12 Capítulo 12

El lugar era enorme. Había candelabros en el techo y la iluminación era cálida, como si este lugar no debiera ser encontrado. Mi brazo estaba vinculado al de Yoongi, lo haríamos ver como una persona de gran influencia dentro de todo esto. Es como si yo fuera la cuarta. Dependiendo del rango del hombre es el rango de la mujer. Por ejemplo, Gijoo era la tercera porque el hombre con quien estaba era el tercero a cargo, fácil. En este caso diríamos que Yoongi es el cuarto de la casa de Daegu. Un nuevo chico que subió de puesto rápidamente. Debemos tener cuidado con aquellos que se quieran pasar de listos, saber cuando mienten y cuando no lo hacen. Poner en acción todo aquello que nos han enseñado.

Había chicas intentando mostrar un sonrisa honesta, ninguna podía. Gijoo me dijo que debía actuar con seguridad, de esa manera no se aprovecharían de mí. Al parecer les tienen un poco de respeto a las mujeres que saben defenderse.

Los chicos se dispersaron por el salón, yo debía quedarme con Yoongi.

—Lo veo— escuché la voz de Taehyung a través de mi audífono poco visible— Kim Jongkook está en la pista de baile con una mujer. Es una canción lenta.

—Vamos para allá— informó Yoongi.

Desvinculó su brazo del mío y me extendió la mano. Era una invitación a bailar. No debería tomármelo en serio, es solo por la misión. Debemos acercarnos a Kim Jongkook, no existe otro significado detrás de esto. Creo que simplemente soy yo haciéndome ideas de cosas erróneas. Le di mi mano a Yoongi. Comenzamos a caminar juntos a la pista de baile.

Yoongi pasó su mano por mi cintura y me acercó a él. Mi piel se erizó. Mi respiración se cortó por un momento. No entiendo el efecto que él tiene en mí, ¿de qué se trata esto? Es como si jugara conmigo. Me quiere tener cerca, pero al hablar me aleja. Yo, por mi parte, siento la necesidad de saber sobre él. Mi curiosidad podría llevarme a un lugar oscuro dentro de mí, pero no puedo quedarme de brazos cruzados. Ya sabré quien eres Min Yoongi.

La mano fría de Yoongi rozó con mi espalda descubierta. Como reflejo me alejé de su mano. Terminé pegándome más hacia su pecho.

—Estás tensa— me susurró al oido.

—Hace tiempo que no estoy tan cerca de alguien. Me sorprende no haberte arrancado el brazo aún— dije a centímetros de su rostro.

—¿Qué te hicieron?— preguntó.

—Ja— reí burlona—. Si tú no hablas de ti, ¿por qué habría de hablar yo de mí?

—Touché— dijo con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Si quieres una respuesta tendrás que darme una a cambio— informé.

—No es sencillo simplemente hablar de ello.

—Creo que eso es mutuo— dije cerca de sus labios.

Yoongi se apartó. Se giró a la derecha. Yo giré junto con él. Kim Jongkook estaba parado junto a nosotros. Tenía una sonrisa en el rostro como si fuera el hombre más amado del mundo, el más feliz.

—¿Me permites bailar con tu chica?— preguntó respetuosamente a Yoongi.

Este me miró. Yo asentí discretamente. Volvió a ver al hombre, le hizo una reverencia y se retiró. Jongkook me tomó por la cintura y su mano libre tomó la mía.

—Nunca te había visto en uno de estos eventos, ¿de qué casa eres?— interrogó.

—De la casa de Daegu señor, acabo de convertirme en la cuarta— informé.

—Ah, con razón— rió por lo bajo—. Y el chico, tampoco lo había visto antes. Yo estoy al pendiente de todos al mando, ¿quién es él?

—No lo sé, se me negó la información— dije.

—Pero claro, necesitas al menos un mes como cuarta para tener privilegios— dijo con razón—. Creo que debería cambiarte a mi casa— sugirió.

No. Si eso pasa se dará cuenta de que realmente no pertenezco a ninguna casa y que Yoongi tampoco está involucrado.

—Aunque no lo haré— confesó. Yo saqué aire del alivio—. Parecía que sientes algo por el chico de antes.

—¿Disculpe?— me atreví a verlo a la cara.

—Deberías saber que enamorarte no es una opción en este lugar.

—¿Enamorarme de él?— fruncí el ceño—. No me enamoro de aquellos que se creen muy importantes como para compartir su vida. Si se cierran, me cierro. Si juegan conmigo, juego con ellos. Es así como me veo con él. Si me trata vago, lo trataré vago.

