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Interludio 29 El pequeño Tanuki Gogo: ¡La vida es tan dura!

"¡Hya!"

"¡Jaja! Así se hace, Kunou, ahora como te enseñé con los puños."

"Hai."

...

En la parte trasera de la Mansión Kyuubi, en el centro de Kyoto, Alexander estaba vestido con un pantalón de práctica holgado y una camisa de un color profundo que dejaba ver una buena parte de su torso desnudo, así como una bandana negra en su cabeza con su cabello escarlata, extrañamente suelto, mientras entrenaba con Kunou.

Alexander había tomado este papel porque, primeramente, Kunou se lo había pedido con su pequeña carita toda seria y fue difícil para Alexander negarse... y también porque bueno, de esta forma él podría enseñarle a Kunou un poco del Taichi que él entrenaba, el cual no era absolutamente nada peligroso para los niños, e infinitamente mejor que cualquier arte marcial que solían entrenar los Kyuubis, además, a Alexander le gustaba esto, no era una mala idea pasar la tarde así con su pequeña Kunou, e incluso a veces había visto a Yasaka mirándolos a ambos, aunque últimamente...

...

La pequeña tenía un Yukata de entrenamiento color blanco, y al mismo tiempo, otra bandana en la cabeza mientras entrenaba con su Tou-san.

"¡Hya!"

Kunou golpeó hacia adelante con sus pequeños puños de manera seria, que no le parecía demasiado seria a Alexander, sino linda.

"Bien, bien." Alexander sonrió, recibiendo el golpecito con sus manos y sintiendo que la fuerza de Kunou, de hecho, era un poco mayor de un niño de su edad, más como la fuerza de un adolescente.

"Hagamos una pausa por un momento, tengo un poco de hambre."

Alexander se tocó el estómago con una expresión desamparada, y Kunou dió una risita por ello.

"Jaja, tou-san, te ves raro."

"¿Raro? Está bien, tú te lo buscaste."

Alexander agarró el pequeño cuerpo de Kunou con facilidad, "Ahora verás, cuchi, cuchi, cuchi."

"¡Ahh! ¡~Nooo~!"

Después de un tiempo, Alexander liberó a Kunou y la pequeña corrió delante de él y volteó la cara para sacarle la lengua, "¡Bleeh!"

Luego se volteó y huyó de allí lo más rápido posible, con un sentimiento divertido porque ella era, naturalmente, una niña.

"Por Dios."

Alexander sacudió la cabeza y dió una pequeña sonrisa.

*Click*

Alexander siguió caminando hasta la parte delantera de la Mansión Kyuubi, tratando de ignorar el ruido obturador que sentía.

*Click*

*Click*

*Click*

Una gota de sudor se formó en la frente de Alexander y apuró el paso.

'Ella piensa que no me doy cuenta de que me está tomando una foto... hmm, ¿debería asustarla un poco?'

Alexander pensó en eso por unos minutos y entonces rió por lo bajo.

*Click*

Luego, mientras Alexander caminaba... repentinamente, desapareció.

.......

(Hmm... parece que no se han dado cuenta de mis fotografías...)

En unos arbustos, era posible ver que sobresalían de allí un par de orejas de zorro y un susurro de una voz femenina y madura muy familiar.

Si.

Se trataba de Yasaka, la Líder de una Facción sobrenatural entera, escondida en la maleza mientras trataba de capturar imágenes con cámara de el amor de su vida y el otro pequeño amor de su vida.

El cuerpo erótico de Yasaka estaba pegado al suelo, y de esa forma presionaba sus grandes pechos que se aplastaban en la hierba, y su vestido negro de ninja sexy le quedaba demasiado apretado, especialmente en la parte trasera...

(¡Oh, oportunidad!)

Yasaka vió que Alexander sonrió suavemente mirando a Kunou, y Yasaka enseguida ajustó la cámara con precisión para después tomar la fotografía.

Luego, Yasaka tomó la foto que salió de la cámara y la miró.

Su cara no pudo evitar derretirse un poco.

(¡Ah, es tan guapo~!)

Yasaka besó la foto por unos momentos y luego la guardó en el bolsillo donde guardaba las demás fotografías que había tomado.

Yasaka entonces se dió la vuelta y entonces trató de seguir observando a su prometido y a su linda hija para tomar fotos a escondidas, y logró tomar algunas más, ella nunca pensó que iba a hacer algo así en toda su vida... pero no estaba arrepentida para nada, es decir, las caras de Alexander y de Kunou sin saber que les tomaban fotos, eran realmente como una afición que Yasaka había tomado hace poco y de vez en cuando trataba de capturar.

Por supuesto, ella siempre era lo más encubierta posible, para que no la descubrieran en una situación vergonzosa, e incluso tenía una medida adicional de seguridad para estos casos que se trataba de un Tanuki pequeño, que estaba cerca de Yasaka.

Ella entonces dió la vuelta y miró al pequeño Tanuki del tamaño de una pelota de baloncesto.

