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CAPÍTULO 2- El Rey.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 2

Sandro sigue inconsciente y Sara y yo nos sentamos en una mesa.

Ella parece alguien de confianza. Espero que me ayude.

—Seré breve. ¿Me podrías enseñar algunos hechizos? No me sé ninguno y quisiera aprender.

Mi pregunta confunde a Sara... ¿Dije algo raro? ¿No es una profesora de magia o algo parecido? ¿Qué tiene de raro pedirle eso?

—¿No sabes hechizos?

Ah... Ya entendí... Es raro que alguien con magia no sepa hechizos.

—Solo sé tres hechizos.

—¡¿Solo tres?!- Dijo sorprendida.

Vaya, vaya. Supongo que son muy pocos.

—¿Son pocos?

—¡Existen miles de hechizos, pero tú solo sabes tres! No puedo creer que tú hayas derrotado al demonio negro y a Sandro.

Vaya, vaya... Me costará trabajo aprender miles de hechizos, y no tengo mucho tiempo. ¿Podré aprender tantos hechizos? Mi memoria es buena, así que supongo que podré.

Necesito conseguir contactos.

—Por eso te pido ayuda, me dijeron que tú sabes muchos hechizos.

—Sé más hechizos que de los que puedo usar. Dime, ¿qué tipo de magia tienes?

Es una profesora, después de todo.

Ella necesita conocer las funciones de esos hechizos aunque no pueda usarlos para enseñárselos a sus estudiantes... Me agrada eso.

—Tengo todos los tipos de magia.

Mi respuesta la hizo sonreír... Se está burlando de mí.

—¡¿Todos?! ¡Pero eso es imposible!- Dijo con una mirada burlesca, se está riendo de mí.

Sara empieza a reír, no cree lo que digo... Eso es grosero de su parte.

Tendré que demostrar que digo la verdad.

—Está bien...

Le muestro mi tarjeta y se sorprende. Abre completamente los ojos y la boca. Supongo que ya me creyó.

Tener todos los tipos de magia en este mundo es imposible (gracias a Dios, yo tengo todos los tipos de magia), así que no me molesta que no me creyera.

—¡Increíble!

Ya tengo su confianza. Perfecto.

—¿Me enseñarás algunos hechizos?

—Espera.

Sara se levanta y despierta a Sandro con unas palmadas en la cara.

Abre los ojos poco a poco... Vaya, vaya.

Despertó muy rápido.

—¿Eh?- Dijo Sandro confundido.

Sandro se levanta y se acaricia el estómago... Me siento un poco mal, pero fue su culpa. Me quiero disculpar, pero no lo haré, yo solo me defendí.

—Ese golpe me tomó por sorpresa, no pensé que tendría tanta fuerza.

Sí, claro, por sorpresa. Te gané de buena forma.

Creo que él es el tipo de persona que se cree superior a los demás, y eso no me gusta.

—Me salgo de tu equipo, adiós.

Al escuchar lo que Sara dijo, Sandro se preocupó. Su expresión lo dice todo, está preocupado y un poco nervioso.

—¡¿Qué?! ¡No puedes irte, eres mi mano derecha!

—Lo era.

Sara se retira y se sienta en mi mesa.

—Acepto, pero con la condición de que me aceptes en tu equipo.

Vaya, vaya... Siendo sincero, pensé que me tomaría un poco más de tiempo conseguir un equipo.

Necesito un equipo para lograr mi objetivo.

Ella parece buena, así que no hay problema.

—¿Equipo...? Está bien... Claro, no hay problema.

—¿Cuantos aventureros hay en tu equipo?

Lo siento, pero solo somos nosotros dos.

—Déjame contar...

Empiezo a contar con los dedos.

—Si contamos a... Pero con la suma de... Pero si consideramos también a... Solo somos nosotros dos.

Una pequeña risa sale de mí, pero al parecer, a Sara no le gustó mi broma.

—¿Está bien? Tengo anotados los hechizos en mi casa, debes acompañarme.

La casa de una chica... Apenas me conoce y ya me invita a su casa... Me recuerda a la secundaria, las chicas siempre me invitaban a sus casas. "Mis padres no estarán en casa hoy. ¿Quieres ir a mi casa?" Por supuesto, siempre las rechazaba. No soy un depravado sexual, no me aprovecharé de ninguna chica.

Puedo aceptar esta vez, pues ella me va a ayudar.

—Claro.

Tomo las bolsas con dinero.

—Vamos.

Estamos a punto de salir del gremio, pero Sandro me habla. Quiere pelear de nuevo.

—¡Enano! ¡Me tomaste descuidado! ¡Te reto a una pelea!

Soy bastante alto, no soy enano. Sandro solo es un poco más alto que yo. Me gana por unos 5 centímetros aproximadamente.

—No, gracias, tengo asuntos pendientes.

No quiero tener problemas con nadie.

Sara y yo nos vamos del gremio y Sandro aprieta los puños con fuerza.

—¡Maldito enano!- Dijo enojado.

(Pov- Sandro.)

Siempre me han considerado un prodigio... Soy de los pocos que es capaz de derrotar a un demonio... Me costó mucho trabajo y esfuerzo obtener la fuerza que yo tengo... Años de entrenamiento... Tanto tiempo logrando logros para convertirme en un gran aventurero... Y ahora viene un estúpido chico lindo a arruinar todo.

Sara es la única chica que no se enamoró de mí. Era la única chica inteligente de mi equipo... La única de mi equipo que valía la pena... ¡Y ese idiota me la robó! ¡¿Quién se cree que es?! ¡Se arrepentirá!

(Pov- Daniel.)

Sara y yo caminamos por el pueblo. El pueblo es realmente lindo. Huele bien y las personas parecen amables.

