4 capitulo 4 "Carta de aceptación"

— buenos días señora María, déjame ayudarla —Gregory ayuda a su vecina quien era la vendedora de dulce del lugar, a botar la basura, siendo que la señora ya era mayor de edad decidió ayudarla a levantar el peso.

— Greg, es bueno verte, veo que estas sigues entrenando, no te estaré molestando —al apenada la señora pregunto si es una molestia si interrumpía el entrenamiento del chico.

— Da igual, eso es todo. Adiós señora maría — contesto Gregory, mientras se alejaba corriendo.

— Que gran joven, sus padres estarán orgullosos de el — menciono la María, recordando a Sofía y Oscar.

Por otra parte, Gregory seguía corriendo en un paso constante, su velocidad era impresionante para las personas quienes saludaba de pasaba.

Las personas del pueblo, desde ya 6 años se estaban acostumbrando al ver al chico recorriendo el pueblo entrenando su físico, era muy reconocido por ayudar a las personas y por ser muy amable como maduro para su edad. Pero la gente del pueblo entendía porque el joven Gregory era así de maduro, lamentablemente se enteraron de la muerte de los padres del chico, dejándolo como el último de una familia muy conocida dentro del pueblo.

Por lo que algunas personas ayudaron al chico y trataron de ser amable con el joven, pero el joven parecía ser muy obstinado cuando se trataba de ayudar a las personas. Todo el pueblo sabía que siquiera una vez Gregory les había dado una mano.

También era muy conocido por los niños y jóvenes por su carisma.

El chico había crecido sano y muy bien alimentado, su altura había llegado al 1.60, una gran estatura para alguien quien va a cumplir 11 años. Su musculatura demostraba que el joven entrenaba muy rigurosamente, su piel se encontraba con muchas cicatrices lo que parecía garras de animales y al parecer músculos por gran sobre esfuerzo.

Anormal para el joven, su cuerpo parecía tallado en mármol, tenía el cuerpo muy definido, músculos delgados, pero parecían lo suficientemente consistente para demostrar fuerza en ellos, desde la espalda marcada hasta un gran abdominal de 8 paquetes.

Su rostro era fino, nada de grasa de bebe en él, para su fortuna no tenía ninguna cicatriz en él. Su cabello negro era muy revoltoso aun así le daba un toque más rebelde, su mirada seria pero calmada demostraba sabiduría para su edad, como si el chico hubiera experimentado varias cosas en su vida.

La vestimenta de Gregory también había cambiado, dejando atrás las camisas, pantalones apretados y finos, su atuendo era más humilde. Pantalones largos holgados de un color gris oscuro, un polo manga larga negro ajustado que demostraba su grandiosa figura.

Días después de conseguir una estabilidad económica, Gregory, empezó su entrenamiento para convertirse en alguien fuerte.

Comenzó dejando de lado la magia y empezó a enfocarse en su débil cuerpo, ya tenía el conocimiento suficiente para estar a la par con un mago adulto, le faltaba práctica, pero eso podía hacerlo en sus tiempos libres.

La magia se quedó en segundo lugar y dio paso a su físico, sabía que si entrenaba su cuerpo a temprana edad podría afectar su crecimiento, pero Gregory no le importaba ser un poco más bajo, de por si su genética le ayudaría en contrarrestar ese factor.

Su alimentación fue muy restringida, muchos vegetales y carnes rojas, toneladas de agua y algunos carbohidratos.

El entrenamiento de Gregory se enfocó en un principio en su resistencia, por lo que inicio con carreras sin detenerse por todo el pueblo, al mes siguiente su cuerpo pareció resistir más por lo que aumento la distancias y las vueltas.

Gregory noto que su magia parecía darle un cierto factor de curación más elevado, ya que podía levantarse como si nada a la mañana siguiente luego de haber descansado y comido. Por eso el Bird pensó en aprovecharse de aquello.

Destruyendo su cuerpo en el proceso, Gregory empezó a duplicar su rutina de entrenamiento, los 5 kilómetros aumento 10, luego 20 y para finalizar podía correr casi 50 kilómetros al día, algo que debería ser imposibl0e. gracias a la magia podía ayudarlo a resistir tales adversidades.

Pero al parecer el cuerpo de Gregory no quería avanzar más de esa cantidad abrumadora, y aun esforzándose parece que había un límite establecido en el. Aun así, el joven Bird estaba contento por su gran resistencia, era fuera de lo humanamente posible.

Como vio que su resistencia ya no iba para más, Gregory, termino haciendo ejercicios de fuerza; abdominales, planchas, barras y cargar rocas. sobrecargaban sus músculos, por lo que comenzaban tener pequeños desgarres que fueron un dolor tremendo para el joven.

