Capitulo 1: Luz tras la demora...

Era el año 1467, era sengoku, Japón. Nacio un niño, al cual su madre (Miyuki Fukuda) y su padre (Takeshi Kanjikoto) acogieron sin dudarlo.

Takeshi: es un niño maravilloso, mi amada Miyuki. Estoy feliz de poder ser un padre orgulloso para él.

Miyuki: lo se, mi amor. es una bendición de los Kamis. Como deberíamos llamarlo?

Takeshi: llamemoslo... Hikaru. Su sonrisa refleja la luz del sol tal como un espejo, tal como lo describe el nombre.

Miyuki: en ese caso, bienvenido al mundo... pequeño Hikaru Kanjikoto. "En Japón, las familias solo usan el apellido del padre y cuando una pareja se casa, tanto los hijos como la esposa es automáticamente cambiada al apellido del padre."

El niño era tan tranquilo y sereno, con unos ojos azules como el cielo que reflejaba con su mirar una alma tan pura y bondadosa con una luz celestial. Y su sonrisa era tan radiante y tierna que derretía los corazones más fríos...

Takeshi: mi pequeño, Hikaru. eres la luz en nuestras vidas. Te amamos, hijo.

Miyuki: será un gran samurái como su padre... llegara el momento de brillar para él y será un auténtico samurái poderoso que nos librara del malvado reino del emperador Kenji, ¡estoy segura!

Takeshi: ojala y eso ocurra, mi amor. No veo la hora de que la cabeza de que ese malvado Kenji caiga al suelo y podamos vivir en paz, juntos otra vez...

El pequeño Hikaru fue creciendo al pasar de unos años y a sus 7 ya presentaba la valentía y determinación al defenderse a si mismo y a un amigo (kaito) de un bravucón con una vara de madera, mostrando tener mas facilidad con el manejo de una espada que otros niños de su edad. Ganando rapido el enfrentamiento y saliendo victorioso.

Takeshi: miraba desde la ventana con asombro, orgullo y emoción. Al darse cuenta que su hijo había heredado un manejo de espada excepcional y que eso le ayudaría mucho en el futuro, decidiendo entrenarlo al día siguiente para que fuera aún mejor.

Miyuki: nuestro hijo es sin duda un futuro samurái, ¡será nuestro mayor orgullo cuando se enfrente a las hordas de enemigos y emerja victorioso!

Takeshi: si, mañana por la mañana tengo planeado entrenarlo para eso, si consigo que aprenda más y lo mezcle con lo que ya sabe desde el nacimiento, talvez pueda hacer que sea aún mejor...