2 capitulo 2 "Magos del bar"

en el interior de la mente de Gregory Bird se encontraba este mismo, mirando a esa energía extraña escarlata, mientras meditaba en todo lo que había aprendido desde que descubrió el secreto de los magos.

Contemplando esa anormalidad que ya sabía que era su magia o la energía que se usaba para hacer magia. Intento desde ayer en la noche buscar alguna forma de aplicarlo al mundo real, cosa que no funciono.

No importaba cuanto intentaba siquiera sentir esa energía en su cuerpo, parecía que no era lo suficiente capaz para hacerlo, no podía utilizar la energía.

Gregory pensó que tal vez los magos usaban algún artefacto para canalizar esa energía, como la varita, como en los cuentos que su madre le contaba.

Bufo fastidiado de no poder hacer nada con ella.

Gregory salió otra vez de su mente sin haber hecho ningún avance. Abriendo los ojos miro su habitación perfectamente ordenado y levantándose de su cama donde estaba sentado meditando fue a la parte baja de su casa para ver que había para desayunar.

— cariño, el desayuno ya está servido — dijo Sofía.

— Gracias madre — contesto Gregory, sentándose y tomando un tenedor para comenzar a comer sus panqueques.

— Te veo algo estresado hijo, ¿pasa algo? — Gregory se sintió desorientado de como su madre siempre veía sobre él, intuyó que era algún instinto materno.

— Nada importante mama, solo sigo pensando en cómo mejorar mis bromas. Por cierto, y papá — sin verlo sentado junto a ellos, Gregory tuvo una idea de donde se había ido su padre, pero quería que su madre lo confirmara.

— Tu padre tuvo que salir temprano para el trabajo, me dijo que llegara tarde así que pensé que podríamos hacer algo juntos — dijo Sofía muy feliz.

— No veo por qué no, hay algo que quieras hacer — aunque Gregory aún tenía que investigar sobre la magia, no quería decirle que no a su madre, pues le agradaba pasar el tiempo con su madre, la magia podía esperar.

— Que bien, hijo. Veras tengo un animal nuevo en los invernaderos, que pasa si la visitamos, se te va gustar — emocionada, Sofía termino su desayuno y como ya estaba vestida al igual que su hijo, ambos fueron caminando hacia el otro lado de la casa.

En el camino Gregory le pregunto de que animal se trataba y le sorprendió que fuera una serpiente. Más específicamente de una "víbora cornuda", una de las serpientes más venenosas de Europa. Por lo general habitan en laderas rocosas, secas y soleadas con algo de vegetación. Normalmente se la encuentra en el suelo, aunque puede trepar.

Gregory a veces se sorprendía de lo capaz que era su madre, por alguna razón a ella le agravan los animales exóticos y peligrosos, al igual que ellos. Era un don que su madre tenía algo que el no heredo de ella, aunque era muy bueno con los gatos.

Al llegar al invernadero, se vio varios tipos de animales; caballos, pájaros y entre otros animales. Todos estaban en sus respectivas áreas. Mas al afondo se encontraba otra habitación que era espaciosa y en ella había una jaula trasparente muy grande, casi como un habitad pequeño para un animal.

Los ojo negro y ámbar miraron maravillados a la serpiente. Entre 65 y 90 cm. Es corpulenta y tiene la cabeza triangular. Tiene rayas marcadas en forma de zigzag en el dorso. Es roja, amarilla o verde por debajo de la cola y por lo general los machos son grises y las hembras más bien marrones. Por lo que se pudo decir que era una hembra.

— genial — expreso Gregory al acercarse al animal.

— veo que te gusta, la llamo Evelin, buen nombre, ¿no? — dijo Sofía feliz, al ver que su hijo le gustaba a su amiga.

— Mama. ¿Dónde la encontraste? — pregunto Gregory y al parecer la serpiente también observo.

— Te refieres a Evelin, lo encontré en el pateo de la casa — Sofía explico recordando que ayer lo había encontrado hambrienta así que le dio algunos ratones que la estaban fastidiando en la cocina.

