Capítulo 71

Rindo Yuuto levantó las manos e hizo una cara inofensiva hacia Shiryu: "No sé como es que sabes de mi, sin embargo, me disculpo por lo de hace rato, ¿Si?, Fue solo una broma"

Shiryu se quedó atónito por esas palabras durante un par de segundos antes de enderezar su cuerpo y dar una sonrisa increíblemente amistosa: "Ah, así que era solo una broma, debiste de decirlo antes"

Rindo Yuuto asintió con la cabeza sin borrar la expresión inocente de su rostro: "Sí, de hecho, quería acercarme a ti para unirme a tu grupo"

El rostro de Shiryu se puso rigido al escuchar esas palabras antes de abrir los ojos que no habían cambiado en lo absoluto: "¿Unirte a mi grupo?, ¿Tú?"

Habiendo susurrado eso, Shiryu balanceó ligeramente su alabarda y cortó los zarcillos oscuros que habían comenzado a salir detrás de él.

"Ya te lo dije, Rindo Yuuto. Solo quiero golpearte. No quiero a una persona traicionera y repugnante como tú a mi alrededor, ni siquiera como enemigo. Me siento enfermo solo de pensar en enfrentar a alguien de tu calaña. Me pone incluso más enfermo el pensar que una humilde cosa como tú haya intentado despreciarme anteriormente sin conocer las consecuencias de hacerlo. La ignorancia a veces puede ser una bendición, pero en esta ocasión, no es más que tu perdición"

El rostro de Rindo Yuuto se agrió por un momento antes de volver a poner una sonrisa desafiante en su rostro: "¿De verdad crees que puedes matarme?, ¿Acaso no viste a las personas que había atado anteriormente en el camino hacia aquí?, Puedo matarlos en cualquier momento siempre y cuando lo desee"

Shiryu, quien había demostrado una actitud tranquila y burlona en los ultimos minutos, demostró la magnitud de su ira desactivando directamente [Paz mental].

Al igual que cuando había entrado a la mazmorra, sus venas saltaron a la vista y se retorcieron por su cuerpo al mismo tiempo que su rostro se distorsionaba.

Sintiendo los cambios en el ambiente, Rindo Yuuto no pudo evitar sudar frio. Había podido atacar por sorpresa a Shiryu al esconderse en la sombra, sin embargo, si se hablaba de luchar de frente, era solo una pequeña hormiga ante el hombre frente a él.

"¡¿Crees que no me atrevo a hacerlo?!, ¡Puedo hacer que zarcillos salgan de las sombras que los restringen y sean apuñalados hasta la muerte!"

Rindo Yuuto no podía hacer otra cosa ahora mismo aparte de presionar con su unica ventaja. Probablemente Shiryu se enfadaría aun más con sus acciones, pero eso almenos le daría la oportunidad de huir.

Sin embargo, había malentendido algo. Un asunto crucial del cual era totalmente ignorante al dejarse llevar por sus poderes recien adquiridos.

En ese rostro distorsionado de Shiryu se formó una mueca de desprecio mientras levantaba la cabeza poniendo a Rindo Yuuto debajo de él.

Rindo Yuuto, quien estaba siendo observado de esa manera, apretó los dientes de rabia: "¡¿Realmente quieres que mueran?!, ¡Incluso si son bellezas que quiero, no dudaré en asesinarlas!"

"Estas equivocado en algo, pequeño Rindo..."

"¿Realmente crees que me importa una mierda a quien quieras matar ahora mismo?"

Sin que Rindo Yuuto tuviera tiempo de actuar, Shiryu apareció repentinamente a su lado y golpeó con el costado de la alabarda el abomen de Yuuto.

Los ojos de Yuuto se abrieron al sentir la fuerza del golpe antes de escupir sangre y clavar su cuerpo en la pared.

"... ¿Esta pequeña mierda realmente no puede soportar mi golpe?, ¿Como te atreves a emboscarme siendo tan débil?"

Shiryu tiró la alabarda a un lado y tomó a Yuuto del cuello antes de lanzarlo fuertemente contra el suelo.

Shiryu se puso sobre él y lanzó puño tras puño al rostro quemado de Yuuto.

Cada golpe era similar a golpear un costal de boxeo, la unica diferencia era el sonido humedo que hacia la sangre cuando el puño de Shiryu conectaba con el rostro de Yuuto.

"¡Reacciona!, Te estoy golpeando suavemente para no matarte tan rápido, ¿Como puede ser que esto sea suficiente para tratar contigo?, ¿No viniste a mi actuando como todo un jefe antes de enviarme a la mazmorra?, ¡Vamos!, ¡Apuesto a que creiste que debías de ser algo similar a un protagonista cuando adquiriste tus poderes!, Sin embargo, ¡¿Qué tienes realmente de especial?!, ¿Solo porque algun antepasado tuyo haya sido una que de casualidad se topó con un demonio?, ¡¡Hay miles como tú en el mundo, pequeña mierda!!, ¡Pensaste que eras una carpa que subió la cascada para convertirse en un dragón, sin embargo, en realidad no eres más que una pequeña sardina esperando a ser comida en un mar de depredadores!"

