12 Capitulo 11.- Hola, fue justo lo que se esperaba.

Aavig sostenía su costado izquierdo, el golpe lo había sofocado y a pesar de eso no dejaba de mirar fijamente a Be, él no era tonto, sabia que algo estaba mal, algo no encajaba. Medio segundo había pasado desde que se levanto, entonces lo presintió, miro rápidamente arriba. Ro estaba en la orilla del techo del local donde había chocado Aavig, solo su pierna izquierda estaba tocado la cornisa el resto de su cuerpo estaba listo para lanzarse en picada. La velocidad con la que se arrojo fue rápida y certera, su brazo derecho se extendió como si fuera un abanico, buscaba abarcar el mayor radio posible para no dejarlo escapar, pero Aavig tenia buenos reflejos y pudo esquivar el golpe aunque por poco. Ro rápidamente corrigió su movimiento y antes de que tocara el piso abrió ampliamente su mano para poder usarla como punto de apoyo y con un movimiento de caderas y piernas pudo asestar un golpe con su talón izquierdo, Aavig dejo de sostener su costado izquierdo para poder usar ambos brazos creando una cruz con la que cubrió su pecho y así amortiguar la patada. El golpe fue débil solo fue lo suficientemente fuerte como para lograr que perdiera un poco el equilibrio, algo de lo que Aavig se pudo percatar. Cer se encontraba a su espalda estaba encogida concentrando su peso en su pierna izquierda mientras estiraba la derecha e igual que un látigo su pierna derecha se abalanzó contra la espalda de Aavig, pero ese ataque el ya lo había esperado y con rapidez giro su cuerpo justo apenas para que su hombro derecho quedara en dirección de la patada, movió rápidamente su mano izquierda a la altura de su hombro quedando la palma de su mano en dirección del ataque aprovechado el golpe para enderezarse y así apoyar sus dos piernas en el piso y lograr una escapada segura con un salto hacia atrás. El ataque coordinado de los trillizos fue de 2.5 segundos y a duras penas había sido frustrado. Be se incorporo con sus hermanos, Aavig los miraba fijamente mientras trataba de recuperar el aliento, Be estaba en el centro con sus puños levantados esperando el momento para atacar, Ro estaba a su derecha a unos 2 pasos adelante de ella, y a la izquierda estaba Cer preparada para poder rodear a Aavig en cualquier oportunidad

— Perdieron su oportunidad — Tomo un fuerte respiro Aavig, preparo sus brazos en posición de batalla — y ahora es mi turno.

Rápidamente se reanudo el combate, Aavig se lanzo como si se tratase de una lanza preparando su mano izquierda para golpear a Ro, el niño reacciono a tiempo dando un brinco hacia atrás y cruzando sus brazos para cubrir su cuerpo, era lo que Aavig esperaba por lo que cambio su ataque para usar su mismo brazo izquierdo como una especie de pivote contra el piso y detener su movimiento para así aprovechar y mover su extendido cuerpo logrando golpear a las hermanas que, aunque alcanzaron a bloquear el ataque, no pudieron evitar ser arrojadas a los puestos cercanos. Al ver que Aavig tenia la guardia baja Ro aprovecho y volvió a impulsarse contra Aavig quien solo se encontraba sostenido con el brazo que uso de pivote, Aavig uso su mismo brazo para darse suficiente impulso y aprovechar para golpear a Ro en la quijada arrojándolo al aire. El impulso que tomo Aavig fue poco por lo que no tardo en caer de espaldas, fue en ese momento que las niñas vieron una oportunidad así que salieron disparadas de entre los escombros Be con su brazo derecho extendido y Cer con su brazo izquierdo, las garras de ambas apuntaban directamente al cuello de su enemigo, Aavig espero a tener los brazos amenazantes de las niñas cerca para poderlos tomar y con un fuerte cruce logro desviarlas haciendo que pegaran fuertemente entre ellas, después nuevamente volvió a cruzar sus brazos para arrojarlas hacia los costados. Ro alcanzo a reaccionar en el aire como para forzar su cuerpo a realizar una vuelta hacia atrás y así poder caer de cuclillas.

