Capítulo 91: Mientras tanto las ninjas…

Mientras Satou estaba volviendo a caer en una crisis existencial dentro de la prisión, las mujeres relacionadas con el hombre gordo estaban haciendo el mejor esfuerzo para que Satou encontrara una agradable sorpresa al volver.

Asagi estaba a cargo de administrar las fuerzas principales de Satou, supervisar el entrenamiento de las Taimanin y dar órdenes a los asesinos de Black Label.

A pesar de que ella tenía mucho trabajo, ella estaba costumbrada a liderar la antigua base Taimanin por lo que este nivel de responsabilidades eran una carga ligera para ella, además, Asagi se sentía motivada al sentir que sus acciones estaban contribuyendo a crear un mejor mundo incluso si técnicamente ella ahora estaba del lado de los grupos corruptos.

A pesar de que Asagi tenía mucho trabajo de oficina, por las noches ella salía en compañía de un pequeño escuadrón de élite para supervisar los callejones de la ciudad.

Asagi estaba preocupada de que entre los guardaespaldas personales de Satou, ella era la mujer más débil y por eso estaba entrenaba hasta que su cuerpo se rompiera por el esfuerzo.

Cada día Asagi entrenaba con las otras guardaespaldas de Satou y daba su mayor esfuerzo para mejorar sin quejarse.

Sus extremidades fueron aplastadas por Enma, su alma fue torturada por Kiara, su piel fue arrancada por Hachishakusama, fue golpeada por la magia de Irene, entró en una cámara de gravedad construida por Lala, fue sometida a diferentes drogas diseñadas por Ryouko…

No era exagerado decir que Asagi había muerto cientos de veces, pero ella jamás se quejó ni se rindió sino todo lo contrario, ella siguió forzando su cuerpo a mejorar ya que su convicción era clara, ella no permitiría que los enemigos dañaran a su familia.

El trauma que antes limitaba el potencial de Asagi se había convertido en el combustible que alimentaba su voluntad.

Incluso la cínica Enma había dejado de insultar a Asagi ya que comenzó a dar reconocimiento a la fuerza de voluntad de la mujer.

Aunque el entrenamiento era un encuentro constante con la muerte, Asagi sabía que la experiencia de combate en un entorno no controlado era importante por lo que comenzó a hacer pequeñas misiones junto a un escuadrón de élite Taimanin.

Asagi había aprendido de sus errores así que ella siempre tenía preparada una ruta de escape por si un enemigo poderoso aparecía, ella no permitiría que su cuerpo fuera nuevamente tomado por sus enemigos.

Asagi estaba usando su velo de las sombras. Este artefacto mágico fue mejorado con varios materiales extraídos de los demihumanos por lo que ahora Asagi podía ocultar su presencia incluso de demonios al nivel de Enma, aunque ella aun tendría dificultades para engañar a Kiara.

Detrás de Asagi había cinco siluetas borrosas las cuales esperaban órdenes, todas ellas potaban el mismo vestuario que Asagi haciéndolas imposibles de identificar.

Tras la caída de la Taimanin, casi todos los hombres fueron asesinados mientras que la mayoría de las mujeres resultaron esclavizadas.

A pesar de este trágico destino, las elites mas fuertes habían logrado escapar y posteriormente fueron ellas quienes recataron a Asagi tras muchos sacrificios.

Las cinco mujeres eran las Taimanin más fuertes al servicio de Satou.

Murasaki Yatsu, la segunda Taimanin más fuerte solo por debajo de Asagi.

Sakura Igawa, hermana de Asagi y la razón por la cual Asagi logró escapar del Rey Íncubo.

Rin Uehara, profesora de Yatsu y una de las Taimanin más respetadas.

Akiyama Rinko, una de las mejores usuarias de espada entre las Taimanin.

Yukikaze Mizuki, quien ha sido considerada como una de las Taimanin más talentosas y con el mayor potencial.

Este pequeño grupo de seis mujeres miraba en silencio un cargamento que había llegado al puerto.

Ocultos por en la obscuridad de la noche, un grupo de hombres movían varios paquetes de aspecto sospechoso para subirlos en camionetas con placas falsas.

Algunos de los paquetes eran grandes cajas que emitían el sonido de piezas de acero, otros paquetes parecían estar llenos de joyas, pero lo mas llamativo eran extrañas maletas que parecían ser el cargamento mas valioso ya que los hombres los movían con extremo cuidado.

