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De alguna forma... todo el resentimiento anteriormente aumentado, explotó en ese momento.

"¡¿Qué clase de prisión es esta-nya?! ¡¿Por qué ni siquiera le dan de comer a los presos?! ¡He estado en otras prisiones, y ninguna ha sido tan mala como esta, mi barriga está más pequeña-nya! ¡Exijo mis derechos como prisionera, y quiero al menos 3 comidas decentes diariamente-nya!"

Los sentimientos de una persona Youkai criminal que incluso ha llegado al punto de dejarse ser atrapada para pasar tiempo en confinamiento y no pasar hambre en algunos determinados momentos de la vida... explotaron furiosamente reclamando sus derechos, apenas vió que alguien se dirigía a su celda.

...

Por supuesto, con el nivel decente que tenía "el sujeto", aunque estuviese en las primeras páginas de los criminales más buscados en todo el Inframundo, hubo ciertas ocasiones en las que no pudo evitar ser atrapado y encarcelado de alguna forma, por la seguridad de los Demonios en general. Claro que, la cantidad de veces que esto pasó se puede contar con menos de los dedos de una mano, porque debido a sus talentos, siempre escapó relativamente sencillo, de hecho, justo fue en esos momentos en los que ya llevaba varios días sin poder comer algo... un asunto verdaderamente triste... pero al mismo tiempo, un poco extraño.

...

Alexander: "..."

La Señora zorro: "..."

"¿Eh?" De pronto, la valiente defensora de sus derechos... o mejor dicho, la joven Youkai de ojos dorados, parpadeó cuando se dió cuenta de que los visitantes no eran los carceleros Youkais que había visto antes, de hecho, la primera mujer mayor soltera en el frente tenía un aire servicial, pero no humilde ni tampoco arrogante, como si se tratase de la sirvienta de un Rey, o de alguien en una posición muy alta, y el segundo...

Mirando a la segunda persona, la infame criminal Youkai se encontró con su mente un poco atónita, después de todo... su porte era simplemente...

Lo que, en sólo cuestiones de segundos, hizo que la pequeña Youkai se sonrojara un poco mientras miraba tímidamente en la dirección de el único hombre presente allí.

Viendo esto, Alexander sudó un poco.

"..."

Y viendo esto, la Señora zorro miró a Alexander con una mirada muy plana.

...

...

....

Alexander realmente no sabía si este era uno de esos momentos en la vida que sin importar cuánto uno divagara sobre ello, no sabría qué pensar.

Pero de lo que sí estaba seguro, era de que el sentimiento sobreprotector que ahora se difuminaba sobre su pecho, sería completamente aceptado por él mismo.

Con pensamientos como estos, Alexander alzó su mirada, y vió la imagen completa de la persona que estaba en la celda frente a sus ojos.

Pelo negro y largo que llegaba hasta la espalda, una cara hermosa que a la vez era joven, pero madura, ojos dorados avellana pero claramente felinos, y con un Kimono negro sobre su voluptuoso cuerpo, enlazado por una faja amarilla así como una venda con distintos detalles. Parecía tener de 18 a 25 años de edad, y sus curvas cubiertas por la seda eran magníficamente imposibles de ocultar. La sensualidad de esta Demonio mitad Youkai era bastante alta, casi como si fuera una Súcubo.

Kuroka, una de los Demonio Vagabundo más buscados en todo el Inframundo, estaba de pie del otro lado de la celda delante de los ojos de Alexander.

Alexander cerró la ventana de estado de Kuroka que había abierto, y también calmó bastante sus emociones.

Si, él era un fanático de DxD, y lo es. Por lo que, sin ningún tipo de contrariedad, era natural que Alexander se emocionara cada vez que veía a alguien con quién estaba tan familiarizado en el Anime... pero al mismo tiempo, no.

Después de un respiro mental, Alexander puso una leve sonrisa en su rostro.

"Supongo que usted fue la persona que se infiltró en el territorio de mi Yasaka, ¿cierto?"

"..." Una cara algo sonrojada, pero con las cejas arrugadas, fue lo que Kuroka le mostró a Alexander en respuesta.

La Señora zorro entonces dió un paso delante, "No importa, Alex-sama, ya se ha intentado extraer información de esta chica, pero todo ha sido en va-..."

"¡Hey!"