— Son lentos — Aavig se levanto mientras su rostro mostraba una mueca de desprecio — Creen que en verdad ustedes que no tienen nada de conocimiento de combate puedan ganar, por favor si lo único que an hecho es arrojarse a atacar abusando de sus capacidades superiores, sus ataques erráticos demuestran que no planearon nada ¿Así es como van a defender a su padre? ¡Eh! ¡Inútiles Jueces!

Sin perder un momento nuevamente los tres se arrojaron a Aavig y como si se tratase de una danza en perfecta sincronía él conseguía esquivar o desviar sus ataques.

— Tienes que detenerlos Daniel — Comento desesperado Poryac. Ellos se encontraban a una distancia prudente de la pelea.

— Y cómo sugieres que lo haga, que acaso no estas viendo lo que yo. Ademas solo tienen que seguir hasta que uno de ellos se rindan ¿no es así?

— ¡Acaso estas loco! Ellos están peleando a muerte no piensan parar en ningún momento hasta que alguien acabe muerto.

— Espera…. los demonios no pueden morir por qué... pues son demonios ¿No? según lo que había visto solo morían en el mundo humano y eso si el humano usaba un poder Divino o algo así

— ¡Qué es lo que tienes en la cabeza! Claro que morimos si tenemos heridas fatales, por eso es que te digo que lo que paso contigo — La mirada de Poryac se desvió por un momento — Eso es…

— ¡Eso es estupendo! — Exclamo Aavig mientras esquivaba el ataque de Cer.

Los cuatro combatientes seguían en su disputa lejos de Poryac y Daniel, estaban tan metidos en su pelea que no les importaba los puestos que rompieran.

— No creí que fuera a ser tan conveniente — Aavig desvió el golpe de Be con su brazo izquierdo — No se pueden imaginar cuánto.

— De que estas hablando — Reprochaba Ro mientras volvía al ataque.

— Que no lo ven esta pelea no tiene sentido — Aavig esquivo el golpe mientras contraatacaba con una ataque al constado de Ro.

— Tal ves para ti no tenga sentido — Continuo Cer con una serie de golpes consecutivos que Aavig esquivo o desvío — Pero no sabes por lo que a pasado Daniel ¡No dejaremos que lo vuelvas a herir!

— Eso es lo que me importa poco — Contesto Aavig con un fuerte golpe al estomago de Cer mandándola a volar — el punto es que ustedes ya perdieron.

— ¡CALLATE! — Se arrojo violentamente Be en dirección de la cara de Aavig — Eso solo lo dirás cuando este en el suelo sin respirar.

— Niña tonta — Aavig solo se balanceo un paso hacia atrás para esquivar el ataque — No lo ves yo no necesito matarlos, la sociedad lo hará por mí y su padre será el motivo.

Be al escuchar esto perdió la poca cordura que le quedaba y cómo un resorte comprimido se lazo por inercia hacia Aavig preparando un golpe directo a la mandíbula, la mirada de furia desenfrenada de Be se cruzo con una mirada confiada de Aavig. Cer aprovecho el momento y se arrojo con un giro sobre Aavig esperando asestar una patada en picada sobre su cabeza, Ro no perdió el tiempo y aprovechando que se encontraba a la espalda de Aavig se lanzo con ambos brazos extendidos esperando dar un golpe cruzado con sus garras. Pero el bestial con rasgos de águila es astuto, con un giro a la derecha sobre su pierna izquierda esquivo el ataque de Be, levantando su brazo derecho detuvo el ataque de Cer y extendiendo su pierna derecha golpeo la cara de Ro deteniéndolo. Ahora seguía su contraataque. Aprovecho su giro y con la misma pierna derecha dirigió a Ro en dirección al piso, con la mano derecha tomó la pierna de Cer y con fuerza la arrojo al piso, así mismo espero meticulosamente a que la pierna de Be estuviera al alcance de su mano izquierda y sin perder un momento la tomo y aprovechando la fuerza del giro la estrello contra el piso. Cer pudo reaccionar e intento evitar el golpe cubriendo su rostro con sus brazos, pero el impacto fue tal que sus brazos terminaron muy lesionados. El impacto contra el piso que sufrió en el rostro Ro provoco que perdiera la conciencia por un instante. Be no pudo defenderse y si poder poner oposición su espalda golpeo el piso provocando que el aire de sus pulmones se escapara. Aavig quedo sobre los tres como campeón. Justo antes de que Aavig pudiera levantarse Be lo tomo del brazo, ella a pesar de no poder respirar y con lagrimas recorriendo su rostro no se rendía, Aavig trato de usar su otro brazo pero tampoco podía moverlo con libertad, del otro lado Cer recostada con su cabeza mirando a la izquierda sostenía con fuerza el brazo de su atacante, su delicado brazo se encontraba herido y aún así lo sujetaba con la fuerza que le quedaba. Aavig sintió ligeros rasguños en su pierna derecha, casi al borde de la inconsciencia Ro seguía peleando tratando inútilmente de arrancarle la pierna.