Ya mencionado antes, su factor de curación parecía ayudarlo mucho en ese tema, curándolo a la mañana siguiente y no hubo razón para dejar el entrenamiento. Con el tiempo se acostumbró al dolor y se volvió tolerable.

Desde entonces el joven Bird, ya podía levantar casi 4 veces su peso, en un total de 200 kilogramos.

Y si hablamos de sus habilidades combate, comenzó a desarrollar un estilo propio, tomando la perspectiva de libros que le daba información de algunas formas de combate, de cómo distribuir el poder destructivo de los golpes en un momento a otro, posiciones con gran centro de gravedad y una gran defensa con desviación de ataques.

Un estilo que Gregory desarrollo mediante la practica con algunos animales del bosque; desde osos y algunos lobos, todo para desarrollar una experiencia en combate al igual que refinar su estilo de combate.

Gano algunas cicatrices de algunas bestias, pero para él era un recordatoria de que debía mejorar.

Cada vez que Gregory caía al suelo cansado y agotado, pensando que ya no tenía la fuerza. se daba coraje así mismo recordando la impotencia de la muerte de sus padres. la emoción que generaba esas memorias hacia que el eterno dolor de su riguroso entrenamiento se desvaneciera y volviera a levantarse, seguir luchando.

Los hechizos en su mente fueron practicados alrededor de los 6 años, conocía ciertos hechizos que le vio de una manera más efectiva en combate, pero eso no dejo de lado algunos muy útiles como; Alohomora, Duro y entre otros muchos más que lo ayudarían.

Su poder mágico también había cambiado; de una ráfaga se convirtió en una bola de gas, luego paso una bola mucho más densa como el agua, su segunda madures mágica fue una completamente locura, a los 10 años había completado la segunda madurez mágica un raro caso. Ya que se decía que los magos de 11 años recién iban por su primera madurez, la segunda comienza después de 20 o 30 y tener una tercer era casi imposible.

Casi imposible, porque se decía que el director de Hogwarts había pasado por su tercera.

Gregory pensó que era demasiado bueno para ser cierto, por lo que intento investigar más a fondo sobre su familia, pero nada, solo tenía una teoría y se respectaba a su descendencia Bird.

Mientras corría, Gregory saludaba a los pueblerinos, también se cruzó con algunos niños y por ello a veces perdía el tiempo hablando con ellos. Ya era casi medio día y chico tenía que llegar a casa para comer, un cierto filete a la sartén le daba cierto gusto al solo imaginar su sabor.

Recordó a su fiel amiga, Evelyn, después de tantos años, Gregory le agarro cierto cariño a la mascota de su madre, por lo que siempre lo llevaba consigo cuando salía en sus descansos, no podía llevarlo cuando entrenaba, por lo que ella se volvió independiente de él.

Aunque los años pasaban, Gregory aun no podía sentirse melancólico por la trágica muerte de sus padres, la compañía de Evelyn fue algo que lo ayudo en esos días donde sus ganas de vivir eran vagas, donde solo quería reunirse con sus padres, después de todo aún era un niño.

Evelyn se convirtió en una hermana para Gregory, alguien quien podía sentirse cómodo.

El riguroso entrenamiento y la soledad, trajo en si un pequeño trastorno depresivos. Estos incluyen trastornos que afectan la manera en que te sientes emocionalmente, como el nivel de tristeza y felicidad, y pueden afectar tu capacidad para funcionar.

También ocultaba de sentirse así al mundo, ocultando sus sentimientos con una sonrisa la cual era siempre igual, Evelyn parecía ser la única en notarlo y cada vez que el chico se encontraba en estado depresivo simplemente lo acompañaba.

Al llegar casa, Gregory, saludo antes de entrar, aunque no había nadie que le respondiera, tenía la mente muy positiva.

Evelyn se desenrollo de una parte del mueble y se acercó a Gregory, subiendo lentamente hacia el cuello de este, una vez ahí ella siendo muy cariñosa le acaricio.

— Yo también te extrañe, espero que no te hayas comido la carne que había guardado — dijo pesadamente Gregory, recordando que algunas veces Evelyn no encontraba comida y por lo raro que suene parecía muy buena con su cola para agarrar objetos.

La serpiente solo siseo y bajo hacia el suelo para buscar algo para comer, el hambre de Gregory pareció contagiarla.

El chico pelinegro, solo fue en busca de su refrigeradora y encontró su carne intocable, la agarro y fue a preparase el almuerzo, Gregory comenzó a buscar algunos ingredientes para sazonar el filete que estaba a punto de comerse, a un lado encontró una foto de sus padres.

Por suerte era una foto que encontró en los escombros, se salvó por su marco que era hecho de vidrio, él sonrió al ver a sus padres tan felices.