Los hombres movían las pesadas cajas como hormigas obreras trabajando, estaban bien organizados y eran profesional al mover el cargamento.

Mientras Asagi observaba en silencio las acciones de los hombres, una de las mujeres se acercó a Asagi.

"¿Esto es lo correcto?" – Sakura se acercó preguntó con ligera renuencia.

Asagi ni siquiera miró a su hermana y habló sin emociones. – "Nos apegamos a la misión, eso es todo"

Sakura asintió mientras intentaba no hacer más comentarios ya que no quería afectar la concentración de Asagi.

Sakura amaba de todo corazón a su hermana e incluso estuvo dispuesta arriesgar su vida para rescatarla de las garras del Rey íncubo, por eso ella estaba feliz de ver que su hermana había recuperado su sonrisa.

Cuando la aldea Taimanin fue destruida, Sakura no tuvo tiempo de ayudar a su hermana y solo pudo escapar mientras rescataba a algunas de las Taimanin más jóvenes.

Tiempo después de ataque, Sakura supo que su hermana fue secuestrada por lo que reunió un escuadrón de elite y atacó la guarida donde Asagi estaba retenida.

El precio de salvar a su hermana fue grande, Sakura perdió a muchas amigas de confianza haciéndola caer en depresión, pero por el bien de su familia ella no se rindió y logró salvar a su hermana.

Sakura logró recatar a Asagi, pero esta última no se encontraba en un buen estado mental e incluso intentó asesinar a Sakura para volver al lado del Rey Íncubo.

Para empeorar las cosas, el gobierno había marcado a las Taimanin como traidoras y enemigas de la humanidad por lo que ahora eran perseguidas como criminales.

Sakura pasó por muchas dificultades, pero finalmente encontró a alguien dispuesto a ayudarlas, un hombre gordo que pensó que los ninjas eran geniales.

El original Satou era un fanático de las películas de ninjas y ya que su intelecto era comparable a un niño idiota, él aceptó cuidar de las Taimanin sin siquiera preguntar por la identidad del grupo de mujeres.

Enma ya era la guardaespaldas de Satou por lo que en realidad fue ella quien se encargó de supervisar a las Taimanin.

Originalmente Sakura era la guardaespaldas de Satou, pero ella muchas veces tenía que alejarse ya que sentía un odio absoluto cada vez que el hombre gordo se acostaba con una niña pequeña, algo que era bastante común.

Mientras Sakura era la asistente de Satou, Enma ayudó a que Asagi recuperara parte de su cordura, aunque había algunos problemas.

Para empezar, Asagi tuvo que renunciar a sus sentidos del olfato, gusto y tacto ya que solo oler o tocar a un hombre podía desencadenar su lujuria hasta el punto de la ninfomanía.

Por otro lado, Asagi sufría ya que cada anochecer, la marca del Rey íncubo se activará haciendo que su mente sufriera síntomas de abstinencia por no entregar su cuerpo a la lujuria.

Durante un año, Asagi sufrió hasta casi volverse loca, pero con el tiempo ella logró superar el sufrimiento y pudo volver a ser una Taimanin digna de respeto.

Ya que Sakura no quería estar cerca de Satou, Asagi tomó su lugar como guardaespaldas de Satou mientras Sakura se encargaba de cuidar el entrenamiento de las Taimanin.

A pesar de que Asagi se había estabilizado, en todo ese tiempo ella no volvió a sonreír e incluso Sakura la había escuchado llorar cada vez que ella estaba sola.

Sakura estaba muy preocupada por su hermana y pensaba que tal vez si el hijo/novio de Asagi recuperara su cuerpo, entonces Asagi podría recuperar un poco de su felicidad.

Antes Sakura veía a ese chico como un pequeño hermano, sobrino e incluso cuñado así que le tenía cierto cariño, pero tras saber que él fue una de las principales causas de la invasión de la aldea, ella comenzó a odiarlo, aunque por el bien de Asagi, Sakura estaba dispuesta a olvidar ese odio.

Cuando Sakura supo que Asagi había comenzado una relación con Satou, ella estaba furiosa ya que en su mente esto solo era posible si el hombre gordo amenazaba a Asagi, o incluso algo peor, ella pensó que Satou usó los mismos métodos que el Rey Íncubo, corromper la mente de las mujeres con magia y rituales.

