Se podía ver una gran montaña de baja altura en la intersección del fino camino en el lugar.
Uno de los lados a los que conducía el camino, directamente, el de la izquierda, se perdía más adelante ya que pasaba de manera curva a la pequeña pero extensa montaña.
Claudia, seguida por Alexander, se dirigían a hacia esa curva y después, entraron por un camino no visible entre las grandes rocas, era algo angosto, pero cuando salieron de allí por fin vieron lo que parecía ser las faces de una cueva que seguía más adelante, adentrada en el interior de la montaña.
"¡Ah!"
Allí Alexander, y Claudia vieron a dos Mujeres Caballeros que custodiaban el lugar de un vistazo rápido.
Las Mujeres Caballeros, en la gran vista de Alexander, sacaron las espadas de sus fundas y se preparaban para luchar, hasta que parecieron reconocer a Claudia.
"¿Claudia... sama?"
"Esa voz..." Claudia mencionó, "¿Eres tu, Beatriz?"
""¡Claudia-sama!""
Las dos Mujeres Caballeros enfundaron sus espadas nuevamente, y corrieron en el oscuro lugar hasta quedar frente a la vista de Claudia.
Rápidamente sus expresiones se alumbraron de una forma muy emotiva, y se arrodillaron allí mismo.
"¡Claudia-sama, que bueno que está a salvo, pensábamos que había... que había...!"
"..."
*Sollozo*
La primera chica, la más alta, habló con la cabeza todavía en respeto por su superior, pero cuando se quedó sin palabras, ambas chicas, Mujeres Caballeros del ejército, comenzaron a llorar un poco como niñas pequeñas.
"No se arrodillen ahora, no podré abrazarlas."
Claudia también estaba con los ojos húmedos, ella le dijo a las dos chicas, y al ver que ambas se pusieron de pie, las tomó a las dos por sus hombros y las abrazó fuertemente.
Alexander sólo miraba todo esto pasar con una sonrisa.
...
Después de un tiempo.
Claudia, Alexander, y las dos chicas que estaban de guardia custodiando el lugar, se dirigieron por la sorpresivamente limpia y elegante entrada, que tenía en las paredes laterales piedras brillosas que resplandecían de color verde y azul.
Una vez caminaron un pequeño tramo, pudieron ver una gran parte, o la parte principal de la cueva.
A Alexander, cuando entró, le pareció que este lugar definitivamente tenía que haber sido construido por alguien, o por alguna raza en específico, ya que todo parecía, a diferencia de la cueva que era, como la parte anterior de una antesala.
Los bordes echos con piedra, pero manteniendo una forma arquitectónica realmente parecida a la que Alexander comparaba que debía ser una antesala como la que había en la Ciudad dónde solía vivir en su vida anterior.
Área del Humano.
13230 Personas se encontraban aquí, y el espacio no parecía pequeño.
La sorpresa que todos se llevaron, al enterarse que la Princesa Caballero de su Ciudad estaba realmente viva, y que había sido rescata por el Héroe, era no menos que explosiva.
Los ecos de las voces de júbilo resonaban fuertemente por allí, y Claudia sólo reía con sus ojos un poco húmedos al ver esto, ya que estos era sus queridos ciudadanos, que estaban completamente a salvo de la tragedia.
Claudia también le dió gracias a los Dioses, porque Margaret, una chica de apariencia noble, con el cabello rubio rizado y un cuerpo tonificado, pero con todas sus curvas donde debían estar, su querida y más preciada subordinada, estaba a salvo también, y Margaret, bueno... ella estalló en lágrimas comicamente al ver que Claudia estaba de una pieza.
'Parecen madre e hija.'
Alexander las vió a ambas abrazarse mientras lloraban y pensó que la relación de Claudia con sus subordinados era realmente buena.
También creía que todo esto se debía un poco a la parte "Anime", de todo este Mundo.
Pasaron unos minutos más, y ahora mismo Alexander se encontraba con Claudia, Margaret y varias Mujeres Caballeros más dentro de una gran tienda de campaña que se había levantado.
Las Mujeres Caballeros de allí, no, de toda la cueva, no, incluso la gran cantidad de mujeres civiles normales... miraban con agradecimiento en sus miradas a Alexander, por haber salvado a Claudia... aunque también podía ser que fuera demasiado agradecimiento, ya que no le quitaban los ojos de encima...
...
*Go-hon* "Entonces, ¿qué fue lo qué pasó después de que yo..."
Claudia, un poco molesta por las miradas que recibía Alexander, llamó la atención de todas y preguntó, aunque al final su tono se volvió algo débil.
"Hai, Claudia-sama, en realidad, nunca supimos qué es lo que había pasado con usted... porque al poco tiempo después de que la ví por última vez, el ejército que marchaba hacia la Ciudad fue avistado... después de eso, todo fue un desastre."
Claudia escuchaba esto con una expresión pesada en su rostro, pero Margaret continuó.
"Los hombres de la Sección de Armas, abrieron la Puerta de la Ciudad y mataron a las mujeres que teníamos estacionadas en ese lugar... allí fue cuando me di cuenta de que alguien había traicionado a Claudia-sama... y que lo más posible era que se tratara de el general Grave-sama..."
Margaret habló mientras rechinaba sus dientes, y todas las demás la acompañaban en el sentimiento, porque se sabía que la Sección de Armas en la Ciudad, era un pequeño grupo de hombres que sólo seguía las instrucciones de Grave, ni siquiera Claudia tenía su autoridad para esas personas, por lo que todo estaba demasiado claro.
"Conduje a toda la tropa de retaguardia, hacia el Castillo y estaba completamente vacío... no había rastros ni de usted, ni de... ese hombre, y lo último que se me ocurrió fue de ordenar una retirada, lamentablemente... la división de Dina, Anna, Velvet y June... tuvieron que quedarse para comprarnos tiempo..."
Diciendo hasta aquí, el rostro de Margaret se puso triste mientras hablaba, y no sólo ella, sino que Claudia también, especialmente porque ella misma vió los cadáveres de esas todas esas chicas en la Ciudad.
"Por el atajo que sabía personalmente de antemano, no era necesario preocuparse porque algún grupo de búsqueda nos encontrara, así que huimos hacia aquí con toda la velocidad que pudimos... eso fue todo, Claudia-sama... ahora estábamos ideando un plan para tratar con la situación en que... el refugio sea descubierto."
"..."
Un silencio pesado interrumpió en la tienda por todos lados.
Alexander escuchó todo lo que había dicho Margaret, y asintió mentalmente ya que el y Claudia tomaron este atajo donde se podía ver que ganaba una importante cantidad de tiempo a la hora de venir hacia aquí, también, no era una preocupación que alguien más supiera de esto o algo así, porque sólo Claudia y Margaret, lo sabían, ni siquiera Grave estaba enterado de tal camino.
Conexión.
"¿... Eh?"
"¿Pero que es...?"
"¿Oh?"
Todas las chicas de allí presente, se sintieron muy extrañas al notar como un sentimiento muy raro pasaba por sus cuerpos, era algo muy bueno, y producía el mismo resultado que una manta cálida en temporada de invierno.
"Todas, no se preocupen, esta es una de las Magias que Alex-sama puede utilizar, es algo así como... la bendición de un Héroe."
Claudia habló mientras cerraba los ojos con calma y se concentraba en este sentimiento.
Los ojos de las chicas al mirar a Alexander, ahora parecían brillar, incluso, Margaret que era la más cercana a Alexander, se sonrojó un poco ya que el sentimiento era uno especialmente fuerte para ella, y también... algo que podía ser bastante adictivo.