La serpiente por su parte se agotó de ver al niño y se enrollo en una rama a dormir. Gregory un poco decepcionado dejo al animal en paz. Paso casi el día entero alimentando a los animales, aprendiendo de ellos y hablando sutilmente de su madre sobre algo relacionado con la magia o algunos animales raros.

Fue una tarde entretenida para madre e hijo.

Al llegar a casa, Gregory volvió a su habitación y comenzó nuevamente a tratar de experimentar con la magia. Y como ya parecía inútil, se fue a dormir.

— chazam—

— adabra kedavra —

— sal magia —

Gregory estaba en su lugar favorito practicando magia o eso quería pensar, ya que solo decía estupideces que decían algunos cuentos o comics.

Pero nada surgía, nada cambio y nada pasaba.

Frustrado el joven Bird, se sentó en el puente e intento relajarse, el practicar magia parecía estresarlo y aún más cuando no parecía tener ningún avance.

Se concentró de manera leve y entro a su mente, al parecer su magia aún seguía siendo la misma. No encontraba el sentido de porque no podía usarla o siquiera sentirla en el exterior.

Por lo que solo miro a esa energía contemplando como se movía.

Quejoso de no tener algún resultado se durmió, los días siguientes fueron iguales sin ningún avance en la magia.

— ¡campeón apresúrate, que vamos a llegar tarde! — escucho Gregory a su padre gritar desde la puerta, el aún estaba vistiéndose requerida mente para la caza.

— ¡un momento padre! — contesto apresurándose a amarrase las agujetas de sus botas.

Al terminar, bajo hacia la sala principal donde se encontraba su padre también con su ropa de caza, que consistía principalmente en unas botas con una enorme planta, pantalones con muchos bolsillos y una camisa a cuadros.

Por supuesto también llevaba en sus manos un rifle.

— Vamos hijo, que tenemos que estar en la hora perfecta — dijo Oscar.

— Amor, toma aquí esta sus almuerzos — dijo Sofía a su esposo, entregando unos taperes tapados en un mantel rosa.

— Gracias cielo — Oscar beso a su esposa.

Gregory al ver esto puso los ojos en blanco y para ya no ver las cursilerías de sus padres, tomo la mochila que estaba al lado de su padre y se retiró.

Sofía y Oscar fingieron que no vieron a su hijo hacer esas muecas, hasta que salió y ambos rieron por lo inocente que aún era Gregory.

— Ya crecerá, aprenderá que besar a la mujer que amas es lo mejor del mundo — expreso Oscar a su esposa.

— Por el momento quiero que se quede así, me parece algo tierno verlo tan avergonzado… aunque me pregunto que cual será mi nuera, Gregory tiene gustos raros — dijo Sofía, imaginando a la chica ideal para su angelito.

— Si, aun no entiendo porque tiene que ponerle limón a todo — Oscar rio por lo extraño gusto culinario de su hijo.

— Hasta lo pone en los frijoles, ¿quién hace eso? — complemento Sofía quien también rio un poco.

— Bueno amor, más tarde podemos hablar de lo extraño que es nuestro hijo. Ahora él me está esperando afuera, cuídate — agachándose Oscar tomo nuevamente los labios de su esposa, quien gustosamente también correspondió.

Gregory espero a su padre que se despidiera de su madre, no tardo mucho ya que lo vio salir con su típica sonrisa.

— Ya era hora, ¿a dónde iremos hoy? — pregunto Gregory a su padre.

— Al lado sur, es temporada de osos — contesto Oscar mirando el horizonte como si lo que hubiera dicho tuviera un sentido climatológico.

Mientras ambos caminaban hacia el lugar donde pasarían a la caza, ambos charlaron sobre el nuevo animal que su madre había traído.

Entonces algo contradictorio paso por la mente de Gregory.

