webnovel

Capítulo 52

Kayla Larson

Todos están callados mirando el mar. Parece que les hubieran cortado la lengua. No se movían, no sonreían, solo miraban como las olas reventaban en la orilla.

-Chicos... -los llame nerviosa.

Liz camino muy lento hasta la orilla hasta que una ola empujo el agua y le llego a los pies. Volteo con los ojos bien abiertos y una sonrisa que adornaba toda su cara.

-¡Estamos en el mar! -grita emocionada.

Mis hermanos corren gritando y todos empiezan a patear el agua haciendo el agua caiga sobre ellos. Todos se ríen a carcajadas.

-Una meta cumplida, mi reina. -Carlos se acerca abrazarme y asiento con los ojos llorosos.

La felicidad no cabía dentro de mi. Verlos en la orilla del mar con esa sonrisa adornándoles la cara me hacia completamente feliz, estaba agradecida con la vida por poder ver esta perfecta imagen que va a quedar grabada siempre en mi.

Tal vez es cierto que detrás de todo lo horrible pueda venir lo lindo y de eso me estaba dando cuenta. Pasé lo que pasé lo hubiera vuelto a pasar con solo ver así a mis hermanos.

-¿Nos podemos meter? -me grita Jacob.

-¡No!

Me acerco rápido casi corriendo.

-Chicos no sabemos nadar. -les digo sonriendo. -¿Les gusta?

Todos asintieron y me volvieron abrazar.

-¡Te amamos, Kay! -gritan al unísono haciéndome reír con lagrimas en los ojos.

-Yo los amo más. Son mi todo ¿Sabían? -beso a cada uno de mis hermanos que me ignoran por estar jugando con el agua.

Me acerco a los demás dejando a mis hermanos en la orilla con la condición de que no se metieran hasta que yo les dijera.

Mike se acerca a mis hermanos y se queda muy cerca de Liz. Sonrío emocionada.

Alek y Carlos están poniendo una carpa mientras que Igor y Marina están sentados viendo como ambos trabajan.

-Kayla. -me invita Marina a tomar asiento al lado de ella. -Hoy en la noche bajaremos al bar y beberemos hasta amanecer muertas.

La miro con miedo y ella suelta una carcajada.

-No creo que eso pueda pasar, tengo que cuidar a los chicos y...

-Se los dejamos a Igor.

-No. -interrumpe con su voz grave.

Marina rueda los ojos.

-Es lo de menos, en la noche vemos que hacemos. -me guiñe un ojo y asiento no muy convencida.

-¡Carlos llévalo hacia esa esquina! -regaña Alek a Carlos mientras se enredan con la carpa.

-¡No me grites!

Veo a los chicos acercarse con una sonrisa.

-¡Kayla nos trajiste al mar!

-No, no, no. Marina los trajo al mar.

Igor y Marina fruncen el ceño.

-Claro que no. -regaña Marina fulminándome con la mirada. -Es más, les voy a contar la historia del porqué están aquí.

Las chicas y Mike se sientan mientras que Alek y Carlos dejan de hacer el enredadero que estaban haciendo con la carpa.

Marina sienta a cada pequeño en cada pierna y es una linda imagen de Marina, se ve tan linda con los pequeños. Sé que le encantan los niños pero con su familia celosa no puede relucirlo.

-Una vez estaba yo sola. -empieza. -Iba por un callejón muy oscuro y feo cuando de pronto sale un monstruo.

Los pequeños jadean y Marina asiente tomándole seriedad al asunto.

-Era un monstruo enorme, feo y peludo. -sigue. -Saco su arma y empezamos a forcejear, el quería atacarme y yo trataba de defenderme. Estaba a solo un centímetro de matarme con un cuchillo.

-¡Un centrimetro es muy poco! -mal pronuncia Lucian haciéndonos reír.

-Se dice crentimetro, Lucian. -corrige obvio Jacob.

-Centímetro, chicos. -los corrijo con una sonrisa.

-Pues estaba así de cerca de matarme. Cuando de repente llega Kayla con un arma letal y le da en la cabeza salvándome de mi monstruo. ¡Kayla me salvó!

Lastima que yo no pude vencer a mi monstruo.

Los chicos me miraron con la boca abierta y corrieron a mi lado.

-Eres un superhéroe, Kay.

