32 Extra; Jungkook

¿Cómo está ella? ¿Qué está haciendo? ¿Por qué su sonrisa no sale de mi cabeza?

Ese es el tipo de cosas que me pregunto cuando pienso en ella. No debería. Mi corazón no debería latir de manera acelerada al verla. Ella está prohibida para mí. Es de Yoongi, ¿cómo podría quitarle a la razón por la cual es feliz? Sería demasiado egoísta de mi parte. No sé en qué momento ocurrió. Entonces, simplemente pasó. Comencé a verla con otros ojos, quería estar cerca de ella, y con eso me bastaba. No quería incomodarla ni que Yoongi se diera cuenta de mis sentimientos.

Ahora no puedo estar con ella. Mi unidad se ha retirado primero que la de ella. Unidad 1. Entraremos por techo. No quería echar a perder la misión por estar pensado en la novia de mi mejor amigo, así que me obligué a dejar de pensar en ella, después de todo...ella no estará pensando en mí, ¿cierto? Da igual. Al menos eso quiero hacerme creer.

Todo pasa tan rápido que mi adrenalina se desató. Entrar en la habitación donde se encuentra la cabecilla fue como cantar victoria. Sin embargo, aún no puedo cantar nada. Él sigue vivo. Mientras esté vivo o suelto, nada de esto ha terminado.

Escucho todo lo que ocurre y hablo de vez en cuando. Para mí, llevamos la delantera. Este hombre nos quiere hacer creer que él es quien está ganando. No quiero creerle. No puedo hacerlo. Todos nos hemos partido el culo para dar con él. Luego, de la nada, la primera vez que nos ve nos dice que es justo lo que quería. Nos hace querer pensar que hay un infiltrado, pero es una estupidez. Al entrar a la organización juramos lealtad; aquel que no lo cumpla merece la misma muerte. No es una muerte rápida. Es tortura. Además de eso, jurar lealtad es dar la vida por la organización. Sabemos el poder que posee el lugar donde estamos. Enfrentarlos es algo de idiotas. Idiotas con gran ego.

Aún si creo que todo es mentira, Kim Taehyung tira su arma al suelo y camina hacia el hombre. Hacia la cabecilla. ¿Qué mierda cree que hace? Debe adherirse al plan.

Entonces mi mirada se dirige a ella. Mi corazón dolió. Tenía la cara desfigurada. Sus lágrimas estaban por salir. En ese momento me di cuenta de que todo era real. El idiota no hablaba por hablar. Decía la verdad. Una verdad que le estaba costando lágrimas a la chica que amo.

Lo demás es borroso. Me sumergí tanto en mis pensamientos que, cuando menos me di cuenta, la persona en quien más confiaba, había sido mencionado. Él mantenía la cabeza gacha. Fue como si me hubieran dado un golpe al abdomen. El aire salió de mis pulmones y me costaba mantenerme de pie. Yoongi estaba involucrado. Era un doble agente. En serio perdí la cabeza.

¿Nuestra amistad también había sido una mentira? No. Algo tan íntimo no puede fingirse. Además, de no tener algo de qué avergonzarse tendría la frente bien en alto. Sin embargo, mantiene la cabeza gacha. No nos mira. Es como si él tampoco quisiera lo que está pasando. Aun así, no quiero verlo. Quiero que mis ojos se desvíen hacia donde él no esté. Hacia donde pueda creer que algo no es mentira.

Cuando menos me he dado cuenta, han llegado los refuerzos. Debemos abandonar este lugar. Liam Oliver acorrala a Parker...bueno, Eunha contra la pared. Mis celos y posesión despiertan y golpeo al hombre para que no la toque. Comenzamos a salir para podernos ir. Por un momento la pierdo de vista. Está hablando con Yoongi. No. Déjalo. Elígeme.

Pareciera como si se lo hubiera dicho en voz alta, porque se dio la vuelta y llegó a mi lado. Usó lenguaje corporal para indicarme que quiere irse. Bueno, somos dos. Salimos del lugar. Siempre recordaré lo que ella respondió cuando Hyolyn le preguntó por los traidores: "Esos bastardos no vendrán". No sabía cómo sentirme respecto a eso.