Ah... Empezar una nueva vida es una buena idea.

Extrañaré a Cris y a Valeria, pero debo dejar mi anterior vida atrás.

Sonia, mi ex novia, ella será la única que no extrañaré... ¡¿Por qué me engañó?! ¡¿Qué hice mal?! ¡¿Y por qué me engañó con ese idiota?! ¡Ahhhhhh! ¡Con solo recordar eso me llena de furia!

Pero debo dejar eso atrás y olvidar todo.

Conseguiré nuevos amigos aquí... Pero no novia.

No conseguiré novia... Y si alguna chica se enamora de mí, la rechazaré inmediatamente.

—No puedo creer que tengas todos los tipos de magia, pero que solo sepas tres hechizos.

—Es una larga historia.

—¿Me la puedes contar?

—Algún día te la contaré.

Tal vez... Si no muero, te la contaré... Lo más seguro es que muera en este mundo... Y no lo digo porque quiera morir, sino porque siento que moriré.

Ya estaba preparado para morir... No le tengo miedo a la muerte.

Nos detenemos frente a una pequeña casa de un piso, es de color rosa, mi color favorito.

—Aquí vivo.

Es una linda casa. Tiene un pequeño jardín con flores... Es realmente linda.

—Linda casa.

—Gracias.

Ella es muy joven... ¿Vivirá con sus padres o abuelos?

Me da curiosidad.

—¿Vives con tus padres?

—Abandoné a mis padres hace tres años. Vivo sola.

Vaya, vaya... No me esperaba esa respuesta... Lo dice con un tono frío, y eso me hace enojar un poco... Yo no tengo padres, murieron... Pero no puedo expresar mi enojo, no puedo juzgar a una persona por sus acciones sin saber el contexto.

—L-lo siento...

—No te preocupes, entremos.

Entramos a su casa. Su casa es como una biblioteca, hay muchos libros en estantes y en el suelo. Parece que es una chica muy inteligente... Me agrada. Me gustan las chicas inteligentes.

—Espera.

Sara recoge un libro negro que estaba sobre una mesa y me lo da.

—Aquí están. Son 113 hechizos los que tengo anotados.

Vaya, vaya... ¿Tan pocos? Bueno, son muchos, pero pensé que tendría más.

Admito que estoy un poco decepcionado.

—Vaya, vaya... ¿Solo esos? Pensé que tendrías miles.

—Algunos hechizos lo saben solo unas pocas personas.

—¿Por qué?

—Eres un poco ignorante... La realeza y los nobles saben muchos hechizos que, a nosotros, los plebeyos, no nos dejan saber.

Sara me explicó que existen miles de hechizos, pero ella solo guarda los hechizos más útiles o fáciles de aprender. Sería inútil guardar hechizos que serían imposibles de aprender.

Los nobles saben más hechizos, pero ella nunca ha tenido la oportunidad de conocer más sobre esos hechizos. Ella debe conocer el nombre del hechizo, para qué sirve y cómo aprenderlo.

... Ah... No quería estar involucrado con ricos presumidos, pero debo hacerlo.

Supongo que tendré que conseguir amigos nobles.

—Vaya, vaya... Ya veo.

Abro el libro y no entiendo la escritura.

Ah... Necesito aprender su escritura.

—¿Me los podrías leer? No sé leer.

—¿N-no sabes leer?- Dijo confundida.

Mi teléfono empieza a vibrar y lo saco. Me llegó una notificación.

—¿Una notificación de la aplicación "Tutorial"?

La abro.

—Para guardar hechizos, solo debes tomarle una foto al hechizo y automáticamente se guardará... ¡Genial, esto me facilitará las cosas!- Digo emocionado.

Sara me observa confundida, al parecer, le parece curioso e interesante mi teléfono.

—¿Qué es eso?

—Es un teléfono.

—¿Teléfono?

Es algo difícil de explicar... Luego se lo explico.

—Luego te explico qué es.

Abro la aplicación de la cámara y empiezo a tomar fotos.

—¿Qué haces?

—Le estoy tomando fotos al libro.

—¿Fotos?

¿No sabe lo que es una foto? Este mundo es un poco ignorante.

Abro la galería y le enseño una foto.

—Esto es una foto.

—¿Es como una pintura?

—Supongo que algo así.

Le tomo foto a todos los hechizos.

—Bien, creo que se guardaron.

Una nueva aplicación aparece llamada: "Hechizos".

¡Gracias, Dios! ¡Esto me facilitará todo!

—¡Genial!- Digo emocionado.

La abro y muchos hechizos están ahí. Están ordenados por orden alfabético y al lado de cada hechizo hay un color diferente.

Supongo que el color significa el tipo de magia.

Ahora viene la prueba más importante.

—¿Cuál es el hechizo más difícil de aprender o de hacer? Quiero comprobar algo.

Ella se queda un par de segundos pensando.

—El que se llama: "Bolflou"... Bueno, supongo, es el hechizo que más tiempo me costó aprender.

Suena raro... ¿Será un hechizo poderoso?

—¿Qué hace?

—Al usar el hechizo, una esfera de fuego sale de tu boca.

Suena básico... ¿Al menos es poderoso?

—¿Es poderoso?

—Contra bestias salvajes funciona bien.

Entonces es poderoso.

—¡Lo intentaré! ¡Bol...!

Me tapa la boca con su mano derecha y me sonrojo... Esto es un poco incómodo... Pero sus manos son suaves y huelen bien.

—¡Aquí no, afuera! ¡Eres alguien muy raro, así que no quiero que uses hechizos en mi casa!

No sé si ser considerado raro es bueno o malo.

—E-está bien.- Digo nervioso.

(Pov- Dios.)

