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La vista que lo saludó, fue una familiar, pero tan placentera que nunca quisiera olvidar.

Él recordaba que en su vida pasada este era uno de los momentos que más le gustaban en el juego.

Diane se encontraba sentada en la tierra, mientras trabajaba en el pequeño, aunque no tan pequeño jardín, mientras su bello sombrero ocultaba su rostro.

Estaba vestida con un traje de jardinería, encima de una camisa blanca, y llevaba puestos unos guantes de trabajo mientras se enfocaba.

Sus gigantes pechos, del mismo tamaño que los de Debbie, quedaban en una posición colgante tan atrayente que Danny no podía desviar la mirada.

Ella era una persona que era extremadamente amorosa, compasiva, amable y sobre todo, divertida. Su gran sentido del humor, y su corazón lleno de calidez, habían enamorado a Danny incluso antes de reencarnar.

A ella le gustaba mucho jalar siempre a Debbie, a que aprovechara cada oportunidad de gozo que esta tuviera, y aunque con algo de duda en la mayoría de los casos, era algo así como su confidente.

También Danny había compartido mucho con ella en este tiempo, y podía decir que ella definitivamente tenía algo con él. Estaba presente el hecho de que Debbie y Diane se contaran casi todo, así que... Danny no dudaba de que esta supiera el por qué, Debbie parecía más fresca y rejuvenecida cada vez que dormía con él. O también contaba aquella vez que Diane necesitaba comprar unas herramientas, y fue con Danny para ello, y de hecho, ellos dos se llevaban tan bien que parecían una pareja en una cita, el carácter enérgico de Diane y la parte algo madura de Danny, hacían su parte dispareja, bien fuera más o menos pareja. Diane incluso se sonrojaba cuando algunas ancianas le decían descaradamente que tuvo suerte en encontrar un esposo tan joven y tan apuesto, y Danny sólo hallaba a esta mujer, demasiado linda.

Danny sabía que ella era una mujer divorciada desde hace muchos años, y aún siendo su propia casa tan grande como es, ella se sentía muy solitaria allí.

Por eso Danny quería hacer que más adelante, Diane se mudara con él, Debbie y Jenny.

O si todavía era pequeño, pues se compraba otra casa más grande.

Actualmente lo que menos le preocupaba a Danny era el dinero, pues verás, ser la cabeza de una Organización Secreta a nivel Mundial de Recolección de Inteligencia e Intervención Inmediata...

Daba algo de que hablar en este tema.

...

"Mira nadamás que apuesto joven visita mi casa... Danny, haz crecido tanto que no te reconocí muy bien en el festival."

Diane dijo feliz cuando lo vió, caminó hacia él y después lo abrazó con cariño.

"Hola Diane, también estoy feliz de verte."

Respondió este tratando de no pensar en Oppais, especialmente los que estaban chocando contra su pecho.

"Oh Diane, realmente te pareces a Debbie ¿no? Son como hermanas."

Ya unos segundos después del muy excitante y cálido abrazo, Danny habló, ya que no pudo evitar sentir la semejanza entre estas dos espléndidas mujeres.

"Haha, na, ella definitivamente es mucho más atractiva que yo."

Diane negaba suavemente.

"Diane, yo creo que te ves muy bien... muy sexy."

Respondió Danny siendo serio.

Diane: "..."

Diane se sonrojó bastante por esto, y quedó así por unos momentos, para luego tratar de alejar su timidez y decir:

"Aww, ¿acaso no eres un encanto?"

"Jejeje."

Danny sólo rió un poco en respuesta.

...

"¿Estás aquí para lo del trabajo? Supongo que Debbie te comentó que este verano estoy buscando alguien para que me ayude."

"Si, ella me lo dijo, aunque... ¿por qué no me lo dijiste antes? Digo, para ti siempre estaré dispuesto, ya sea un trabajo o cualquier cosa."

"Uhh Danny~ Deberías cuidar tu lengua, quien sabe a cuántas mujeres enamores si sigues diciendo cosas así..."

Diane estaba con mucha timidez por lo que Danny había dicho, la cual a este último le parecía deliciosa.

"Bueno, entonces ¿que tengo que hacer?"

"Ah, de hecho, pensaba que podrías empezar hoy mismo si aceptabas pero, me temo que tenemos un pequeño problema..."

Diane luego le mostró la pala que estaba rota directamente por la mitad, como si fuera por un golpe limpio, y Danny sudaba un poco porque para poder romperla así, debería ser más intencional que cualquier otra cosa.

"Hmmm, ya veo... creo que en mi casa hay una pala en el garaje, ¿esperarías a que la busque?"

"¡Maravilloso! Chu~"

Diane dió un leve saltito de felicidad, mientras Danny miraba esos melones alegres, y luego esta le dió un beso en la mejilla en un abrazo bastante cercano.

"Pareces como el marido perfecto para cualquier mujer..."

Dijo ella mientras miraba intoxicada de amor la cara de Danny desde muy cerca. Pensando en lo servicial, en lo apuesto, y en lo peligroso para las mujeres que era este pequeño hombre.

"Y tú serías la esposa ideal de cualquier hombre..."

Comentó Danny mientras la miraba igual de cerca, incluso, con pensamientos similares.

""...""

Quedaron en silencio unos minutos y en la misma posición, antes de que Diane despertara y se apartara muy ruborizada.

"B-bueno, voy a buscar la pala..."

Dijo Danny mientras se volteaba para que Diane no viera su erección.

"S-si, yo t-te espero aquí..."

Respondió Diane mientras se sentía muy caliente en todo su cuerpo y se mordía la lengua.

Desde hace un tiempo ella había empezado a pensar en Danny como una potencial pareja, ya sea desde sus propias fantasías o de sus sueños, o de las cosas que hablaba con Debbie a cada rato, acerca de ese sentimiento celestial que aquella tenía cuando dormía con Danny...

Y entonces ella misma se ponía en esa posición.

El hecho de que Danny fuera un hombre demasiado caliente, demasiado amable y atento con ella, maduro y demás, provocaba que despertara en sí misma, lo que había estado dormido desde que nació.

Ella realmente nunca pensó que la única persona que amaría en su vida, ni siquiera sería el hombre con el que se casó hace muchos años, sino un niño que vió crecer con sus propios ojos, Danny.

Y a ella le gustaba, a ella le gustaba mucho este sentimiento, si bien la vida era complicada, y cada uno tenía sus propios problemas, Diane realmente quería en un futuro, ser una pareja de Danny.

Aunque...

Para su propia diversión, y también para la felicidad de su propia amiga, quería que Debbie también estuviera con Danny y con ella, formando una pequeña relación de trío entre ellos.

Sólo de imaginarse a sí misma y a Debbie, siendo fuertemente cogidas por Danny al mismo tiempo...

La ponía en el borde de un orgasmo.

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