detrás nuestra.

No quería ser débil y convertirme en una carga, asi que comencé a mirar hacia todos los lados en busca de algo, debía ser posible, en medio del caos que estuviera abandonado y entonces señale, si hablaba, sabía que me atacaría el asma solo por el estrés...

Salvik fue quien lo noto y pudo darse cuenta, que señalaba hacia un vehículo abandonado.

-Alek, Naum encontró un vehículo, tiene las puertas abiertas. -explico sonriendo.

-Te cubriremos, ve por él.

Alek me observo significativamente. Mientras se armaba con otro vidrio, pero en esta ocasión lo envolvió en un extremo con la tela que rasgo, de la manga de su camiseta.

Estaban acercándose, juntos eran realmente fuertes, muy fuertes. Tomaban velocidad, nosotros también nos reunimos, espalda con espalda, pero solo Alek y Garsha estaban armados con cristales.

- ¡Esto es de locos!

- ¿Puedes callarte? -pregunto Nastacia, en un grito ahogado. Podía verla temblar como si le hubieran deslizado un cubito de hielo por la espalda.

-S-son demasiados...-murmure, ya pude verlos venir hacia nosotros, empujándose y derribándose entre ellos, sin embargo como una milagrosa salvación, vi venir el vehículo que antes habia visto y casi podía adivinar que Salvik, quien conducía velozmente, sonreía en el asiento del conductor.

Habia sido maravilloso, realmente que las llaves estuvieran dentro, donde estábamos ahora rumbo a la casa de Alek.

A pesar de ser amigos nunca lo habia visitado en su casa.

El viaje se tornaba difícil y agotador, y aunque quisieron pasar la noche dentro del vehículo para evitar algún tipo de robo. Tuvieron que armarse mucho mejor que con vidrios, esta vez con un número menor de "ellos" para entrar dentro de una tienda de víveres que no habia sido saqueada.

Estaban charlando y observando las estrellas en la azotea, era lo más seguro y desde allí podían defenderse y vigilar, aunque tuvieran frio no importaba.

Nastacia, Naum y Garsha estaban dormidos en una bodega anterior. Mientras Alek y Salvik vigilaban.

Duraron asi un par de días, no sabían cuantos, comiendo golosinas y mascando chicles, cuando loa víveres se agotaron

Naum observaba como él se volvía del club de los débiles, junto a Nastacia a quien Alek le habían encargado no dejar sola. Y no deseaba eso, el quería proteger al resto por igual, asi que una mañana su hora de triunfar llego tan rápido como una estrella fugaz.

Se habían quedado a medio del camino y un gran grupo de "come carne" se acercaba a ellos, pero eran muy rápidos. Se veían gordos, como si se hubieran dado un gran festín de viseras y allí cerca, habia una gasolinera. Lo único que lamentaron, fue que solo funcionaba con tarjeta de crédito y no habia tiempo para sacar el combustible de otra forma.

Naum penso que no funcionaría y seria tonto, pero al pasar su tarjeta aun funcionaba, nadie cabía de la emoción.

Aunque...

Lo disfrutaríamos poco.

El viento daba en nuestros rostros, éramos "lideres" con la tarjeta dorada que me habia dado mi "padre". Por fin haría un bien.

En días, Nastacia sonreía y Alek, Alek me parecía estaba teniéndome más en cuenta...

-El camino está bloqueado, seguiremos por otro lado.

Anuncio Salvik, siempre se mostraba cuidadoso al conducir.

Parecía haber cambiado un poco.

Mientras Garsha dormía en los asientos traseros, apoyando su cabeza en mi hombro y roncando como un oso.

Nastacia estaba sentada delante, encima de Alek. Alek por un momento volteo a mirarme y me sonrió...

Yo sonreí como idiota y me sonroje...

Tenía que ser el dia, quizás mañana estaría muerto y no lo sabía... Asi que tenía que tener valor. Quizás... Quizás tendría una mínima oportunidad.

Vaya que tonto. ¿Por qué era tan gay?

Por el desvió tuvimos salida a otra gasolinera, nuevamente era tiempo de llenar el tanque.

-Alek-llame, el me miro y miro a Nastacia, ella solo se adelantó delante de Salvik, Garsha continuaba durmiendo.

-Dime Naum ¿Te preocupa algo?

-Bueno yo... Yo realmente...

- ¿Sí? -hice dos pasos hacia delante, quería decirlo tan bajo que esperaba no lo escuchara.

-Desde hace un tiempo... Yo...

-¡AAAAH!

No supe cuando todo se volvió un caos, Salvik y Alek luchaban contra tres de "ellos" y yo defendía a Nastacia de cuatro esquivándolos.

-¡Súbanse al puto auto, ahora!-grito Garsha, accionando la llave y avanzando, dejando la manguera perdiendo la gasolina.

-Nastacia, corre, súbete.

-Naum no puedo, tengo que ayudarte.

-¡Hazlo ahora!-pero cayo antes de esquivar a uno, Nastacia grito de nuevo, aunque intento hacer algo, cuando Alek clavo un hacha sobre su muerto atacante.

-¡Largo, ya mismo!-yo no pude moverme, cuando el que intentaba morder a Garsha arremetió contra mí, tras este darle una patada.

Salvik sin embargo me ayudo, no sé de dónde habia salido y rápidamente, con Alek a lo último subimos al auto.

Trate de ocultarlo, pero la desesperación de Nastacia fue imposible de pasar por alto mientras el auto era llevado a toda marcha por Garsha.

- ¡¿Que sucede Nast?!

- ¡ES NAUM, DEBEMOS AYUDARLO! -y acciono el inhalador, mostrando que estaba vacío.

- ¡Maldita sea, tendremos que regresar, hay una farmacia más atrás! -Alek frunció el ceño desganado. Yo no quería ser una carga ¡Maldición!

-N-n-no... Déjenme, los... Dispersare p-por ustedes... Les dare tiempo.

Ya no tuve más aire.

Antes de desfallecer escuché la calmada y enfadada voz de Alek decir "De acuerdo Nast, lo llevaremos, ya deja de llorar..."

El caos me abrazo de nuevo, el grito de horror de Nastacia y, como el aire entraba a mis felices pulmones.

-¿Como te encuentras Naum?-pregunto Nastacia, se la notaba muy rara.

-Bien ¿Que paso?

-Te desmayaste, no te preocupes, estarás bien-y me entrego el inhalador.

Afuera, era un tumulto de "ellos" queriendo entrar, mientras Salvik, Alek y Garsha luchaban por evitarlo.

A mi derecha habia un hombre bajito de bata y anteojos, me di cuenta que era el farmacéutico.

Cuando la situación parecía controlada, mis tres amigos cayeron de espaldas al suelo y algunos cuántos de ellos entraron.

Ya era tarde... Muy tarde...

Primero mordieron al farmacéutico y entretuvieron a Garsha, Alek y Salvik lo suficiente para que...

- ¡Aah, no, no aléjate de mí! -mis ojos se desorbitaron y entonces vi al igual que el resto, como el farmacéutico retornaba de la muerte y arrancaba con gula el esbelto cuello de la rubia despampanante.

Nastacia.

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