1 Sueño y Predicción

Muchas veces se ha dicho que los sueños son la ventana a nuestro subconsciente, la ventana al futuro, incluso la ventana a otros mundos o realidades.

¿Es posible que también sean la ventana que conecta almas?

En este paisaje onírico se podían ver monstruos salidos de las pesadillas más horribles.

Empezaron con cadáveres caminando y comiéndose a las personas, luego se transformaron en cadáveres retorcidos, con ojos como rubís o topacio, capaces de destruir ciudades y comandar otros muertos, luego monstruos como tempestades, que arrasaban todo a su paso, y así, otras atrocidades y criaturas se fueron sumando.

En medio de este paisaje, que hacía ver el infierno no muy diferente del paraíso, había un hombre, este hombre, después de atravesar una cierta situación de vida y muerte, adquirió el poder para luchar y sobrevivir.

El siempre estuvo solo, no era carismático y no entendía el amor, mas allá del concepto, al menos, el cree que nunca sintió eso.

Pero con este cambio en su mundo y con la adquisición de poder, creyó que todo cambiaria, y que las mujeres se acercaran a él, aunque fuera solo para asegurar sus vidas, y que incluso si tenía que tomarlas a la fuerza, mientras mejorara sus vidas y les diera seguridad, le darían al menos una fracción del calor que buscaba.

Lamentablemente, antes de poder obtener un poder absoluto, a pesar de que el lucia fuerte y capas, las personas no se sentían bien a su lado, las mujeres creían que era mejor aprovechar su belleza en hombres con un aura de líder, incluso si era un gánster violador y torturador, y la escases de personas, hacia que no tuviera un interminable número de personas de las que aprovecharse.

Cuando obtuvo ese poder, los humanos parecían haber desaparecido del mundo, los pocos que encontraba eran una carga, dado que se habían vuelto locos o no querían luchar, y las pocas mujeres, estaban tan desdichadas, que si no daban asco, solo podían dar lastima.

Un dia encontró un asentamiento muy grande de humanos, aparte de armas "antiguas", no tenían una forma de sobrevivir, aunque no se convertiría en su gobernante, el pensó que era momento para obtener un poco de calor, de ser tan importante para alguien, que literalmente morirían si no estaba o muriera, y eso sería un verdadero incentivo para vivir, incluso si fuera una carga.

Se equivoco de nuevo, o para ser exactos, llego tarde, pues un monstruo y como ningún otro, se presento también, quiso luchar, pero se dio cuenta de que su orgullosa fuerza, era como una pistola de agua, sin agua en las manos de un niño.

Lo último que recuerda respecto a ese monstruo, fue un pensamiento sarcástico, de que le recordaba a Tsukune, la primera vez que pierde el control de la sangre de vampiro y se convierte en un Ghoul, solo que mas terrorífico y con un aura que solo podía infundir miedo y desesperación.

Luego solo pudo vagar por un instante en sus recuerdos pasados, y darse cuenta, que de verdad termino solo y sin nadie que sepa de él.

… ... … … …

El era una persona cuya vida era simple, con subidas y bajadas, no era rico, pero no era pobre, no era guapo pero no era feo, no era el chico consentido de sus padres, pero nunca fue completamente ignorado o abandonado.

En realidad era muy inteligente, aunque no era un genio, el podía obtener una calificación decente, sin siquiera estudiar, o poner atención, al menos en la mayoría de los temas, pero como cualquier persona, incluso un genio, el tenia sus debilidades, que eran las computadoras y los idiomas, pero sabía que si lo intentaba, cualquier cosa estaría a su alcance, era un tipo de instinto, quizás infundado e incorrecto, pero confiaba en el.

Sin embargo, no tenía ganas, no tenía ganas de vivir, pero no tenía la valentía de suicidarse, se sentía solo y perdido, era como si cualquier cosa que pudiera hacer, no valiera la pena, no tuviera sentido.

No tenía ningún carisma, al menos que supiera, se sentía como si todo a su alrededor fuera un set de plástico, y el fuera ajeno a todo y diferente a todo, claro, sabía que no era así, aunque era capaz, había infinitas personas tan capaces como él, miles mejores que él, y aunque su vida se sentía como una carga y algo muy pesado, había infinidades de personas en tal posición, que si pudieran, lo matarían por no aprovechar lo que tenia.