Sakura no podía atacar a Satou debido al contrato que hicieron al conocerse, así que decidió buscar una oportunidad para huir junto a las otras Taimanin.

Inesperado para ella, Asagi no se había convertido en una muñeca sexual y en realidad había recuperado la capacidad para disfrutar de la vida.

Asagi volvía a sonreír, ella ya no necesitaba que sus sentidos fueran suprimidos ya que su lujuria estaba bajo control, e incluso parecía que la voluntad de Asagi era más fuerte que nunca.

Aunque Sakura seguía un poco disgustada con Satou, ella ya no lo odiaba y sentía un verdadero sentimiento de gratitud por el hombre gordo.

No solo ella, todas las Taimanin sentían completa gratitud hacia el hombre gordo ya que la información de que Satou había sido drogado fue conocida.

Ahora las Taimanin ya no veían a Satou como el mismo tipo de monstruo que causó la destrucción de la aldea, ellas veían a Satou como un hombre pervertido con fetiches legalmente cuestionables, pero todo dentro de lo tolerable.

A pesar de que las cosas estaban mejorando, Sakura estaba preocupada de que los ideales de las Taimanin estuvieran deteriorándose lo cual era más notorio en Asagi.

Justicia, equidad y proteger a los débiles, esas eran las creencias de Asagi en el pasado, pero ahora parecía que a la mujer solo le interesaban los resultados y no los métodos.

Sakura estaba preocupada, pero tampoco quiso cambiar la nueva mentalidad de Asagi ya que ella misma había experimentado las consecuencias del exceso de confianza y amabilidad.

Sakura veía a Kosuke, el hijo de Asagi, como un chico amable y guapo de quien era fácil hacerse amigo.

Ahora Sakura sabía que era una estupidez confiar en las apariencias y guiarse por los valores morales pues incluso un chico tan amable estuvo dispuesto a entregar a su alma a los demonios solo para satisfacer sus propios deseos carnales.

Dicho esto, Sakura sentía un poco menos de desagrado hacia Satou ya que al menos el hombre gordo era honesto con sus deseos y no intentaba poner una falsa imagen de caballero perfecto, sino que aceptaba sus propios defectos, aunque el hecho de que niñas pequeñas estuvieran en su harem seguía siendo desagradable para Sakura.

Sakura suspiró internamente y observó la situación en silencio.

Entre el cargamento trasportado por los hombres había artefactos de alta tecnología y joyas mágicas, recursos sumamente valiosos que eran estrictamente regulados en Japón por lo que las acciones de los hombres eran un claro caso de contrabando ilegal.

A pesar de que estos materiales eran mas valiosos que el oro y la plata, la atención de las Taimanin estaba centrada en las grandes maletas que eran transportadas con mayor cuidado.

En términos monetarios y de utilidad, estas maletas no tenían importancia pues eran productos desechables enfocados en el entretenimiento de millonarios excéntricos, pero para las mujeres Taimanin, estas maletas eran lo más valioso.

Entre lo más profundo del mercado negro internacional existe un tipo de juguete sexual muy particular.

Mientras que en Japón el término 'loli' no necesariamente tiene connotaciones sexuales y puede referirse a figuras infantiles que transmiten ternura, en el mercado negro internacional esta palabra es usada con fines totalmente sexuales.

'Loli Doll', un juguete sexual del mercado negro que consiste en mujeres sin extremidades, y en ciertas ocasiones, sin ojos ni dientes.

Estas mujeres básicamente eran 'onaholes' y una de las formas de vida más trágicas pues quienes disfrutan comprando estos 'productos', las tratan como tal, objetos desechables.

Dentro de cada maleta había uno de estos 'juguetes', mujeres que fueron mutiladas para satisfacer los mas retorcidos y crueles deseos de personas depravadas.

Mientras los hombres transportaban las maletas a camiones blindados, una repentina cortina de humo se extendió obstruyendo la visión de los hombres.

"¡Ataque enemigo!" – Un hombre gritó mientras sacaba una metralleta.

Pistolas, espadas, cuchillos y metralletas, los hombres sacaron diversas armas, pero no atacaron de inmediato, sino que se mantuvieron alerta.

"¡Por aquí! ¡¡Agh!!" – Un repentino grito hizo que los hombres apuntaran en esa dirección y dispararan.