Daniel... Tiene mucho potencial, pero... ¿Por qué el Dios supremo me obligó a enviarlo a él a ese mundo? Sé que Daniel tiene un alma hermosa... Es el alma más perfecta, pero... Ese mundo necesitaba un guerrero con más experiencia... Espero que todo salga bien.

—Daniel, cometiste un error al enfrentarte a ese demonio sin prepararte, pero todo salió bien... Tuviste mucha suerte.

Si el Dios supremo me obligó a enviarte a ese mundo, significa que eres importante para el futuro de todos los mundos... Confío en ti, Daniel.

—Pero... ¿Por qué ese chico me recuerda tanto a Kei Molfer? Debo investigarlo más.

(Pov- Daniel.)

Después de salir del pueblo y alejarnos un poco, nos paramos a unos metros de unos árboles.

—Inténtalo. A mí me tomó cinco meses aprenderlo, debes tener mucha...

La interrumpo con mis palabras.

—¡Bolflou!

Una pequeña esfera de fuego del tamaño de una pelota de tenis sale de mi boca y le da a un árbol. La esfera de fuego le hace un agujero al árbol. Realmente es muy poderoso.

Sara se sorprende mucho y yo salto de alegría. ¡Puedo usar hechizos sin entrenar! ¡Gracias, Dios! ¡Tengo el talento natural para aprender hechizos como los protagonistas isekai clichés!

—¡¿Qué?!- Dijo asustada y sorprendida.

—¡Lo hice!- Digo sonriendo y emocionado.

—P-pero... ¡¿Cómo es posible?! ¡Lo lograste al primer intento, es impresionante!- Dijo emocionada y sorprendida.

—Creo que soy un prodigio. Un chico dotado. Fufu.- Digo sonriendo.

Y de varias formas... Soy guapo, algo inteligente, y la tengo grande... B-bueno, eso último no es importante... Y no lo digo por presumir. Odio a las personas presumidas.

—Genial...

Sara me sonríe.

—Me sorprendes... Y mucho.

Miro el cielo, ya está oscureciendo... Supongo que puedo rentar una casa con el dinero que tengo.

—Ya está oscureciendo. ¿Sabes de un lugar en donde pueda dormir?

—Puedes dormir en mi casa si quieres.

Voy a dormir en la casa de una chica... Me da un poco de pena, pero aceptaré.

—Muchas gracias, te lo agradezco.

—No agradezcas, de todas maneras, somos compañeros, ¿no? Debemos ayudarnos.- Dijo sonriendo.

Ella realmente me agrada... Confío mucho en ella.

—Sí, lo somos.- Digo sonriendo.

Se sonroja y volteo a ver a otro lado.

Suspiro y cierro los ojos... Casi lo arruino. No quiero que se enamore de mí... Ya no creo en el amor.

Ella no es una excepción... Si se enamora de mí, la rechazaré sin dudarlo.

Regresamos a su casa y dejo las bolsas con monedas al lado de mí.

Ya sé lo que haré con el dinero.

Haré lo que siempre soñé hacer.

—Sara, ¿hay personas pobres en el pueblo?

—No, todos aquí somos aventureros, así que siempre hay trabajo.

—¿Hay alguna zona pobre que conozcas?

—Al lado del castillo hay un pueblo, la mayoría de los habitantes son muy pobres. ¿Por qué?

—Les daré todo mi dinero.

—¡¿Todo?!- Dijo sorprendida.

Su reacción es muy normal. Estoy seguro de que está pensando que estoy loco o algo por el estilo... Yo no necesito tanto dinero... Y quiero pagarle a Dios por esta nueva oportunidad de vida. ¿Cómo le pago? Siendo una persona buena como siempre.

—Realmente solo necesito unas 100 monedas de oro, no necesito mucho.

—Cualquiera con ese dinero lo gastaría en cosas inútiles, pero tú vas a darles tu dinero a los pobres. Tienes mi respeto.

Siempre fui pobre... Sé lo que se siente tener hambre... Por eso quiero ayudar.

—Gracias.

Me acuesto en el suelo... Estoy acostumbrado a dormir incómodo.

—Buenas noches.- Digo mientras me acomodo.

—Buenas noches.- Dijo Sara.

(Pov- Sara.)

(Una hora después.)

Observo a Daniel dormir... Él está llorando... Llora mientras duerme.

—Daniel es muy bueno... Es diferente a los demás... Y llora por las noches... ¿Qué tipo de vida ha tenido? ¿Por qué parece que es ignorante? Realmente es misterioso.

Tal vez... ¿está solo? Tal vez no tiene amigos o familia... La soledad puede hacer sufrir a las personas.

Me acosté al lado de él... Tal vez un poco de calor corporal lo tranquilizará... ¡¿Eh?! D-Daniel me abrazó... ¡¿Está despierto?! ¡No quiero perder mi virginidad por una violación! ¡¿Por qué confié en él?!

—Abuela...

¿Eh?

—Abuela... Te extraño...

... Sigue dormido... Está soñando... Lo malinterpreté.

—¿Abuela?

Ya veo... Daniel está sufriendo porque extraña a su abuela... Su abrazo es porque extraña abrazar a su abuela.

... Daniel no es un pervertido... Es un chico bueno... Él no trata de parecerlo, él es un chico bueno... Puedo confiar en él.

Es muy diferente al acosador del Sandro.

Elegir a Daniel fue una buena decisión.

(Pov- Daniel.)

(A la mañana siguiente.)

Sara me intenta despertar, parece muy nerviosa.

—¡Daniel, te están buscando!

Me despierto y bostezo. Es muy temprano, quiero dormir un poco más.

—¿Eh? ¿Qué pasa?- Digo confundido.

—¡Te buscan!

Me levanto y bostezo... ¿Me buscan? Qué raro.

—¿A mí? ¿Quién me busca?