— Les dije…. que esto… termino — La respiración de Aavig era pausada, trataba desesperadamente de recuperar el aliento. Aunque no lo hubiera parecido la pelea fue agotadora, tenia que enfocar cada neurona de su mente en anticipar cada movimiento y cada ataque de los trillizos, al igual concentraba sus fuerzas en reaccionar a la velocidad que se lo pedía la situación por lo que su cuerpo también estaba agotado. Él nunca las subestimo sabia que un solo error y se terminaría todo, por ello busco alterarlas para conseguir que sus ataques fueran erráticos — Ustedes… perdieron… mi sueño, por fin será cumplido.

— Que… es… lo… — Con dificultad Be trato de hablar.

— Se imaginan lo que pensaran todos cuando sepan de esa particularidad de su "padre" — continuo ya mas relajado Aavig — Cuando sepan que un simple humano tiene esa habilidad, se imaginan como todos abusaran de el, las cosas terribles por las que pasara, será tan traumático que no volverá salir y ustedes serán las culpables, ustedes y su debilidad. Su ineptitud lo obligara a estar encerrado eternamente sin poder morir, todo por que hoy no pudieron silenciarme.

El propósito de Aavig era obvio, buscaba hacerles sentir culpa, eran solo unos simples infantes inmaduros, el dejarles caer un cometario de esa magnitud los haría deprimirse, entristecerse y así por fin lograr su objetivo.

Una lagrima brotó por el ojo derecho de Cer, en ella viajaban aquellos recuerdos donde Daniel frotaba su cabeza diciéndole que se veía linda, esa simple caricia era suficiente recompensa, pero también le entristecía recorrer las calles sola con sus hermanos, ella quería ver la ropa que se le hacia hermosa junto con su papa, quería que la elogiara todos los días.

Una lagrima recorrió la mejilla izquierda de Ro en ella viajaba aquel momento cuando el se sentaba a llorar en la esquina de la sala principal, se sentía solo, desamparado, fue cuando una presencia calidad apareció, se sentía como la tibia llama de una fogata. Antes cada ves que sus hermanas lo veían llorar le reclamaban y le exigían que parara, pero esa presencia nunca lo hizo, solo estaba ahí, esperándolo, su padre nunca se mofo, nunca lo abandono.

Incontables lagrimas salían por los ojos de Be, ella había sido dura con él, no lo aceptaba, de cierta manera lo despreciaba, pero fue el día del sándwich que algo la ilumino, la sonrisa de ese humano fue tan cálida que se convirtió en una adicción, siempre quería ver esa sonrisa quería que esa felicidad la acompañara a todos lados, por ello cuando supo que el había llegado al mercado un sentimiento que no podría describir la invadió, ella quería que su padre estuviera acompañándola siempre.

— Así que ahora se ponen a llorar la verdad que son patéticas….

— No lo permitiremos — tres voces sonaron al unísono en perfecta sincronía, como si se tratase del eco de una cueva, pero estas voces no eran infantiles, eran roncas, graves, con un tono casi sepulcral — Aquí… Morirás.

Regresemos 2 minutos y 46 segundos antes de que se escuchara esa voz, donde dos espectadores discutían sin tener idea de lo que estaba apunto de suceder.

— Eso es… — continuo Poryac discutiendo con Daniel — Bah! Eso no importa ahora, lo que importa es que debes de detenerlos, tus hijos podrían morir.

— Estas loco — Contesto escéptico Daniel — Como podrían perder, ellos son jueces y Aavig es solo… pues Aavig. No tiene sentido lo que dices.

