Capitulo 78: Herbología (2)

"Lo hiciste bien"

Neville miro a William a su lado, era verdad que lo había tomado desprevenido como también era verdad que por si solo no habría reunido el valor suficiente para levantar la mano, esto era algo que el propio William sabia perfectamente, aun era muy pronto para que los verdaderos colores de Neville sean captados por los de su alrededor, aun así William no estaba dispuesto a esperar por ese desarrollo, solo bastaba un par de empujones y Neville crecería.

Todos los estudiantes estuvieron curiosos por las mandrágoras, era la primera vez que muchos de ellos tendrían contacto de primerea mano con una criatura mágica peligrosa de este nivel.

"Acérquense y tomen un par de orejeras para cada uno" dijo la profesora Sprout instando a que todos se acercaran a su mesa, William no fue la excepción, claro que a diferencia de él todos corrieron y se apresuraron para no tomar el único par que no era ni de peluche ni de color rosa, el cual claro fue tomado por William para sorpresa de muchos, pero a este mismo parecía no importarle en lo mas mínimo.

Todos miraron a la profesora Sprout quien se dedico a explicar las instrucciones para el uso de las orejeras y la señal para quitárselas.

Colocar las orejeras era una de las tareas mas importantes de esta clase, todos estuvieron listos cuando la profesora Sprout arremango su túnica, puso ambas manos en el tallo de la planta y entonces la jalo con fuerza hasta sacarla por completa del macetero.

William no era ajeno a la apariencia de la mandrágora juvenil, la había visto en la versión cinematográfica durante su vida pasada y trabajo con mandrágoras durante su verano en Castelobruxo. Aun así la apariencia de un bebe llorón con el color verde claro y manchas, no era una vista que se pudiese disfrutar, simplemente era preferible no verla.

La profesora Sprout cambio la mandrágora a una maceta vacía más grande que la anterior y la cubrió rápidamente con tierra abonada hasta el punto en el que solo las hojas de la planta podían ser visibles, sacudió sus manos para quitarse la tierra y levanto el pulgar, entonces todos se quitaron las orejeras.

"Nuestras mandrágoras aun son jóvenes, sus llantos no reúnen las condiciones para considerarse mortales" ella explico con tranquilidad, simplemente esto para ella era un asunto menor, pero para los alumnos frente a ella todo esto era nuevo "aun así el llanto de las mandrágoras jóvenes es capaz de dejarlos inconscientes por algunas horas, y como estoy segura de que ninguno de ustedes quiere perderse su primer día de escuela, asegúrense de que están usando las orejeras perfectamente mientras trabajan. Yo les avisare cuando sea la hora de retirarse"

"Trabajaran cuatro alumnos por bandeja. Tenemos suficientes macetas aquí..." la profesora Sprout dio las indicaciones para todos los alumnos, mientras William tenia que unirse a un grupo, su primer día y ya tenia que volver a socializar, entonces solo basto girarse para ver las expresiones de sus alrededores.

"Sigh..." William dio un largo suspiro «No estoy en Castelobruxo, aquí soy un mortifago otra vez» se dijo a si mismo en su mente.

"¿Que hacemos William?" al mirar a su lado Neville estaba quieto como una estatua, esperando que William hiciese algo.

Viendo al joven a su lado William quiso decir algo pero las palabras no salieron de su boca, en cambio se dibujo una leve sonrisa.

"¿Que mas vamos a hacer?" William dio un paso al frente "Tenemos que buscar a los miembros de nuestro grupo, quizás no sea solo por esta clase en el futuro"

"Oh... claro"

Aunque la fama de William sea bastante oscura debido a su familia, bastante se había arreglado con los rumores sobre los eventos del año pasado, además de aparecer en el profeta por la captura de Greyback, era suficiente para llamar un poco mas la atención de forma positiva, entonces había que hacer uso de esto.

"¿compañeros de trabajo?" una joven de cabello rubio hizo la pregunta mirando directamente a William sorprendida "¿Estas seguro?"

"¿Por que no habría de estarlo?"

"Pensé que te unirías al famoso Harry Potter y tu amiga Granger la sabelotodo, ya sabes también eres famoso ahora"

"Siempre fui famoso, soy William Rosier, además prefiero estar con Neville, necesita mas ayuda y mi experiencia en Castelobruxo puede ser perfecto en este momento"

"¿Castelobruxo?" pregunto sorprendida "Los rumores eran reales, el profeta jamás declaro que estabas haciendo en Castelobruxo, solo mencionaba que eran estudiantes y nadie estaba seguro, pero era cierto, fuiste a Castelobruxo como estudiante de intercambio, me uniré a tu grupo" ella extendió su mano hacia William "Soy Hannah Abbott, un gusto"

"William Rosier, el placer es nuestro" William devolvió el saludo, entonces solo basto un pequeño golpe con el codo para que Neville se adelantara.

"Neville Longbottom, un placer"

Ya tenían tres personas en el grupo, solo hacia falta un miembro entonces antes de que comenzaran a buscar alguien mas apareció de la nada.

"¿Puedo unirme a su equipo?"

No era difícil para William reconocer a la chica que tenia frente a él, Parvati Patil, la compañera de Harry Potter durante el baile de invierno en el futuro cuando se lleva a cabo el torneo de los tres magos.

Hannah y Neville miraron a William como si estuvieran esperando la opinión de este "Claro que puedes unirte, cualquiera es bienvenido"

"¡Muchas gracias!" los cuatro integrantes del equipo estaban finalmente reunidos listos para trabajar, todos se movieron para preparar los materiales.

"¿Es cierto que vencieron al hombre lobo usando maldiciones prohibidas?" pregunto Hannah mientras movían la tierra con abono, pero William negó con la cabeza.

"La verdad hubo algunas maldiciones pero no eran parte de las prohibidas, simplemente son cosas que aprendí en varios libros, pero el trabajo fue hecho por muchos estudiantes, el enemigo después de todo era bastante fuerte" William explico un poco del combate contra Greyback de primera mano haciendo que el trio del grupo se sorprendiera, mientras contaba la historia prepararon los materiales para el trabajo, entonces el momento de trasplantar la mandrágora había llegado finalmente.