-Venciste un monstruo. -sonrío incomoda y Marina sigue ganándose la atención de los chicos.

-Entonces los superhéroes ganan cosas por salvar a gente, por lo que esta vez Kayla se ganó un viaje al mar con ustedes.

Los pequeños me sonríen orgullosos y me besan las mejillas.

-Kay siempre ha sido nuestro superhéroe.

-Siempre. -susurra Liz.

Siento que la mirada de Igor me quema.

-¿Quieren meterse al mar? -cambió drásticamente el tema.

-¡Sí!

-Yo puedo llevarlos. -dice Alek cuando terminan de poner la carpa.

Los chicos hacen una mueca y me pregunto el porqué no les agrada Alek.

-No, yo los voy a llevar. -Igor se levanta y los chicos lo siguen sonriente.

-¡Hora de nadar! -Carlos grita corriendo hacia el mar y las chicas corren tras él.

Liz empieza a meterse al mar con ayuda de Mike. Peyton con ayuda de Carlos que empieza a bromear con que se la va a comer un tiburón. Marina ayuda a Ámbar y se ríen ya que cada que les llega una ola las empuja para afuera por lo delgadas. Y por último los pequeños...

Igor tiene su cara de culo con cada pequeño al lado que se detienen de su hombro. Igor me mira desafiante y empieza a murmurarles algo a los pequeños y ellos asienten sonrientes.

Me río pero a la vez se me hace tan tierno y es que no puedo imaginarme a Igor con niños, es un verdadero amargado.

-Veo que tus hermanos te aprecian mucho. -Alek me habla mientras caminamos a la orilla solo para meter los pies.

-Algo así. -empiezo a jugar con la arena de mis pies.

Todos se divierten dentro del agua excepto Igor que esta viéndonos con su peor cara.

-¿Tus padres que opinan de este viaje?

-No tenemos padres. -bajo más mi mirada.

-Oh, lo siento soy un inoportuno. -se rasca la nuca nervioso. -¿Quieres meterte?

Trata de salvar el momento.

Estoy por decirle que no pero veo a Igor y mi respuesta es automática.

-Claro.

-¡Vamos, mi reina! -me anima desde adentro.

Alek agarra mi mano nos metemos poco a poco. Al momento de llegar donde todos están enredo mis piernas en la cintura de Alek mientras lo aprieto a mi.

No se siente como Igor, estar así con Alek es un poco incómodo.

Trato de separarme pero Alek me sonríe y me aprieta más a él. Sonreí incómoda y el posa sus manos en mis piernas haciéndome pegar un salto.

-Oh, lo siento. -susurra.

-No pasa nada.

Pasamos un rato riendo entre todos, Mike le estaba enseñando a nadar a Liz que se reían a cada nada. Carlos decía cualquier tontería que nos hacía reír, los pequeños también decían cada ocurrencia que hacia reír a Marina.

De la nada veo como Igor agarra a los pequeños de la panza mientras que ellos "nadan" y llegan hasta nosotros.

-¡Ya sabemos nadar! -ambos se pegan a Alek.

-Kay tu vete con Igor, nosotros nos quedamos con éste. -abro la boca muerta de vergüenza.

-Él tiene nombre. -los regaños y ambos ruedan los ojos mientras que Igor trata de evitar sonreír.

-Bueno, tu vete con Igor y nosotros nos quedamos con Alek.

Igor agarra mi cintura y me acerca rápidamente a él haciendo que enrede mis piernas en su cintura y sin querer, relaje el cuerpo, ni siquiera sabía que estaba tan tensa.

-No te sientes cómoda con él. -susurra en mi oreja.

Al parecer también me sintió.

-Me siento más cómoda con él. -le devuelvo el susurro.

Aprieta mis nalgas acercándome a su duro bulto.

-Mientes.

Observo a los chicos y estos ven casi con asco a Alek mientras que él trata de sacarles platica.

-Tu les pediste que se fueran con él. -confirmo mi teoría.

Se encoge de hombros y como si pudiera me acerca más a él haciendo que me remueva entre su bulto. Jadea levemente sin dejarme de mirar a los ojos. Sus labios son una tentación apretando mi culo y jugando con las bragas haciéndolas a un lado.

Le doy un golpe en el hombro y sonríe sin soltar la braga.

-Me pones como idiota, Kayla. -gruñe.