— Eso es lo que crees pero Aavig es más fuerte de lo que aparenta. Crees que en verdad se puede llegar a ser así de habilidoso solo desmembrando cuerpos en el matadero. Él estuvo entrenando en la cueva de la Ira por eso es que el tenia la fama de ser el próximo líder, todos lo apoyaban por que sabían de sus capacidades y del esfuerzo que le había puesto.

— Esta bien te entiendo pero yo no puedo seguir sus movimientos se mueven a velocidades increíbles y aunque quiero hacer algo en realidad no puedo hacer nada.

Poryac miro atento, en efecto su velocidad de combate era muy difícil de seguir hasta para él, por lo que para Daniel seria imposible verlos. Pero a pesar de eso Poryac pudo notar algo, algo que hizo que se erizara la piel.

1 minuto y 53 segundos antes de escucharse la tenebrosa voz

— Tus hijos van a perder — la voz temerosa de Poryac llamo la atención de Daniel.

— ¿A que te refieres?

— Cómo lo dije tus hijos atacan con intenciones de asesinar a Aavig pero sus esfuerzos son inútiles el claramente tiene la ventaja — La mirada de Daniel demostraba escepticismo al escuchar eso. En su inocente pensar Daniel creía que esto terminaría con la victoria de sus hijos en el ultimo instante, logrando despertar el poder del amor o de la amistad, algo clásico en los cómics y mangas. Pensaba que celebrarían mientras Aavig se arrepentía y se combertia en sus nuevo amigo

— Pero eso no es problema o ¿Sí? Te lo dije son demonios ¿No? — La voz temblorosa de Daniel no pudo ocultar su nerviosismo.

— No tenemos tiempo para discutir acerca de tus prejuicios a los demonios, solo te puedo decir que aunque ellos ganen lo terminaran matando, si eso sucede les pasara algo peor que la muerte.

— A que te refieres?

42 segundos antes de escucharse la voz.

— Crees que tenemos tiempo como para explicarte como se maneja el infierno

— Esta bien déjame pensar en algo — Daniel golpeaba con sus dedos su cabeza—Tengo una idea, Poryac todavía puedes moverte?

25 segundos.

— Claro, solo dame unos segundos para tomar aire.

20 segundos.

— Muy bien esto voy a hacer, yo me abalanzaré hacia ellos rompiendo su ritmo de pelea así tú tendrás la oportunidad para noquear a Aavig.

5 segundos.

— ¡¿Esa es tu brillante idea?!.

— Que esperabas soy un simple…

0 segundos.

Un fuerte golpe de aire se creo alrededor de los combatientes expulsando cuanta madera y escombros se encontraran al rededor de ellos, Aavig tenia sometidos a los trillizos pero en un parpadeo los tres desaparecieron escapando de sus garras, al notar esto Aavig miro a su alrededor para buscarlos, pero no había necesidad, ellos se encontraban parados al rededor de él exactamente a 5 metros de distancia posicionados a 120º realizando un perfecto circulo. Aavig solo miraba atónito, pensando en cómo preparar un contraataque. Los trillizos solo estaban inmovibles con la mirada al piso como si no se tratase de ellos, Aavig intento levantarse pero se percato de algo, su pierna izquierda estaba herida desde la rodilla hasta el talón con varios profundos zarpazos, también sus manos estaban heridas mas específicamente los dedos de ambas estaban destrozados, todo había sucedido a tal velocidad que ni sus nervios pudieron avisarle del daño sufrido.

— Ahora te eliminare — La voz escabrosa provenía de los labios de los trillizos. Acompañando la amenaza empezaron a surgir unas sombras negras que eran delimitadas por un aura morada. Las sombras salían de las espaldas de los tres y se movían erráticamente como si fueran lenguas de fuego tratando de tomar alguna forma. Aavig no se movía, no solo por la heridas, si no por que no quería moverse, como si estuviera esperando algo.