La foto era el día de la boda de sus padres, por lo que, al verlos tan contentos, siempre animaba su día. Ya Gregory sabía que ya nada los traía de regreso, pero sus recuerdos de aquellos días felices, aunque melancólicos, eran los mejores días de su vida.

El recordó que tendría que visitar las tumbas de sus padres,

Gregory detuvo de contemplar a sus padres y escucho que tocaban su puerta, por lo que dejo la carne a un lado y se lavó las manos antes de abrir la puerta principal.

— buenos días jovencito, mi nombre es Minerva McGonagall. ¿puedo pasar? — una mujer de avanzada edad, con sombrero puntiagudo y una postura perfecta. Su vestimenta era de una fina túnica verde junto un uniforme negro bien arreglado. Y parecía cansada pero dada que parecía muy recta no lo demostraba.

— Hola, mi nombre es Gregory Bird. Venga tome asiento — dijo Gregory que reconoció a la bruja por solo la vestimenta, muy atrasada para la época.

— Gracias señor Gregory— la profesora McGonagall tuvo una buena impresión del joven, al ver como amablemente le ofreció sentarse en un sofá.

— ¿Quiere algo para tomar, señora McGonagall? — pregunto Gregory cortésmente.

— Soy profesora, un té seria aceptado señor Bird, gracias — la profesora estaba cansada de tantos niños que había reclutado, no es que no le agradece explicar sobre el mundo mágico, pero el trabajo era agotador. Un buen te sería bienvenido.

Gregory asintió y fue en busca de un poco de té, no demoro mucho por lo que en la mesa del medio dejo la tasa de té, junto algunas galletas que había preparado ayer.

— no quisiera se irrespetuoso señor Gregory, pero veo que sus padres no están en casa. ¿puedo saber dónde están?, lo que tengo que decir es muy importante— declaro la profesora, mientras tomaba un sorbo de su te, no quería repetir su explicación dos veces, por lo que quería que los padres del niño estuvieran presentes.

Gregory se sintió un poco incómodo, por lo que se rasco la nuca y pensó en sus palabras para explicar su situación.

— Como decirlo…, profesora McGonagall, mis padres fallecieron ya hace un tiempo, vivo solo. ¿Qué es lo que importante que tenía decir? — Gregory explico y desviaba el tema para evitar hablar de sus padres.

— Mi más sentido pésame, una disculpa por hacerle recordar eso señor Bird. Pero volviendo al tema que quería decirle — McGonagall, se puso recta y dejo a un lado su taza de té para explicar lo mejor posible sobre Hogwarts. Aunque estaba un poco triste por el joven.

— ¿alguna vez sintió que las cosas no encajaban, que cosas curiosas paso cuando estas molesto o feliz? — pregunto la profesora en busca de facilitar lo que iba a decir al niño.

— Ahora que lo mencionas, una vez mientras escapaba de mi madre quien iba a cortarme mi cabello, aparecí en mi habitación de la nada, fue raro —Gregory había inventado la historia obviamente, ya que si decía la verdad tendría muchos problemas con el ministerio de magia.

— No es nada raro, eso se llama aparición, lo aprenderás en séptimo año, déjame contarle que usted es un mago, Gregory — dijo McGonagall, esperando el asombro del chico, lo cual fue, pero de inmediato volvió a la normalidad, su simplista sonrisa.

— ¿un mago? Eso es posible — sonando poco creíble, Gregory busco respuestas de la profesora.

— Si señor Bird, es un mago. Vea esto — levantando su varita, McGonagall transformo una galleta en un tenedor.

— Increíble, entonces la magia es verdad, ¿entonces podre sacar un conejo de un sombrero? — dijo curioso Gregory claramente bromeando, la profesora minerva McGonagall sonrió por el chiste ligero, pensó en los Muggle y sus ilusiones tan chistosas.

— Buena broma, pero es posible… tome esto, léelo — entregando una carta a Gregory, la profesora tomo una galleta y espero a que el joven terminase leer la carta de aceptación.

Gregory miro el logo que había sellado en la carta, pero no le tomo mucha importancia, así que procedió a abrir la carta.

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COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

Director: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

Querido señor: Gregory Bird

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Subdirectora

Uniforme

Los alumnos de primer año necesitarán:

Tres Túnicas sencillas de trabajo.

Un sombrero negro puntiagudo para uso diario.

Un par de guantes protectores.

Una capa de invierno.

Libros

Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:

El Libro Reglamentario de Hechizos Miranda Goshawk

Una Historia de la Magia, Bathilda Bagshot

Teoría Mágica, Adalbert Waffling

Guía de Transformaciones para principiantes, Emeric Switch

Mil Hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore

Filtros y Pociones Mágicas, Arsenius Jigger

Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Newton Scamander

Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentim Trimble

Resto de equipo.

