1 La calma antes de la Tormenta.

Mi vida era normal. Tenía 16 años y había sido educado para siempre estar en la excelencia. Todo que no fuera excelencia era una mediocridad y me había acostumbrado a aceptarlo. Desde estudios hasta deportes, siempre había sido excelente.

Desde que cumplí los 10 años y comencé a razonar por mi mismo me di cuenta de que no podía ser yo mismo, ser yo mismo significaba no seguir las expectativas por lo que creé una mascara. Si, leíste bien, una mascara. No era un psicópata ni mucho menos, pero mis puntos de vista eran... algo radicales. No creía que la escoria de la sociedad debiera vivir, tampoco creía en la justicia, uno conseguía lo cosechaba.

Mi personalidad, mayormente fría e indiferente, también fue enmascarada por una amable y servicial. Me había acostumbrado a actuar delante de otros. Me había acostumbrado a manipular sutilmente a otros. Y por último, me había resignado a mi monotonía.

No era un tonto. Sabía muy bien que esta máscara me ayudaría en todo lo quisiera, ¿Quién no sería amable con otra persona "genuinamente" amable?. Nadie supo de mi máscara, eso fue lo mejor.

Pero siempre había sentido un vacío. El vacío que conllevaba no ser uno mismo. Eso fue difícil al principio, sin embargo, los años apremian y mi mascara se solidificó gracias a ellos.

También me encantó la ficción. Para mi, la ficción era mi escapatoria. No tenía que fingirle mis pensamientos a la ficción. Podía comentar mis propias opiniones y nadie sabría quien era, eso fue un gran alivio para mi corazón cada vez mas agrio.

Anime, manga, novelas, libros, comics, Había cientos de ellos y tenía opiniones diferentes de cada uno. Sin embargo, los mejores fueron las historias de manipulación e inteligencia. Había manipulaciones tontas como en el anime de Naruto, esa historia tenía demasiados giros de trama y casi rozaba con lo tonto.

Por otro lado estaba la increíble manipulación intelectual de Ayanokouji de classroom of the elite. Cuando se había revelado como manipuló a todos y ganó los puntos de su clase supe que quería ser como él. Quería ser una persona que manipulara a las demás sin que se dieran cuenta para lograr lo que quería. Solo fue el tiempo y mi antigua máscara los que me permitieron avanzar en esa habilidad.

También estaba Harry Potter. Esa historia era una manipulación en sí. Literalmente. Albus Dumbledore había guiado la vida de Harry como si fuera un perro dando un paseo. No sabía si eran compulsiones, pociones de lealtad o lo que sea que ese mundo sin explotar tuviera, pero harry sido completamente manipulado y criado como un mártir para "El bien común". Que estupidez. Si yo hubiera sido harry manipularía a todos a seguirme y luego aplastar a las oposiciones...y

Pero era una persona normal y eso era solo ficción, nada real.

Mi realidad era monótona y lo odiaba. Sin embargo, no quería morir. Pensar seriamente en mi muriendo siempre me traía un escalofrío. Odiaba pensar que alguna vez moriría, pero como todo ser humano normal, la muerte llegaba tarde o temprano.

*BEEP* BEEP*

Esta vez fue temprano. Observé como mi alrededor se ralentizaba.

"Realmente un efecto dramático antes de la muerte." Pensé distraídamente. El tiempo de repente volvió a la normalidad y fui mandado a volar luego de que el camión me golpeara. Mi cuerpo flácido voló y se estrelló con el parabrisas de un auto.

Tosí sangre y mis ojos se entrecerraron. El brillo natural de todo ser vivo comenzó a apaciguarse. Ya no me importaba los gritos de las personas del alrededor, solo... quería dormir.

"Si... solo necesito dormir.". Pensé mientras lentamente cerraba mis ojos y mi corazón dejaba de latir.

xxxxx

Oscuridad. Una profunda y basta oscuridad. Todo se extendía en oscuridad y mi conciencia no era capaz de percibir nada mas que la Oscuridad.

"Así fue como morí." Me susurré interiormente. Mis "ojos" se desenfocaron y mi alma se deprimió y entristeció sin fin. Nunca había sido yo mismo, nunca había podido expresarme como quería, había sido encarcelado y él único "consuelo" era esta oscuridad.

"lloré" por horas, nunca pensé que moriría tan temprano, sin embargo, aquí estaba, en una oscuridad sin fin, una oscuridad mas aterradora que la misma muerte.

¿Esto era todo?

Ciertamente parecía que lo fuera.

El tiempo pasó. Era consciente de ello, sin embargo había intentado de pasarlo imaginando. Imaginando ficción, historias ficticias de todo lo que había leído y visto. Pero todo tenía un limite y las ideas se agotaron. Lo único que quedaba era soportar y aguantar.

1 mes, 2 meses, 1 años, 3 años.

Fue una locura, el tiempo pasaba y no había nada que hacer.

Estaba a punto de volverme completamente loco cuando de repente fui ¿Succionado? hacia un lugar.

Mi vista cambió y se volvió algo mas borrosa de lo que alguna vez recordé. Observé hacia adelante y mi cerebro se detuvo viendo a la persona delante mío.

Era un hombre de piel extremadamente pálida. Tenía ojos rojos y ¿No tenía nariz?, ni siquiera pensé que eso era posible. Pero... extrañamente lo estaba viendo delante mio.

El hombre llevaba una bata negra y sostenía un palo extraño.

"Avada Kedabra". Observé con fascinación como una luz verde salía del palo del hombre y se dirigía hacia mi. Una comprensión horrorosa llegó rápidamente a mi mente.

Ese palo era una varita mágica y este hombre era Tom Riddle, autodenominado Voldemort o como los cobardes le dirían mas tarde, You-know-Who.

Al parecer había renacido en este increíble mundo y sin embargo estaba a punto de morir... otra vez. Suspiré resignado, cerré los ojos y esperé mi muerte... pero nunca llegó.

Abrí los ojos y vi como los ojos carmesí de mi supuesto asesino se ensanchaban. También vi como el rayo verde se reflejaba e iba hacia el hombre.

*Ruido Sordo*

El cuerpo del hombre se desplomó y sentí un dolor inimaginable en mi frente. Solo duro 5 segundos y mi vista se desenfocó. Me mareé increíblemente.

Una sola explicación surgió ante todo esto. Había renacido como Harry Potter.

Solo Harry Potter había sobrevivido a una maldición asesina directamente.

La euforia me despertó de mi aturdimiento.

Sabía que mi vida ya no sería normal. Sabía que tenía mucho que hacer. No me gustaba ser jugado y manipulado. Era hipócrita, pero así era yo. Dumbledore no me haría bailar en su palma, sería al revés. Después de todo tenía la ventaja.

Sonreí a este giro de los acontecimientos.

*Puf* Una lampara se cayó sacándome de mis reflexiones.

"Pero primero tengo que aprovechar esta situación"

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