Luego lo tocó un poco con el pie, (Gogo, ¿viene alguien?)

"..."

El Tanuki estaba quieto y en silencio.

(¿Eh? ¿Gogo?)

Yasaka se sorprendió y se arrastró para ver mejor al Tanuki que estaba postrado en el suelo.

(Gogo, ¿estás bien?)

"..."

(¡Gogo!)

Yasaka empezó a mover salvajemente el Tanuki de allí, pero el Tanuki se quedó completamente quieto, sólo que aunque Yasaka no lo notó, una pequeña gota cristalina bajo de los ojos del Tanuki.

Me estoy haciendo el muerto... ¡déjame hacerme el muerto tranquilamente!

.....

Naturalmente, el Tanuki Gogo estaba completamente bien, y vivo, pero, ya no aguantaba más ser arrastrado por Yasaka a cada rato para cumplir el papel de vigía, y no tuvo otro remedio que optar por usar una técnica secreta que consideró su último movimiento, eso era... ¡hacerse el muerto!

Pero aún así Yasaka lo sacudía violentamente, aparentemente sin querer aceptar que el Tanuki Gogo estaba muerto.

El Tanuki Gogo realmente lo tenía difícil.

Él no pudo evitar pensar en el día de hoy. Todo empezó tranquilo, estaba en su madriguera por la mañana y salió para cazar una pequeña lagartija, luego regresó después almorzar y de vagabundear por el bosque para dormir nuevamente.

Su vida no era la mejor, pero era suficiente, era agradable.

Pero cuando la Líder Youkai venía a buscarlo para ser un vigía, el pequeño Tanuki no tenía forma de negarse, ya que ella era muy poderosa. Por lo que tenía que engrasar su cara y actuar como buen Tanuki vigía con una sonrisa incluso aunque no le gustaba y ni siquiera sabía bien lo que tenía que hacer, ya que era extraño...

¡Pero ya no aguantaba más!

¡Ya no aguantaba más esta vida!

El pequeño Tanuki incluso a veces tenía pesadillas donde estaba durmiendo, felizmente soñando con la futura señora Tanuki de la familia, y Yasaka lo arrastraba por la noche para todos lados y luego se despertaba respirando irregularmente.

Por eso, no tuvo otro remedio más que actuar ahora, ¡había que aguantar por ahora para ser feliz mañana!

Él pensó en mudarse después de hoy, lejos, lejos de aquí, cuanto más lejos mejor, para cualquier otra madriguera que existiera en el horizonte.

El pequeño Tanuki Gogo apretó sus dientes y aguantó las sacudidas que le daba Yasaka, pensando en su nueva madriguera y cómo la decoraría para resistir las adversidades que el destino le ponía en sus manos...

.....

(¡Gogo! ¡¿Estás bien?!)

Yasaka vió que el Tanuki no se movía, o reaccionaba, y aunque ella estaba sorprendida porque él se hubiera "muerto" tan repentinamente, Yasaka no pudo evitar poner su mano en su nariz con tristeza.

(Gogo se murió...)

Justo cuando Yasaka iba a soltar lágrimas por la "muerte" misteriosa de su compañero en misiones encubiertas...

"Hey, ¿escuchaste algo raro?"

"Si, creo que viene de ese arbusto de allí."

Yasaka miró con los ojos abiertos hacia un par de Youkais que estaban cerca, y se dirigían hacia allí.

Yasaka se desesperó.

Ella miró hacia Gogo que estaba "muerto", después miró a los Youkais que se acercaban.

Yasaka no sabía que hacer, pero cuando estaba estupefacta allí, los Youkais se acercaron todavía más.

Ella miró de Gogo a los Youkais, y de los Youkais a Gogo varias veces...

(Corre.)

Luego se paró y empezó a correr en la dirección contraria en una retirada estratégica desesperada...

"Hmm, parece que no era nada."

"Oh, ya veo, entonces sigamos hablando, al final, ¿quién ganó?"

"Oh, ese fue..."

Las voces de los Youkais se alejaron del lugar después de comprobar que no había nada allí, y el pequeño Tanuki "muerto" abrió uno de sus ojos suavemente.

¿Se fue?

Vió para todos lados, y cuando no vió esa aterradora figura, su emoción se despertó.

¡Se fue! ¡Soy libre!

El pequeño Tanuki Gogo soltó lágrimas de felicidad desde su corazón.

¡Fue difícil! ¡Pero ya terminó!

Él no lo sabía, pero tenía el mismo sentimiento de un preso que había estado en prisión por 20 años y finalmente era liberado.

Gogo se arrodilló y le dió gracias al Dios Tanuki, luego corrió de allí lo más rápido posible para empezar la mudanza hacia una vida nueva y feliz.

El lugar quedó en silencio, y todo estaba tranquilo.

Pero al parecer, nadie había notado algo allí de principio a fin.

Alexander: "..."

¿Qué...?

¿Qué acabo de ver con mis ojos?

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