1 varita.

1 caldero de peltre número 2.

1 juego de redomas de vidrio o cristal.

1 telescopio.

1 balanza de latón. Los alumnos también podrán traer una lechuza, un gato, una rata o un sapo.

SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS

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—una escuela de magia, solo tengo dos problemas con esto — menciono Gregory, haciendo que la subdirectora alzar una ceja por la curiosidad.

—¿puedo saber cuáles son los inconvenientes? —pregunto McGonagall.

—en la carta menciona que puedo traer a ciertos animales — dijo Gregory, la profesora asintió y el chico continuo —¿crees que es posible traer a otra clase de animal? —

—eso depende señor Gregory, de que animal estamos hablando —McGonagall no tenía ningún problema en aceptar otra clase de mascota, siempre y cuando no sea peligros. Al escuchar un siseo se puso pálida y observo sorprendida a una serpiente de considerable tamaño subir por las piernas del muchacho hasta llegar a su cuello donde parecía descansar y a la vez mirarla.

—ella es Evelyn, como ve una serpiente domesticada por lo que es inofensiva — dijo Gregory alarmando un poco a la profesora.

—s-señor Bird, ¿puede hablar con la serpiente? — ahora si McGonagall sudaba frio por ver como el chico parecía ser muy amable con la serpiente.

—bueno, le puedo hablar en nuestro idioma, entiende un poco, pero de poder escucharlo o hablar su idioma no. ¿hay algún hechizo para hablar con las serpientes? —un tanto inocente Gregory pregunto. La respuesta de Bird tranquilizo a la profesora, pero aún estaba un poco asustada por aquella serpiente.

—no lo hay, solo magos con la habilidad de hacerlo pueden, se les conocen como parsel, la lengua de las serpientes —dijo McGonagall, ya dejando de pensar de que el chico podría hablar con las serpientes.

­—una lástima, me hubiera gustado entender a Evelyn. Pero nos desviamos del tema, ¿puede Evelyn ir a Hogwarts? — dijo esperanzado Gregory por llevar a su amiga.

La profesora McGonagall lo pensó un rato, luego suspiro internamente y vio como la serpiente si parecía entender su idioma, algo sorprendente pero que podía pasar. Entonces no tenía problemas en aceptar a la mascota, ya que parecía consiente, pero sentiría lastima de quien molestase al niño y poner de lado malo a su mascota.

—no habrá problemas señor Bird, mientras no muerda a alguien está bien — contesto McGonagall, quien se sorprendió al ver que la serpiente agitaba su cola por "felicidad".

—sé que no es mi incumbencia señor Bird. ¿pero de donde saco a Evelyn? — con curiosidad por como un joven podría tener una serpiente así viviendo consigo.

—era la mascota de mi madre, cuando murió era lo único que dejo y desde entonces me encariñe mucho con ella. no es así compañera — Gregory acaricio la cabeza del animal con uno de sus dedos, la serpiente le agrado el afecto así que se dejó.

—es muy cariñosa como la veo, también asegurase de alimentarla bien ya que no queremos que sus compañeros queden sin mascotas — para aligerar el ambiente, McGonagall intento ser menos tensa de lo usual.

—sí, con el tiempo se me pego mucho — contesto.

—y gracias profesora por aceptar, Evelyn no hará ningún daño a mis compañeros — Gregory se sintió bien con ello, entones vino la otra pregunta — como vera me mantengo con poco dinero

—no habrá problema Gregory, Hogwarts entrega becas a los niños y niñas con su dificultad económica —interrumpió McGonagall.

—que buen servicio. ¿Entones cuando iremos a comprar los materiales?, dudo que vendan todo esto en el pueblo — Gregory pregunto.

—si quieres podemos hacerlo mañana mismo, yo misma le ayudare. Es en Londres, en el callejón diagon — contesto McGonagall. Haciendo que Gregory sonriera.

Hablaron un rato más sobre, el mundo mágico y Hogwarts. Y para el final de la tarde, la subdirectora McGonagall tuvo una gran impresión del joven Bird, sus pensamientos sobre aquel niño eran perfectos; amable, humilde, educado y maduro, aunque era una pena que sus padres no estuvieran vivos para ver al chico tan encantador que tenían. Aun así, ella creía que desde el más allá estarían orgulloso de aquel muchacho.

Gregory por otra parte se encontraba devorando su carne que tantas ganas tenía por comerlo, a su lado su fiel serpiente, quien descasaba cómodamente.

Terminado de comer, el chico practico en su habitación algunos hechizos y al terminar de cansarse, se durmió complacido por el día.

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