Estoy segura que estoy chorreando.

-¡Hay que jugar! -grita Marina acercándose a nosotros nadando. -Cada quien hará sus equipos y se subirá a los hombros de su equipo, el primero que caiga pierde.

Frunzo el ceño.

-No entiendo. -se me adelanta Ámbar.

-Hagamos el ejemplo, Peyton. -Carlos sonríe presumido.

-Oye pero yo tampoco entendí...

Carlos se hunde y Peyton se le sube a los hombros. Cuando Carlos se levanta dejando a Peyton arriba grita emocionada.

-Ya que todas estemos arriba nos empezamos a empujar y el que quedé arriba gana. -Marina sonríe emocionada.

-Yo no juego. -empiezo.

Marina me fulmina con la mirada y Alek me ve divertido.

-¿Quieres ser mi equipo? Prometo no dejarte caer. -sonríe enseñándome esos hoyuelos.

-No. Ella es mi equipo. -Igor se mueve para que yo le de la espalda.

Me hace darle la espalda a todos y me fulmina con la mirada pellizcando mi pezón disimuladamente.

-Me agacharé y te subes.

Ya que estaba arriba de los hombros de Igor empezamos a jugar.

Las risas no faltaron y los pequeños reían a carcajadas cuando alguien caía. Con Igor solo caímos dos veces y toda la tarde fue realmente linda y divertida.

Nos encontrábamos sentados debajo de la carpa, los chicos jugaban en la arena mientras mirábamos con el sol poco a poco se metía.

-Necesito coger.

Todos miramos a Carlos y esté se tapo la boca con ambas manos.

-¡Ups! Lo dije en voz alta. -me guiñe el ojo y yo me rio.

Igor solo rodaba los ojos cuando alguien decía algo o todo le parecía "aburrido".

Alek empezó a contarnos anécdotas divertidas que le habían pasado y la verdad es que nos reímos bastante, era muy divertido y mis hermanas estaban agusto escuchando sus anécdotas, todos nos encontrábamos cómodos escuchándolo con atención, excepto Igor.

-...y entonces Igor entro y se cayó. -todos sueltan carcajadas y Carlos empieza a llorar de la risa.

-Es que. -empieza a carcajearse. -Igor se cayó muy pendejo. -dice sin poder respirar de la risa.

-Eso es mentira, cabrón.

-¡Oh vamos, Igor! Es solo un chiste. -Marina lo abraza y esté hace una mueca.

Las chicas dejan de reír y Ámbar me mira con ojitos traviesa.

-Yo tengo una de Kayla. -susurra traviesa.

-¡Cuéntala! -mis hermanas empiezan a carcajearse y yo me cruzo de brazos viéndolas con una sonrisa.

Empieza a contar la vez que estábamos en el mercado y traté de abrir un jabón en liquido para olerlo y me exploto en la cara.

-...y después se cayó con lo que quedo en el piso. -explotan a carcajadas y yo solo sonrío para no llorar.

Igor sonríe ligeramente y niega.

Una bola de chicos se acercan a la carpa.

-¿Les gustaría una reta de voley? -dice un chico mientras los demás esperan nuestras respuestas.

-¡Claro! -Carlos es el primero en levantarse y aceptar.

Todos nos levantamos y vamos hacia la red que esta a unos cuantos pasos más.

-¡Chicos! -les grito a mis hermanos. -Acérquense, jueguen más cerca.

-No te los van a robar. -me alega Igor al lado.

Me encojo de hombros.

-Tal vez no, pero ¿Y si una ola se los lleva? -lo miro preocupada.

Sonríe y rueda los ojos.

-Eres una exagerada. -me cruzo de brazos y se fija en mis pechos.

Bajo de golpe los brazos y Alek se acerca a mi. Los chicos se acercan conmigo.

-Mira, Kay. -me entregan una conchita cada quien.

-Pero que lindas. -les sonrío y ellos asienten.

-Como tú. -dice unísono.

Les sonrío y beso sus mejillas y van directo a nuestras hermanas a darles una conchita a cada una. Llegan con Marina y ambos se sonrojan.

-¡Ay pero que cositas tan más hermosas! -se agacha y les da muchos besos en sus caritas.

Sonrío orgullosa de ellos y se van de nuevo a jugar en la orilla del mar.

