117 CAPÍTULO 117- Una chica muy rara.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 117

—Ah... Qué aburrido.

El padre de Daniel estaba leyendo un libro en una biblioteca, intentando distraerse.

—... Nada interesante... Ya me aburrí de estar muerto.

—Vaya, vaya. ¿Estás aburrido?

Desmolfer apareció detrás de él.

—Sí... Supongo que sí.

Desmolfer se sentó al lado de él.

—Entonces háblame sobre Cano.

—Me voy.

—Es por el bien de Daniel.

—... ¿Por qué?

—Como ya sabes, Cano despertó y Daniel aprendió a controlar su poder... Cuéntame sobre Cano y su poder, para poder ayudar a Daniel en el futuro.

—... Ah, está bien.

(Tiempo atrás.)

Un pequeño Daniel, de 5 años, estaba jugando con su padre con una pelota.

Después de la muerte de Nadia, Daniel se prometió ser un buen padre y ser humano, volviéndose alguien completamente diferente a su yo del pasado.

Estaban en un parque, y la abuela de Daniel los estaba observando jugar, estaba sentada en una banca.

Debido a su avanzada edad, ella no tenía la energía para moverse, así que solo los miraba.

—Se ven muy lindos jugando juntos.- Dijo la abuela de Daniel.

Una pequeña niña de la edad de Daniel se acercó a él... Era Sonia, pero de 5 años. Estaba usando un vestido verde, que la hacía ver muy adorable.

—¡Hola, mi nombre es Sonia!

—Mi nombre es Daniel.

Un hombre se acercó a ellos.

—Sonia, vámonos.

—¡Quiero quedarme un poco más, papá! ¡Quiero hacer amigos!

Daniel se alejó de ella y tomó de la mano a su padre.

—Vámonos, tengo hambre.

Su padre le acarició la cabeza y sonrió.

—Siempre tienes hambre. Vámonos.

Se alejaron caminando, pero Sonia lo tomó del brazo izquierdo.

—¡No te vayas, juega conmigo!

—No me gusta jugar con niñas.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!

—Simplemente no me gusta.- Dijo con la mirada baja.

Se alejó de ella y su padre se acercó al padre de Sonia.

—Mi hijo sufrió recientemente un intento de violación por parte de su profesora, así que ahora intenta no acercarse a las mujeres. Así que no crea que es machista o algo por el estilo.

—No se preocupe, no debe dar explicaciones.

El padre de Sonia le extendió su mano derecha.

—Mi familia se acaba de mudar a esta ciudad. Mi nombre es Federico.

El padre de Daniel tomó su mano y se saludan.

—Mi nombre es Daniel.

Daniel movió la pierna izquierda de su padre.

—¡Tengo hambre!

—Vámonos, Daniel.

A lo lejos, dos hombres los estaban observando, y el padre de Daniel se dio cuenta de eso.

—Solo falta un grupo... Solo uno.- Pensó.

—¡Y después podremos vivir en paz y formar una familia juntos! ¡Yo seré la madre del pequeño Daniel!- Dijo Cano dentro de la mente de Daniel.

—Cano, cállate.- Pensó.

—¡Kya! ¡Me encanta ese lado salvaje tuyo!

—Estás loca.- Pensó.

(Tres días después.)

Daniel estaba jugando solo en la calle. Él estaba jugando con una pelota, como un niño normal.

Pateó la pelota y comenzó a llorar por alguna razón.

Se acarició el pecho con su mano.

—Me duele...

Un polvo blanco entró por su nariz, pero él estaba tan distraído que no se dio cuenta.

—Me duele mucho...

(Minutos antes.)

En una casa abandonada, el padre de Daniel estaba en el suelo, cubierto de sangre, y a su alrededor había varios cadáveres.

Él estaba gravemente herido... Y tenía la misma transformación que sufrió Daniel cuando Cano se apoderó de su cuerpo.

—Al menos lograste matar a los enemigos de Nadia, ya nadie intentará asesinar a Daniel... Pero no sobrevivirás... Tu corazón está dañado, una bala dañó tu corazón... No puedo usar magia.- Dijo Cano dentro de la mente de Daniel.