—¡Es un sirviente del Rey!

Un sirviente... Siendo sincero, quiero dormir un poco más... Soy un poco flojo, eso lo heredé de mi padre... O eso me dijo mi abuela una vez.

—¿Es importante?

—¡Claro!

Parece muy nerviosa... Debo salir.

Salgo de la casa y veo al sirviente gritando.

—¡¡Busco al aventurero que es capaz de usar todos los tipos de magia!!

—Qué flojera. ¿Debo ir?- Digo con un tono de cansancio.

—¡Claro que sí!- Dijo Sara nerviosa.

—Está bien.

Me dirijo a él y estiro mis brazos.

—¡Oye, soy yo!

El sirviente voltea a verme.

—¿Usted es?

Todos me empiezan a apoyar... Bueno, todas... La mayoría de las personas que me apoyan son chicas.

—¡Es él, es nuestro héroe!

—¡Es muy poderoso!

Vaya, vaya... Me apoyan... Gracias... Incluso me llamaron "héroe"... Se siente bien.

El sirviente me observa asombrado.

—Increíble... El Rey quiere conocerte, debes venir con nosotros.

Un Rey... Bien, esto es algo que tenía planeado decir. Quiero comprobar algo.

—¿Obligado?

—Sí, es una orden del Rey.

Lo supuse... Tiranía.

—Entonces no iré.

Todos se quedan congelados con mi respuesta. El sirviente me observa confundido y nervioso.

—¿Q-qué dijiste?

—No me puede obligar a ir. Solo iré si el Rey dice: "Por favor, ¿puedes venir?" ¿Entendido?

—¡El Rey nunca diría eso!

Nunca... Tenía la esperanza de conocer a un Rey bueno y amable... Pero estoy seguro de que será un Rey gordo y malcriado. La típica persona que se cree superior a otras, por el simple hecho de pertenecer a una familia importante o por ser rico.

—Es el problema con las personas como él, son muy orgullosos.

—Lo siento, pero debes venir con nosotros.

—No quiero.

—¡Lady Cristal, ayúdame!

Una mujer llega volando, da vueltas sobre nosotros, aterriza y se para frente a mí. La mujer es alta, usa un vestido blanco y tiene el cabello de color blanco y largo.

—Yo, como jefa de hechiceros, te ordeno venir con nosotros o tendré que llevarte a la fuerza.

¡Genial! Estaba volando... Dio vueltas innecesarias... Estaba intentando intimidarme... Tendré que hacer lo mismo.

—¿Todos pueden volar? Eres la primera que veo volar.

Cristal empieza a reír mientras me observa con desprecio. No me gusta esa mirada... No tiene nada de humildad.

—Jajaja, que gracioso eres. Por supuesto que no, solo unos pocos hechiceros en el mundo han aprendido a volar.

—Yo también puedo volar.

Cristal empieza a reír más fuerte. No me cree.

—Sí, claro. Demuéstramelo.

—¡Arches Nexus!

Empiezo a flotar y me elevo poco a poco del suelo. A Cristal casi se le salen los ojos por lo sorprendida que está.

—¡Lo logró!

Me pongo nervioso porque me estoy alejando mucho del suelo.

—V-vaya, vaya... Es un poco difícil... Creo que es así.

Intento controlar mi vuelo con mi mente y funciona. Solo tengo que pensar en cómo quiero volar... Es más sencillo de lo que parece.

—¡Genial! ¡Solo debo pensar en cómo quiero volar!- Digo emocionado.

Doy vueltas por el aire y aterrizo... Bien, aprendí a controlar el vuelo... Eso fue fácil.

—Cuando ya no lo uso, se quita... ¡Eso fue increíble!- Digo emocionado.

Ella se me queda viendo, tiene una cara bastante graciosa. Tiene los ojos muy abiertos y no deja de temblar.

—¿C-cómo hiciste eso?

—Es un secreto.- Digo guiñando el ojo.

Se sonroja un poco y desvía la mirada.

—Ahora con más razón debes acompañarnos. Por favor, te lo ruego.

¿Por favor? Bueno, eso cambia las cosas.

—Vaya, vaya... Dijiste "por favor"…

Me rasco la cabeza... Bueno, voy a aceptar.

—Está bien, de todas maneras, iba a ir al pueblo que está al lado del castillo.

—¿Con todos esos pobres plebeyos asquerosos? ¿Qué hará alguien como tú en un lugar así?

Te odio.

¿Te crees mejor que ellos? Eso me da asco.

—Ese tono no me gusta, no te expreses así de las personas.- Digo mientras la observo con una expresión seria.

Cristal me observa con miedo... ¿Realmente doy tanto miedo?

—¡L-lo siento!

Aquí existe también la típica discriminación de clases sociales... Odio eso.

—Está bien... Iré a darles algo de dinero. Espera.

Entro a la casa y salgo con las bolsas.

—Vamos.

—¡Qué te diviertas, Daniel!- Dijo Sara.

Volteo a ver a Sara... ¿Por qué se despide? Yo no quiero ir solo.

—¿No quieres venir?

—El Rey quiere conocerte solo a ti.

—Pero eres mi compañera, vamos.

Los ojos de Sara se ponen brillantes... Vaya, vaya... Realmente quiere ir al castillo.

—¡Gracias, siempre he querido visitar el castillo!

—Suban al carruaje, por favor.- Dijo Cristal.

Muy bien, eres educada.

Supongo que ya sabe que, si no es educada con nosotros, no iré.

Subimos a un carruaje... Es un clásico carruaje elegante. Se siente cómodo, aunque los asientos son de madera.

No hay autos en este mundo... ¿Tardaremos mucho en llegar?

—¿Está lejos?- Le pregunté a Sara.