Pero no podía, era bueno para estudiar, pero no quería hacerlo, era bueno para el deporte, pero no quería hacerlo, en su olvido de sí mismo, se convirtió en lo que realmente era una persona que merecía ser rechazada, sin oficio, sin salud, sin belleza o la mínima estética, sin una vida social o un simple amigo, y con una familia a la que solo le causaba mas cargas y necesidades.

Quería ir hacia delante, pero no podía, tal vez de verdad no quería, no le encontraba sentido, no era lo suyo.

Manga, anime, novelas, él quería esos poderes, el sobre todo quería un poder tangible, que fuera suyo, que no viniera de la posición o el dinero, pero paso el tiempo y despertó, y luego se asusto.

Hizo llamados a demonios, se tentó a dejarse morir, y nada funciono, así, un pensamiento más aterrador paso por su mente, ¿y qué si reencarno?, ¿y que si poseía ese poder?, tal vez también sea inútil, tal vez tampoco sirva para eso, tal vez simplemente no debería existir.

Pero era un cobarde, no sabía porque su desesperación no lo volvía loco y lo hacía suicidarse, deseaba que la atención de su familia se volviera odio y desprecio, deseaba que lo abandonaran, lo echaran, tal vez de esa manera, sentiría la verdadera hambre, el verdadero frio, la verdadera soledad, al menos la física, porque mas solo, no podía sentirse, creyó que una verdadera desesperación que pudiera amenazar su vida, le haría encontrar el valor de la palabra vida, o encontrar el coraje de superar su cobardía y poder suicidarse.

Sabía que si seguía así, ese deseo no tardaría en realizarse, pero de una forma lente y cruda, se quedaría solo y moriría en un callejón oscuro, sin nadie que supiera quién era.

A pesar de ello, no pudo avanzar, ¿Por qué?, se preguntaba, hay personas más solas que yo, mas cobardes que yo, mas inútiles que yo, mas solas que yo, pero aun reciben el amor de alguien, alguien los ayuda a salir a delante, alguien los guía.

Entendió que él no era así, era del tipo que tenía que levantarse y tomar lo que quería o nunca haber existido.

… … … … …

El siempre cometería los mismos errores, sin avanzar, sin cambiar, sin nadie que lo esperara, sin saber mirar, incluso cuando lo que quiere, está en frente suyo, incluso cuando lo que quiere, se escapa frente a sus ojos.

Solo bastaba con mirarse, ese chico que estaba enfrente suyo de unos siete u ocho años, con esa niña de una edad similar prometiendo casarse al crecer, prometiendo estar juntos.

Pero ahora la imagen de sí mismo ya mayor, viendo a esa niña de antes que no solo había crecido para convertirse en una belleza, sino que también se había olvidado de él, de su promesa, porque solo sabia esperar, porque no sabía mirar, porque no sabía cómo ir hacia adelante, y lo más ridículo es que esa chica que debería haber sido suya, ahora estaba con su mejor amigo, y solo podía ver sus espaldas alejarse juntos, mientras era olvidado.

Pero pareciera que todo solo puede regresar, ahora solo podía ver la imagen de ese amigo convirtiéndose en uno de esos cadáveres caminantes devoradores de carne, y podía verse aplastando su cabeza, era tan memorable, tan familiar.

Pero algunas cosas nunca cambiaran, esa chica, no ve su cuidado, su protección, su cariño, solo ve su odio hacia aquel que la arrebato, hacia aquel que ella amaba.

Tal vez nada cambiara, quizás esas imágenes de la gente que lo rodea mientras destruyen mas monstruos, solo sea un destino ilusorio, o quizás son más frías de lo que se imagino, ¿Por qué ahora siente que ese afecto que parece tan forzado y que un dia busco, ya no es suficiente?, no tiene el suficiente calor, ¿es porque aun no sucede, o porque cree que sin poder absoluto, no durara?

Tal vez es solo tiempo de que todo se repita, o tal vez es tiempo de cambiar.

… … … … …

Takashi abrió los ojos, las luces repentinamente entraron a sus ojos y le hicieron doler la cabeza.

Se dio cuenta que estaba en una camilla en la enfermería de la escuela, se levanto y se puso de pie.