La voz de Cano se escuchaba triste... Ella realmente se encariñó con el padre de Daniel.

Daniel eliminó a una organización criminal él solo... Pero sus últimos enemigos tenían armas poderosas y lograron hacerle daño... Ganó, pero perdió la vida.

—Al menos mi madre y mi hijo estarán a salvo...

Sacó su billetera y observó una foto que guardaba en ella. Era una foto de su familia juntos.

Sonrió y comenzó a llorar.

—Valió la pena, no me importa morir... Lamentablemente no veré a mi hijo crecer, pero al menos seguirá con vida.

—Adiós, Daniel... Te amo. Por favor, nunca olvides eso.

—Ah... Valió la pena hacer equipo contigo... Solo por esta vez, estoy agradecido de tenerte... Espero que mi hijo no sea como su madre... Te quiero, hijo... Madre... Perdón por ser un mal hijo... Cuida a... Daniel...

Cerró los ojos para siempre... El padre de Daniel murió con una sonrisa.

De su nariz salió un polvo blanco.

—Necesito un nuevo cuerpo... Y Daniel parece ser el chico perfecto.

(Pov- Daniel.)

(Presente.)

Ya casi llegamos al castillo, falta poco para llegar. Zei está en su forma humana y usando la ropa que le di... Qué adorable es... ¡Quiero acariciarla...! Pero no tengo tiempo para eso... Debo ser paciente.

—Ya casi llegamos... ¿Eh?

... ¿Está temblando?

—¿Un terremoto?- Dijo Sandro.

El suelo se abre frente a nosotros y comienzan a salir pequeños animales redondos y verdes, con dos pequeños ojos negros. Literalmente son redondos y verdes, con ojos negros, y tienen el tamaño de una pelota de béisbol.

Qué raros.

—¿Qué son esas cosas? No siento maldad, pero tampoco siento bondad... No siento nada... No tienen vida.

—Se llaman Makis, son criaturas sin vida, y son controlados por una de mis hermanas.- Dijo Neka.

Qué raros... ¡Pero también son adorables!

—¿Y qué hacen?

—No hacen nada peligroso.

Los Makis comienzan a rodear mi cuerpo. Wow... ¡Qué lindos!

—Son lindos.- Digo un poco sonrojado.

Mi ropa comienza a desintegrarse... ¿Q-qué?

—Lo único que hacen, es desintegrar ropa... Mi hermana es un poco pervertida.

—¡¿Eh?!

Comienzo a quitarme a los Makis, pero ya es un poco tarde, mi camisa se desintegró por completo, y mi pantalón también, ahora estoy solamente en ropa interior, que es de color negro.

Zei y Neka se sonrojan y cierro los puños con furia.

—¡Se supone que estas cosas deberían desintegrar la ropa de las mujeres, no de los hombres!

—Tienen el propósito de desintegrar la ropa de los chicos guapos.

—¡Maldita sea! ¡¿En dónde demonios está tu hermana?!

Frente a mí, del suelo, sale una chica con el cabello negro y corto, pero su cabello le cubre los ojos, tiene el famoso peinado de los Hentai. Usa una falda corta negra, una blusa blanca que tiene la imagen de un ojo y una boca, medias largas blancas y zapatos negros. Tiene los pechos grandes... Muy grandes... Ah... Con solo verla unos segundos me doy cuenta de lo cliché que es.

—¡Hola, guapo, mi nombre es Crismi, pero puedes llamarme como quieras!- Dijo sonriendo y sonrojada.

Ese peinado lo conozco... Es pervertida y tiene ese peinado... Supongo que le queda perfecto.

Le extiendo mi mano derecha y sonrío.

—Mi nombre es Daniel.

Toma mi mano y comienzo a apretar su mano con fuerza. Ella se queja un poco de dolor.

—Y te quiero decir que, si vuelves a usar esas cosas en mí, te golpearé, soy igualitario.

Se sonroja demasiado y gime.

—S-sí... C-comprendo.

Me sonrojo y la suelto.

¡Mierda, es la típica chica que se excita con los insultos y los golpes!

Ah... Una pervertida... Y tiene ese peinado... Los clichés siguen aumentando.

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