—No mucho, tardaremos una hora en llegar.

Bien, las horas son iguales en este mundo, no tendré problemas con el horario.

Saco mi teléfono para revisar la hora... Es temprano... Apenas amanece.

—Apenas son las 7 de la mañana.

Sara observa mi teléfono con curiosidad.

—¿También es un reloj?

—Sí.

Cristal observa mi teléfono con curiosidad.

—Me permites.

Cristal intenta tomar mi teléfono, pero lo guardo. Eso está mal. Debes decir: "¿Me prestas tu teléfono?"

Bueno, aunque dijera eso, no se lo prestaría.

—Lo siento, es secreto.

—Dime, ¿qué es eso?

—Como te dije, es secreto.

No debo decirle nada, podría intentar robarlo.

(Una hora después.)

Llegamos al pueblo pobre y realmente se ve mal. Las casas están hechas de tierra y pocas son las que están hechas de madera. Los niños usan ropa rota y huele horrible.

Se ve realmente feo... Me da pena... Yo vivía casi igual, solo que yo vivía un poco mejor que ellos.

—Aquí bajaré, les daré el dinero y nos vamos con el Rey.

El carruaje se detiene y bajo con las bolsas.

Siento que debo hacer esto, y si lo siento, debo hacerlo.

Siempre quise hacer esto. Darles dinero a los pobres... Pero yo también era pobre, así que nunca pude hacerlo. Solo lo hice un par de veces, pero yo les daba comida a los vagabundos... Y dos vagabundos tiraron a la basura la comida que les di, porque ellos querían dinero para comprar alcohol... Eso me enfureció, y me prometí nunca beber alcohol.

—Haré mi buena acción del día.

Llego al pueblo y veo a niños jugando y mujeres lavando la ropa... Suena algo machista, pero solo veo mujeres lavando y niños jugando. No veo hombres.

—¡¡Buenos días, la navidad fue adelantada!!- Grité para que todos logren escucharme.

No creo que la navidad exista en este mundo... Creo que dije una tontería.

Todos me observan raro.

—¡¡Veo que son pobres, así que yo vengo a ayudarlos un poco!!

Algunas mujeres se acercan a mí.

—¿Nos ayudarás?

—¿Cómo?

Vaya, vaya... Apenas me doy cuenta, pero las mujeres de este mundo son hermosas... ¿Será una característica de este mundo?

—¡¡Sí!! ¡¡Llamen a todos en el pueblo, por favor!!

Unos minutos más tarde, todo el pueblo está reunido. Ningún hombre adulto está en el pueblo.

¿Qué les pasó? ¿Todos abandonaron a su familia?

—¿Son solo niños y mujeres?- Pregunté confundido.

—Nuestros maridos están en el castillo, trabajando.

Trabajan en el castillo... No conozco al Rey, pero ya lo odio.

—Y veo que no les pagan bien... Son ricos, pero no pagan bien... Qué coraje.- Digo un poco enojado.

Abro la bolsa.

—Les daré un puño de monedas a cada familia. Lo repartiré en partes iguales.

Todas me observan asombradas y les sonrío.

—Hagan una fila, por favor.

La mayoría de las mujeres se sonrojan... Incluso las niñas pequeñas... Vaya, vaya... Eso me parece incómodo.

—¡G-gracias!- Dicen todas las mujeres nerviosas.

(10 minutos más tarde.)

Listo. Ya terminé.

Me siento muy bien... Hice mi buena acción del día.

Bueno... Yo también ocupo algo de dinero, por eso guardé un poco para mí.

—Y un puño para mí. Es todo.

Algunas mujeres están llorando... Vaya, vaya... Me siento bien... Hice feliz a varias familias.

—¡Muchas gracias!- Dicen todas.

Me dieron las gracias... Me caen bien... Me gustan las personas que son agradecidas.

—De nada.- Digo sonriendo.

Me subo al carruaje... Bien, vamos con el inútil y seguramente gordo Rey.

—Ya podemos irnos.

—Se nota que eres una buena persona.- Dijo Cristal.

¿Lo soy? Me gusta pensar que sí, lo soy... Al contrario de ti.

No trates de quedar bien conmigo. Eres una mujer que discrimina a las personas, y te odio un poco.

Te voy a dar las gracias, pero solo lo hago por educación.

—Muchas gracias.

Unos minutos más tarde, llegamos al castillo y nos reunimos con el Rey. El Rey es un hombre gordo y con una gran barba negra, es calvo y usa un traje rojo. Está sentado en un trono y 10 guardias están al lado de él, protegiéndolo.

Estamos en un enorme salón, es el típico salón principal de los castillos.

Se ve elegante... Y huele bien.

—Hola, Daniel.- Dijo el Rey.

Todos se arrodillan ante él, menos yo... No quiero hacerlo... Tengo mis razones.

Sara me observa nerviosa.

—D-Daniel, debes arrodillarte.

Debo inventar una excusa... No quiero arrodillarme... No merece ser admirado.

—Me da flojera. ¡Disculpe, ¿qué quiere de mí?!

Parezco irrespetuoso, pero quiero irme ya.

—Solo quería conocerte. ¿De qué familia vienes?- Dijo el Rey.

¿Familia...? Supongo que las familias de nobles tienen algún prestigio.

—Soy un plebeyo que incluso no sabe leer, con eso le respondo todo.

No me cree. Se nota por su expresión.

—¿Un plebeyo con esa ropa?

Vaya, vaya... ¿Los plebeyos no podemos usar esta ropa? ¿Está prohibido?

—¿Por ser plebeyo no me da el derecho a vestirme bien?

El Rey empieza a reír... Su risa es algo molesta... Se ríe demasiado fuerte.

—¡Jajaja tienes razón! ¡Me caes muy bien!