No había forma de que una amante de los animales se hubiera cazado con un cazador. Eso le pareció muy curioso y hasta ahora se dio cuenta de tal atrocidad.

— ¿padre, porque mama acepta casarse contigo?, aun cuando matas animales — pregunto Gregory a su padre, quien no detuvo su caminata es más pareció orgulloso.

— También me lo pregunte una vez, digo… sé que lo que hago está mal visto por gente como tu madre, defensoras de los animales, pero esto lo que hacemos es por tradición, que vino por generaciones, tiene su explicación obviamente, no solo vamos a hacer caso a nuestros padres. mi padre, tu abuelo me explico por qué lo hacemos —

— ¿abuelo? —un dato que dio más a fondo sobre aquello.

— Si, tu abuelo, él me dijo que matamos por defensa propia y sobrevivencia, explico que los humanos estamos destinados hacer los depredadores, injusta saber la verdad, pero era la única forma de sobrevivir. Como los leones, están en la sima alimenticia entre todos los animales, nosotros somos lo que estamos más arriba — declaro Oscar.

— Entonces matamos porque somos superiores — Gregory intentaba entenderlo, pero fracasaba o tal vez su padre no explicó bien.

— No, eso es muy supremacista, solo lo hacemos por tradición, por lo hacemos una vez al año, nuestros ancestros lo hacían por sobrevivir y ahora dirás ahora que matamos por es obligatorio — Gregory asintió, Oscar continuo — lo hacemos para recordar, el pasado es importante hijo, debemos aprender de él y afrontarlo, de cualquier manera, nos encontrara — ahora entendiendo, Gregory pensó que era algo que compartían él y sus demás ancestros, lo hacía sonar algo especial.

— Creo que ya salimos del tema, ¿ya sabes la costumbre de tu madre con los animales — Gregory nuevamente asintió, ayer mismo fue testigo de lo despreocupada que era ella.

— Fue hace 9 años que vi por primera vez a tu madre, estaba de caza por el bosque lamoso, como hoy estaba en cazando algunos conejos cerca de sus madrigueras, un grito llamo mi atención y corrí inmediato hacia dónde provenía el grito. Entonces vi a un felino mostrando sus colmillos hacia tu madre, que aún no la conocía, aunque creo haberla visto por el pueblo en mi época, continuando, para que el felino no dañara a tu madre, le dispare y como ya tenía experiencia junto entrenamiento con el rifle, le atine a la cabeza, matando al felino de inmediato, ese día tu madre y yo, nos enamoramos por así decirlo… cuando empezamos hablar más a fondo sobre lo que hacía, le explique cómo lo hice contigo. Aunque al principio pareció recia, no pudo contra los encantos de tu padre — eso ultimo lo dijo Oscar elevando levemente el pecho.

Aunque eso ultimo parecía ser mentira, decidió creerlo por ahora, aunque más rato su madre podría decirle.

Aunque Gregory sabía que la ascendencia Bird era más fuerte por naturaleza que las demás personas, no diría que tuvieran una sangre especial que les brindaba algún súper fuera, era el hecho de que los Bird eran entrenado desde temprana edad en la cazaría y también por su altura le daba cierto nivel de fuerza.

Increíble por lo que fuera, Oscar tenia llevando por espalda como costal de papas a un oso, Gregory aún se sorprendía por la gran fuerza de su padre, ya lo había visto cargar cosas pesadas pero muy pesadas, era algo por lo que se enorgullecía de su padre.

Gregory internamente se preguntó si algún día sería tan fuerte.

Esa noche comieron carne de oso, la cual su madre, aunque un poco molesta con ellos por la cazaría tan bárbara, pareció que padre dijo la verdad, luego de algunas palabras parecía que su madre si caía en sus "encantos".

Eso fue lo más sorprendente del día, Gregory no olvidaría la palabra de su padre.

Era sábado, tanto Gregory y sus padres estaban nuevamente en el pueblo esta vez Gregory embarcaba su propia aventura, en busca de los abuelos con sobreros, encontró algunos en una especia de caverna de bebidas, borrachos hablaban sobre aspectos sobre "el niño que vivió".