"¡Malditos parásitos que dañan a la sociedad!" –De entre el humo fueron arrojados varias armas afiladas que lograron asesinar a los hombres que sostenían armas de fuego.

"Que maldito dolor en el trasero" – Un hombre con gafas de sol suspiró y levantó la mano derecha para sostener la espada que apuntaba a su cuello.

El hombre miró al atacante cuyo rostro estaba cubierto y alzó una ceja al ver el contorno del cuerpo del atacante. – "¿Una mujer?"

La mujer resopló con desdén. – "¿Y que si los soy? Solo eres una basura corrupta que mancha el suelo de Japón"

La mujer no pudo liberar su espada del agarre del hombro por lo que soltó la espada y retrocedió mientras sacaba un kunai y lo arrojaba al cuello del hombre, pero el hombre fácilmente detuvo el kunai con su mano izquierda.

El hombre frunció el ceño y puso fuerza en sus manos haciendo que la espada y el kunai se rompieran con facilidad. – "¿Crees que esta basura es suficiente?"

La mujer resopló con desdén y sacó otra espada, pero esta vez el hombre sintió un poco de peligro como si la mujer finalmente lo tomara enserio.

El hombre apretó el puño y se apresuró para golpear la cara de la mujer, pero tres cadenas ataron su brazo desde diferentes direcciones.

El hombre ni siquiera frunció el ceño y movió el brazo hacia abajo haciendo que los tres ninjas que sostenían las cadenas fueran jalados hacia el hombre.

Los ninjas soltaron las cadenas y arrojaron shurikens hacia el hombre, pero el hombre logró retroceder para evadir las armas afiladas.

Los tres ninjas se pusieron de pie frente al hombre haciendo que frunciera el ceño, el hombre podía decir que, si bien su propia fuerza era suficiente para escapar de los cuatro ninjas, eso significaría perder el cargamento.

El otro problema es que los ninjas rara vez pelean en grupos pequeños por lo que en este ataque debería haber al menos 30 ninjas mientras que el grupo del hombre solo tenía a 5 guerreros de elite y cada uno solo podía luchar con un máximo de 3 ninjas a la vez.

El hombre se puso en guardia y atacó hacia la mujer ninja que parecía ser la líder del pequeño escuadrón.

La velocidad del hombre estaba mas allá de los reflejos humanos, pero los ninjas lograron reaccionar a tiempo para evitar la embestida directa.

Cuando la mujer retrocedió, un anillo de oro en la mano del hombre emitió luz azul y en un instante un hechizo de relámpago salió del anillo atacando a la mujer.

La mujer no pudo evadir el ataque, pero en lugar de gritar de dolor, su cuerpo se convirtió en una nube de humo dejando un tronco de árbol el cual fue carbonizado por el relámpago.

"Tch, jutsu de sustitución" – El hombre resopló con enojo y dio un salto lateral para evadir un ataque de espada que apuntaba a su espalda.

Cuando el hombre evadió el ataque de un ninja, inmediatamente tuvo que usar otro artefacto mágico para crear un escudo ya que dos ninjas lo emboscaron usando una habilidad de sigilo.

La barrera que era capaz de detener el impacto de un pequeño misil comenzó a romperse por el ataque combinado de varios ninjas.

"Fuerza sobrehumana… Esto es malo" – El hombre suspiró.

Mas ninjas aparecieron y atacaron la barrera hasta romperla como un cristal.

Antes de que el hombre pudiera usar otro artefacto mágico, decenas de cadenas fueron arrojadas logrando inmovilizar al hombre.

El hombre no parecía preocupado a pesar de estar rodeado por 10 ninjas, él simplemente sonrió hacia la mujer ninja que sostenía una espada como si fuera a decapitarlo. – "Señorita, esto va a doler"

La mujer ninja movió su espada para decapitar al hombre, pero sus instintos le advirtieron de un peligro inminente así que intentó retroceder.

La velocidad de reacción de la mujer ninja era sorprendente y superaba por mucho las limitaciones humanas, pero incluso así ella no pudo evitar que su brazo fuera cortado.

Los 9 ninjas que sostenían las cadenas intentaron sacar sus armas, pero en un instante sus piernas fueron cortadas haciéndolos caer sobre charcos de su propia sangre.