No me agrada... Y eso es raro... Siento que debo alejarme de él.

—¿Es todo? Lo siento, pero tengo asuntos pendientes.

—¿No quieres desayunar?

—No, gracias.

Sara se pone más nerviosa... ¿Acaso dije algo malo?

—D-Daniel, nadie debe rechazar al Rey.

Ya veo... Ahora me cae peor.

—¿Por qué?

El Rey se levanta.

—Necesito que me ayudes con algo. Mi hija fue secuestrada por unos "hombres gallinas" mientras estaba de paseo y necesito que la rescates.

¿Eh? Eso suena muy raro... Me dio curiosidad.

—¿Hombres gallinas? ¿Cómo son los hombres gallinas?

—¿No los conoces? Son como gallinas gigantes, pero con el tamaño y la inteligencia de un hombre.

...

...

¡¿Qué?!

Eso suena bastante raro, pero genial. ¡Este mundo es muy raro!

—Oh... Eso se oye raro... ¿No se llaman hombres gallo?

—Se llaman hombres gallinas porque suena mejor.

Supongo que tiene razón.

—Vaya, vaya... Ya veo.

—¿Me ayudarás?

Me pongo a pensar por unos segundos. Debo pensar muy bien lo que haré.

Tal vez deba aprovechar para conseguir más hechizos.

Si lo ayudo, él podría enseñarme algunos hechizos.

—Está bien, pero con la condición de que me deje ver sus libros de hechizos.

—Claro, no hay problema.

Bueno, eso fue fácil.

—Acepto.

—Gracias. La base de los hombres gallinas está en el centro del bosque del silencio.

Vaya, vaya... Dijo gracias... Creo que lo juzgué mal.

—Vamos, Sara.

Sara se levanta.

—¡F-fue un honor conocerlo, majestad!- Dijo nerviosa.

Lo dice con una cara roja y me río un poco. No me burlo, pero se ve algo graciosa.

—Te ves graciosa.

Sara y yo nos vamos. Una aventura nos espera.

Pero no soy tan idiota. Sé que esta es una prueba para comprobar mi poder. La princesa no pudo ser secuestrada tan fácilmente. El Rey sabe la ubicación de la base de esos hombres gallinas. ¿Por qué no envió aventureros más experimentados? Le seguiré la corriente... Tal vez esté equivocado.

Cuando Daniel y Sara se fueron, Cristal se acercó al Rey.

—Mi Rey, ¿dejará que él vea los hechizos?

—No te preocupes, solo mi familia puede usarlos, y aparte... ¡él no sabe leer!

El Rey y Cristal empiezan a reír. Claramente disfrutan burlándose de otros.

Sara y yo salimos caminando del castillo.

Dentro del territorio del castillo, hay casas y otros edificios. Es un pueblo para los nobles.

—Tu actitud hacia un Rey me sorprende.

Creo que fui un poco grosero... Pero no pude evitarlo.

—No me gusta tratar a las personas como si fueran mejores.

—Ya veo.

—¿Qué tan poderosos son los hombres gallinas?

—No son tan poderosos como un demonio, pero sí son difíciles de matar, son muy resistentes. Pero no te preocupes, tengo experiencia matando hombres gallinas. No será difícil.

Me siento confiado... Eso es algo malo, pero también es algo bueno.

—Está bien, vamos.

Sara y yo nos alejamos del castillo. Alrededor huele bien, es completamente diferente a mi mundo. Hay árboles y animales que nunca he visto en mi vida.

—¿Qué es eso?

Señalo algo que parece un perro, pero con una cola de metal.

—Es una raza de perro llamada: "Delana" porque aparecieron hace cientos de años de la nada. Su cola es de metal y son buenos detectando enemigos. Son muy comunes, ¿en serio no los conocías?

—No... Este lugar es asombroso.

Ella me observa fijamente. Tiene bastante interés en mí.

—¿De dónde vienes? Eres bastante raro.

No me gusta mentir, pero debo hacerlo. No debo contarle a nadie la verdad.

—Vengo de un lugar muy lejano.

—¿Del país enemigo "Soular"? ¿De Soufla?

¿Qué? ¿Son nombres de países? Suena bastante raro.

—¿Soular? ¿Soufla?- Digo confundido.

—¿No sabes ni los nombres de los países?

—¿En qué país estamos?

—En el país "Grenfor", el hogar de los grandes aventureros.

—Suena algo raro.

Debo cambiar el tema de conversación.

Saco mi teléfono y abro la aplicación del mapa... Bien, no está lejos.

—El bosque del silencio está cerca.

—¿También sirve como mapa? Qué extraño aparato tienes. ¿En dónde lo conseguiste?

Mierda... Piensa, Daniel... Piensa en algo.

—Bueno... Lo conseguí de un amigo muy poderoso.

—¿Me lo puedes presentar?

—Ya no está aquí, lamentablemente.

—Ya entiendo, lo siento.

—Piensa que ya está muerto. Jeje.- Pensé eso mientras intentaba no reír.

Veo a los animales a mi alrededor, hay aves con el cuerpo pequeño, pero con grandes alas, gatos con dos cabezas, osos verdes, pero son muy pequeños. Es un lugar asombroso.

¿Existirán sirenas y otros seres de fantasía? Ya quiero descubrirlo.

—Me gustará mucho estar en este lugar.

Abro la aplicación de hechizos y los leo. Necesito memorizarlos.

Uno de los hechizos me llama la atención.

—Vaya, vaya... "Flecha solar". Suena interesante.

Toco el hechizo y se abre un mensaje.

—Este hechizo sirve para aparecer un arco que crea flechas mágicas... ¿Es un buen hechizo, Sara?

Sara me observa con los ojos brillantes y se acerca demasiado a mí.