— jejeje… ¡debemos festejar por Harry Potter, quien derroto de una vez al fin al voldemort! — borracho hablaba sin pensar e mago 1.

— silencio — susurro el mago 2, mientras miraba con terror por mencionar aquel temible nombre —sabes que no podemos decir el nombre del que no tiene que ser nombrado.

— ¡calmados!, ya no debemos temer, se ha ido — autosuficiencia en su voz, el mago 1 se negó a temer al nombre de un muerto.

— El murió, pero aún están libres sus seguidores, mortifagos— quien ya no pudo estar en silencio el mago 3 decido intervenir en la conversación.

— Creo que no has leído el profeta, deberías infórmate — el mago 2 lanzo un periódico, que Gregory miro sorprendido de como las fotos parecían estar moviéndose.

— Ja, cada vez está peor, ¿Cómo pueden creer que fueron sometidos por una de las imperdonables? — el mago 3 estuvo molesto por leer.

El sonido de un vaso rompiéndose puso alerta a los magos quienes se voltearon para ver solo vaso roto en el suelo, nadie al parecer.

Por otra parte, Gregory no tomo descanso en voltear o zacear su curiosidad de saber si lo están buscando, simplemente corrió para escapar. Toda la información que había recolectado hoy era grandiosa, su mente estaba en llamas en procesar junto analizar y deducir cosas.

Desde algún gobierno y tribunal mágico, de la corrupción que había en ellas y de algunos "hechizos" que se consideraba prohibidos por ley.

Pero eso solo alegraba al joven Bird, saciar su curiosidad con las cosas que un principio no tenía nada, fue un manjar. Ahora comprendía mucho mejor el mundo mágico.

Obviamente no podría ser en un experto, la información obtenida no era mucho, pero lo suficiente para tener un base casi solidad. Conocía a dos celebridades; Harry Potter o conocido por su título "el niño que vivió", voldemort un mago oscuro quien no debía ser nombrado. Gregory tuvo una idea vaga un tercer tipo de celebridad, el alquimista Nicolás flamel, pero de él no estaba muy seguro si existiera y no fuera cuentos de niños.

Gregory Dedujo que como en la política de los no magos, hay corrupción. La cual parecía alegar a favor de los seguidores de voldemort. Por lo que no confiaría mucho en "tribunal" de los magos.

Su emoción dio paso algo que estuvo esperando todo el tiempo, una chispa de magia brillo en sus ojos y la intención de conocer más, provocó que la magia accidental se disolviera y fuera disparado a los ojos del tercer mago, cuando las vistas de ambos se cruzaron, Gregory sintió como si su mente o su conciencia extrajera involuntariamente información.

Una cantidad abrumadora de información se llenó en su mente acompañado con una leve migraña, imágenes que él nunca observo, discurso que no escucho, leyes nuevas que nunca había leído en algún libro y personas importantes de gran nivel; ministros, jefe aurores, la familia 28 de sangres puras quienes gobernaban y tomaban las decisiones.

Toda información que una vez busco había llegado a el de una forma fantástica, Gregory no podía describirlo de otra forma que asombrosa y certera.

Aunque parecía que pasaron minutos leyendo toda esa información del mago, solo fue un segundo, el tiempo se determinó por solo el contacto breve de los ojos de Gregory con el mago. Una vez que se despertó, Gregory apresuradamente salió del lugar para no ser descubierto por las acciones que había cometido.

Una vez en casa, Gregory medito en su habitación y empezó a analizar cada memoria del mago.

Fue una completamente locura para Gregory saber la discriminación que se esparcía por gran Bretaña, las leyes absurdas que favorecían más a los magos puros, todo parecía ser muy difícil para un nacido Muggle como él.

