9 Capítulo 9: Es difícil ser una buena persona 

Hoy era mi día de suerte, cuando comencé a rezar a Jaime para que alguien interrumpiera el incomodo momento, la puerta de la oficina se abrió.

"Fiona tenemos un asunto importante… ¿Eh?" – Una hermosa enfermera con largo cabello azul y curvas impresionantes entró a la oficina.

Sayo Hitsugi, una mujer tranquila que se muestra como una enfermera amable y carismática, solo durante sus misiones de asesinato adopta una personalidad enloquecida, violenta y algo sádica.

Se siente extraño conocer en persona a una de mis waifus favoritas, pero en lugar de sentirme feliz me molesta la forma como me mira.

"No sabía que estabas ocupada, mucho gusto señor" – Sayo mostró su sonrisa de enfermera amable, pero puedo reconocer esa mirada, cuando fui inculpado de violación la gente me miraba así, me molesta.

"Estoy hablando de negocios con Yamada-sama, espera a que terminemos" – Fiona se acomodó las gafas, la incomodidad anterior desapareció, pero me molesta la mirada de Sayo.

"Oh, ya veo, pero no creo que sea necesario un trato después de todo somos de mundos completamente diferentes" – Sayo siguió hablando con una sonrisa, pero el desprecio en su mirada estaba incrementando.

¿Esta insinuando que soy una basura de la sociedad?

"Señorita, si tiene algo que decir por favor solo dígalo" – Me esta molestando esto, incluso si Sayo era mi waifu no me gusta su actitud.

"Ya que el señor insiste…" – La expresión de Sayo cambió a una de crueldad. – "Un maldito abusador como tú solo debería morir, jajajaja no sé porque vienes solo, pero eso solo facilita mi trabajo"

Sayo cerró los puños y parecía que estaba por atacarme. Su hostilidad era comprensible pero sus palabras me enojaron, me recordaron a todas las personas que me señalaron como un violador, recordé a mi exnovia y a mi primo, a toda la gente que me señalaba como un criminal a pesar de que no hice nada.

Me enojé.

"Oh claro, cierto, solo soy basura, soy un pervertido exhibicionista, solo soy un gordo de mediana edad con gustos por las niñas…" – Me levanté y miré a Sayo, ella es más alta que yo, pero no me sentí intimidado, solo me sentí mas molesto. – "Pero a pesar de todos mis defectos no soy un maldito violador, cometí muchos errores y gente inocente sufrió por eso, ¡Pero no soy un jodido violador!"

Los insultos me hieren, el sarcasmo me lastima, pero llamarme violador me enfurece, mucho tiempo fui etiquetado como un violador a pesar de que era inocente, nadie creyó en mi inocencia y la gente me juzgaba.

Ahora las cosas se repiten, a pesar de que lo hice con Saki y Rinka ellas lo aceptaron, por lo que dijeron ellas mismas tomaron la iniciativa, incluso si fue por temor a represalias yo no abusé de ellas, incluso si ahora soy un pedófilo no soy un maldito violador.

"Je, dile eso a alguien que te crea, solo eres basura" – Sayo estaba sonriendo de la misma forma que sonreía mi familia, una sonrisa de desprecio.

Respiré profundo, incluso si quiero golpearla soy demasiado débil, así que solo sonreí con desdén.

"Cierto, solo soy basura, un viejo pervertido al que le encanta acosar mujeres hermosas, por ejemplo, las mujeres hermosas de aquí" – Mi sonrisa creció.

"Es normal que un pervertido como yo sepa algunas cosas, por ejemplo, sé que cierta enfermera de cabello azul fue la rata de laboratorio de su padre cuando era niña, esa mocosa se salió de control y mató a su propio padre, que familia tan adorable" – Mi sonrisa creció al ver que la expresión de Sayo se enfurecía.

"Lo mejor de todo es que esa enfermera es la única que ha podido recibir el virus D99 sin morir por lo que estoy seguro de que mucha gente estaría ansiosa de capturarla y estudiarla si la información se diera a conocer" – Sayo tenía una muy mala expresión que me divirtió un poco.

"¿Por qué tienes esa expresión? Cálmate, sería peligroso si pierdes el control y terminas lastimando a tus amigos, después de todo solo eres un animal violento" – Sonreí al ver que Sayo no podía aguantar mas y estaba por atacarme.

¡Ni siquiera Yami puede matarme, quiero ver que puedes hacer maldita mujer!

"¡Sayo detente!" – Fiona tuvo que intervenir.

¿Por qué no detuvo esta tontería desde el comienzo?

¿Ella también piensa que soy un maldito violador?

Saben que, púdranse, esto no es mi maldito problema.

"¡¿Por qué lo defiendes?! ¡Es una maldita basura que debemos exterminar!" – Sayo gritó de forma enloquecida, afortunadamente ella cerró la puerta y esta habitación parece insonorizada así que otros no escucharon e incluso si lo hicieran ya no me importa.

"¿Exterminarme? Jajajajaja, ven, inténtalo" – Puse mis manos detrás de mi espalda, totalmente desprotegido. – "Pero si muero quien sabe que puede pasar, tal vez la información que he recopilado llegará a manos peligrosas y ustedes me acompañaran a la tumba, o tal vez no hice planes de emergencia y si me matan se evitaran todos los problemas, quien sabe, solo soy un gordo idiota"

No hice planes de emergencia pero ya me da igual, no tengo la fuerza para pelear con esta gente pero si puedo fastidiarlas antes de morir será más divertido.