Mierda, es muy hermosa y huele bien. Me pongo un poco rojo al estar tan cerca de ella. Espero que no se dé cuenta.

—¡¿Tu teléfono te dice para qué sirven los hechizos?! ¡Increíble!- Dijo emocionada.

Definitivamente es increíble... Gracias, Dios.

Dios, creí que solo ibas a ayudar un poco, pero esta es una gran ayuda.

... Sí, definitivamente el enemigo final será muy difícil de vencer.

Llegamos al bosque y todo se ve tranquilo.

—Parece un bosque normal, pensé que nos encontraríamos animales raros.

—Espera.

Sara junta sus manos y cierra los ojos.

—¡Búsqueda!

Ella se queda quieta por unos segundos y abre los ojos.

—Los encontré, están cerca.

—¿Para qué sirve ese hechizo?

—Me permite ver más allá de mi vista.

Eso no me dice mucho, pero creo que entiendo un poco.

—Vaya, vaya... ¡Espada Dex!

Una espada aparece en mis manos.

—¡¿Espada Dex?! Oí de ella, es una espada muy poderosa... Aunque creía que era un simple... Nada, olvida lo que dije. ¡Esa es una espada muy poderosa!

—Con razón derroté tan fácil al demonio negro.

Nos adentramos en el bosque y encontramos la base.

—Ahí están.

Son hombres con picos en lugar de boca. Tienen el cuerpo rodeado de plumas y parecen muy fuertes.

Los hombres gallinas usan pantalones y eso me causó mucha risa porque se ven muy ridículos y graciosos.

—¡¿Usan pantalones?! ¡Jajajaja una gallina con pantalones!

Sara me tapa boca y me observa enojada... Lo siento, hice mucho ruido.

—Silencio, mira.

Señala con su dedo índice a una niña atrapada en una jaula.

—¿Qué quieren con la princesa?

La princesa es una niña pequeña, es linda, tiene el cabello verde y largo, usa un vestido rosa y parece muy triste.

—Podría ser que quieren una recompensa a cambio de la princesa.- Dijo Sara.

Es lo más lógico.

—¿Atacamos ya?

—Flecha solar.

Un arco rojo aparece en la mano derecha de Sara.

—Atacaremos.

Salimos de nuestro escondite... Bien, tengo que hacerlo, ellos son malos.

—¡Muslar asio!

Los hombres gallinas nos ven y se ponen a la defensiva.

... ¿No me escucharon? Eso es demasiado conveniente... Tal vez sí sea una prueba.

—¡Aventureros!

Los hombres gallinas nos atacan con sus espadas y nos lanzan plumas.

—¿Eh?

Esquivo las plumas.

—¿Las plumas son peligrosas?

—¡Son muy filosas, no dejes que te toquen!

—¡Arches Nexus!

Tomo a un hombre gallina del brazo derecho y empiezo a volar. Después de alejarme bastante del suelo, me detengo.

—¡Te soltaré y morirás!

... Esperé unos segundos. Solo me está golpeando con su puño... No está admitiendo que esta es una prueba... Creo que no es una prueba y los hombres gallinas simplemente tienen un mal oído.

—Lo siento... ¡Ahora!

Suelto al hombre gallina.

—¡¡Ahhh!!- Gritó asustado.

El hombre gallina cae al suelo muy fuerte. Eso debió doler.

—Sabía que sus plumas no servirían con un cuerpo tan grande.

... Ah... Qué hermosa vista. Desde esta altura puedo ver todo el bosque... En mi mundo no hay tantos bosques... Un mundo con tecnología muy avanzada puede ser bueno, pero también malo.

Aterrizo y solo quedan dos hombres gallinas. Dos hombres gallinas están en el suelo con flechas rojas en sus cuerpos.

—Vaya, vaya... Sara, venciste a dos tú sola.

Ella es fuerte... Será de gran ayuda.

Los hombres gallinas nos observan con miedo. Están temblando... Definitivamente son unas gallinas gigantes.

—¡Nos rendimos!- Dicen asustados.

Los hombres gallinas se tiran al suelo y empiezan a rogar por sus vidas.

—Eso fue rápido.- Digo aliviado.

La princesa nos observa sorprendida.

—¡Gracias!- Dijo con una gran sonrisa.

Mi fuerza y mi espada desaparecen.

—Hola pequeña, venimos por ti.

Los hombres gallinas abren la jaula y la princesa sale.

—¡Lo sentimos!- Dicen arrepentidos.

Los hombres gallinas se disculpan con la princesa, incluso los hombres gallinas están llorando.

—No se preocupen, los perdono.- Dijo la princesa.

La princesa sonríe muy dulcemente. Juro que, por un momento, vi como una luz salía de la princesa. Es una niña muy buena y dulce, y eso me agrada. Es demasiado pura. Juro proteger esa sonrisa.

Salimos del bosque con los hombres gallinas.

Esto no fue una prueba preparada.

—Fue rápido... ¿No había más aventureros capaces de hacer este trabajo?

—Creo que el Rey sólo quería conocerte y comprobar tu poder.- Dijo Sara.

—Los demás hombres gallinas los dejamos en el bosque, ¿eso está bien?

—Ya revisé los cuerpos, están muertos.

—¿Muertos? Eran malos, así que hicimos lo correcto, ¿verdad?

Me preocupo por unos momentos, había asesinado a alguien otra vez. Siento que me estoy volviendo un asesino. Sabía que iba a pasar esto, pero... me siento raro.

Bajo la mirada y me pongo algo triste.

—Claro que hicimos lo correcto.- Dijo Sara.

Sí... Lo sé... Tal vez.

Durante el camino reflexioné sobre mis acciones. Dios me dio una misión y debo cumplirla. Dios me dio permiso de ser grosero, supongo que con eso se refiere a que podía ser malo. Si debo convertirme en un asesino para cumplir mi misión... Supongo que no tengo otra opción.