"Te tardaste" – El hombre suspiró y se liberó de las cadenas.

Frente al hombre estaba una sombra cuyo genero y apariencia eran imposibles de distinguir, solo se podría decir que era una entidad humanoide.

La sombra ignoró al hombre y apuñaló el estomagó de la mujer ninja.

El hombre alzó una ceja al notar que las acciones de la sombra parecían guiadas por algún tipo de resentimiento así que decidió no hablar.

La sombra movió la espada haciendo que la mujer ninja apretara los dientes con dolor.

"¿Quién te envió?" – La voz de la sombra no tenía genero ni edad como si fuera totalmente sintética, pero era obvia su furia.

La mujer ninja intentó usar una técnica de escape, pero la espada que perforaba su estomago parea estar bloqueando sus técnicas de ninjutsu.

La sombra vio que la mujer no hablaría así que sacó un sedante y se lo inyectó a la mujer.

La mujer ninja perdió el conocimiento a lo que la sombra la ató con una cadena mágica.

El hombre entendió lo que haría la sombra por lo que señaló a los ninjas que estaban desangrándose en el suelo. – "¿También te llevaras a los otros ninjas?"

"Nos llevaremos a los lideres, ustedes pueden quedarse con los subordinados" – La sombra respondió con apatía y sujetó a la mujer ninja como un saco de papas. – "Termina de subir el cargamento, los refuerzos enemigos no tardarán en llegar"

El hombre suspiró y asintió mientras se quitaba las gafas para masajearse la frente.

"Quien diría que enviarían ninjas…" – La mirada del hombre era de cansancio, pero lo mas llamativo era que sus escleróticas eran negras.

La sombra no dijo nada y simplemente desapareció.

El hombre suspiró y se volvió a colocar las gafas, luego miró sus alrededores y vio que habían cerca de 30 ninja tirados en el suelo con diferentes heridas que iban desde apuñaladas, amputaciones y heridas de balas.

"Maldita sea, los asistentes del señor Yamada son aterradores…" – El hombre suspiró y dirigió a su equipo para apresurarse con el transporte de recursos.

El cargamento fue transportado con éxito antes de que los refuerzos enemigos llegaran. Los camiones blindados se alejaron del lugar para descargar los productos en las áreas seguras asignadas.

De regreso al área residencial de Satou, Asagi tenía una mala expresión mientras miraba una jaula con cinco personas vestidas de ninjas.

Sakura se acercó a Asagi con una expresión de preocupación. – "Hermana, son solo personas que intentan proteger a los demás, no son diferentes a nosotros…"

"Lo sé" – Asagi seguía mirando a las personas. – "Pero cuando nuestro grupo fue perseguido, ¿Dónde estaban las otras aldeas ninja? ¿Dónde estaban nuestros supuestos aliados? ¡¿Dónde estaban esos bastardos que se hacían llamar nuestros amigos?!"

Sakura bajó la mirada. – "Pero lo que estamos haciendo no es diferente a las acciones de quienes nos atacaron…"

Asagi y las Taimanin había ayudado a la yakuza con el transporte de mercancía ilegal, ellas habían atacado a un grupo de ninjas que buscaban eliminar a la yakuza e incluso habían capturado a ninjas honestos que buscaban proteger a los ciudadanos de Japón.

Esto era lo que preocupaba a Sakura, ahora las Taimanin estaban trabajando para aquellos que usan a las personas como objetos.

Asagi respiró profundo y miró a los ojos de su hermana. – "Sakura, la justicia y la ley no sirven en un mundo corrupto"

Sakura apretó sus puños. – "¿Entonces a esto nos dedicaremos? ¿Trafico de armas y personas?"

Asagi suspiró con amargura. – "Las armas no matan personas, las personas matan personas usando armas, por otro lado, si no puedes eliminar el mercado de esclavos, puedes comprar a los esclavos y darles una mejor vida"

Usar al mal para combatir al mal. Sakura suspiró, a ella le incomodaba esta forma de hacer las cosas, pero no podía negar que era mas efectivo ayudar a los inocentes cuando estaban del mismo lado que los supuestos villanos.

Los chicos buenos hablan de la moral y la justicia mientras secretamente colaboran con los demonios.

Los chicos malos hablan del valor monetario de las personas mientras rescatan a esclavos para darles una mejor vida.