Yoongi fue el primero en sacarme de mi burbuja. Se volvió importante. El hermano que jamás tuve. Aunque lo más correcto sería decir que es el hermano al que jamás pude ver. Al entrar a la LOA no puedes ver a tu familia seguido. Y mi familia decidió cortar el lazo conmigo. Mi hermano mayor me obligó a tomar el examen de ingreso en su lugar porque no quería ir, mis padres ni siquiera se lo reprocharon; esos dos tampoco querían tenerme en casa. No podía entenderlo en el momento, tenía seis años.

Ahora sé que no querían que estuviera con ellos. Nací solo para que mi hermano no fuese a la organización. Fui creado en un laboratorio, con las características anatómicas designadas por los doctores. Fui diseñado. Mis padres no tuvieron que coger para que yo naciera. Solo donaron. Entonces mi autoestima decayó, mis habilidades y rendimiento bajaron. Luego me dije que el amor no existe. Me quedé callado. Después de todo, si ellos no querían verme ni escucharme, ¿quién querría hacerlo?

Fue en ese momento de mi vida en el que Yoongi apareció. Él también había tenido sus malos momentos en la vida; pero al contarle lo mío quedó en completo silencio. Me sentí estúpido por contarle todo a un chico mayor que no llevaba mucho de conocer, solo unos cuantos meses. Se sentaba conmigo en los almuerzos, entrenaba conmigo, y fue quien me cuidaba como si fuese su hermano menor. Aún recuerdo que, el día en el cual supe que mi familia se había ido lejos sin la intención de regresar, Yoongi me abrazó por primera vez. Dijo "Yo quiero verte. Yo quiero escucharte. No toques fondo, Jungkook. Existe más en esta vida y yo recorreré lo que te falta por vivir a tu lado".

Mentiroso, ¿decías la verdad en ese entonces? ¿Te burlabas a mi espalda? ¿En serio llegaste a sentir que somos cercanos?

Luego encuentro a esta chica con una mirada chispeante y llena de adrenalina, pero al mismo tiempo luce serena. Es la mejor que he visto en batalla. El aroma a vainilla que desprende se volvió en mi medicamento. Me siento nervioso y aliviado al estar con ella. Le he pedido ser el primero en volverla a llamar por su nombre, y ella me concedió ese capricho. Sentí bien ser el primero en algo para ella. No soy fu primer beso, no seré su primer novio, no soy su primer amor, no soy su primera vez. Sin embargo, soy el primero en llamarla por su nombre y eso me hace feliz.

Ella lloró cuando mis labios pronunciaron su nombre. "Choi Eunha". Se acurrucó en mi pecho. Me ruboricé por primera vez en mi vida. Pude oler su olor a vainilla. Pude sentir amor. Un sentimiento en el que había dejado de creer. Yo solo rodeé su cabeza con uno de mis brazos posando mi mano en la parte de arriba de su cabeza. La dejaría llorar. Quiero pensar que me necesita.

No creí que las próximas semanas fueran un infierno. No por mí, sino porque tuve que verla sufrir. La visité casi todos los días. A mi no me habían encontrado fuera de servicio como a ella, pero pedí un descanso para estar con ella. Claro que se lo notifiqué a Jimin, con quien me volví más cercano.

Eunha se quedó dormida en mi regazo. Sus labios rosas estaban entreabiertos, sus largas pestañas brillaban por la luz de la luna que entraba por la ventana. Su cabello danzaba un poco con la brisa. Comencé a agacharme de poco a poco. Mis labios ansiaban los suyos. Ahora me tiene a mí. Entonces una lágrima recorrió su rostro y pronunció un nombre. "Yoongi". Ante esto, me detuve.

No puedo. No debo. Ella ama a otro, y dentro de mí sé que él también la ama a ella. Podría elegir robarla de él, abrazarla y besarla. Pero no. Él sigue siendo importante para mí y no puedo quitarle a aquella persona que le ha sacado sonrisas que pocas veces he visto.

La cargué y la puse en su cama. Besé su frente en señal de despedida. Al darme la vuelta para irme, tomó mi camisa por un extremo impidiendo que me moviera.

—No te vayas— vociferó. De seguro sigue soñando con él—. No te vayas. No te vayas, Kookie.

Me sorprendí. Ella no hablaba de Yoongi. Hablaba de mí. "Me quedaré". Dije en un susurro. Ella me soltó y yo me recosté en el sofá cama que estaba en la habitación. Puse mis brazos detrás de mi cuello como almohada.

La amo.

Espero que Yoongi aparezca pronto porque, si no lo hace, me volveré tan loco por ella que no podré dejarla ir.

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