— ¡Esto ya no es normal, tienes que detenerlos! — La fuerte presión de aire obligaba a Poryac a gritar. Daniel quería hacer algo, no por Aavig ni por las suplicas de Poryac, era por que algo dentro de su interior le advertía el peligro que se avecinaba, pero al momento de querer dar un paso las sombras dejaron de retorcerse, súbitamente se ocultaron la presión de aire desapareció y una tranquilidad tenebrosa envolvió el ambiente. Sin aviso la presión regreso pero con mayor intensidad, unos haces de luz pasaron través de los cuerpos de los trillizos, las sombras aparecieron nuevamente pero esta ves cada una formando claramente la silueta de un lobo. Daniel reacciono trato de moverse lo mas rápido que el golpe de aire lo dejaba, Poryac también trataba de llegar pero su herida no lo dejaba usar toda su fuerza, fue en ese instante que lo miro, Aavig lo miraba fijamente a el como tratando de decirle algo, su mirada reflejaba un amplio terror, pero su sonrisa mostraba satisfacción, sin decir nada, sin cruzar ninguna palabra, Poryac sabia perfectamente todo… Aavig se habia resignado a morir.

— Corte… Fino… — La grave voz resonó en el lugar como un trueno. Con un ligero movimiento y una sincronía perfecta los tres dieron un paso en dirección de su oponente pero antes de que pudieran dar un segundo paso los tres desaparecieron y casi al mismo tiempo, como si se hubieran teletransportado, aparecieron al lado contrario de su punto de partida quedando a la misma distancia. Los cuatro combatientes quedaron inmóviles, Daniel y Poryac solo miraron atónitos, casi sin respirar. Ambos brazos de Aavig empezaron a desprenderse un poco por debajo del hombro pero no como una sola pieza sino mas bien comenzaron a convertirse un muchos trozos delgados como si los brazos hubieran sido hechos de hojas de papel, la pierna izquierda, a la altura de la rodilla se desplomo y se esparció como si fuera una torre de naipes. Poryac quien era el mas decidido a detener la pelea cayo de impotencia al ver aquella horrorosa imagen, Aavig no pudo sostener su cuerpo con la sola pierna que le quedaba por lo que no pudo evitar caer de cara contra el suelo. Los trillizos se voltearon hacia él preparando nuevamente su ataque, pero antes de que pudieran dar un paso Ro fue detenido con el abrazo de Daniel.

— Ya esta bien hijo — le dijo con una voz serena y pacifica — papá esta aquí, ya pueden detenerse.

Al instante a pesar de no estar sujetas Cer y Be se detuvieron, la sombra que formaba la perfecta silueta de un lobo empezó a tener dificultades para mantener su forma.

— ¿Quién dice que quiero detenerme? — La voz siniestra se escucho pero sin eco ya que esta ves solo provenía de Ro.

— Puedes hacerte el fuerte, pero la lagrima de tu mejilla derecha me dice lo contrario.

En ese instante las sombras se esfumaron, los haces de luz dejaron de chisporrotear y la presión de aire desapareció volviendo a la tranquilidad. Con su palma derecha Daniel acariciaba la cabeza de Ro tratando de tranquilizarlo, mientras que Cer y Be trataban con esfuerzo de ocultar sus sollozos llantos.

— Ya niñas no pasa nada vengan con su padre — Daniel con la mirada las invito a acercarse.

— Pero… — Cer trataba de evitar que su llanto opacara sus palabras — pero… Daniel…papá… es que… te hicimos mucho daño.

A Daniel solo le quedaba el torso, su parte inferior fue arrancada por la fuerza de la presión pero ese dolor no evito que llegara con su hijo aunque sea arrastrándose, su ojo izquierdo fue destrozado por uno de los haces de luz y al intentar abrazarlo los dedos de su mano izquierda fueron quebrados, podría ser que el dolor que sintió Daniel en ese momento fuera inimaginable, pero para el no le importo por que lo que hizo que se moviera fue algo que ni con la vista mas desarrollada Poryac pudo notar, algo que solo un padre podría ver, eran las lagrimas que brotaban del corazón de sus hijos.

— Y bien, no le quieren dar un fuerte abrazo a su Padre — Daniel mostró la más reconfortante sonrisa que esos niños jamas habían visto, con eso les dio a entender que ya todo había terminado. Ro se giro para poder abrazarlo, las dos niñas corrieron arrojándose a su padre mientras una gran nube de polvo los envolvía y cuando esta desapareció surgió la imagen un padre consolando a sus tres pequeños hijos.

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