Los chicos que nos invitaron a jugar se posicionan del otro lado de la red, ellos son seis y nosotros somos más, por lo que Liz y yo nos quedamos fuera.

-Si quieres ven a jugar tu y yo me salgo. -me ofrece amable Alek, Igor rueda los ojos y yo niego con una sonrisa.

-Las pelotas y yo no tenemos linda amistad. -Liz suelta una carcajada.

-Muy cierto. -se sigue carcajeando.

El partido empieza y yo me quedo boquiabierta en ver a todos moverse como profesionales, Carlos se mueve con facilidad, a Peyton no le importa tirarse con tal de arriesgarse por la pelota, Marina y Ámbar coquetean y juegan poco. Alek es todo un experto... pero Igor...

Igor siempre me va a dejar con la boca abierta, se mueve con destreza y seguridad, sus brazos fuertes golpean la pelota sin esfuerzo alguno, pero los demás la reciben con miedo al ver lo fuerte que golpea la pelota.

Mi boca se hace agua al ver como por su abdomen hay una fina capa de sudor dejando gotitas de agua que me dan ganas de...

-Cierra la boca que babeas. -se burlan de mi.

Volteo a ver a Liz y yo volteo hacia otro lado sonrojada.

-¡Nosotros queremos ver a las chicas jugar! -nos señala uno de los chicos.

Liz y yo nos observamos.

-No somos buenas jugando. -les digo amable.

Un chico de piel canela me sonríe y se acerca a mi.

-Ven que te enseño. -abro la boca queriendo decirle que no pero ya estaba frente a mi con una sonrisa extendiendo su mano.

Acepto su invitación y otro chico se acerca por Liz. Veo a Igor apretar la mandíbula y Mike se queda quieto, sin ninguna expresión.

-Junta tus brazos de esta forma. -los junto de la forma que él chico me dice y se queda viendo a mis pechos.

-Ella no ocupa tu ayuda. -se acerca Alek.

-Uy. -alza su brazos como si fuera la policía. -Tranquilo que solo quería enseñarle.

Mike se acerca al chico que estaba "enseñándole" a Liz y agarra la cintura de ella.

-Yo le enseño, no ocupa tu ayuda, amigo. -suelta y le da un besito en la mejilla de Liz.

¿Los psiquiatras pueden ser celosos?

-Vamos, ven que te enseño. -me sonríe sosteniendo la pelota.

-Alek, de verdad no soy buena con las pelotas...

-Ella tampoco ocupa tu ayuda. -se acerca el jefe mayor.

-¡Hay que seguir la partida! -se interpone Marina antes de que se forme una pelea mayor.

El juego sigue y me obligan a meterme a jugar.

Me posiciono al lado de Igor.

-Cuidado. -me avisa y veo venir la pelota hacia mi en cámara lenta. Trato de pegarle y cierro los ojos en lo que pongo mis manos enfrente de mi cara pero el golpe de la pelota llega directamente a mi nariz.

Escucho jadeos y me suelto a reír como desquiciada.

Veo sangre bajar de mi nariz pero la risa no me deja, las carcajadas no me dejan ni respirar y al parecer empiezo a pasarles la risa a todos.

-¿Estás bien? -se acerca preocupado Alek tratando de no reírse.

Asiento y quiero tratar dejar de reírme pero no puedo.

-¡Eres una pendeja! -dice Carlos entre risas.

-¡Me voy hacer del baño! -le sigue Marina casi con los ojos llorosos.

Igor se acerca con un pañuelo y empieza a limpiarme la nariz con una sonrisa en su cara.

-Es una torpe, Larson. -niega aun sonriendo.

Me río a carcajadas haciendo que más sangre me salga.

-Deja de reírte que más sangre te va a salir. -me regaña.

-Es que no puedo. -miro hacia arriba tratando de no ver a nadie para dejar de reírme.

-Apuesto que nunca habías jugando. -me dice con toda la atención en mi nariz que no deja de sangrar.

-Apuestas bien. -susurro con la vista fija en él.

Deja de limpiarme y trato de irme a sentar a la orilla pero todo me da vueltas y estoy a nada de caerme cuando siento sus brazos sujetar mi cintura evitando mi caída.

-¡Kayla! -las chicas se acercan a mi.

-¿Estas bien? -me pregunta Igor detallando mi rostro. -Estás pálida.

Next chapter