Los puños de Shiryu nunca se detuvieron durante su discurso.

Las palabras y los golpes de Shiryu golpearon como truenos a Yuuto, quien solo pudo recibir impotente cada golpe de Shiryu mientras sentía como su cuerpo se hacia cada vez más debil.

La furia de Shiryu estaba rebosante, sin embargo, no quería acabar con esto rápido. Quería disfrutar del sentimiento de desahogo que cada golpe que lanzaba le traía. Generalmente no gozaba de abusar del debil, sin embargo, la dulce sensación de retribución que obtenía de cada golpe que lanzaba contra Yuuto era como droga para Shiryu.

El rostro de Yuuto, el cual ya estaba sangriento antes de que Shiryu viniera debido a la bola de fuego de Saya ahora estaba extremadamente hinchado y deforme por la paliza que Shiryu le había propinado. Parecía más un cerdo que un humano en este punto.

Los golpes siguieron durante almenos 5 minutos antes de que el brazo de Shiryu fuera agarrado.

Shiryu miró hacia atrás amenazadoramente al ser interrumpido repentinamente: "¿Qué es lo que quieres?"

Miki Tsurugi, quien había visto cada instante de la paliza, no pudo evitar detener a Shiryu al ver la actitud de este ultimo.

Si bien sabía que él no era el malo, ver que Shiryu se dejaba llevar por esas emociones negativas no era una vista agradable para ella.

"Ya lo golpeaste lo suficiente. Si lo que quieres es matarlo, acabalo ahora de un solo golpe... No te dejes llevar por la ira. Te hace ver feo"

Observando unos segundos el rostro serio de Miki, Shiryu chasqueó la lengua y se puso de pie.

Con un movimiento de su pie, el cuello de Yuuto emitió un crujido e incluso se pudo morado segundos despues.

"Vamos por los demás" Dijo Miki Tsurugi asintiendo interiormente al ver la acción de Shiryu antes de caminar hacia adelante.

Si bien la ira de Shiryu no desapareció por completo, si se había desvanecido en su mayoría, sin embargo, aun tenía algo de descontento por haber sido detenido abruptamente, así que, viendo a la mujer que caminaba delante de él sin mirar atrás, la mano de Shiryu se balanceó hasta golpear las nalgas de Miki.

¡BOFETADA!

"¡KYA!" Gritó Miki al sentir un golpe contra su trasero antes de ser amasado bruscamente.

"Me interrumpiste, mujer, así que al menos me debes esto"

Miki estuvo llena de quejas y sin saber que decir durante unos segundos antes de abofetear la mano de Shiryu y avanzar a más velocidad pisoteando con frustración.

"¡Sigueme de una vez!"

Shiryu, quien había vuelto a la normalidad, apretó su mano un par de veces antes de sacudir la cabeza.

"Cada vez estoy más fuera de mi mismo... Aunque valió la pena al final"

Dejando esas palabras, Shiryu recogió la alabarda y se puso en camino a alcanzar a Miki sin olvidar la suavidad que tocó su mano.

Minutos pasaron y lo unico que quedaba en el lugar era el humo, cadaveres de los terroristas, y por ultimo, el cuerpo de Rindo Yuuto.

Rindo Yuuto, quien yacía aun en el suelo con un rostro extremadamente hinchado, comenzó a retorcerse de manera antinatural desde los dedos de sus manos hasta su cuello que había sido aplastado por Shiryu.

Su rostro comenzó a volver a su forma original en cuestión de segundos e incluso su apariencia mejoró ligeramente.

Cada una de las heridas que Shiryu y Saya le infligieron desaparecieron por completo dejando solo una piel palida y manchada de algo de sangre.

Los ojos de Rindo Yuuto se abrieron y mostraron la esclerótica blanca de vuelta, sin embargo, sus ojos rojos permanecieron e incluso se volvieron más profundos.

Su boca se abrió levemente y dejó ver un par de colmillos más largos y afilados de lo que eran originalmente.

"Ese bastardo... Mierda, estoy muy debil. Si quiero matarlo, necesito fortalecerme"

Con esas palabras, la sombra de Rindo Yuuto comenzó a abrazarlo y atraerlo hacia ella dando la ilusión de estar siendo tragado en un abismo.

Mirando el camino por el que Shiryu había desaparecido, Rindo Yuuto apretó los dientes con malicia: "No olvidaré esta humillación. En el futuro definitivamente lo regresaré mil veces"

Dejando esas advertencias, el cuerpo de Rindo Yuuto desapareció directamente entre las sombras.

Si Shiryu hubiera escuchado sus palabras, ahora mismo estaría revolcandose en el suelo de la risa.

Probablemente Rindo Yuuto se fortalecería, sin embargo... ¿Él no podía hacer lo mismo?