—La camioneta con las chicas nuevas va llegando por la parte trasera— informó Jin a través del audífono.

Solo debo distraer a este hombre por un rato más.

—Se nota que no te dejas por nadie— rió.

—Lo siento, él me saca de mis casillas— expliqué.

Un hombre se acercó a Jongkook y le susurró algo en el oído. Frunció el ceño. Mierda. De seguro descubrieron a los chicos y ya le están informando de la situación. El hombre hizo una reverencia a Jongkook y se fue rápidamente.

—Gracias por esta pieza dulzura, debo irme, problemas en el trabajo— se giró dispuesto a irse.

Mis ojos viajaron por el salón buscando ayuda. Noté que Hoseok pasó corriendo de un lugar a otro. Jongkook lo siguió con la mirada. Me encontré con los ojos de Jimin. Definitivamente estábamos en problemas.

—Lo siento— tomé la muñeca del hombre—, pero no puedo dejar que te vayas.

—Debes saber tu lugar— me habló entre dientes.

Se escuchó el sonido de una pistola dispararse. De un momento a otro Taehyung aterrizó en una de las mesas cercanas a la cocina. Las mujeres al rededor de esta gritaron y corrieron al lado contrario de donde estaba ocurriendo todo el disturbio. Se escuchaban más balazos. Ahora Jimin había entrado en el salón peleando cuerpo a cuerpo con dos hombres.

—Oh claro que lo sé— levanté mi vestido y tomé la navaja que estaba en mi media—, es por eso que hago esto.

Dirigí la navaja hacia su rostro, pero la esquivó. Se soltó de mi agarre. Yo intentaba acercarme a él. Me pateó la mano y la navaja voló hacia otro lado. Corrí hacia él, su cabeza quedó entre mis piernas, me balanceé hacia atrás, di una vuelta hacia el suelo, apoyé mis manos en este e hice que su cuerpo cayera de espaldas al suelo. Él tomó una de mir piernas dejándola inmóvil. Metió su mano libre en la parte de atrás de su pantalón. Buscaba su arma. Levanté la mitad de mi cuerpo, tomé su mano y le torcí la muñeca. Soltó la pierna que me sostenía. Me paré por completo. Abrí mi collar y tomé una pastilla. Me puse sobre el hombre e hice que se tragara la pastilla con forma de esfera. Luego de tres segundos quedó inconsciente.

Dirigí mi mano a mi oreja.

—Namjoon, Jungkook— llamé con la respiración agitada—, necesito que vengan por él, está inconsciente.

—Justo ahora estoy ocupado— informó Jungkook con dificultad.

—Yo lo cuido— informó Hoseok llegando a mi lado.

—Bien.

Escuché un estruendo contra la pared. Taehyung estaba teniendo problemas. Busqué mi navaja, fui por ella y la tomé. Me dirigí rápidamente hacia los hombre que tenían inmovilizado a Taehyung. Pateé y golpeé a algunos de ellos. Uno de ellos me apuntó con su arma. Lancé mi navaja y esta se encajó justo en su mano. Soltó el arma seguido de un grito de dolor por su parte.

—Vámonos— dije extendiendo mi mano a Tae.

Estaba molesto. Miró mi mano por un buen tiempo.

—¡Toma mi maldita mano, Taehyung!— ordené al ver que más hombres con metralletas comenzaban a entrar al lugar.

Jungkook, Jin y Namjoon llevaban a Jongkook hacia la van. Los hombres que entraban se dirigían hacia ellos. No era bueno que se llevaran a la mayor autoridad que estaba en el evento. Hoseok, Jimin y Yoongi disparaban a quienes entraban.

—¡Mierda!— habló con enfado antes de tomar mi mano.

Se levantó del suelo y nos dirigimos hacia donde estaban los demás. Tomé un arma del suelo, Tae sacó la suya, y ambos comenzamos a disparar junto a los demás para cubrir a los que llevaban al hombre hacia la camioneta.

—¡Vámonos!— gritó Jin desde afuera.

Seguimos disparando mientras corríamos hacia la camioneta. Los chicos comenzaron a subir a la camioneta. Solo faltaba yo. Me sostuve de la manija pero una bala se hizo presente junto a esta y mi mano dejó su lugar

—¡Parker!— me llamó Namjoon desde dentro.

Rápidamente me subí a la camioneta, cerré la puerta y la camioneta arrancó.

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