Ahora Gregory tenía cierta coherencia de porque no podía usar su magia, la falta de una varita era su principal problema y aunque había magos como "Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore" que por su gran habilidad como años de experiencia podían hacer magia sin varita, Gregory no era muy orgulloso o narcisista para igualarse a un mago tan poderoso.

Ya solos sus títulos demostraban que el viejo no era alguien normal entre la comunidad mágica.

Gregory se frustro al saber esto, ya que no conseguiría su varita propia hasta los 11 años, edad donde seria llevado a aprender magia en Hogwarts.

Una cierta sospecha de las memorias del hombre, era que el director Albus Dumbledore no era del todo blanco, como si el hombre hubiera planeado ciertas cosas y todavía con cierta amistad con Gellert Grindelwald, el anterior mago oscuro.

Después de haberse tranquilizado, Gregory recién se dio cuenta de que involuntariamente leyó los pensamientos del mago en el bar, había hecho magia accidental pero no entendió como lo había hecho en primer lugar.

Al día siguiente trato de imitar, el mismo sentimiento, el deseo de información y la intención, para replicar la misma acción cometida con el mago, pero esta vez su objetivo fue a una señora de mayor edad que vendía mermelada.

Un fracaso más en la lista de Gregory, es más complicado que solo hacerlo.

Algo más que se dio cuenta, fue que no había aprendido más que solo política, nada de hechizos o como practicarlos, por lo que fue muy tonto de Gregory de solo interesarse en la política, pero no podía hacer nada sobre aquello.

Aunque si había realmente 3 hechizos que están prohibidos dentro de la comunidad mágica. Las tres maldiciones corresponden a la Maldición asesina (Avada Kedavra), la Maldición Cruciatus (Crucio) y la Maldición Imperius (Imperio).

el uso de cualquiera de estas tres maldiciones sobre otro ser humano, sea Muggle o mago, resultaría en una sentencia de por vida a Azkaban, a menos que hubiese la suficiente evidencia de que el lanzador estuviera bajo la influencia de la Maldición Imperius.

Desgraciadamente Gregory no solo pudo saber detalles, sin una varita por el momento era muy complicado si quiera mirar a la cima de los hechizos. Ni siquiera podía hacer un simple hechizo común como lumus.

— cariño te veo distraído, ¿pasa algo? — Gregory salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su madre, levanto la vista de su plato para mirar su madre a lado de su padre.

— No es importante madre, es solo que últimamente cosas están un tanto extraño — dijo Gregory, sintiéndose exactamente como menciono "extraño".

— ¿cosas extrañas? No recuerdo nada fuera de lo común hijo — el padre de Gregory menciono, recordando la semana. Al parecer su madre también parecía pensar si algo "extraño" paso.

— Solo son ideas mías padres. aunque tengo una curiosidad sobre algo — la mirada de sus padres fue suficiente para que el Bird joven continuara — hubo alguien de nuestra familia con comportamientos extraños, no se… algo raro —

Por segunda vez los padres pensaron en las palabras de su hijo; pero solo fue la madre de Gregory quien levanto un dedo.

— Ahora que lo mencionas, escuche a mi madre decir que su abuela tenia algunos dulces raros, que nunca dijo donde lo compraban, que venían de diferentes sabores raros. Por la experiencia de mi madre dijo que una vez comió un caramelo sabor de vómito y otro de moco — menciono Sofía, pensando en la anécdota que su madre le había contado.

— ¡Qué asco!; enserio había esos sabores, ¿no los invento tu madre? — dijo con cara de asco Oscar, imaginando probar uno de esos raros dulces.

— No, mi madre dio uno, pero era de sabor de mantequilla para mi suerte — de pequeña Sofía siempre le gusto los riesgos, por ello se aventuró a tomar ese dulce que su madre le había ofrecido.

— Eso es curiosos, me pregunto qué sabores habrá. Pero de eso no hablaba… — eso ultimo lo susurro, Gregory se resignó a esperar los 11 años para que saber sobre aquella misteriosa decencia que tenía, se preguntó si algún Bird ancestro suyo fue un mago como él.

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