- Komuro-kun, al fin despiertas, si hubieras tardado más, te hubiera tenido que transferir a un hospital.

- Gracias Shizuka… san.

- Mou, soy sen-sei –dijo la enfermera rubia con un puchero, parecía una niña pequeña a la que le acababan de decir niña, a pesar de pensar que no lo es.

- De acuerdo, de acuerdo –dijo Takashi, lo que hico que Shizuka frunciera el seño de insatisfacción– supongo que es hora de irse a casa.

- No, debes quedarte acostado un poco más, si se te hace tarde puedo buscar la forma…

- No, tengo algunas cosas urgentes que hacer, solo fue un dolor de cabeza y un pequeño desmallo, me cuidare bien sensei, gracias por su preocupación.

- … los niños estos días son muy despreocupados, haz lo que quieras, pero debes pasar por aquí mañana para una revisión, o le hablare a tus padres para que te lleven a una consulta al hospital.

Takashi miro mas atentamente a esta enfermera, era alta, casi de 1.80, con el pelo rubio muy hermoso, un poco por debajo de sus hombros, con unos ojos color miel muy brillantes, y aunque tenía unos pechos muy grandes, extrañamente no se desajustaban a su cuerpo, y sus facciones eran tan atractivas, que harían llorar a cualquier artista, solo que con las curvas de su cuerpo tan fabulosamente talladas, apelaba mas al lado sexy y erótico.

El sentía que algo era diferente con sus recuerdos, pero no sabía que era.

Un pensamiento cruzo su mente repentinamente, y no pudo evitar preguntar.

- Shizuka-sensei, ¿usted tiene una amiga en la policía?

- ¿Oh?, ¿eres un acosador?, ¿Cómo lo sabes? –pregunto Shizuca con un exagerado tono de sorpresa y miedo, mientras se cubría los pechos, como si Takashi de pronto fuese a saltar hacia ella.

- … soy un adivino, y el… sueño que tuve hoy me lo revelo, junto a una advertencia de algo que sucederá muy pronto… quizás mañana –Takashi, ignoro el intento de broma de la enfermera un tanto infantil y con un tono aun más sombrío dijo– Debería hablarle y pedirle que vuelva y se quede en casa, al menos hasta mañana.

Sin esperar respuesta o ver su expresión, se dio vuelta y salió de la enfermería.

Mientras caminaba a casa, para intentar despejar el dolor de cabeza que aun tenia, de pronto se dio cuenta, que aunque había memorias de dos o tres vidas diferentes, de alguna manera, era como si todas fueran una sola, y aunque había cambiado algo en él, no era realmente tan distinto, al punto, que los aspectos de "Takashi", eran más definidos que los de "sus vidas pasadas", bueno, más exactamente sus afectos y sentimientos.

En realidad ¿Cuánto había cambiado?, solo el tiempo lo diría o le haría notar los cambios, lo único que de verdad se sentía diferente, es que cuando pensaba, varias posibilidades y teorías pasaban por su cabeza, no era tanto su "inteligencia" o "practicidad", era más como su "imaginación" y "flexibilidad" que se arremolinaban para dar lógica a cosas que normalmente no le daría, al menos, una logia única y personal.

Ahora solo tenía que definir si el "sueño", era una forma de su imaginación para representar su melancolía por la relación de Rei y Hisashi, lo cual de alguna manera sonaba muy "lógico", ya que una de las imágenes de su sueño, era cuando golpeaba la cabeza de su "amigo" y la destrozaba, después de que se convirtiera en un monstruo, lo cual podría representar el resentimiento de su corazón.

O aceptar que tiene una o dos vidas anteriores, que le indican que se reencarno en la historia de un manga que ni siquiera se completo, y que mañana comenzaría el Apocalipsis.

Pero si aceptaba lo último, también debía aceptar que cadáveres caminantes, eran solo el inicio de los problemas, y tenía que pensar en cómo obtener poder para luchar con esas cosas, poder que incluso en su vida anterior, solo obtuvo por suerte, y termino siendo insuficiente, al menos frente a esa criatura que le recordaba a un Ghoul.

Takashi se detuvo y miro hacia el cielo, parecía tan monótono como siempre, y era difícil de aceptar, que pronto se pintaría de oscuridad y sangre.

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