"-¿Qué quieres? -el castaño solo resoplo y, con ira en sus ojos, comenzó a acercarse. Al entender sus intenciones, me asuste, pero luego logre controlar mis nervios. Sabía que esto no terminaría bien, pero ya estaba cansada de ser su juguete personal. Era hora de que comenzara a hablar. Nunca más dejaría que me lastimara."