Llegamos con el Rey... Fue un trabajo fácil... Espero que cumpla con su parte.

—¡Padre!

—¡Hija!

Los dos se abrazan... Qué lindo... Me recuerda... a mi padre... Pude imaginar a mi padre abrazándome por unos segundos... Él era idéntico a mí... Cuando me veo en el espejo, no puedo evitar recordarlo... Físicamente, soy como mi padre... Y eso me hace feliz.

—¡Muchas gracias, aventurero!- Dijo el Rey.

—Haga su parte.

El Rey me entrega un libro rojo de hechizos.

—Puedes tenerlo por un día y luego me lo devuelves.

—No lo necesito tanto tiempo, espere.

Saco mi teléfono y empiezo a tomarles fotos a los hechizos.

(Un minuto después.)

Le doy la vuelta a la hoja y la hoja está en blanco.

—¿Eh?

Empiezo a buscar hechizos, pero las demás hojas del libro están en blanco.

—Las demás hojas están en blanco.

El Rey no soporta la curiosidad y me arrebata mi teléfono.

—¡¿Qué es esto?!

—¡Oiga, eso es mío!

Le arrebato mi teléfono y lo guardo. No me importa que sea el Rey, no me vuelva a quitar mi teléfono, gordo idiota... Mierda... Me estoy comportando raro.

El Rey me observa con una expresión de enojo

—Es un secreto, lo siento... Este libro solo tiene 10 hojas con hechizos. ¿Por qué las demás están en blanco?

—Solo tienes permitido ver ese libro, los demás son secretos.

—Está bien, gracias...

Bajo la mirada y sonrío.

—Algo es algo...

Estoy haciendo avances en muy poco tiempo... Perfecto.

Salimos del castillo y Sara y yo nos subimos al carruaje.

—Bueno, al menos aprendí algunos hechizos.

Sara parece no contener la emoción, se acerca a mí y me grita.

—¡¡Conocimos al Rey y a la princesa!!

—Eso no es tan importante.

Una chica entra en el carruaje. La chica tiene uniforme de sirvienta.

—¿Eh?

—Hola, Daniel. El Rey le manda el siguiente mensaje: "Gracias por salvar a mi hija. Comprobé que eres un aventurero muy poderoso, por eso quiero que seas uno de mis guardaespaldas y vengas a vivir a mi castillo".

¿El Rey dijo: "Gracias"? Escuchar eso me sorprendió y me quedé unos segundos pensando.

Aún me quedan tres o cuatro años para aprender hechizos y aprender a pelear mejor. Pero si me quedo como guardaespaldas no tendré tantas aventuras como quiero.

Me rasco la cabeza.

—No quiero, gracias.

Sara me empieza a jalonear y me grita.

—¡¡Daniel, puedes vivir con lujos!!

—Ya deberías saber que a mí no me importa el dinero. Yo quiero vivir aventuras, y estar al lado de un Rey puede ser aburrido.

La chica se baja y nos vamos.

—Rechazaste al Rey... Eres increíble.

—Tampoco es para tanto.

—Entonces... ¿Qué harás ahora?

—Iré al gremio, voy a desayunar y haré una misión.

—¿No quieres conseguir más compañeros?

Es cierto, necesito compañeros... Quiero compañeros fuertes y amables.

—Supongo que sí, luego conseguiremos. Solo espero que Sandro no me busque pelea.

—Yo creo que sí te pedirá una pelea.

—Es algo presumido y molesto, creo que aceptaré su pelea.

(Una hora después.)

Durante el viaje, Sara me contó lo fuerte que es Sandro. En pocas palabras, él es uno de los aventureros más fuertes del país. Escuchar eso me llenó de dudas. ¿Por qué lo derroté de un solo golpe? Realmente no tiene sentido.

Llegamos al pueblo y bajamos del carruaje.

—¡Gracias!

Nos dirigimos al gremio y los aventureros me siguen viendo raro. Comparo mi ropa con la ropa de los aventureros. Mi ropa es muy diferente a la de ellos, así que pienso que me ven raro por mi ropa.

—¿En dónde puedo comprar ropa nueva? Creo que, si sigo usando esta ropa, la gente seguirá viéndome raro.

—Claro, con esa ropa pareces un noble.

Sara señala una tienda.

—Ahí venden ropa.

Saco unas monedas de mi pantalón.

—¿Con esto me alcanza?

—Por supuesto.

Entramos a la tienda y una chica nos recibe. Está despeinada y es muy linda. Tiene el cabello rosa y largo, y ojos de color rosa. Sus ojos son hermosos.

—Bienvenidos. ¿Qué clase de ropa buscan?

—Queremos algo que se le vea bien en él.

La chica me observa.

—Un chico guapo... Mmm... Tengo algo perfecto para ti.

La chica toma unos pantalones negros, una camisa blanca y un chaleco negro.

—Esto se vería perfecto en ti.

Tomo la ropa.

—Prueba la ropa.

Me meto en el probador y me pongo la ropa... Diseño básico, pero me gusta... Aunque la camisa está demasiado ajustada, pero creo que así se usa.

—Se siente cómodo.

Salgo del probador.

—¿Me veo bien?

—Sí, te ves mejor vestido así.

—Opino lo mismo que la señorita.

—Entonces me la llevo... Me llevaré tres cambios iguales, por favor.

Después de comprar la ropa, salimos de la tienda.

—Ahora sí estoy cómodo.

—Dejemos tu ropa en mi casa y vamos al gremio.

—Claro.

Ah... Este mundo me gustará mucho.

Cris, Valeria, los extrañaré.

Sonia... Espero superarte pronto.

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