Kuroka le gritó a Alexander, interrumpiendo en ese momento a la Señora zorro.

"Tú... ¿quién eres tú?"

Con una expresión calmada, Alexander respondió a la pregunta de Kuroka.

"Mi nombre es Alexander Smith, soy un mago humano, he venido aquí a Kyoto recientemente, y gracias a fuerzas que no puedo comprender, tuve la grata suerte de hacer que Yasaka, la Líder Youkai actual se enamorara de mi, así como yo lo había estado con ella desde que la ví por primera vez. Ahora, si no es mucha molestia... ¿puedo preguntar con quién estoy hablando?"

"..."

Kuroka se quedó en silencio mientras contemplaba al hombre delante de ella, tratando de encontrar qué era eso... qué era lo que le hacía latir familiarmente el corazón. Porque aunque su apariencia era sencillamente sublime, Kuroka no se iba a dejar afectar demasiado por ese detalle. No respondió a su pregunta, pero Alexander no estaba desesperado, de hecho, ella incluso podía percibir un sentimiento muy extraño desde el Ki de Alexander, que era casi como si estuviera contento... o algo así.

"Bueno, tampoco es necesario mantener tanta formalidad, supongo que podemos ser un poco más directos entonces."

La Señora zorro se preguntaba a qué se refería Alexander, y de hecho, la misma Kuroka también se lo preguntaba.

"Eres Kuroka, ¿verdad?"

"¡¿Q-Qué?!"

La Señora zorro, sorprendida al mismo tiempo, vió como la mirada anteriormente extraña de la cara de Kuroka se desvaneció para dar paso a un semblante pálido, y sin palabras.

Alexander continuó, "Cierto incidente sucedió hace algunos años en el Inframundo, si mal no recuerdo, fue que acabaste con la vida de tu Amo en aquel entonces, sólo con el objetivo de salvar a tu pequeña hermana, Shirone, que también iba a ser utilizada en los experimentos de este, luego de eso, el Inframundo te dictaminó como un criminal SSS, y desde entonces has estado sobreviviendo como has podido debajo de los ojos de los Demonios. Ah, y para ahora mismo, debes haber entrado ya en la Brigada del Caos, ¿no?"

"Alex-sama... ¿qué...? ¡¿Brigada del Caos?!" La Señora zorro abrió grandemente sus ojos, mientras la información repentina se apaciguaba en su cerebro, y en unos segundos, pareció entender algo, "Ah... ahora recuerdo..."

Miró hacia Kuroka, y asintió, todavía atónita, "Entonces eres esa Demonio Vagabundo que formó una revuelta en el Inframundo no hace tanto, Kuroka, sobreviviente del desastre de los Nekoshous..."

"¡...!"

Kuroka aguantó la respiración mirando a Alexander, sus pequeñas y adorables orejas felinas se tensaron y así mismo el resto de su cuerpo.

Kuroka no pensó que alguien la reconocería en este lugar, de verdad que no lo hizo. Pero si fuera sólo eso, entonces no sería demasiado problema, ya que nuevamente escaparía para reunir más información... lo que realmente sorprendió a Kuroka, ¡era que este hombre delante de ella sabía simplemente demasiado!

Ella ni siquiera le había contado la situación completa a su pequeña hermana, Shirone, ganándose su infame odio en tal decisión, ¡pero este hombre lo sabía todo, incluso cuando todos los que la vieron y presenciaron personalmente ese día, estaban ahora muertos por su propia mano!

Un tumulto de emociones y pensamientos invadieron la mente de Kuroka, tanto que ni siquiera podía decir una simple palabra.

Manifestación de la Mente/Energía.

Alexander no pareció notar esto, sino que con una leve sonrisa, y un gesto de sus manos, desbloqueo la barrera mágica inducida en la celda de Kuroka y entró con pasos calmados.

Luego, para sorprender incluso más a las dos mujeres Youkais en el lugar, Alexander le puso la mano en la cabeza a Kuroka, y la miró con una mirada que contenía amabilidad, pero también un poco de travesura, esto último como la mirada que ponían los maestros cuando trataban con un alumno problemático, pero divertido.

"Has pasado por mucho, Kuroka, pero puedes estar tranquila, a partir de este momento, nunca más será así. Además, te has portado un poco mal estos últimos años, ¿verdad? Jaja."

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