Ese era el absurdo y trágico mundo en que vivían.

"Fufufu, me agradan esas palabras" – Una mujer con grandes pechos y sombrero de bruja se acercó a ambas mujeres.

Asagi suspiró al ver a la problemática mujer, desde que Satou fue enviado a prisión, el comportamiento cruel de Enma se ha salido un poco de control y si no fuera por Asagi, es probable que la bruja hubiera convertido a toda la ciudad en un escenario de crueles experimentos.

"¿Qué pasa? ¿No estas feliz de verme?" – Enma sonrió. – "Que pena, y eso que venía a darte una maravillosa noticia…"

Asagi suspiró. – "¿Qué pasa ahora?"

"Ven, quiero mostrarte algo" – Enma sonrió y caminó hacia la salida del calabozo subterráneo.

Asagi suspiró y miró a Sakura. – "Asegúrate de extraer la información de estas personas, incluso si son nuestros antiguos colegas, estas personas ya no son nuestros aliados y puede que tengan información sobre la identidad de quienes nos traicionaron"

Sakura asintió, aunque ella se sentía renuente a aceptarlo, lo cierto es que ella también tenía resentimiento en contra de los grupos que les dieron la espalda cuando más los necesitaban.

Asagi acompañó a Enma fuera de calabozo usado para atrapar a los espías y se dirigieron al laboratorio de la bruja.

Asagi sentía mucho desagrado por este lugar ya que toda clase de atrocidades se cometían en este lugar, algunas cosas incluso le hicieron pensar que en comparación a Enma, el Rey Íncubo era solo un niño pervertido.

Dentro del laboratorio Asagi se esforzó por no mirar las diferentes puertas que conducían a diferentes experimentos.

La última vez que ella estuvo en ese lugar, ella presenció como un hombre asqueroso fue convertido en una hermosa mujer y posteriormente fue convertido la solución para ayudar a aumentar la población de las tropas de orcos.

Satou tenía la menor idea de los experimentos realizados en este lugar y él así lo prefería. El hombre gordo amaba a Enma y por eso él no quería ver el lado mas cruel de la bruja, él eligió la ignorancia con tal de proteger sus sentimientos por Enma, algo que la propia Enma sabía y era un motivo adicional de su amor por ese hombre gordo y cobarde.

Enma llevó a Asagi a lo que parecía un área de enfermería y antes de abrir la puerta de una habitación de enfermo, mostró una gran sonrisa. – "Antes que nada, recuerda que eres propiedad de mi Maestro así que no hagas algo estúpido"

Asagi tuvo un muy mal presentimiento, pero asintió y entró en la habitación.

Asagi había desarrollado una fuerza gran fuerza de voluntad, su mente era tan sólida como el acero y su determinación era algo que incluso Enma reconocía, pero cuando Asagi vio a la persona dormida en la cama, sus ojos se llenaron de lagrimas mientras se apresuraba a abrazar a la persona.

"¡Asuka! ¡Asuka!" – Asagi comenzó a gritar el nombre de la persona en sus brazos.

Era una hermosa chica de cabello castaño y grandes pechos.

La chica dormía como una princesa de cuento de hadas, pero su bella apariencia se volvía bizarra debido a que tanto sus brazos como sus piernas no estaban.

Asagi finalmente se había logrado reunir con su hija adoptiva, Asuka Koukawa.

"Ella estaba en una de las maletas" – Enma entró a la habitación con una gran sonrisa. – "Su mente se ha perdido en el placer sexual así que tuve que hacerla dormir, de hecho, esta chica me recuerda a ti cuando te conocí… Una mujer gritando por recibir un pene en cada orificio, sin duda son madre e hija~"

Asagi no respondió y siguió llorando mientras abrazaba a Asuka, en ese momento solo le importaba su hija.

Enma suspiró con aburrimiento al no recibir una reacción de Asagi así que solo esperó en silencio a que la mujer dejara de llorar.

Seguramente Asagi le pediría ayuda para curar la mente de Asuka y Enma ya tenía algunas ideas.

Si bien la mente de Asuka estaba menos rota que la mente de Asagi cuando la conoció y eso significaba una mayor posibilidad de sanar su ninfomanía, Enma no pensaba ayudar a una mujer invalida sin ganar algo a cambio, y para Enma, no había mayor recompensa que la felicidad de cierto hombre gordo y calvo.