"Sayo, basta" – Fiona tenía una expresión realmente seria, pero Sayo seguía sin responder, parecía un tigre furioso que atacaría en cualquier momento.

Veamos que pasa si cruzo el límite.

"¿Qué? ¿No vas a atacar? Eso es bueno, un animal con correa y obediente es mejor, después de todo tus amigos Mikoto y Arashi se preocuparían si algo te ocurre, o peor aún, algo podría pasarles" – Sayo y Fiona se detuvieron, ambas me miraron como si fueran a matarme.

Parece que pise una mina, pero quiero ver que tan fuerte puede explotar.

"Oigan no me vean así, solo soy un tipo lamentable e inútil que podría morir de un infarto si me miran de forma tan aterradora, no es como si supiera que Yuko Sagiri puede cambiar su color de cabello y por eso no la han reconocido, o el hecho de que Miki Tsuguri inventó un suero de la verdad que también borra la memoria de quienes lo ingieren, muy ingenioso" – Cuantos hablaba, peores se volvían las expresiones de ambas mujeres.

"Vamos calma, tampoco mencioné que la linda niña Oriha Nashida vive en una mansión abandonada, aunque ella puso una gran cantidad de explosivos para protegerse, si alguien logra entrar quien sabe que le podría pasar, después de todo el mundo esta lleno de pervertidos y lolicones" – Levanté las manos de forma indefensa cuando Fiona sacó un arma y me apunto con ella.

"¡No te atrevas a ponerle una mano encima!" – Fiona parecía que dispararía en cualquier momento.

"Maestro, estamos listos, cuando usted de la orden atacaremos a todo el personal del hospital" – Escuché la voz de Waifu Ninja.

Esto se siente como una verdadera película de espías. Me pregunto si mis habilidades me protegen de disparos, Yami debería ser mucho mas fuerte que cualquier arma de la Tierra por lo que es posible que no muera, y si lo hago espero no tener que reencarnar en un jodido Eevee sexual, esa estúpida lista me va a dar pesadillas.

"¡Maldito imbécil voy a matarte!" – Sayo solo se contenía de atacarme porque Fiona no se lo había permitido, que chica tan obediente.

"Oh claro, hazlo, si puedo elegir sería agradable si me ahorcas con tus muslos" – La situación era tan ridícula que me parecía divertido.

Vine ofreciendo mi ayuda y esta maldita gente me trata como un enemigo, si quieren ser mis enemigos adelante, vengan y mátenme, ya no me importa.

Nos quedamos quietos durante un par de minutos, cuando pude calmarme perdí mi entusiasmo. Perder el control me hace demasiado impulsivo, debo tener cuidado.

"Decídanse, van a matarme o solo van a gritar, tengo hambre y quiero irme a casa" – Suspiré, quiero panqueques.

Fiona me miró un largo tiempo y luego guardó su arma.

"Lamento mi forma de actuar, espero que Yamada-sama pueda olvidar este problema" – Fiona hizo una reverencia para disculparse. – "Sayo, discúlpate con Yamada-sama"

"…" – Sayo apretó los dientes, ella no estaba dispuesta a disculparse.

"Esta bien si no se disculpa, no es como si yo supiera la identidad del líder de Syringe, escuché que ellos les han dado algunos problemas y podría ser útil saber quién es el líder" – A mis palabras Fiona tuvo una gran reacción.

Fiona puso su mano en la cabeza de Sayo y la obligó a inclinarse, la información que poseo parece muy importante para ella.

"No veo sinceridad, mejor dejemos esto para otro día, mi humor es malo y tengo hambre" – Negué con la cabeza.

Me dirigí a la puerta e ignoré al par de mujeres, es extraño como mi enojo impidió que mi caliginefobia me diera un ataque de ansiedad.

"Diviértanse con la información que les traje" – Dejé el maletín y me fui, no quiero trabajar con personas que me juzgan a pesar de que soy una buena persona.

"¿El Maestro quiere que ponga un par de maldiciones en esas mujeres? Prometo que serán inofensivas~" – Waifu Bruja es como un demonio.

"Nada letal ni permanente" – Susurré como si hablara conmigo mismo, no sé cómo responder a mensajes telepáticos.

"Fufufufu, no se preocupe Maestro, será solo una broma inofensiva" – Waifu Bruja se rio con malicia.

Bueno, esta bien que ella se divierta. Me siento decepcionado al conocer a Sayo, pensar que una de mis waifus favoritas me vería con tanto odio y asco, esto es deprimente.

Ni siquiera es medio día, pero el cansancio mental me está matando, quiero dormir.

¿Por qué tuve que renacer como un maldito Ugly Bastard? Hubiera sido lindo irme a un Isekai y tener una granja apartada de la civilización.

Ahora que puedo pensar con calma, creo que tengo problemas con el manejo de la ira. Incluso si la forma como me miraba Sayo era molesta eso tampoco justificaba mi arrebato.

Bueno, al menos la situación no fue a peor y terminé haciendo algo desagradable de lo que después me arrepentiría, esta bien mientras la situación no se salga de control.

[Nueva misión]

[Respeta a tu amo

Ninguna mujer puede ofender a un Ugly Bastard, solo deben agacharse y complacerlo.

Objetivo: Hacer que Fiona Ran Winchester y Sayo Hitsugi pidan disculpas de forma humillante.

Tiempo límite: 2 meses

Recompensa: Collar de castigo para perras

Castigo: Enfermedad de la piel aleatoria en áreas genitales]

¡Maldito sistema! ¡¿Haces esto a propósito?!

¡Responde!

¡AAAAHHHHHHHHHH!

Quiero muchos panqueques…